Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

El alma se apaga

Cuando perdemos la confianza en lo radicalmente singular de nuestra condición, cuando nuestro destino parece confundirse con el de los seres meramente naturales, sujetos a lo aleatorio de las interferencias en la causalidad física y con un comportamiento que, en última instancia, respondería a la pulsión conservadora propia de las especies biológicas, cuando dejamos de experimentar que -en la historia de la evolución- la aparición del lenguaje supone que la naturaleza se trasciende a sí misma; cuando, en suma, desesperamos de nuestra humanidad... entonces es imposible no ya que la actividad del espíritu -sea en la modalidad del arte o del conocimiento objetivo- realmente tenga peso, sino que persista algún valor moral digno del nombre.

En momentos de nihilismo efectivamente se asiste a esa inversión de valores que ya Nietzsche consideraba un signo de los tiempos. Lo que en momentos de afirmación se considera virtud... en momentos de sombra deviene lo contrario. Así la valentía, el heroísmo, el sacrificio en pos de una causa auténticamente regeneradora, son considerados como algo periclitado en las sociedades que de alguna manera están ya vencidas de antemano, sea porque se sienten objetivamente impotentes ante otras más pujantes, sea porque un cáncer moral interno les ha hecho perder la confianza. Es un problema de primerísima magnitud el determinar si Europa es hoy un paradigma de esta depresión del alma social por la cual-mero ejemplo- la paz deja de ser considerada como gozoso corolario del triunfo de la justa causa, para ser erigida en valor incondicional, a preservar en toda circunstancia y casi a cualquier precio. Depresión del alma social que tildaría peyorativamente como anacronismo, vinculándolo a pulsiones agresivas, la exigencia de explicaciones en caso de grave ofensa al honor, honor que muy difícilmente un juez podría restaurar. De tal manera que la impunidad en el insulto, la trivialización de lo que supone (así cuando un candidato a presidente del gobierno es reiteradamente -y ante millones de teleespectadores- tachado de mentiroso, sin que se de reacción digna de tal nombre y lo que es peor, sin que nadie ya la espere) viene a ser un reflejo de la pérdida de fuerza, y de valor en sí, de la palabra.

Leer más
profile avatar
30 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Libros no escritos

/upload/fotos/blogs_entradas/los_libros_que_nunca_he_escrito_med.jpgNo me gusta George Steiner. Siempre que le he escuchado dice lo mismo y siempre que le he leído me ha parecido insufriblemente un grado menos inteligente de lo que cabría esperar. Ahora, sin embargo, ha titulado un libro Los libros que nunca he escrito y lo acaba de publicar Siruela en su colección "El ojo del tiempo".
 
El absoluto ojo del tiempo ve los libros que Steiner y todos los demás nunca hemos escrito. No hemos escrito prácticamente todos los libros existentes pero aquellos que nosotros "no hemos escrito" son un puñado no ya de temas y obsesiones sino de volúmenes (volubles bártulos) que circulan por nuestro alrededor. De ellos, unos apegaron su ausencia a la conciencia como taras culpables mientras otros se fueron disipando como pavesas que la distancia ha convertido incluso en una extraña liberación. De su conjunto, se ha deducido una rara incomplitud de la escritura pero tal vacío, a la vez, ha creado un perfil decisivo de nuestra imagen profesional y personal. Cada uno de los potenciales libros, transformado en éxito o en fracaso, en seña de identidad presente u olvidada, conformaría un semblante diferente de la Obra. Y hay libros que en miles de casos, exclusivamente por sí solos graban con fijeza la forma y la planta del escritor. Teniendo esto presente todo libro no escrito podría haber sido la estampa crucial de nuestra personalidad en la historia.
 
Para bien o para mal, para uno u otro reflejo concreto, ese libro que ahora camufla la ausencia, habría actuado como un molde central, una máscara de hierro. ¿Merecería la pena pues sopesar, recrear, investigar, el no de su realización? ¿Se erró o se atinó negándole evidencia? Preguntas imposibles de responder desde el mismo tiempo vivido. Preguntas propensas a la máxima corrupción enunciada después.
 
