Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Amnesia, premios y pensamiento salvaje

Lévi-Strauss está celebrando vivo, lúcido y en compañía de su tribu, su centenario en la selva. Hace años nos acercó al pensamiento salvaje. Y seguimos como aquellas tribus viviendo entre mitos, ritos y creencias. Entre el tótem y el tabú. Hemos cambiado los trajes, las casas, la cocina y las lecturas. Tribus diferentes, pandillas indiferentes u hostiles que seguimos disputando a las otras sus cabañas, sus territorios. La mayor diferencia es que algunos quieren poder vivir sin tótemes. Quieren no creer. No es fácil desprenderse del tabú. Ni en un colegio de Valladolid, ni en los cantos de tribus dispuestas a defender la presencia del totemismo aunque tengan que usar el arma de la desmemoria. Siguen disparando con el olvido.

/upload/fotos/blogs_entradas/a_cuerpo_abierto_med.jpgManuel Rivas, escritor y periodista indie y colaborador de este diario, acaba de recopilar escritos periodísticos que tratan de tribus, de jefes, de sometidos y de algunos rebeldes que se empeñan en luchar contra la "amnesia retrógrada". Lo presentó en compañía del juez, también indie, más famoso y solitario de toda su tribu, Baltasar Garzón. El juez con prudencia gallega -todo se pega, hasta los tópicos- habló claro, aunque bajito, como en un rumor, y valiéndose de citas del libro de Rivas, dijo estar en desacuerdo con su tribu. Y con la tribu que defiende los tótemes. Y con las que callan, disimulan, miran para otro lado y no quieren que la historia se desentierre.

Me gusta lo que hace el juez, seguir esa senda, ese camino que puede que esté lleno de errores, salidas del cerco, atrevimiento de cazador solitario y de la humana vanidad del que pretende escaparse del pensamiento salvaje. Salir de la tribu. Un camino difícil, lleno de tramperos, cazadores furtivos, quintacolumnistas y otros defensores de los viejos privilegios. No digo que sea Gary Cooper, ni si su mujer es Grace Kelly, pero es mucho mejor que aquel joven juez que hace décadas conocí en un camerino de Julio Iglesias. Ahora cantamos otras músicas, decimos otras letras. Aunque Raphael es de su pueblo y ataca por varios frentes.

Semana de premios indies, como el Nacional de las Letras, al menos nacional, tribal e ibérico de los escritores de nuestra lengua, Juan Goytisolo. Vigor del pájaro solitario, fuera del coro, exiliado de sí mismo, tan cerca de Argel, tan lejos del Cervantes. Premiado y cabreado. Contrario a la amnesia, complejo, quejica, laico, bisexual y español a su pesar./upload/fotos/blogs_entradas/la_tarde_del_dinosaurio_med.jpg

Otro premio civil, el mejor pagado de la poesía española -el Cervantes es otra guerra- donde se cruzan peras y manzanas, plumas y gallos, anabotellas y carmenalborches, para la poeta Cristina Peri Rossi, de sáficas antepasadas, visitante de sex shops. Dispuesta a rectificar sus poemas, cambiar de perfume: "El olor de tu sexo en mis dedos / dura más que el Must de Cartier". Ahora se llama Loewe.

Artículo publicado en: El País, 30 de noviembre de 2008.

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

Nuestros hijos

Los hijos son un problema. Desde que no los dominamos, ni les obligamos a trabajar para nosotros, ni tratamos de imponerles nuestras ideas ni objetivos, desde que saben que tienen derechos y que no debemos pasarles factura por traerles al mundo, ni chantajearles emocionalmente por haberlos criado y querido, los hijos son un problema. Desde que un hijo sabe que no ha nacido para estar contentando a sus padres, sino para buscar su realización personal, los hijos nos parecen egoístas.

Desde que no podemos levantarles la mano, ni paralizarlos con un grito, ni echarles una bronca energúmena e intimidatoria, los hijos ya no son tan dóciles. Desde que no nos creemos sus dueños, sino sus responsables y protectores, estos chicos son un quebradero de cabeza.

