Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

PAMUK

I

El jueves por la mañana, la pregunta, en la primera pantalla del sitio del periódico Dagens Nyheter, era: “¿Vem tror du får Nobelpriset i litteratur?”. No hay que entender sueco para saber lo que pedía el gran diario de la burguesía de Estocolmo (el equivalente a El Comercio en Lima o a El Mercurio en Santiago de Chile). Era un sondeo sobre el próximo ganador del Premio Nobel de Literatura.

Pero lo más interesante era el dispositivo para votar: el internauta tenía que escoger en una lista de 13 nombres. El diario tenía una gran fe en la calidad de su información como para atreverse a reducir el campo de la oferta. Y de hecho no se equivocó: el novelista turco Orhan Pamuk figura en la lista, al lado de 12 otros apellidos.

Como Dagens Nyheter es el diario mejor informado de Suecia, vale la pena guardar la lista de los 12 “perdedores” para el año que viene. Son:

Adonis
John Ashbery
Inger Christensen
Assia Djebar
Don DeLillo
Nuruddin Farah
Amos Oz
Mario Vargas Llosa
Joyce Carol Oates
Philip Roth
Tomas Tranströmer
Ko Un

Podemos también saludar la prudencia del diario: proponía votar para “någon annan”, que no es unos de estos poetas sin fama que tanto gustan a la academia sueca, sino la manera de decir "otra persona" en sueco. Entre los 12, hay que notar la presencia de cinco poetas y/o de cuatro americanos. La academia no cambia: representación de la poesía y del idioma inglés.

II

Todos los periódicos de este viernes recuerdan cómo el novelista Omar Pamuk, galardonado con el Premio Nobel de Literatura, rechazó, hace siete años, la oferta de ser “artista del estado” antes, hace unos meses, de prepararse para un juicio frente al tribunal de Sisli, en Estambul, por un ataque a la “identidad turca”.

Según el artículo 301 del código penal turco, el tribunal podía pronunciar una pena de tres años de cárcel al seguir la petición de un fiscal cuya actividad se inspira todavía en el derecho italiano de la época del fascismo. La base del delito era una entrevista del escritor en 2005 a un diario suizo, Tages Anzeiger; Pamuk decía: “Un millón de armenios y treinta mil kurdos han sido matados en Turquía”.

Lo extraño fue lo que ocurrió en Francia, en la cámara de los diputados, unas horas antes del anuncio del premio a Pamuk. Por 106 votos en contra de 19, los diputados adoptaron una proposición de ley del partido socialista que castiga con un año de cárcel y una multa de 45.000 euros el hecho de negar en público la existencia del genocidio de los armenios por los turcos en 1915. Lo que decía Pamuk (que, al final, no fue juzgado) era un delito en Turquía; ahora decir lo contrario en Francia será un delito si el senado aprueba también esta nueva ley.

Leer más
profile avatar
13 de octubre de 2006
Blogs de autor

Un día japonés

¿Nunca desearon haber nacido en otro país, nunca se soñaron parte de otra cultura? No hablo de la angustia que sobreviene cuando uno se pelea con su patria, sino de algo más liviano y lúdico, un ejercicio de la imaginación. (La consigna es imaginación o violencia, ya lo hemos dicho.) Por puro amor a las leyendas artúricas llevo décadas imaginando la Edad Media; más allá de las fuentes francesas y de los invasores teutones, el epicentro de mi fantasía han sido siempre las islas británicas. (Que por cierto, han seguido proporcionando combustible a mi alma en los siglos subsiguientes: con Robin Hood, con Shakespeare, con Dickens, con Holmes, con Tolkien, con los Beatles, con The Smiths.) En los últimos tiempos he alimentado el sueño de ser árabe. En parte por empatía, porque me solidarizo con la condición de los condenados de esta tierra, aquellos que son sospechados por el simple hecho de ser y que riegan a diario con su sangre el suelo de este planeta; pero también por amor al desierto, a ese temple que nace del vivir en un vacío perfecto, donde uno no tiene nada que perder más allá de su alma.