Los libros no se escriben porque parecen demasiado esfuerzo, porque el esfuerzo se muestra caprichoso en otra dirección, porque su escritura se aplaza, porque son en verdad libros de otros. Libros en fin que abandonados a su suerte el tiempo se encarga de engullir, metabolizar y expulsar convertidos sin duda en materia prima para otra obra imprevisible y de la que la ausencia primera actuará como presencia, abono efectivo que generará vida y luz. Luz iluminadora de todo el conjunto escrito (o no escrito) o luz maléfica que fomentará un turbión de interpretaciones sesgadas y de las que tantas veces se sirve la leyenda para bien o para mal. Para el azar. Porque lo más importante sería conocer si ese libro pensado, anotado, imaginado pero no escrito contuviera el sino de su no creador. Porque ¿sería entonces el sino del autor no haber escrito ese libro en lugar de verse determinado por aquel otro que, como en el amor, le dijo sí? ¿Será su sino ese sí? ¿Será su sino aquel no?
 
La interrelación con la escritura asusta. Las obras nos obran y las obras nos destruyen sin conocer de antemano su intención. Como en el amor, su intención la creemos parte integral de la nuestra pero lanzadas al tumulto de la vida general la intencionalidad adquiere caracteres incontrolables, imprevisibles y, en consecuencia, amenazantes. El público escribe a través del tiempo el rostro del autor cuya fisonomía va procediendo del transcurrir de la obra, la ausencia del libro sin escribir y la presencia del libro escrito que constituyen un todo continuo. Un todo holístico o hologramático tal como el sistema de llenos y vacíos de la vida personal, el cosmos de agujeros y masas, la involuntaria voluntad de representación que construyen tanto como destruyen el ser, un concepto tan extraño, tan virtual, tan intangible como la dialéctica de la ausencia que permite, con su fuerza, disfrutar del efecto presencial.

Leer más
profile avatar
30 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Interiores

Hablemos de teatro. Sobre todo porque el teatro ha encontrado siempre en las complicadas relaciones humanas y en particular en las intrincadas relaciones entre padres e hijos una gran fuente de inspiración. Digo intrincadas pensando en el jugo que les sacó a algunas de estas relaciones la tragedia griega, como en el Edipo rey de Sófocles, que además de ser una indagación en la naturaleza humana ha dado nombre a un mito intemporal. En el Rey Lear de Shakespeare la relación entre el rey y sus hijas corre paralela a la del conde de Gloucester y sus hijos. /upload/fotos/blogs_entradas/interiores_med.jpgY la obra teatral Interiores de Juana Escabias, que se representa estos días en la sala La Grada de Madrid, arranca de esa tradición y la pone sobre el tapete de la actualidad, porque las relaciones nunca son iguales ni tampoco los padres ni los hijos, cambiamos con el tiempo aunque la tensión de semejante relación no elegida permanezca. La verdad es que el teatro resiste y se fortalece porque necesitamos escenarios donde encontrarnos cara a cara con nuestras pasiones y flaquezas.

Interiores es la novena obra de esta autora, que constituye un recorrido por esas relaciones desarrollado en torno a tres generaciones de una misma familia, que van sucediéndose sobre el escenario. Entre las muchas cosas que se nos muestran es que si elegimos a nuestras amistades o a nuestras parejas, no elegimos a nuestra familia, con la que compartimos la mayor parte de la vida, y esta circunstancia, aunque natural, no es sencilla. Estoy de acuerdo con la autora cuando declara que es una historia sin tiempo porque es la historia de todos los tiempos.

Leer más
profile avatar
30 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Alicia en la Sao Paulo de las maravillas

Me está seduciendo Alice, la miniserie brasileña que produce HBO. Vi el primer episodio por pura curiosidad, respondiendo a la enorme campaña publicitaria que se sentía omnipresente en la TV y porque me llenó de intriga que HBO se jugase por una ficción latina que no estuviese contenida por un género o subgénero definido, a la manera de Mandrake, de Epitafios (vi tan sólo el comienzo, que no me gustó nada) y de Capadocia. El debut de Alice me pareció tibio: se limitaba a poner en marcha la historia de la protagonista homónima (Andréia Horta), una chica que viaja de la provinciana Palmas a la devoradora Sao Paulo para asistir al funeral de su padre, a quien no veía desde hace años y que acaba de suicidarse. Aunque la realización estaba muy bien, el guión me pareció flojo. Pero el encanto de Andréia Horta y la generosa producción me persuadieron de renovarle el crédito.

El segundo episodio ya estuvo mucho mejor. Alice permanece en Sao Paulo, enfrentándose a las tentaciones de la gran ciudad y empezando una relación con Regina Celia (Daniela Piepszyk), su media hermana de 12 años, hija de su padre y de su segunda mujer. Esta pequeña actriz es en verdad notable, y forma con Andréia Horta un dúo digno de ser atendido.

