Pasan los días -ya podemos hablar de una semana- y todo parece indicar que Francia dispone de un texto inédito del poeta que encarna de manera carismática su poesía: Arthur Rimbaud (1854-1891). Es poca cosa, una cortita prosa escrita a los 16 años. Pero Rimbaud es el poeta que dinamitó a la poesía formal con sus "pequeños poemas en prosa" y se reconoce claramente al artista en lo que es un texto de desprecio irónico sobre Bismarck, el jefe del gobierno alemán, en el momento de la victoria alemana sobre Francia en la guerra de 1870. El hallazgo es puramente casual y genuino tal como lo contó toda la prensa pero esta vez, esta vez, sí, se toma la noticia tal como la cuenta Le Figaro con extrema cautela.
Hay que explicar la mezcla de fascinación y de prudencia que produce la noticia. Rimbaud es un caso aparte en las letras francesas por su talento, su frescura pero sobre todo por su jubilación muy anticipada. El mejor poeta francés es un poeta que renunció a la poesía. Tal como lo dice Verlaine, al final de su vida, Rimbaud "no hizo otra cosa que viajar de manera terrible y morir todavía muy joven". Por eso existe la obsesión de encontrar algo (fotografías, textos, cartas, testimonios) del que huyó de su propio arte. Hay en Francia una arqueología del pasado de Rimbaud que tiene una dimensión industrial. Y claro, cualquier industria tiene sus fallos. En 1949, una mala broma, muy bien hecha, se terminó con la publicación por Le Mercure de France de un inédito de Rimbaud de 34 páginas, La chasse spirituelle (la caza espiritual). Nunca fue posible establecer el autor del texto apócrifo que se encuentra todavía en tiendas de libros usados. Fue André Breton quien denunció a la obra falsa. Desde entonces, existe una sola consigna: cuidado con Rimbaud.
Cuidado, no se puede ignorar que el periódico L'union-L'ardennais publicó a principio de mayo la noticia de la aparición de un texto inédito del poeta en un viejo número del diario Le progrès des Ardennes con fecha del 25 de noviembre de 1870. Cuidado, pues el periódico apareció entre las manos de un cineasta, Patrick Taliercio, que prepara un documental sobre Rimbaud. Pero por otra parte no se puede negar que este texto, "Le rêve de Bismarck" (el sueño de Bismarck), fue descrito en una carta de un amigo de Rimbaud y que su firma, Jean Baudry, es un seudónimo utilizado por el poeta. El vendedor del viejo diario, desesperado, entregó su testimonio, reconociendo la venta por unos euros de lo que vale decenas de millares de euros: el primer texto publicado por Rimbaud! Aquí está:
"C'est le soir. Sous sa tente, pleine de silence et de rêve, Bismarck, un doigt sur la carte de France, médite; de son immense pipe s'échappe un filet bleu.
Bismarck médite. Son petit index crochu chemine, sur le vélin, du Rhin à la Moselle, de la Moselle à la Seine; de l'ongle, il a rayé imperceptiblement le papier autour de Strasbourg : il passe outre.
A Sarrebruck, à Wissembourg, à Woerth, à Sedan, il tressaille, le petit doigt crochu: il caresse Nancy, égratigne Bitche et Phalsbourg, raie Metz, trace sur les frontières de petites lignes brisées, -et s'arrête...
Triomphant, Bismarck a couvert de son index l'Alsace et la Lorraine ! -Oh ! sous son crâne jaune, quels délires d'avare ! Quels délicieux nuages de fumée répand sa pipe bienheureuse!...
Bismarck médite. Tiens! un gros point noir semble arrêter l'index frétillant. C'est Paris.
Donc, le petit ongle mauvais, de rayer, de rayer le papier, de ci, de là, avec rage, -enfin, de s'arrêter... Le doigt reste là, moitié plié, immobile.
Paris! Paris! -Puis, le bonhomme a tant rêvé l'œil ouvert, que, doucement, la somnolence s'empare de lui: son front se penche vers le papier; machinalement, le fourneau de sa pipe, échappée à ses lèvres, s'abat sur le vilain point noir...
Hi! povero! en abandonnant sa pauvre tête, son nez, le nez de M. Otto de Bismarck, s'est plongé dans le fourneau ardent... Hi! povero! va povero ! dans le fourneau incandescent de la pipe..., Hi! povero ! Son index était sur Paris!... Fini, le rêve glorieux!
Il était si fin, si spirituel, si heureux, ce nez de vieux premier diplomate ! -Cachez, cachez ce nez!...
Eh bien! mon cher, quand, pour partager la choucroute royale, vous rentrerez au palais
(Faltan unas líneas)
Voilà! fallait pas rêvasser!"
Firma: Jean Baudry