Desde que caímos en la cuenta de que no van a seguir nuestros pasos, o no van a ser ese modelo de estudiante que habíamos soñado y que, incluso aquellas dotes que despuntaban en él cuando nos dijeron que era superdotado se han esfumado en contacto con sus amigotes y con los encantos de la vida, los hijos son una decepción. Desde que ya nunca van a ser lo que tampoco nosotros fuimos, los hijos nos están privando de la última oportunidad de conseguir nuestros sueños aunque sea indirectamente.

Desde que les pusimos todas vacunas y les dimos todas las vitaminas y logramos que crecieran sanos, nos irrita que se machaquen inútilmente en el fragor de la noche. Desde que se pasan tantas y tantas horas vagando por la evasión de las discotecas, la noche se ha convertido en un negocio suculento. /upload/fotos/blogs_entradas/flores_y_velas_a_las_puertas_del_balcn_de_rosales_en_memoria_del_joven_asesinado._med.jpgDesde que nos han dicho que debemos descubrir si nuestros hijos se drogan porque de lo contrario nos sentiremos culpables de haber mirado para otro lado, nuestros hijos se han vuelto sospechosos. Pero sea como sea, los queremos por encima de todo, no podemos vivir sin ellos, entre otras cosas porque nos unen con el nuevo tiempo y con la nueva visión del mundo y además sin restregárnoslo por la cara. La falta de respeto social hacia los jóvenes va en contra de todos. Y, sobre todo, no puede ser que acaben con su vida unos matones de discoteca, cuya obligación es velar por su seguridad. Los porteros son los guardianes de una noche en que los jóvenes pasan a ser puro negocio. Con qué ligereza se le da una paliza a alguien hasta matarlo. Y como sabemos, el de Álvaro Ussía ha sido el más conocido pero no el único caso. 

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

Los fracasos de la rentrée

Los datos parecen acertados. Hubo fracasos fuertes en la "rentrée littraire": famas no reconocidas, libros que no se venden. 15.000 ejemplares para Christine Angot, menos de 35.000 para Bernard-Henri Lvy y Michel Houellebecq. /upload/fotos/blogs_entradas/le_fait_du_prince_med.jpgAl contrario, se confirma que Amélie Nothomb sigue siendo una máquina de vender libros, alcanzando los 200.000 cada año desde 1992, lo que es toda una hazaña.

La lista de las mejores ventas de ficción confirma una verdad internacional: la serie de los "millenium" de Stieg Larsson es una locomotora, como la novela (mala a mi juicio) de Muriel Barbery que aparece en todas las librerías del mundo entero. Al descubrir la pareja Levy/Houellebecq en la posición 20 de la lista de las mejores ventas de no-ficción uno puede entender lo que es el drama actual: los libros se venden mal en Francia.

La promoción tradicional con los premios literarios no funciona, dicen muchos dueños de librerías. No aparece el premio Renaudot, atribuido a Tierno Monnembo en la listas de los bestsellers. Y como es Atiq Rahimi el que se llevó el premio Goncourt, los franceses parecen confundidos con autores que vienen de ultramar para ganar los premios. Ni J.M.G Le Clezio con su premio Nobel arrasa tal como debería. La crisis, en las librerías, también, sí.

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

Cuando las ciudades hablan…

Hay ciudades admirables que dirigen la palabra a los escritores que la aman, a sus personajes y, por consiguiente, a sus lectores. Desde las primeras páginas el protagonista de Noches Blancas se siente interpelado por San Petersburgo, precisamente cuando la ciudad está siendo abandonada por sus habitantes y el sentimiento de su propia soledad se acentúa. /upload/fotos/blogs_entradas/las_noches_blancas_med.jpgLas casas se le asemejan viejos conocidos que vienen a su encuentro, y abiertas las ventanas como grandes ojos le interrogan sobre su estado de ánimo, y le hablan de sus propias cuitas, la necesidad de ser remozadas o la milagrosa salvación de un incendio. Entre ellas el protagonista tiene favoritas: "Nunca olvidaré la historia de un primoroso edificio rosa pálido. Era una casa de mampostería, tan atractiva, que me miraba con tanto afecto y contemplaba con tanto orgullo a sus deformes vecinas, que se me alegraba el corazón al pasar junto a ella".