En estos días mi fantasía es la de ser japonés. La culpa la tiene Haruki Murakami, que me sedujo primero con Sputnik Sweetheart y ahora me tiene atrapado dentro de Kafka On The Shore, una de esas novelas que no deberían terminar nunca. Ya sé que Murakami es el menos japonés de los escritores japoneses, o el más occidental, según dicen. En todo caso reivindicaría mi derecho a jugar, aun cuando esto suponga seleccionar de la realidad tan sólo aquello que quiero, y como quiero. Pero más allá de ese derecho, creo que existe algo idiosincrático en Murakami, algo a lo que –permítanmelo- habría que llamar japonés con toda justicia, y que Murakami liga a las clásicas historias de fantasmas de su cultura, como The Tale of Genji o The Chrysanthemum Pledge. (En los últimos tiempos, los que más hicieron por traer esa veta a tiempos contemporáneos son los directores de películas como The Ring y Dark Water.)

Por supuesto, no estoy tratando de limitar el encanto de Murakami a los fantasmas que irrumpen en sus historias, ni a sus gatos parlanchines, ni a sus lluvias de sanguijuelas. Lo que me fascina es la naturalidad con que asume que aquello que denominamos realidad es tan sólo una parte –y minúscula, por cierto- de lo que ocurre en verdad, o mejor dicho: de lo que importa; y la gracia con que acepta, en consecuencia, la irrupción de lo maravilloso en esta vida que tanto empobrecemos al ver con anteojeras. Déjenme ser arbitrario y decir que ese aplomo al cual identificamos con lo oriental en general, y con lo japonés en particular, deriva de saber que tenemos puesto apenas un pie en este mundo, porque el otro está posado en una orilla que nuestros ojos no registran; estamos más yéndonos que quedándonos, lo cual nos habilita a tomar la realidad con las pinzas de quien se sabe en tránsito.

Yo encuentro en Murakami, así como en el cineasta Hayao Miyazaki (mi Walt Disney personal, así como el de mis hijas), la celebración de un estado de conciencia superior, y la puesta en práctica de una conexión con lo inefable. Leyendo Sputnik y Kafka, o viendo My Neighbour Totoro y Spirited Away, siento que me confirman que no estaba equivocado al presumir que este mundo –al menos el mundo en que yo vivo- se parece más a La Tempestad y a ciertas historias de García Márquez que a lo que me venden los noticieros. (Imaginación o violencia, otra vez la dicotomía.) Leyendo a Murakami y viendo a Miyazaki siento alivio, porque me permiten dejar de fingir que ya no veo lo que sí veo y que no sé lo que sí sé, aun cuando no cuente con una ciencia que lo avale ni con instrumentos que midan mis intuiciones. Yo soy de los que creen que uno ve con mucho más que sus ojos, y que piensa con mucho más que el cerebro. En mi fantasía, en mi juego, esto es algo que todos los japoneses tienen claro, así como nosotros damos por sentados los encantos de las garotas y la tristeza del tango.

  Así que si me permiten, este fin de semana seré japonés. Y mientras me dure Kafka On The Shore, también seré feliz.

Leer más
profile avatar
13 de octubre de 2006
Blogs de autor

El psicópata aplicado

Brian de Palma no mata a la gente de cualquier manera. Si necesita un tiroteo, por ejemplo, no se limita a poner a dos personas en un callejón: las coloca en los extremos de una escalera con un carrito de bebé cayendo por los escalones. Si opta por abrirte la cabeza, no te da un martillazo: hace que caigas desde un décimo piso y te des de cara contra una fuente de mármol. Si quiere algo más impactante, puede rajarte el rostro de parte a parte o ametrallarte después de que aspires una montaña de cocaína. Así que agradece que de Palma se limite a hacer películas, en vez de buscar un espacio más real para sus fantasías.

Su última película, La dalia negra, tiene todos los elementos morbosos que hacen feliz al director, incluso un cadáver partido por la mitad con los intestinos arrancados. Y todos flotan en la cenagosa atmósfera de la novela original de James Ellroy, una ácida Los Ángeles como la que lucía L.A. Confidencial, con actrices de cuarta prostituyéndose por dos centavos, polis corruptos, boxeadores derrotados y rubias fatales fumando con boquillas. El mundo de la película es duro y torcido, pero afortunadamente, un policía duro y recto está dispuesto a hacer las cosas bien, aunque eso signifique hacerlas mal. En suma, la orquestación habitual del cine negro, con la cámara de De Palma planeando virtuosamente de un cadáver a otro sin cambiar de plano.   

