Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Fuguet en el camino

Estoy en Chile. En todas las mesas de todas las librerías de Santiago (Ulises, Feria Chilena del Libro, Antártica, etc.) el libro más visible es Road Story. Autor: Alberto Fuguet, aunque la portada dice también, con gran honestidad: “una novela gráfica de Gonzalo Martínez”.

Se lee de un tirón. Las 127 páginas me costaron 38 minutos, aunque guardaba un ojo neutral para ver como David Nalbandian machacaba a Rafael Nadal en la final del Open de Tenis de Paris-Bercy. Así se debe leer Road Story: en un hotel, en la luz de un televisor que no importa, con la sensación de encontrarse fuera de su mundo. Road Story cuenta cómo se vive en un lugar del sur de los EE. UU. elegido por no tener historia ni vínculos con el pasado del héroe.

Fuguet hizo a su manera, que me parece digna, la promoción de este libro en su blog y Alfaguara llegó a producir un vídeo con el mismo propósito. Pero no creo que remataron el tema. Unos apuntes:

1. Fuguet es un artista en la frontera de los géneros. Al leer Cortos, un libro construido con una serie de fragmentos de ficción, me pregunté por qué se hace literatura con lo que está designado para el cine. La portada blanca, parecida a la pantalla del cine, ayudaba a entender la equivocación entre escrito y audiovisual. Ahora, al leer una nueva versión, gráfica, de un cuento que descubrí en Cortos vuelve la pregunta: ¿Por qué hacer una novela gráfica cuando se tiene el pictures book de una película de Wim Wenders (como Alice in den Städten –Alicia en las ciudades) o de Bagdad Café?

2. En este caso, la novela gráfica empieza con un texto continuo, una introducción de Fuguet que hace todo por decir que no es una novela gráfica sino una adaptación dentro de algo que sería literatura escrita o cine. El autor aparece despistado entre los géneros, lo que me parece bien: la historia es la de un hombre que ha perdido el camino hacia sí mismo.

3. Fuguet explica en su introducción que Road Story “fue locacionado, con fotos propias y fotos googleadas”. Más allá de las dos palabras que ignoran muchos diccionarios es una manera de decir: se hizo un trabajo de construcción de la realidad, como en el cine. El Congress Hotel de Tucson, Arizona, sale como ganador (a pesar del error: a veces es Congress Hotel, a veces es Hotel Congress) en este trabajo que supone la producción de bocetos (como la imagen que viene con este post grabada en el blog de Fuguet).

4. Existe el pueblo llamado “Truth or consequence” (Verdad o consecuencia, lo que hace decir: la mentira se paga caro) que aparece en el libro. Es una locura llamarse así pero fue la decisión libre de una población blanca y no latina de Nuevo México.

5. No sé quién es el mejor Fuguet: el novelista, el guionista, el cuentista pero me gusta cómo los tres corren riesgos.

6. El héroe plantea muchas preguntas y nunca tiene la respuesta. Se siente que viene de Chile (poco humor, talento para ser “fome”). Me molesta no conocer la respuesta a una de sus preguntas: ¿Por qué en Chile cuando a alguien le va mal, se dice que le fue como el ajo?

Leer más
profile avatar
6 de noviembre de 2007
Blogs de autor

11-M: LA HORA DE LAS CULPAS

La sentencia del megajuicio por los atentados de Atocha ha revelado el funcionamiento de la célula yihadista más letal de Europa. Sin embargo, España muestra más interés por la pelea entre sus partidos políticos

El 11 de marzo de 2004, poco antes de las siete de la mañana, Jamal Zougam descendió de una camioneta blanca Renault modelo Kangoo junto a otras dos personas. Llevaban sendas mochilas deportivas, y se dirigían a la estación de cercanías de Alcalá. Ahí tomaron distintos trenes con destino a la estación de Atocha en Madrid, a media hora de trayecto. Según la declaración de tres testigos, Zougam subió en el último, el de las 7.14.