Ignoro si de aquí en más Alice es convertirá en una historia de iniciación tardía o si se limitará a ser un melodrama cool, una suerte de The O. C. a la brasileña, mejor filmado que la mayoría y con las osadías que permite la emisión por HBO. Pero a partir de lo visto, y de lo insinuado por el abanico de personajes que recién comienza a abrirse (la abuela, el hermano y el novio abandonado en Palmas; la tía de Sao Paulo que parece a punto de lanzarse a un romance lésbico; la contradictoria viuda de su padre; sus nuevos y alocados amigos), Alice promete ser la primera serie latinoamericana que sigo en mucho pero mucho tiempo. 

Leer más
profile avatar
30 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Elogio de Robert Downey Jr.

De vez en cuando, un actor se roba la película de manera tan exhaustiva que luego ya no importa de qué trata lo que acabamos de ver; lo que recordaremos será una actuación en particular. Uno notable ejemplo reciente: Heath Ledger en la última película de Batman. Otro: Robert Downey Jr. en Tropic Thunder.

Desde Less Than Zero (1987) que se sabía que Downey era un gran actor; Chaplin (1992), Wonder Boys (2000), A Scanner Darkly (2006) y, sí, Iron Man (2007), fueron pasos que lo consolidaron como uno de los más destacados de su generación. Tropic Thunder, una parodia de las películas de guerra, podía haber sido un rol sin riesgo alguno; sin embargo, en su papel de Kirk Lazarus, un actor australiano que lleva tan al extremo su identificación con el personaje negro que encarna que incluso se maquilla el rostro con betún, Downey convierte la comedia facilona del verano en una obra maestra acerca de cómo ser hoy controversial y políticamente incorrecto en Hollywood y no fracasar en el intento.

El "black face" tiene una historia de prejuicio y racismo en los Estados Unidos; estuvo de moda entre 1830 y 1930, y era usado por actores blancos para personificar estereotipos racistas sobre los negros. En manos de Downey, el "black face" es utilizado para burlarse de los actores del Método que se toman demasiado en serio a sí mismo, pero sirve también como parte de una gran actuación en sí misma: con su acento y manerismos, Downey convence por completo como un blanco que encarna a un negro en una película sobre una película sobre la guerra... Hay otras grandes actuaciones en Tropic Thunder, sobre todo las de Tom Cruise como un ejecutivo gordo, calvo e insorportable, y Matthew McConaughey como un agente capaz de todo por su protegido, y hay momentos cómicos de primer nivel -por ejemplo, al comienzo, los adelantos satíricos de otras películas--, pero, ¿les dije que Robert Downey Jr. se roba el show? 

Leer más
profile avatar
30 de septiembre de 2008
Blogs de autor

III. Viejos tiempos ya padecidos

Se quiere hacer retroceder a Nicaragua hacia tiempos ya padecidos, cuando los ciudadanos perdieron todas las posibilidades de expresarse y de protestar, y sólo quedó el camino de la rebeldía y de la confrontación, una hoguera que consumió vidas y detuvo el avance del país, secuestrado por la incertidumbre  y la inseguridad bajo un poder brutal e irrestricto.

/upload/fotos/blogs_entradas/aminta_granera_1_med.jpgGrave también porque a través de estos hechos se mina el papel institucional que la Policía Nacional ha venido cumpliendo hasta ahora, en medio de azarosas dificultades, gracias a la ecuanimidad de sus mandos, y sobre todo, a la autoridad moral de su jefa, la comisionada Aminta Granera. Queda a la vista que la policía está siendo presionada desde arriba a salirse del marco constitucional y comportarse de manera complaciente con quienes se proclaman a sí mismos, garrote en mano, creadores de un nuevo orden, y dejarlos hacer.

Fue evidente que en los hechos violentos ocurridos en León, los destacamentos policiales que habían sido dispuestos para garantizar a los manifestantes su derecho ciudadano de reunirse y marchar de manera pacífica, no evitaron que los grupos de choque actuaran a su gusto, y los jefes de estos destacamentos sólo ordenaron despejar las carreteras cuando ya los hechos habían sido consumados.