En ocasiones, estas ciudades que nos hablan son como un eco emblemático de la condición humana: ciudades intrínsecamente expuestas, erigida como desafío a la naturaleza y vencedoras de la misma; ciudades irreductibles a toda tentativa de explicar su nacimiento en razones de necesidad o peligro; ciudades en las que todo viajero cree reconocer una suerte de encrucijada que sería origen más que confluencia de destinos. Así en múltiples lugares de A la Recherche du Temps Perdu, el Narrador se complace en describir la explosión de ensoñaciones que provocaba en su espíritu el nombre mismo Venise. Venecia, ciudad a la que dirige la palabra, teniendo la enorme suerte de obtener respuesta: "Aprehéndeme, ahora que paso ante ti, si tienes fuerza para ello y lucha por resolver el enigma de felicidad que te propongo...e inmediatamente la reconocí, era Venecia"

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

Novelas I

Vicente Blasco Ibáñez

Biblioteca Castro
 
Prosiguiendo con su discreta pero tenaz labor de mantener viva la mejor tradición novelesca española, Biblioteca Castro publica  ahora  el primero de los cinco tomos que acogerán la obra novelística de Vicente Blasco Ibáñez.

/upload/fotos/blogs_entradas/vicenteblasco_med.jpgArroz y tartana, Flor de mayo, La barraca y Entre naranjos son las cuatro novelas que integran este primer volumen, y no hay más que ver los títulos para entender que pertenecen al llamado ciclo valenciano, esto es, el de sus inicios.  A los críticos y los especialistas les entretiene señalar las tendencias naturalistas o los restos románticos ( que en su época eran respectivamente el futuro y el pasado del novelar) detectables en estas obras de formación. Y bien está. Pero al lector actual lo que de verdad le interesará es saber si Blasco Ibáñez es un autor que se puede (debe) leer o si se trata de una antigualla ilegible tipo Jacinto Benavente o José Echecharay, al hablar de los cuales te viene inevitablemente a los dedos un "don" que denota con toda claridad el venerable muro de cartón piedra que los cubre como un sudario.

Pero en el caso de Blasco Ibáñez la respuesta es un sí rotundo. Se le puede/debe leer porque, en primer lugar, es un escritor diáfano, vigoroso e imaginativo , que no sólo toma partido por sus personajes sino que los defiende ardorosamente hasta el final, incluidos los malos, siendo este uno de los rasgos que mejor definen a un gran escritor. Y en segundo lugar se puede/debe leer a Blasco Ibáñez porque, según vaya avanzando en su evolución personal, su escritura  irá poniendo progresivamente de manifiesto una conciencia moral perfectamente contemporánea y que bien pudiera servir de modelo ahora que ya no hay figuras señeras y capaces de marcar el rumbo a seguir. Al leer su biografía de inmediato empiezan a surgir términos  como "rebelde", "temerario", "generoso", "enamorado de las mujeres", "antimonárquico furibundo", etc. Un tipo capaz de batirse en un duelo a pistola con un oficial de artillería por defender un ideal. O sea, un loco encantador. La clase de compinche que todo joven debería tener a su lado para emprender con éxito la travesía de la vida.

Para no empantanarme ahora en la enumeración de las virtudes que distinguen a cada una de las cuatro obras que integran esta primera entrega, tomo por ejemplo La barraca, una novela de estructura compleja y con varias corrientes narrativas que de inmediato traspasan los límites del naturalismo  contemporáneo para irrumpir, de un lado, en la vertiente más mística y ancestral de la relación con la tierra, y de otro en la crítica social más dura y comprometida. En ella vale, además, lo que antes decía acerca del cuidado de los personajes o la precisión y belleza de la prosa.