A las 7.38, el vagón de Zougam hizo explosión en la estación de Santa Eugenia. Otras nueve cargas llegaron a Atocha, produciendo un total de 191 víctimas mortales y 1857 heridos. El atentado fue el mayor de estas características en territorio europeo.

Pero ese día, una mochila no estalló. Fue descubierta después del atentado en la comisaría de Puente de Vallecas. En el interior había cinco kilos de un explosivo de uso minero llamado Goma 2-Eco, temporizado y alimentado por un teléfono celular. La tarjeta del teléfono pertenecía a Jamal Zougam.

Zougam tenía antecedentes penales en varios países, pero no por terrorismo, sino por tráfico de drogas y homicidio. Había escapado de la justicia en Marruecos y durante años se había dedicado al tráfico de estupefacientes en España. Desde los años noventa, muchos magrebíes que llegaban a Madrid trabajaban para él vendiendo drogas al menudeo. Estaba bien situado cuando comenzó el boom del éxtasis. Un proveedor de Ámsterdam le ofrecía las pastillas a sesenta céntimos, y el consumidor final pagaba doce euros. Ganó mucho dinero. Compró un BMW.

También consumía. Su esposa dice que a veces cerraban una discoteca todo el fin de semana para él y sus amigos. Se enganchó sucesivamente con heroína y pastillas. Las pastillas lo ponían muy agresivo. Nadie quería tener problemas con él. Alguna vez, acuchilló a un drogadicto, que finalmente retiró los cargos a cambio de una dosis.

Pero Zougam estaba harto de esa vida. Europa no había sido lo que él esperaba. Quería cambiar. Buscaba una salida. Tras una de sus condenas penales, abandonó las drogas por sí mismo, y empezó a acudir más a la mezquita. También obligaba a asistir a los rezos a otros traficantes, a los que premiaba con dosis. Quería ser una mejor persona. Empezó a vestirse con ropa árabe tradicional. En su casa no corrieron más drogas, ni duras ni blandas.

No abandonó sus negocios, sin embargo. Sólo dejó de sentirse culpable por ellos. La religión le ofrecía un consuelo: tú no eres el malo, ellos te convirtieron en esto. Europa invade a los musulmanes en sus tierras y los desprecia en la suya. Lo que tú haces es sólo justicia. Y puedes hacer más.

El intelectual

En esta etapa, Zougam entró en contacto con el tunecino Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, ex estudiante del doctorado de Economía. Sarhane era un intelectual talentoso, pero al perder su beca, se había visto obligado a vender ropa y chucherías.

También encontró en la religión refugio para su frustración. Pero además, tenía una lectura política de la realidad. En la mezquita de la autopista M-30, su grupo de oración había sido públicamente regañado por el imam debido a su arrogancia. Uno de ellos, Amer Azizi, había estado en un campo de entrenamiento en Afganistán, y reunía a sus acólitos para mostrarles videos de Osama bin Laden y sus lugartenientes. Decía que las oraciones no bastaban, que el Islam demandaba acciones más contundentes. Sarhane lo admiraba.

En 2001, tras los atentados del 11-S en Nueva York, se desató la persecución a las células de Al Qaeda en Europa. Azizi desapareció, y muchos de su grupo fueron detenidos. Súbitamente, Sarhane se convirtió en el líder de la célula radical. Y cuando España intervino en la guerra de Irak, las órdenes que se propalaron por la red fueron terminantes: “hay que sacar al perro de Aznar”.

El atentado del 11-M contó con el cerebro político-religioso de Sarhane y el dinero y los contactos criminales de Zougam, entre una compleja red de responsabilidades. Pero la mochila los traicionó a todos. La policía rastreó no sólo el origen de la tarjeta telefónica, sino el resto de tarjetas vendidas en ese paquete y las comunicaciones realizadas con ellas, incluso el lugar físico donde habían sido realizadas. Con esa información, apenas dos días después de las explosiones, Zougam fue el primer detenido.