El único problema quizá sea esa manía de embutir las complicadísimas tramas de la novela en una película sin pasarse de las dos horas reglamentarias. Llega un punto en que el espectador está tan ocupado tratando de desenredar el ovillo que ya no puede asimilar más información y se pasa media hora preguntándose: “¿el último muerto corresponde al caso de la chica rajada o al del mafioso que maltrataba a la novia del policía que le tumbó los dientes al protagonista en el cuadrilátero después de los disturbios de los marineros?” Para cuando llega el grand finale y convergen todas las historias, tienes la sensación de que pueden estar diciéndote cualquier cosa porque tampoco te darías cuenta. De hecho, el final llega con tal carga de incestos, deformaciones múltiples y balazos imprevistos que haría falta toda una película nueva sólo para explicarlo.

Y sin embargo, claro, eso no es lo más importante. Dedicarse a descifrar el argumento es la opción del control freak, como tratar de seguir el árbol genealógico de Cien años de soledad. Puedes perderte en eso o disfrutar de lo demás, que no es poco. La película no va a cambiar tu vida, pero se regodea con eficiencia en las virtudes del género, virtudes que paso a enumerar: 1) Scarlett Johansson con el cuerpo marcado a hierro -como las vacas- en el centro de un triángulo amoroso entre dos policías amigos. 2) Hilary Swank contando cómo se acostó con una descuartizada solo por el morbo de que se parecía mucho a ella. 3) John Kavanagh sentado frente a su esposa esquizofrénica y diciendo “Hitler era un poco excesivo”. Un ramillete de detalles tiernos, en fin.

De Palma, pues, sabe lo que busca y conoce bien el terreno que pisa. La película tiene momentos absolutamente vibrantes, delineados con la mano segura de un maestro torturador que pasa revista a los calabozos en los que encierra a sus personajes. Ante la cantidad de violencia sin sentido estético que destilan las pantallas últimamente, es agradable encontrar de vez en cuando un psicópata que hace sus tareas.

Leer más
profile avatar
13 de octubre de 2006
Blogs de autor

MÁSCARAS UNIVERSITARIAS

Si no han cambiado las cosas recientemente, en España no existe ninguna ciudad mayor de 50.000 habitantes que no cuente ya con su Universidad. La consecuencia está siendo al cabo de estos años que en diferentes centros haya más profesores de la asignatura que alumnos matriculados en ella.

España todavía invierte en universidades, en investigación, un porcentaje del PIB (1,12%) inferior a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, (1,3) y, sin embargo, si se trata de hacer turismo visual el número de edificios universitarios a contemplar ha aumentado espectacularmente.

No deberá extrañar que se encuentren semivacíos. La misma política de levantar contenedores sin contenido ha venido aplicándose a los museos, a los auditorios o a los centros policulturales.

El presupuesto no crece en lo más sustantivo pero sí en lo accidental. De este modo se explica lo grotesco de una situación en que deben suspenderse las clases por falta de alumnado o deben dejarse en blanco algunas asignaturas tras la ambiciosa multiplicación de su surtido. Se calcula que para hacer rentable un aula, deberían ocuparla 125 alumnos pero en España, en Humanidades, no es tan extraño que el contingente no rebase la decena.

Entre los factores de invertebración de la España siglo XXI, el desajuste universitario no es menos significativo. ¿Enseñar qué? ¿Enseñar para quién? El remedo acrítico del extranjero norteamericano, la vanidad política y la general tentación de la apariencia ha derivado en esta degeneración del sentido común.

Seguramente contamos en 2006 con una fotografia de España mucho más semejante a la estructura de los modelos europeos que hace dos décadas pero se trata de una estampa en solo dos dimensiones. No calibrada la profundidad, la instantánea se asemeja pero ¿a dónde puede conducir esta escueta fachada de la verdad?

Con alto grado de probabilidad la cosmética no aguantará el paso del tiempo, el tinglado sufrirá deterioro y la universidad misma, que ha preferido ampliarse que fortalecerse, perderá significación. Pronto los títulos serán tan solo papel, si es que no están empezando a valer ya tan solo como máscaras.

Leer más
profile avatar
13 de octubre de 2006
Blogs de autor

Día fasto y funesto

Muchos son los aficionados a la poesía después de Auschwitz que participan en este blog y todos conocen al poeta de la Liguria, el que ha quedado como compositor supremo de los huesos de sepia, esos rasposos objetos en forma de huso que el mar ha lamido durante meses antes de arrojar a la orilla.