Y sin embargo fue escrita en unas condiciones personales extremas, pues allá por 1895, y en respuesta a sus apasionados artículos contra las guerras coloniales,  Blasco Ibáñez estaba teniendo unos problemas con la autoridad militar que le costaron una serie de multas, juicios, destierros y estancias en la prisión. Claro que tampoco es de extrañar porque, por ejemplo, uno de los artículos contra la guerra de Cuba que le costó dar con sus huesos en la cárcel se titulaba Que vayan todos: pobres y ricos.

Según cuenta él mismo, escribió La Barraca durante las madrugadas, una vez que daba por finalizada la edición de un periódico de su propiedad llamado El Pueblo y en el que ejercía de director, redactor, corrector, tipógrafo e impresor. Allí fue publicando los diez capítulos de esa novela que luego sería ofrecida al público en forma de libro del que se editaron 700 copias y se vendieron 500, cerrándose la operación con unas ganancias netas de 79 pesetas.

Años más tarde, y tras el éxito fulminante de la edición en francés, el libro llegaría a superar el millón de copias, de las que 100.000 se vendieron en España. Pero ni siquiera cuando ya era un autor mundialmente consagrado dejó de luchar contra los opresores.  La llegada al poder de Primo de Rivera le sorprendió cómodamente instalado en el sur de Francia y a punto de formalizar su pecaminosa relación extramatrimonial con Elena Ortúzar. Tanto en Argentina como en Estados Unidos sus visitas se saldaban con éxitos clamorosos, y Hollywood le había distinguido dedicando a la adaptación cinematográfica de sus novelas a estrellas de la talla de Rouben Mamoulian y Vicente Minnelli, así como a Rodolfo Valentino, Tyrone Power o Rita Hayword. Incluso el gobierno español estaba apoyando activamente su candidatura al premio Nobel.  Momento que Blaco Ibáñez eligió para escribir un artículo  titulado Una nación secuestrada que le costó perder otra vez sus honores y su respetabilidad y el Nobel. Y el ayuntamiento de Valencia incluso le retiraría el nombre de la plaza que le había dedicado. Genio y figura.

Pero, con independencia de que personalmente fuera esto o aquello, lo importante es que se trataba de un escritor inmenso y que su prosa se mantiene tan fresca como pueda mantenerse la de Zola para los franceses. Y conste que la comparación no es casual ni gratuita.

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

La importancia de llamarse Oscar

Otro de los libros que leí durante el viaje (ah, qué sería de mis lecturas si no fuese por los viajes y la privacidad del baño...) fue The Brief Wondrous Life of Oscar Wao, de Junot Díaz, ganadora del último premio Pulitzer. Me sedujo desde la primera página: cualquier relato que empiece con un acápite tomado no de los clásicos ni de ninguna otra lectura pretenciosa, /upload/fotos/blogs_entradas/librojunot1_med.jpgsino de una historieta -en este caso se trata de Fantastic Four, de Stan Lee y Jack Kirby- me gana desde el hola, como dice Renee Zellweger en Jerry Maguire.

La historia del tan gordo como solitario Oscar, que sueña con ser ‘el J. R. R. Tolkien dominicano' y se gana su apodo cuando un ataque de dandismo le vale una comparación -no muy bien intencionada, por cierto- con Oscar Wilde, rezuma ternura. Por otra parte, las excursiones del narrador en el pasado, armando la historia de la familia de Oscar en la República Dominicana del dictador Trujillo, le otorgan al relato una dimensión de tragedia al gusto del animismo latinoamericano: nosotros no contaremos con las fuerzas sobrehumanas que animan las tragedias griegas ni con el karma, pero tenemos mil y una invenciones para explicar nuestra desventura -y en Dominicana, según Díaz, a la más popular la llaman fukú.