El 3 de abril, la policía localizó un piso en Leganés donde sospechaban que podía esconderse un grupo de terroristas. Rodearon el local. Los del interior, alertados, comenzaron a disparar a las 16.00. A las 18.20, desde ese inmueble, Sarhane llamó a su madre a Túnez para despedirse de ella. Había tomado una decisión. A las 21.00, la policía decidió entrar, voló la puerta con una pequeña carga explosiva y lanzó gases lacrimógenos al interior de la vivienda. Como respuesta, los siete ocupantes detonaron 20 kilos de explosivos. Murieron en el acto.

Entre los escombros, la policía halló videos proselitistas de Al Qaeda, archivos con información militar y reivindicaciones de los atentados. El explosivo que acabó con el apartamento era el mismo que encontraron en los trenes. 

Ésta es parte de la reconstrucción de los hechos que ha efectuado el juez Javier Gómez Bermúdez. La sentencia encuentra culpables a 21 de los 28 acusados por los atentados. Zougam recibió la condena más larga: 42.922 años de cárcel. En total, las penas de prisión suman 120.755 años.

La instrucción pone de manifiesto el perfil de los terroristas: residentes europeos con alto grado de frustración de sus expectativas personales. También resalta la unión crucial entre cuadros religiosos y elementos provenientes del mundo criminal. Además, muestra el complejo funcionamiento de Al Qaeda, que opera tanto desde la Red como por medio de agentes móviles. Pero en España, el debate ha pasado por alto esos detalles. Para la opinión pública, el tema importante es otro. 

La otra guerra

“Ni ETA ni Irak”, “Ni ETA ni conspiración”, “La Audiencia establece la verdad de los atentados”, “La mentira, condenada”. Son los titulares de al prensa española tras la sentencia. Paradójicamente, hablan más de políticos que de terroristas. Y más de ETA que de la Yihad.

Durante los últimos tres años, el debate no se ha centrado en quiénes fueron los autores, qué medidas se están tomando para evitar que se repita o cómo apartar a los musulmanes del radicalismo. No. El tema de discusión ha sido: ¿quién miente? ¿la derecha o la izquierda?

En la esquina izquierda, el Partido Socialista, el diario El País y la cadena Ser de radio. Tras los atentados, estos medios acusaron al Partido Popular, por entonces en el gobierno, de querer endilgarle las bombas al terrorismo vasco contra toda evidencia. El 11-M, España estaba a tres días de las elecciones generales, y el presidente José María Aznar había apoyado con entusiasmo a EEUU en su invasión de Irak. Si el atentado era una venganza islamista, la población podría castigar al presidente en las urnas. En cambio, si era obra de ETA, los españoles lo respaldarían masivamente.    

En la esquina derecha, el diario El Partido Popular, el diario El Mundo y la cadena de radio Cope defendían que no se podía cerrar ninguna vía de investigación. El ministro del Interior Ángel Acebes insistió en esa afirmación aún cuando se había encontrado la camioneta Renault con grabaciones del Corán y detonadores de explosivos. Pero no convenció. Ese domingo, el PP perdió unas elecciones que todas las encuestas daban por ganadas una semana antes.

El PP no dejó de insistir desde entonces en la participación de ETA. José María Aznar declaró: “las pruebas indican la más que posible participación del grupo ETA en esta masacre”. El ex ministro Acebes: “es necesario saber el alcance real de la sombra de ETA”. Otro dirigente añadió: “los socialistas no han querido esclarecer si ETA tenía o no relación con la trama”.   

El abogado del acusado Jamal Zougam recogió esta versión en su escrito de defensa, que acusaba al grupo vasco de las bombas de Atocha. Las pruebas de la defensa se sometieron a contradicción en el plenario sin éxito. El tribunal citó a declarar a etarras presos, que negaron cualquier relación con estos atentados. Finalmente, la sentencia leída el miércoles considera que ninguna evidencia avala esa tesis. 