Hay una hermandad que no puedo explicar entre las asperezas de la poesía de Montale y la prosa de Benet. Ambos se sentían atraídos por aquellas palabras que designan objetos, ámbitos, cosas, espacios, que hacen de un lugar algo agreste, hosco y desolado. Si Morandi persiguió toda su vida mantener en pie el aire de un recipiente sin recipiente, el contenido de un vaso sin vaso, el espíritu de un búcaro sin búcaro, Montale trató tercamente de crear un universo áspero en el que habitaban unos humanos ausentes.

“Escarcha en los cristales; unidos
siempre y siempre separados
los enfermos; y en las mesas
los largos soliloquios de los naipes”.

Incluso en aquellos poemas en los que modera su habitual oscuridad y describe escenas, también en ellos hay una ausencia inexplicable que encoge el ánimo, como en el comienzo de “Dora Markus”.

Fue donde el puente de madera
lleva a Porto Corsini mar adentro
y pocos hombres, casi quietos, hunden
o recogen las redes. Con un gesto señalaste
en la invisible orilla opuesta
tu verdadera patria. Luego
seguimos el canal hasta la dársena
de la ciudad, refulgente de hollín
en los bajíos donde se estancaba
una primavera inerte, sin memoria.

La poesía, toda la poesía, es intraducible. Lucida di fuliggine apenas se mantiene en “refulgente de hollín” y además se ha disipado como humo el juego líquido de “lú” y de “lí”. Sin embargo, la tarea de Fabio Morabito es admirable y magnífica. Ha traducido la totalidad de los libros de Montale y ha justificado con inteligencia sus opciones en una larga y muy lúcida nota sobre la traducción. Galaxia Gutenberg está publicando los más colosales libros. Mil cien páginas de poesía intensa, con el original di fronte, es una fiesta rotunda.

De Montale se editó en 1973 una antología seleccionada, prologada y traducida por Francisco Ferrer Lerín y nunca más se volvió a imprimir. Un poeta difícilmente puede traducir a otro poeta sin cambiarle las huellas dactilares y Paco corregía al italiano cuando le parecía necesario y sin que le temblara la mano. La traducción era sensacional (de hecho, Morabito la ha consultado, hay giros inconfundibles), pero más sensacionales eran las notas a pie de página. En el verso Nel chiuso dell’ortino svolacchia il gufo (“en el cerrado huerto revolotea el búho”), Paco, que es tan ornitólogo como ironista, puso esta nota:

“Se refiere al búho chico (Asio otus) o quizá al autillo (Otus scops) que aunque en Italia se llama comúnmente assiolo parece un búho en miniatura y es el más antropófilo de la familia”.

Que era, a  su vez, otro poema añadido al poema. Lástima no ver la cara de Montale, que leía el español, al constatar que en su poema no había quedado en absoluto claro si se refería al Asio otus o al Otus scops.

Leer más
profile avatar
13 de octubre de 2006
Blogs de autor

2015

Tenía que aparecer, tarde o temprano. Lo descubrí hoy. Es EPIC 2015. EPIC significa “Evolving Personalized Information Construct”: una arquitectura personalizada y evolutiva de la información. Es una obra de Matt Thomson y Robin Sloan. Dos visionarios que ya provocaron un choque al sacar hace un par de años en Internet un pequeño módulo de tecnología Flash (no hay que tener miedo a la palabra; se parece a un vídeo) con el título: EPIC 2014.

La primera obra contaba la muerte de los medios de masas. Incluyendo el momento de la renuncia del New York Times a seguir como diario, pues no es rentable publicar un periódico en el siglo XXI. Lo interesante de EPIC 2014 (cuyo guión existe en español era su manera de mezclar en una historia continua hechos reales y apuestas sobre el futuro de las compañías. En el relato gana Googlezon, imperio de la información personalizada nacido de un monstruoso coito entre Google y Amazon.

