Puede parecer que todos los telediarios del mundo son iguales e igualmente patibularios, pero no es así. Hay considerables diferencias entre los informativos de la BBC inglesa, de las TF francesas o de las cadenas-basura de Berlusconi.
En una apresurada comparación, lo que más me ha chocado de los telediarios ingleses y franceses es el escasísimo tiempo que dedican a los deportes. Habituado al modelo español, estos telediarios europeos parecen dirigidos a los doctores de filosofía.
Las cadenas francesas son las más exageradas. Apenas uno o dos minutos dedican al deporte. Los entes españoles, en cambio, suelen darle casi la mitad del tiempo y algunas autonómicas, como la catalana, más de la mitad. Es muy frecuente que los telediarios españoles abran con noticias deportivas, como cuando dimitió aquel señor del Real Madrid, algo que jamás sucedería en Europa.
¿A que se debe la diferencia? ¿Al raquitismo espiritual del directivo español, o, muy al contrario, a la escasa inteligencia del ejecutivo francés? Porque cabe la posibilidad, frente a lo que pueda parecer a primera vista, de que los informativos que sólo se ocupan del deporte, como los españoles, sean los dirigidos por verdaderos filósofos, escépticos sobre la capacidad informativa de la TV, o sea, posmodernos, zizekianos, jamesonianos.
Aunque la tradición de izquierdas sostenga que el deporte es un instrumento de enajenación en manos de administraciones derechistas y ultraderechistas, cabe pensar que esto ya no es así, que eso es algo antiguo.
Si tenemos en cuenta que en España hay más izquierdistas que en el resto de Europa junta y que en Cataluña todo el mundo es de izquierdas, incluidos los abades de Montserrat, entonces el ingente espacio de los deportes en los informativos es un signo de progreso. Esto es científico.
En cuyo caso serían los franceses e ingleses quienes aún miran los telediarios con la ingenua pretensión de informarse sobre algo que les concierna. ¡Pobre gente! ¡Qué atraso!