¿La sentencia da por zanjada la discusión? No. El titular de El Mundo resaltaba el jueves que el tribunal no había encontrado autores intelectuales más allá de los condenados, y titulaba: “Absueltos los cerebros del 11-M”. Sobre la misma base, el líder del PP, Mariano Rajoy, declaró: “seguiremos apoyando cualquier investigación, ya que los acusados como autores intelectuales no han sido condenados”. Después, el ministro del Interior y los portavoces populares no han dejado de intercambiar descalificaciones.

De hecho, lejos de haberse fijado un consenso, han entrado en escena más versiones. Ahora, la asociación de víctimas del atentado considera que las sentencias son demasiado blandas, y estudia una apelación. Un portavoz del Departamento de Estado de EEUU ha admitido que la sentencia “no nos gusta”. Algunos medios de prensa de ese país exigen que el tribunal encuentre un vínculo directo con la estructura de Al Qaeda.

La sentencia ha establecido una verdad jurídica indiscutible. En ella, cada sector encontrará la verdad política que le interese. Pero esta discusión dice más sobre la sociedad española que sobre lo que ocurrió esa mañana del 2004. Y a veces uno olvida de qué estábamos hablando.
               
Artículo pulblicado en: La Tercera, noviembre 2007.

Leer más
profile avatar
5 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Interludio praguense

Creo solemnemente —y la solemnidad es la coartada ideal— que una vida intensa es el mejor antídoto contra el síndrome de la página en blanco, igual que una ración de besos apasionados protege al organismo de los tumores fruto de la amargura. Luego de cuatro años de haber puesto pie en ella por primera vez, he vuelto a la ciudad hechicera que el primer día me hizo literalmente saltar de alegría, rodeado de belleza melancólica: Praga. Podría describir ahora experiencias, imágenes e incluso algunos sueños vividos a partir de aquel contacto, pero temo que así daría al traste con parte del segundo, que está pasando aquí y ahora, y eso me temo que es pecado capital. Dejo, pues, sitio amplio para la vida intensa que en estas calles se antoja inevitable. Y que mañana El Boomeran(g) vuele de nuevo.

Leer más
profile avatar
5 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Esperando nacer

'Acabo de poner punto final a mi cuarta novela'. Esa fue la primera frase que escribí en este sitio, hace dos noviembres. Ayer domingo puse un punto final provisorio -lo que terminé en este caso es una primera versión- a la quinta. Todavía falta mucho para que pueda permitirme la alegría de entonces, vaya a saber cuántas reescrituras me esperan antes de convencerme de que la suerte de esta novela está echada. Pero todos aquellos que hayan escrito ficción alguna vez, y en especial, por su largo aliento, una novela, coincidirán conmigo que ninguna instancia del proceso se parece más al de clavar pica en la cima que el de añadir el último punto al capítulo definitorio.

No sé cómo lo viven ustedes, pero para mí lo que hoy comienza es la parte más disfrutable del asunto. La historia ya está contada, la estructura tendida, los personajes planteados. ¡Lo peor ya quedó atrás! (Ah, la de sabotajes que me hago en los tramos finales, cuando me resisto a terminar...)

Para ponerlo en términos miguelangelescos, lo que he hecho es elegir el bloque de mármol -esto es, la historia- y bocetado una forma algo brutal. Lo primero que uno comprueba es la idoneidad del bloque: si se ha equivocado en la elección, percibirá enseguida rajaduras internas, o dejará la forma por la mitad al descubrir que ha equivocado proporciones. Por el contrario, si el bloque es el correcto y uno lo esculpe con tosquedad pero hasta el final, lo que resulta es una primera versión que lo impulsa a uno a ir mucho más allá. Es la hora de retroceder unos pasos, quitarse el polvillo de los hombros y echarle una mirada panorámica. Si todo ha sucedido como debe, esa forma brutal parecerá estar luchando contra su materia para definirse del todo, como si bregase para salir del bloque. Será la imagen de algo lleno de poder -una forma que lucha por nacer.