Con EPIC 2015 vamos más lejos. No se trata de añadir un año más sino de una historia que cuenta una invasión más completa, más definitiva de la vida privada. Ya sabemos que habrá un momento en que no tendremos que elegir nuestra próxima lectura. Un algoritmo, creado y desarrollado por Googlezon, lo hará de manera mucho más sofisticada. Pero faltaba la idea de un involucramiento de cada uno en una obra común de vigilancia y análisis. EPIC 2014 era la versión Internet de lo que dice Orwell: al final, terminaremos por amar al gran hermano. Ahora, con EPIC 2015, he descubierto la verdad última: somos todos el gran hermano y esto nos hace estúpidamente felices.

Leer más
profile avatar
11 de octubre de 2006
Blogs de autor

Sepulcros blanqueados y blanqueadas

Leo en La Vanguardia del día 10 de octubre que ha comenzado una campaña de la Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución (PAP), para tratar de poner remedio a este escandaloso comercio, esta explotación, esta esclavitud que es el sexo de pago. “Uno de cada tres hombres en España ha recurrido en alguna ocasión al sexo de pago”, dice Lara Padilla, coordinadora del ente. Más o menos la misma proporción que utiliza los medios de transporte público en lugar del coche privado. Es coherente, pero intolerable.

La portavoz del PAP añade que “la prostitución es una forma de explotación y violencia contra las mujeres” y que causa “estrés postraumático”, esa epidemia recientemente descubierta, en el 68% de las profesionales. Ellas, las del PAP, no van contra las mujeres, afirma, lo cual la honra, sino que apuestan “por un modelo como el sueco, que penaliza la conducta del prostituidor”. Eso está bien. Hay que ir contra el fuerte y dar amparo al débil.

Tonificado moralmente por estas propuestas dirigidas contra los hombres que esclavizan a las mujeres a cambio de dinero, y contra los prostituidores y proxenetas, sigo leyendo el diario convencido de que, como dicen estas mujeres concienciadas, “hay que luchar contra el prostituidor”. Llego a la página 68 de tan simpático diario y me entretengo un rato.

Sado sumisas. ¡¡¡Noche sexo Maragall!!!. Ana Rusa Morbosa. Ven y te dejo nuevo. Todo en sado. Madurita impresionante. El placer del castigo. Cuarentona tengo dinero. Mulata 120 pecho. Madurita peludita. Paula travesti jovencita inmensas tetas. Catalana muy peludita. Sumisa española. Embarazada 6 meses. 2 pijitas lesbianas. Francés a dos lenguas. 18 años demostrables. Periodista TV gran belleza. Economista guapa sin prisas. Sado medical. Lucha erótica. Sexóloga argentina. Sra. de la alta sociedad sólo unos días. La Sra. Reus. Catalana molt implicada.

Lo dejo, un poco cansado de tanta reiteración. Y es que son muchas páginas. Más que las de la sección de Cultura.

Me gusta enormemente el diario de la burguesía catalana. Es la mejor representación de esta gente tan avanzada. Vuelvo a comenzar por la primera página (nunca me canso de leerlo) y al llegar de nuevo al artículo sobre la intolerable humillación de las mujeres prostituidas observo algo que me había pasado inadvertido: Gemma Lienas es la coordinadora de Dones en Xarxa, la sección catalana del asunto. ¡Magnífico! Ella conoce muy bien esta institución sólida, honrada, incombustible, La Vanguardia. Alguna vez habrá visto las páginas que comento. Las mejores de la ciudad, según dicen los entendidos.

Con toda seguridad, además de dirigirse a las mujeres de la calle y a los hombres que las humillan al aire libre, Gemma Lienas de Dones en Xarxa se dirigirá al diario más leído en Cataluña para que cese de inmediato su campaña de incitación a la prostitución.

En cuanto la sección catalana dé el ejemplo, será imitada por las restantes secciones del estado residual, como siempre ha sucedido en este país, y acabaremos de una vez con la prostitución de papel más o menos couché. O sea, la de los ricos.

Leer más
profile avatar
11 de octubre de 2006
Blogs de autor

Hembras reproductoras

El cine ha parido mujeres de todo calado: como las de Almodóvar, por ejemplo, que son luminosas y dulces, llenas de ganas de vivir a pesar de habitar rodeadas de hombres salvajes que violan a sus hijas. Y como las de Tarantino, que son capaces de violar a sus hijas ellas mismas: llevan sables samurais, armas de fuego y pechos como dos misiles a punto de dispararse. Ahora, bajo el aura de Michel Houellebecq, han llegado a salas españolas las mujeres de Las partículas elementales
   
Las mujeres de Houellebecq siempre son perfectas: interesantes, guapas y dotadas de una gran iniciativa sexual, a menudo se encargan del tema por sí mismas. Los hombres se limitan a acostarse en pelotas mientras ellas lo hacen todo. En esta película, las dos coprotagonistas se mantienen fieles a esa esencia y también al otro rasgo que les inocula su autor: están profundamente solas. 