Leer más
profile avatar
30 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Llegar lejos. A propósito de El imperio (primera parte)

El imperio es, como todos los libros de Kapuscinski, uno de difícil clasificación. El mismo autor explica en la Introducción que el libro "no es un manual de historia de Rusia ni de la antigua Unión Soviética. Tampoco es la historia del nacimiento y caída del comunismo en este país. Ni tan siquiera es un compendio de conocimientos básicos sobre el Imperio". Aclarado lo que no es, propone, en cambio, que el libro: "Es un relato personal de viajes" y también "que está concebido y escrito en forma polifónica, es decir: por sus páginas transitan personajes, lugares e historias".

Efectivamente, en el arco que cruza de 1958 a 1993, Kapuscinski visitó quince repúblicas de la ex Unión Soviética. Y de estos viajes, ordenados cronológicamente, da cuenta el volumen.

La estructura externa del texto está compuesta de tres partes: "Primeros encuentros (1939-1967)", que contiene tres capítulos; "A vista de pájaro (1989-1991)", que contiene quince; y "Suma y sigue (1992-1993)", con sólo un capítulo. Cada parte se concentra en viajes efectuados en contextos precisos: la guerra fría, la primera parte; el periodo de la Perestroika, la segunda y la nueva configuración posterior al comunismo, la tercera. El capítulo que abre el libro refiere el primer contacto con los rusos invasores en Polonia, en 1939, cuando el autor sólo sumaba siete años y a la distancia recompone un relato extrañado sobre las imposiciones, las deportaciones o la miseria que gradualmente se presentaban ante sus ojos de niño. Este asombro se conservará intacto hasta el texto que cierra el libro.

El Imperio es un texto fascinante y ejemplar del género que podríamos llamar "reportaje a un lugar". El lugar puede ser cercado por cronologías, noticias, mapas, datos. Pero hasta que el relato no lo carga de sentido, sólo nos llega una versión precisa pero ajena del lugar. A través del detalle, del testimonio de sus habitantes, del esfuerzo por recopilar y volver a contar sus relatos propios, Kapuscinski nos produce una empatía con Rusia que las noticias sobre la invasión a Georgia o las historias del siglo XX no llegan a generar.

El Transiberiano, las repúblicas del sur, como Armenia o Azerbaiyan, además de Giorgia, la Moscú imperial, la disidencia y la protesta social, los niños y los ancianos, el Kremlin...La teoría literaria distingue entre el lugar de la historia, dato geográfico, y el espacio del relato, que tiene vida y propiedades espirituales (puede ser abierto u opresivo, por ejemplo), ya que se define desde la perspectiva con los personajes. Un departamento que vamos a conocer con la intención de alquilar es para nosotros un lugar, nuestra casa, en cambio, es un espacio.

Un gran "reportaje a un lugar", como Imperio, merced a la agudeza de la observación y a la maestría del relato, hace que Rusia un sitio vivo y comprensible para Occidente, "al que Rusia fascina en la misma medida en que le da miedo".

DFP

 

Leer más
profile avatar
29 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Fin de los "ismos"

« Gene expresión » es un foro mal cuidado. Tal como lo dice su nombre tendría que hablar de genética, especialmente del proceso que permite a los genas del ADN ser activos.  Pero uno encuentra de todo en GE incluyendo una nota excelente producida por un tal agnostic : "Graphs on the death of Marxism, postmodernism, and other stupid academic fads" (gráficos sobre la muerte del marxismo, del postmodernismo y de otras modas académicas). A pesar de su titulo un tanto agresivo es una nota sobre el numero de utilización de palabras como psicoanálisis, marxismo, postmodernismo, feminismo, hegemonía o deconstrucción en las grandes revistas científicas. Es decir las "grandes palabras" detrás de las explicaciones globales de la realidad social y de su traducción en la literatura. ¿Qué se nota? Una caída, más o menos en los años noventa (entre 1993 y 1998 para ser mas preciso): poco a poco, la idea de la gran causa, del concepto definitivo parece menos presente.
 
Esta investigación/búsqueda es creíble, pues se hozo en ingles, el idioma principal para publicar artículos científicos que tienen impacto. Además, la muestra estudiada es colosal: los archivos digitales de JSTOR, una de las grandes bases de datos de la comunidad científica (además una base de datos con buena tecnología).
 
Tal como lo dice el autor del artículo lo mejor habría sido dividir el resultado de cada ano por el número de artículos publicados, pero tal como es, su trabajo muestra una reducción del "ruido" teórico. Con un rasgo fundamental: la utilización de una palabra obedece a un proceso sencillo: crece y después decrece. Lo que hace decir que la vida social, económica, política no influye en un mero proceso de aceptación y abandono.