Esa tarea empieza hoy. Ojalá pueda hacerle justicia a la historia.

Quería compartir con ustedes esta emoción, que no se parece a ninguna otra.

Leer más
profile avatar
5 de noviembre de 2007
Blogs de autor

El ángulo

La belleza puede sanar. Más aún: la belleza es decididamente terapéutica. Y puedo describir incluso el proceso por el que experimenté hace poco su actuación. Apenas me había provisto de una franja de belleza y de una manera efímera, pero se trataba de una belleza de la mayor calidad. Fue el perfil que obtuve de su rostro inclinado junto a mí y al que no podía prestar una atención completa, dadas las circunstancias, el que me procuró la dosis necesaria para sentir con la mayor plenitud. Con esa visión capté su cutis sonrosado y limpio, sus ojos inconfundibles de tiempos pasados y la actitud entre afectiva y melancólica que me fascinaba. Sólo podía disponer de unos brevísimos instantes para asumirla pero acaso la agudeza con que se instaló en mí guarda relación con la convicción de que no iba a poder disfrutar de esa belleza mucho más. Este dolor mezclado con el goce creó de golpe una fuerte preparación metálica y de ahí el sabor que noté en mis lágrimas unos minutos más tarde. ¿Era esto una curación? Fue, más bien, la visión de lo que ya no volvería a ver y, por lo tanto, la constatación de una pérdida definitiva lo que impulsaba directamente al sufrimiento. Pero también habiendo sido la visión tan brillante, tan inesperada y feliz, dejó en mi interior una espesa fisura luminosa que alcanzaba a invocar, durante horas, una y otra vez. Cada vez más débilmente, desde luego, pero en tanto mantuvo su brillo y resplandecía en mi recuerdo causaba un efecto bendito sobre mi salud, sobre las sensaciones generales de mi cuerpo y de mi mente que juntas me traspasaban los sentidos como sólo recuerdo a partir de ciertas drogas. ¿Sólo por causa de la belleza aquel bienestar absoluto y solar? Sólo por la bellísima estampa que mantuve muy nítida durante la tarde y la noche, extendida al bies en el espacio y reproduciendo el ángulo que había elegido su cabeza para mirarme a unos centímetros apenas de mis ojos y dentro del temblor irreal que confería la clínica a estos síntomas que ahora, en su ausencia, merodean el corazón. 

Leer más
profile avatar
5 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Saint Nazaire

Prisión perpetua (Anagrama), el último libro del escritor argentino Ricardo Piglia es doble. Comprende dos historias, una epónima del libro y otra titulada Un encuentro en Saint Nazaire. Son historias gemelas que se cruzan de una manera extraña y eficiente. Piglia es un gran novelista y un teórico de la literatura. Lo interesante es cómo práctica ambas disciplinas a la vez. Vivir, escribir, escribir para vivir y vivir para escribir son los puntos de definición de sus creaciones obsesionadas por el arte de narrar.

“Narrar, hace decir Piglia a un personaje suyo, es como jugar al póquer, todo el secreto consiste en fingir que se miente cuando se esta diciendo la verdad.” La verdad en la segunda historia no permite ningún desmentido: Piglia pasó unos meses en Saint Nazaire, un puerto al oeste de Francia, donde el río Loire desemboca en el océano Atlántico. Su apellido aparece en la larga lista de los artistas latinos que pasaron tres meses en la Maison des auteurs etrangers et traducteurs (MEET) (Casa de los autores extranjeros y traductores).

La MEET es una institución aparte. Se trata en realidad de un apartamento ubicado en la décima planta de un edificio llamado el “building” frente al puerto. Saint Nazaire es una ciudad que no puede ser hermosa o fea, pues es meramente agua y cielo. Cada tres meses, un artista entra en esta mezcla de agua y cielo al recibir una invitación para vivir gratuitamente en el MEET. En este momento, una poeta romana Letitia Llea vive donde vivió Piglia en otra época.