Eso no sorprende, ya que en la obra de Houellebecq todos los personajes –machos y hembras- están terriblemente abandonados a sí mismos. Si tuviesen una familia en el sentido antiguo de la palabra, o una religión o un colectivo, podrían sentirse parte de algo y atenuar su vacío existencial. Pero como son europeos del siglo XXI, viven en una sociedad demasiado individualista para resultarles soportable. Son ricos y libres, viven en democracias estables y prósperas, pero no consiguen comunicarse con nadie, ni encontrar un sentido vital fuera de sí mismos. La única ilusión de unión que les queda es el sexo.

La diferencia entre hombres y mujeres en Houellebecq suele ser puramente biológica. La obsesión del novelista francés tanto en Las partículas elementales como en La posibilidad de una isla es la clonación, es decir, la reproducción asexual de la especie, que liberaría a los seres humanos de cualquier necesidad de comunicarse y, en consecuencia, de su propia humanidad. Pero las mujeres, en su universo, están diseñadas para la reproducción, un proceso en que el aporte y la carga de responsabilidad masculina es francamente desigual al de ellas.

Los dos varones de esta historia tienen dificultades para conseguir sexo, uno porque nadie se quiere acostar con él, otro porque no se quiere acostar con nadie. Pero ambas historias se resuelven cuando encuentran a la insaciable amante del campamento hippie y a la amiga de infancia respectivamente. Entonces cada uno descubre para qué servían los órganos sexuales, y la extraña relación que tienen con los sentimientos. Ellas dos, que ya habían probado todo tipo de gimnasia acrobática sexual, también encuentran en esas parejas una nueva vida para sus cuerpos. 

Pero la historia de las mujeres dará otra vuelta de tuerca. El problema de ellas no es la falta de sexo, sino la incapacidad de reproducirse: por razones médicas, ambas pierden la posibilidad de tener hijos, y con ella parte de lo que las hace ser mujeres. El giro que precipita el desenlace no es emocional sino clínico.

El final de la película no coincide con el de la novela, pero los perfiles de los personajes sí: básicamente, estas parejas no sólo están limitadas por sus problemas para comunicarse, sino también por sus cuerpos, esos envases físicos a menudo deficientes o estropeados desde los que tenemos que lidiar con el mundo de afuera y, el más implacable, el de adentro.

Leer más
profile avatar
11 de octubre de 2006
Blogs de autor

PODREDUMBRE POLÍTICA

Si se restara del tiempo que los políticos dedican a los ciudadanos el tiempo que destinan a otros políticos, ¿qué quedaría? Más o menos un resto negativo que no justificaría ni su elección, su permanencia y su remuneración.

Menos todavía el amplísimo poder que le concede la ciudadanía mediante un sistema democrático convertido ya en el gran truco pervertidor de nuestro tiempo. Ni los elegidos, en la inmensa mayoría de los casos, responden a un deseo directo de los electores, ni una vez en el cargo siguen más directrices que las del jefe de su formación.

De este modo la masa política se comporta como una materia emancipada de la sociedad y entregada a las estrategias del poder del partido. Los diputados y diputadas votan esto o aquello, se personan o no, callan o vociferan en el parlamento de acuerdo a las pautas que reciben para superar las coyunturas que amenazan su preeminencia o para fortalecer su posición de dominio.

¿El partido representa la palanca para generar justicia, libertad y bienestar? El partido es ahora el partido y perdería una parte sustantiva de su existencia si cayera en la oposición. Lo decisivo es encastillarse en el poder y, para conseguirlo, el mayor trabajo se lo llevan las maniobras de defensa o ataques permanentes a la oposición.

La oposición, obviamente, procede a su vez del mismo modo. Tanto porque así se define políticamente como porque su acceso al poder quedará más o menos abierto según socave o desprestigie al rival.
La dedicación a esta labor ha crecido tanto en intensidad como en grandes proporciones de tiempo y planeamiento. Cada nuevo gobierno se inaugura con una breve ceremonia de ritual y, de inmediato, estalla o se prolonga la trifulca perpetua, una pugna ante los ciudadanos que reproduce insoportablemente el argumento anterior.