Unas excepciones según el autor:

1. Es demasiado temprano para hablar de una caída en el uso de los términos "orientalismo" y postcolonialismo". El siglo XXI no es bueno para ellos pero es una tendencia muy joven.

2. Marxismo empezó su caída después del 1988 y socioconstruccionismo culmino en el 2001

3. Narratología es el único termino que conoce fiebres (con altos y bajos)

Mi conclusión: cada día somos más libres para pensar.

Leer más
profile avatar
29 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Misael Tamayo Hernández

Era director del periódico Despertar de la Costa de Ixtapa Zihuatanejo en el estado de Guerrero. Apareció desnudo, tumbado boca abajo con las manos atadas a la espalda con su cinturón. En el antebrazo derecho presentaba huellas de pinchazos. El periodista murió presuntamente a consecuencia de una inyección letal. Investigaba los nexos del crimen organizado y el gobierno de la localidad. Su cuerpo fue encontrado en el hotel Venus el 10 de noviembre de 2006 gracias a una llamada anónima que la policía recibió. Las autoridades detuvieron a tres personas que después liberaron por falta de pruebas y dictaminó que el periodista murió "de causas naturales" por "haberse inyectado una droga".

Leer más
profile avatar
29 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Final del capitalismo con Poeta en Nueva York

El 'crash' ya no es lo que era. Estoy en el cogollo del capitalismo, en el centro de la crisis y, con tanto guardaespaldas, tanto funcionario, tanta seguridad, tantos coches de lujo y tanta Asamblea General de la ONU, que no hay manera de ver el bosque de la gran depresión. Mi hotel es una Babilonia donde se cruzan armanis de temporada o de rebajas que se cruzan con esos trajes de sederías Carretas rescatados por ejecutivos de los países árabes y sucedáneos. Un estilo inimitable.

/upload/fotos/blogs_entradas/gaviota_en_nueva_york_med.jpgPara ver la dimensión de la crisis, seguí indicaciones de Enric González, amante de esta bestia viva que es Nueva York, que aplicaba el marxismo de Groucho en los tiempos de la gran depresión: "No entiendo de economía, pero sé que cuando los neoyorquinos alimentan a las palomas de Central Park, las cosas van bien; cuando las palomas de Central Park alimentan a los neoyorquinos, como ahora, las cosas van mal". Tranquilidad de reconvertidos izquierdistas, zapateristas, zapatistas y otros istas, temerosos por la caída del capitalismo, las palomas siguen volando y cagando. Tan hermosas como ratas de los callejones de Wall Street. Los capitalistas resisten. Renacen, aunque haya que usar fondos del Estado. Aguantan más que Kissinger, se despeinan menos que la Palin y mantienen el amor por los steakhouses del Peter Luger. Como homenaje a Francisco Ayala, también me sacrificaré, cruzaré el puente de Brooklyn por esas carnales y poéticas razones.

Estoy aquí no por analista de crisis, sino por la gracia de Huelva, de Moguer y su poeta, Juan Ramón Jiménez. Recordado y homenajeado en esta ciudad que amó y detestó. Primero fue el amor; el poeta estaba recién casado. Conoció una ciudad que enseñaba su carne y su alma en años de esplendor cerca de los felices veinte. La confundió con el epicentro del "comunismo capitalista", lugar de progreso ingenioso y donde cada día se puede fabricar una religión. Ciudad perfecta si tuviera seis domingos y un lunes. Como casi todas. Centro de melancólicos progresistas, de vivos que se mueven sin parar en "este cementerio cúbico". Se forjó con más fe en los ricos, en los negociantes o en los piratas que en los predicadores y los poetas. Todavía mantiene la fe en los incrédulos.

Un mundo que conoció otros viajes de Juan Ramón, que no le recibió como esperaba en sus años de destierro. Le cerró algunas puertas, pero abrió los cementerios de sus colinas. Poéticos y encantadores espacios para el poeta. Llenos de vida y amables como para "alquilar una tumba ¡sin criados! y pasar aquí la primavera". Ciudad ruidosa, otoñal de hablar bajo por la que nos guía Eduardo Lago. Prosaica ciudad para resistir la crisis. Esperar el amanecer en Nueva York, ese "marimacho de las uñas sucias" que se despierta. El capitalismo está salvado.

Artículo publicado en: El País, 27 de septiembre de 2008.

Leer más
profile avatar
29 de septiembre de 2008
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.