El MEET hace coloquios, publica una revista anual, entrega premios pero su vida básica, según la invención de su creador, el alcalde Joël Batteux, es la lenta permuta de los artistas en la décima planta del “building”. Este movimiento lleva ya 20 años: 145 artistas de 55 países pasaron por el MEET.

El 15 de noviembre empieza un coloquio sobre el aniversario. Ya sabemos lo que será la conclusión: son 20 años de apoyo a la literatura que salieron bien menos en el caso, literario, de Piglia. Su idea: Stephan Stevenson (apellido de ficción), que ocupaba el piso de la décima planta antes de su llegada se va pero no se va. Se va, pero hace lo necesario para determinar todo lo que va a ocurrir después con el visitante argentino a menos que éste sea paranoico.

Escribir es crear una realidad y, a veces, hay creaciones perfectas. Prisión perpetua es Piglia en su mejor momento: a la vez novelista y teórico sobre la literatura, entregando una orgía de definición. Una explica el título: “La novela moderna es una novela carcelaria. Narra el fin de la experiencia. Y cuando no hay experiencias, el cuento avanza hacia la perfección paranoica.”

Leer más
profile avatar
5 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Por esos mundos y a oscuras

Si no ando equivocado, un viaje de vacaciones es ya inconcebible sin un sol apabullante. Cuando uno repasa las hojas turísticas de los diarios, inevitablemente se encuentra con imágenes deslumbrantes, radiantes, tantas veces tórridas. Quizás se deba al dominio absoluto del mar, la playa y el bronceado, actividad ingeniada por los nadadores británicos del siglo XIX y que nadie podía imaginar se iba a convertir en la salvación de los matrimonios con hijos. También se debe, claro, a la necesidad de alivio en los países que sufren estaciones rigurosas, como Alemania o Inglaterra, cuyos habitantes se vuelven locos cuando les acaricia un rayo solar.

Sin embargo, el viaje de invierno está regresando. De momento sólo entre espíritus abrumados y líricos, pero no tardarán en sumarse los espíritus prácticos y voluptuosos. Los magazines deberán comenzar un duro trabajo pedagógico para dirigir a sus huestes hacia el frío, la nieve, los cielos plúmbeos, la niebla, la lluvia. Y persuadirles de que esas son las vacaciones modernas.

Y tendrán razón. Sobre todo entre nosotros, los de climas templados que tienden cada vez a más cálidos. En mi última visita, un amigo de Sevilla me sorprendió: había viajado al polo norte. Era un circuito organizado y muy caro, pero había alcanzado su sueño: deslizarse en trineo por una nieve dura como pedernal, tirado por una traílla de perros animosos. Hundido en enormes pieles, azotado por un airecillo a treinta bajo cero, había conseguido hermanarse con sus héroes juveniles, Miguel Strogoff, los peleteros de Jack London, Raskolnikof. Y había sido feliz.

Contaba Robert Kaplan en su bello libro Mediterranean Winter, la impresión magnífica de los desolados paisajes sicilianos, tunecinos o adriáticos, opalescentes y verdinegros, los templos lejanos cercados por nubes bajas, la lluvia veneciana que lava los mármoles, todo ello desde un café recoleto cuando ningún turista osa asomarse al invierno marino y las olas parecen solfataras. En esos delicados momentos dejas de sentirte como un turista y vuelves a ser humano.

Artículo publicado en: El Periódico, 3 de noviembre de 2007.

Leer más
profile avatar
5 de noviembre de 2007
Blogs de autor

El último ciervo blanco

Mi libro de relatos El reino Animal (Alfaguara, 2006) podría volverse interminable porque cada día aparecen historias que sería necesario agregar, de acuerdo a la intención que me guió al escribirlo: narrar las relaciones, a veces terribles, entre la gente y los animales que se hallan, por lo general, en estado de indefensión frente a la mano hostil, y depredadora, de los seres humanos. Tengo un último ejemplo.