Puede ser, efectivamente, que en la sociedad del espectáculo nada pueda ser real sin su representación y nada pueda ser comunicado sin su dosis de lenguajes agresivos.  Pero también, en comparación con la muy surtida oferta de entertainment, el enfrentamiento político huele ya a naftalina y aburre como una desgastada y barata función teatral.

¿Para qué esta política desvirtuada? ¿Para qué estos políticos? El rampante crecimiento de la abstención ante las urnas por todo el mundo va indicando el distanciamiento del público respecto a un cuerpo institucional en podredumbre. La corrupción de los cargos nacionales o locales, la viciosa relación entre partidos, la vileza de las acusaciones, la perfidia general en ese ámbito, obliga a revisar el sistema y a impedir cuanto antes que el erario público siga financiando esta insufrible reyerta particularista y desleal.

Leer más
profile avatar
11 de octubre de 2006
Blogs de autor

La venganza de Juana

A fines de 2005 Jon Pareles, crítico de música popular del New York Times, eligió al álbum Tres cosas de Juana Molina como “uno de los diez mejores del año”. Pareles destacaba “la voz calma, las melodías con la simplicidad de las canciones de cuna y los fondos sintetizados que llenan su música de misterio”. La clase de honores por los que cualquier artista vendería su alma. ¿Ser consagrado por el New York Times? No es cosa fácil para ningún músico no estadounidense, y más aún si el artista en cuestión vive tan pero tan al sur del muro fronterizo que separa a Babilonia del resto del continente. Pero es posible que el efecto más beneficioso de la lista de Pareles haya sido otro, por cierto paradójico: lograr que en la Argentina, país natal y hogar de Juana, hayan empezado a prestarle un poco de atención –y a otorgarle el respeto que hasta entonces se le negaba.

Ayer martes salió otro artículo en el Times, esta vez firmado por el corresponsal en Buenos Aires, Larry Rohter, que se hace cargo de este absurdo. Fernando Kabusacki, un guitarrista que supo acompañar a Juana en sus presentaciones, se lo dijo a Rohter con todas las letras: “Su música nunca hubiese sido aceptada aquí sin su popularidad en los Estados Unidos y en Europa, porque la Argentina es así”, declaró. “Sin la validación de afuera, acá es como ir cuesta arriba rumbo a ningún lugar”.

Es posible que el ninguneo que Juana sufrió en los últimos años se deba en parte a la confusión de expectativas. Aunque Juana es hija del reconocido cantante Horacio Molina, ella se instaló inicialmente en la percepción pública como actriz, acompañando primero al cómico Antonio Gasalla y obteniendo al fin consagración individual, en programas de TV como Juana y sus hermanas. Juana era buena comediante, muchos de aquellos personajes –y de sus muletillas- todavía subsisten en la conciencia de una generación joven. Pero cuando decidió abocarse a la música se la miró con sospecha. Aquí no se valora mucho a una persona que parece dispuesta a matar una gallina de huevos de oro. Para colmo su música, decididamente low key, parecía confirmar los prejuicios de sus detractores, que confundían su personalidad inefable con puro capricho.

Pero aunque sus seguidores se hayan confundido, lo que no tiene excusa es la ceguera del periodismo. Se supone que los periodistas deberían ser aquellos que tienen la mirada más abierta y desprejuiciada, para ver cosas que el común de la gente no tiene tiempo ni forma de ver por las suyas y orientarlos en esa dirección. Sin embargo los periodistas argentinos tuvieron que esperar el espaldarazo del Times para reaccionar. Rohter cuenta que David Byrne, el ex Talking Heads, descubrió la música de Juana navegando por Amazon.com: buscaba un disco de Sigur Ros, y el sistema de Amazon le sugirió que si le gustaba Sigur Ros, Juana también le gustaría. Estaba en lo cierto. Byrne compró el disco, lo escuchó y después buscó contactarse con Juana. Incluso llegaron a hacer gira juntos por los Estados Unidos, hace ya dos años. Es obvio que Byrne estaba más dispuesto a abrirse y a escuchar que los críticos argentinos.

Leer más
profile avatar
11 de octubre de 2006
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.