Fukú, asegura el narrador, es lo que fulmina a la familia de Oscar desde que desafía -no por valor ni por principios, sino casi sin querer- al demoníaco Trujillo. Y fukú sería lo que determina que la vida de Oscar sea tan breve como el título anuncia. Yo me atrevería a pensar que en realidad lo que acorrala a Oscar es un mal común a casi todos nuestros países, cada uno con sus peculiaridades: el peso casi irremontable de los errores de nuestros mayores -la mezcla de su estupidez, de su cobardía, del egoísmo que hizo de nuestras sociedades lo que hoy son- y la necesidad de contrarrestar esa herencia por la vía del heroísmo, en un mundo que ya no tiene lugar para héroes a la usanza clásica.

Pobre Oscar. Rica novela.  

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

I. Viernes negro

Una avalancha de voraces compradores que hacen fila desde el amanecer, se precipita sobre las puertas de los comercios apenas abren sus puertas, en lo que en la tradición consumista de los Estados Unidos se llama el viernes negro, el día que sigue al de acción de gracias, cuando en todos os hogares la mesa del comedor se vuelve un altar ritual alrededor del pavo cebado todo el año. El jueves se come, el viernes se compra. Todo lo que pueda comprarse, porque ese día, en  los inmensos centros comerciales, infinitos como catedrales en sus espacios y honduras, se ofrecen descuentos del 50 por ciento, o más. Y se llama viernes negro no porque sea un día fúnebre, o de previsibles sucesos sangrientos,  sino porque los comerciantes aspiran a convertir sus cifras rojas de  posibles pérdidas, en anotaciones negras de ganancias.

Multitudes que desfilan apresuradas en procesión por los pasillos de Macys, de Best Buy, de Sacks, de Nordstrom, se arrebatan las prensas marcadas en baratillo, y se arman conatos de pleitos, arañazos, golpes discretos. Pero ha habido situaciones peores. En Palm Desert, California, dos personas han muerto en un tiroteo desatado dentro de Toys R Us, una tienda de juguetes. ¿Alguien habrá impedido a otro, a balazos, llevarse el juguete más barato para su hijo?

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

Galería de espectros: Lucien Freud

Lucien Freud, Rafael Argullol: Hoy, en mi galería de espectros, he vislumbrado el espectro del pintor Lucien Freud
Delfín Agudelo: ¿Te refieres a su autorretrato desnudo?
R.A.: Sí, me refiero a este autorretrato de ese gran autor de autorretratos que es Lucien Freud, probablemente el más importante pintor de autorretratos de nuestra época. Él, al igual que alguno de sus insignes precedentes como Courbet, ha tenido la obsesión de irse autorretratando de manera sistemática. Sin embargo, a mí me llama mucho la atención ese autorretrato desnudo de Lucien Freud porque evidentemente está inspirado en el autorretrato que también desnudo se hizo Durero, pintor maestro al que Lucien Freud tiene una especie de admiración sin límites. Creo que en ese autorretrato Lucien Freud refleja lo que son sus distintos autorretratos, una especie de desafío de la mirada del artista a la mirada del espectador que posteriormente contemplará el cuadro. Lo que ocurre es que, como es propio del desnudo, parece que en ese caso el desafío sea más fronterizo, más limítrofe. Tanto en este como en su lejano precedente de Durero, lo que más me gusta es la subversión de la ecuación tradicional en la cual el pintor pinta desnudo a la modelo o al modelo. En ese caso, , lo que hace el pintor es utilizarse a sí mismo como modelo desnudo. El tradicional tema de la pintura del modelo queda así revertido hacia el propio artista.

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

Cambiar o repetir

Cambiar da vida. Este es el tópico: la innovación procura la sustancia de las inauguraciones y con ellas la real fantasía del renacimiento o de la existencia en ebullición.

A ello se opone la repetición. La repetición posee la mala fama de la pesada suma de lo mismo, el apilamiento de lo ya sabido, el túmulo funerario de lo que no ofrece nada más. Y, sin embargo, no poca gente halla en su rutina la materia prima de una eternidad. Lo rutinario operaría en ellos como un blindaje que protege lo preexistente para no arriesgarlo, perderlo o deteriorarlo en la danza de la variación. La rutina, supuestamente, reafirma o afianza mientras lo cambiadizo puede llevar a atmósferas contaminadas donde virus incontrolados mordisquean la entidad. De otra parte, confinar la entidad ¿no es la manera correcta de neutralizar la muerte?