Leo que en Inglaterra quedaba nada más un ejemplar del ciervo blanco. Se llamaba Snowy, tenía nueve años de edad, y según el Daily Telegraph, fue cazado hace pocos días. El cadáver del ciervo, sobreviviente de una especie que una vez fue numerosa, fue hallado en un bosque situado entre las regiones de Cornwall y Devon, y aún no lo habían decapitado para embalsamar la cabeza, como se hace generalmente con las piezas de caza, para que luzcan en alguna pared, en mérito del cazador. Esta cabeza, por ser la de un animal que ya no se verá más sobre la faz de la tierra, costará ahora en el mercado miles de libras esterlinas.

Había una conspiración de los pobladores vecinos al bosque que habitaba el solitario ciervo blanco para protegerlo, y la mejor manera que tenían era la de ocultar su existencia a las hordas de cazadores que se presentan por allí cada temporada. La actual está en pleno apogeo, y no terminará sino a finales de abril del año entrante. La caza del ciervo blanco, aunque se tratara de un ejemplar único, fue legal por haberse hecho en temporada.

Ahora no queda a su fantasma sino vagar por los bosques.

Leer más
profile avatar
5 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Astérix en Disneylandia

Al anunciar el lanzamiento de la serie Futurama, Matt Groening decidió apostar fuerte. “Cuando menos dará para un parque temático”, declaró a la revista Wired el legítimo padre de Homero Simpson, seguramente presa de la misma lógica que años antes le llevó a creer que sería Bart, antes que Homero, quien alcanzara fama planetaria. Pero el futuro casi nunca es como lo pintan, amén de que no siempre se antoja ir hacia allá. ¿Qué tendría que haber en un parque temático dedicado a Futurama que no decepcionase a sus visitantes? Y he ahí el problema con los parques temáticos, que en esencia son todos iguales, amén de requerir cantidades industriales de niños para operar como una verdadera fábrica de dinero.

“Niños, propios o disecados”, reza el viejo refrán, que según la opinión de varios terminantes incluye especialmente a los adultos prestos a aniñarse a la menor provocación. Es tarde, sin embargo, para disecarme. Nada más poner pie en el Parque Astérix, treinta kilómetros al norte de París, me toma por asalto una comezón que temo comparable a la de aquellos galos irreductibles que resisten ahora y siempre al invasor, al punto de creer que lo que Julio César hizo durante los primeros años de la era cristiana es nada comparado con lo que Mickey Mouse ha hecho durante el último medio siglo. No muy lejos de aquí, Eurodisney ataca por cielo, mar y tierra, y ello es otra razón para pelear.

Quienes hasta hoy somos adeptos entusiastas a las andanzas de los galos irreductibles, encontramos en ellos un humorismo fino del que Disney, Inc. parece entender poco, aun si más de una vez sus guionistas han llegado a copiarlo desfachatadamente. Nada parece ser lo suficientemente grave en Astérix para desbaratar la sonrisa de sus lectores, empezando por las peleas bíblicas que entablan sus protagonistas contra los invasores romanos, en las cuales jamás ha habido un solo muerto, y menos una gota de sangre. Proliferan, en cambio, los hematomas, y ello da a los guerreros un especial placer en partirle la crisma al enemigo, al cual derrotarán inopinadamente, con o sin la poción mágica del druida Panoramix. Y ahí está la cuestión, basta que un seguidor del trabajo de Uderzo y Goscinny toque el tema de Astérix o Lucky Luke para que en su cabeza crezca un parque temático y no pare de hablar sobre el apasionante asunto.

