Félix de Azúa
Leo en La Vanguardia del día 10 de octubre que ha comenzado una campaña de la Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución (PAP), para tratar de poner remedio a este escandaloso comercio, esta explotación, esta esclavitud que es el sexo de pago. “Uno de cada tres hombres en España ha recurrido en alguna ocasión al sexo de pago”, dice Lara Padilla, coordinadora del ente. Más o menos la misma proporción que utiliza los medios de transporte público en lugar del coche privado. Es coherente, pero intolerable.
La portavoz del PAP añade que “la prostitución es una forma de explotación y violencia contra las mujeres” y que causa “estrés postraumático”, esa epidemia recientemente descubierta, en el 68% de las profesionales. Ellas, las del PAP, no van contra las mujeres, afirma, lo cual la honra, sino que apuestan “por un modelo como el sueco, que penaliza la conducta del prostituidor”. Eso está bien. Hay que ir contra el fuerte y dar amparo al débil.
Tonificado moralmente por estas propuestas dirigidas contra los hombres que esclavizan a las mujeres a cambio de dinero, y contra los prostituidores y proxenetas, sigo leyendo el diario convencido de que, como dicen estas mujeres concienciadas, “hay que luchar contra el prostituidor”. Llego a la página 68 de tan simpático diario y me entretengo un rato.
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Lo dejo, un poco cansado de tanta reiteración. Y es que son muchas páginas. Más que las de la sección de Cultura.
Me gusta enormemente el diario de la burguesía catalana. Es la mejor representación de esta gente tan avanzada. Vuelvo a comenzar por la primera página (nunca me canso de leerlo) y al llegar de nuevo al artículo sobre la intolerable humillación de las mujeres prostituidas observo algo que me había pasado inadvertido: Gemma Lienas es la coordinadora de Dones en Xarxa, la sección catalana del asunto. ¡Magnífico! Ella conoce muy bien esta institución sólida, honrada, incombustible, La Vanguardia. Alguna vez habrá visto las páginas que comento. Las mejores de la ciudad, según dicen los entendidos.
Con toda seguridad, además de dirigirse a las mujeres de la calle y a los hombres que las humillan al aire libre, Gemma Lienas de Dones en Xarxa se dirigirá al diario más leído en Cataluña para que cese de inmediato su campaña de incitación a la prostitución.
En cuanto la sección catalana dé el ejemplo, será imitada por las restantes secciones del estado residual, como siempre ha sucedido en este país, y acabaremos de una vez con la prostitución de papel más o menos couché. O sea, la de los ricos.