Sin pausa, la muerte mordisquea y cada día se lleva una porción de nuestra entidad. Frente a este roedor que vive a nuestro lado ¿qué táctica adoptar? Huir con el ratón encajado en los talones o mantenerse quieto y terne para obstaculizarle la blandura del bocado. ¿Nos endurece pues la rutina mientras la novedad propicia su contrario? ¿Verdadero? ¿Falso? ¿Indiferente? ¿No se tratará, al cabo, de una controversia sin consecuencias?

Amigos que trabajan viajando de un lado a otro sin cesar opinan que en el tránsito constante descubren su necesidad de fuga, su respuesta al miedo de asentarse en un lugar determinado y ofrecerse como objetivo inmediato. Su pánico, también, a envejecer en la estabilidad.

Por el contrario, los otros que se refugian, en el cumplimiento diario de lo mismo, perciben que su comportamiento imita el giro de un tornillo que sin moverse de su eje profundiza su trayectoria hasta el límite de la superficie y, en ese instante mismo, acabarán. Unos y otros nos vemos acabando con nosotros mismos, cavándonos en el segundo supuesto la analogía del enterramiento y desapareciendo en el primer caso a través de la traslación. Cada uno de nosotros piensa en la opción del otro como la peor, la muestra de su anticipada mortalidad acentuándose mediante la presión del ritmo reiterado o estimulándose por el movimiento errático que fatalmente conduce a tropezar con el fin.

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Blogs de autor

Antiguas y recónditas bellezas

Algunas de las más admirables obras de arte producidas por los humanos son invisibles. Están ahí, a la vista de todos, y sin embargo sólo pueden verlas quienes son advertidos sobre su existencia. El sábado pasado les hablaba de las grullas de Gallocanta, piezas soberbias, pero que no son obra humana. En esa misma excursión descubrí, gracias a la generosidad de Juan Antonio Tello y Chabier de Jaime Lorén, una obra de arte oculta detrás de su evidente presencia.

Su nombre lleva a confusión: se llama Chopo Cabecero y puede confundirse con una especie de la familia de los álamos, pero no es así. Se trata de un chopo esculpido y por lo tanto artístico. La labor de escultura tenía como excusa una función práctica, la producción de vigas para edificios leves, pero también la Capilla Sixtina tuvo una justificación práctica. Ustedes han visto chopos cabeceros sin saber que los veían. Iban por la carretera y a lo lejos divisaban una hilera de árboles con un grueso tronco y una corona erizada de ramas largas, rectas, perfectas. Es muy probable que esos árboles siguieran la ribera de un río o de una acequia. Su apariencia es sorprendente, un sólido cuerpo, generalmente agrietado con la dignidad de los viejos rostros campesinos, y una cabeza que parecen dardos disparados al cielo.

Los chopos cabeceros están desapareciendo y muchos de ellos son ya ruinas a las que deberíamos dar un trato tan solemne y respetuoso como a las ermitas medievales. Desaparecen porque su justificación eran esas largas y rectísimas ramas de la cabeza, finas, ligeras, duras, poco vulnerables a los insectos xilófagos, que se usaban para la viguería de chozas, apriscos, alpendres, corrales, granjas o establos. La desaparición del trabajo campesino y el concurso de la viguería industrial han acabado con estos árboles de insuperable belleza. Quedan las ruinas.

La colonia de la que hablo está en tierras de Teruel, por la parte de Montalbán, de Utrillos, de Cantavieja. Los que me hirieron, cerca de Calamocha, eran candelabros cubiertos de cien luces doradas que trataban de arañar el cielo. Las hojillas temblorosas vibraban en el aire gélido, resistiéndose a caer. Como nosotros.

Artículo publicado en: El Periódico, 29 de noviembre de 2008.

Leer más
profile avatar
1 de diciembre de 2008
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.