Dormir en el Hotel de los tres buhos, justo al lado del parque temático, es hacerse un poquito a la idea de que se ha penetrado en la historieta. Camina uno entre niños armados con cascos, espadas y escudos que corretean por cada rincón, y más que verdaderos deseos de disecarlos se sienten ganas de alcanzar de regreso su tamaño y lanzarse a pelear por Tutatis y Belenos. En especial si viene uno del parque y trae cargando un par de kilos de mercancía cuya compra no supo ni quiso resistir. ¿Cómo va uno a dejar en el estante el juego de ajedrez donde ya no pelean blancas contra negras, sino galos irreductibles versus romanos arrogantes? ¿Quién, que se haya metido en la historieta, querría salir de ahí sin una camiseta de Obélix?

Por más montañas rusas que ostente, un parque dedicado a Astérix siempre se quedará corto frente a las aventuras que lo inspiran, pero de pronto a uno le basta con los guiños, que aquí son pródigos y cariñosos. Territorio fanático, se entiende, pero es lo que se espera a partir de la recreación de un mundillo ilustrado con atención estricta a los detalles (¿cómo, de otra manera, podrían hacer frente a Mickey Mouse?) Es verdad que una visita entera al parque de Astérix no logra superar a un solo capítulo de la serie, básicamente porque el trabajo de Uderzo y Goscinny peca de insuperable, pero uno se contenta con estar ahí, envidiando su infancia, pujando inútilmente por recobrarla, quemándose los euros en chucherías tan inútiles como tentadoras y yendo como un niño por la aldea que tantas veces visitó en el papel.

Es posible que todos los parques temáticos sean la misma cosa, y que baste poner a Homero en el sitio de Mickey para que Disneyland se torne Simpsonworld, pues finalmente es uno quien pone de su parte para hacer que el engaño gane cuerpo y espíritu. Perpetro, en todo caso, estas palabras por el puro placer de resistir ahora y siempre al invasor, y con el solo miedo de que el cielo me caiga encima. Tómenlo como un guiño, galos honorarios.

Leer más
profile avatar
2 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Terrorismo

La recopilación de portadas de periódicos españoles sobre el veredicto de los atentados del 11-M en Madrid que viene con mi post fue hecha por el sitio el Periodista Digital. Creo que no necesita una palabra más: el conjunto pinta la dificultad de la opinión periodística frente a lo que es ya un “caso cerrado” como lo escribe La Vanguardia.

Claro que a la locura de ciertos periódicos (El Mundo hablaba de una investigación ahora “más abierta que nunca”) corresponde al comportamiento del Partido Popular. El sitio de El País pone en línea un documento PDF (cuidado tiene 237 páginas y roza los 5 MB) con las preguntas parlamentarias del partido de oposición sobre el vínculo entre los atentados y la banda terrorista ETA. Algo imposible de borrar y que pone en duda la credibilidad del partido de oposición si uno toma en cuenta lo que es el terrorismo: una acción con afán de múltiples ecos.

Acabo de leer El terrorismo y sus etiquetas (Espasa) de Arcadi Espada, un columnista supongo incómodo en el diario El Mundo por su rigor frente al terrorismo. “Una regla principal es la de no responder a los discursos terroristas, escribe Espada. Responder es ya una forma de obedecer y, sobre todo, de aportar sentido al anacoluto terrorista.” Si no se debe responder, claro (pues uno está fuera del mundo de la razón con la destrucción de vidas inocentes), tampoco se puede aprovechar del terrorismo para sembrar sospechas de complicidad o encubrimiento.

La tesis de Arcadi Espada, que comparto, es que la distancia del comentarista del terror, la naturaleza del terrorismo y sus causas no son conceptos que hay que analizar en el momento de hablar de terrorismo. El contrario del terrorismo es la convivencia democrática. Son dos polos distintos. Pero no son dos caras de una misma moneda de la democracia (el con violencia y el sin violencia). Espada: “El terrorismo tiene una complejidad irrisoria. Lo complejo es la democracia. Pasa como con el cáncer con la vida”. 

Leer más
profile avatar
2 de noviembre de 2007
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.