Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

El fin del bufón

El suicidio de David Foster Wallace, autor de Infinite Jest -una novela enorme, y no sólo por el tamaño: por su ambición, por su humor, por su desesperación- me dejó girando sobre mi eje como un trompo. Foster Wallace escribió Jest al despuntar los años noventa. Por aquel entonces creía fervientemente en el poder del lenguaje para reinventar la realidad desde adentro: existen pocas novelas más exuberantes, más glosolálicas que Jest. El gesto de rebeldía fue una bofetada doble: sacudió de ida a los escritores que habían renunciado a interpelar al mundo, y de revés al mundo mismo, cuya agenda dejó hace mucho de ser dictada por los artistas -con las tristes consecuencias que son de público dominio. Sin embargo el narrador de su última colección de cuentos, Oblivion, parece haber perdido la fe en en la capacidad transformadora de su arte. En el relato Good Old Neon se lee esta confesión de impotencia: ‘Lo que ocurre adentro simplemente es demasiado rápido y enorme e interconectado para que las palabras hagan otra cosa que garabatear una mínima parte de un instante dado'.

¿Qué ocurrió entonces, pues? ¿Qué fue lo que marcó la diferencia entre el Foster Wallace hiperkinético de Jest y el Foster Wallace que se colgó en su casa de California? Es fácil decir: ocurrió el 11 de septiembre. /upload/fotos/blogs_entradas/infinite_jest_med.jpgEn todo caso, creo que más terrible que el 11 de septiembre -un acto terrible, nadie lo pone en duda- fueron sus consecuencias. Hoy resultaría más adecuado escribir Infinite Tragedy que Infinite Jest, porque a la luz de Guantánamo y del Patriot Act la realidad, sin dejar de ser maníaca, le ha quitado a uno las ganas de reírse. Yo supongo que la repentina fama de Sarah Palin representará un manantial para los humoristas: después de todo, se trata de una mujer que sólo cree en la ciencia previa a Darwin y que dice encontrar placer masacrando alces desde un helicóptero. Pero cuando pienso que es probable que Palin llegue a ser presidenta de la nación más poderosa del planeta (¡y pensar que creíamos que el bruto era W!), la risa se me congela en la garganta.

A fines de 2007, Foster Wallace respondió a una encuesta de la revista The Atlantic sobre ‘el futuro de la idea americana'. Allí sostenía que ‘una vulnerabilidad básica ante el terrorismo es parte del precio de la idea americana'; ¿o acaso no se acepta naturalmente que mueran 40.000 personas al año como precio por la conveniencia del automóvil a motor? ‘Una república democrática no puede protegerse ciento por ciento (del terrorismo) sin subvertir los mismos principios que la hicieron digna de protección', escribió allí. Y sobre el final se preguntaba: ‘¿Nos hemos vuelto tan mezquinos y asustados que ni siquiera queremos considerar la posibilidad de que algunas cosas sean más importantes que la seguridad?'

Ignoro qué pasó dentro de la cabeza -ese ‘amo terrible', como la mentó en un discurso- de David Foster Wallace. Y tampoco me conciernen los detalles de su vida privada. Pero sería necio de mi parte pretender que esa muerte que eligió, tan llamativamente desprovista de humor (en todo caso decidió colgarse como Cordelia, la hija bienamada de Lear que entregó la vida para salvar a su padre), no debe ser leida en el marco de lo que ocurre hoy en la sociedad que lo engendró.

En su novela más importante, Infinite Jest es el nombre de una película tan entretenida que deja catatónicos a aquellos que la ven -un film al que, lejos de evitar, todos quieren conseguir. Déjenme creer que David Foster Wallace ya no quiso ser entretenido hasta la muerte, entre imágenes del tornado Ike, American Idol y las viejas fotos de Sarah Palin ganando concursos de belleza. (Esta gente no tiene límites: ¡no van a parar hasta consagrar presidenta a una ex Miss America!) Y que por eso decidió irse de ese modo tan opaco, tan poco ocurrente: porque ya no quería entretener ni ser entretenido, porque no quería llegar al extremo de necesitar de un canal de TV como The Suffering Chanel -una de las ocurrencias de Oblivion- para lograr algo parecido a un sentimiento intenso.

En lo que a mí respecta, cualquier tipo que ama a Shakespeare y escribe en una revista de cocina para defender la causa de las langostas (cuando se las hierve vivas ‘las langostas pueden sufrir y preferirían no hacerlo'), se merece el más profundo de mis respetos.

Leer más
profile avatar
16 de septiembre de 2008
Blogs de autor

¡Noticia!: ¡La vejez es una enfermedad!

Rafael Argullol: Esto me hace recordar algunas noticias que han salido este verano que son muy jugosas, y todas ellas aparecidas en los suplementos o bien de ciencia o bien de salud, o en las informaciones sobre grandes acontecimientos científicos.

Delfín Agudelo: Cuéntame, pues, a qué noticia carnavalesca te refieres.

R. A.: Sin ir más lejos, el día 4 de septiembre ha aparecido en el periódico que la vejez no es un proceso natural como hemos creído a lo largo de miles de años, sino que es una enfermedad y que por tanto podemos curarnos de ella. Si un viejo lee el periódico y sobre todo lee los titulares y los subtitulares del periódico, llegará a la clara conclusión de que está definitivamente enfermo; un enfermo que ha sido tan estúpido que debió cuidarse un poco de tal manera que nunca hubiera llegado a viejo: que debió haber tomado los fármacos necesarios para no llegar a viejo. Esa noticia presentada en el principal periódico de la lengua española, a doble página, es una noticia que no sólo puede deprimir a mucha gente que se considera vieja, sino que altera en un tanto por ciento elevadísimo todo lo que es nuestra cultura, nuestra herencia, nuestra idea de que en la vejez se compensaba a través de la serenidad y el equilibrio las pasiones un poco caóticas de la adolescencia o pubertad. Todo esto queda desfigurado porque en definitiva el lector, si no tiene un prisma un poco crítico, se considerará un idiota por no haber afrontado eso.

Leer más
profile avatar
16 de septiembre de 2008
Blogs de autor

V. Viejo cine negro

El día que secuestraron a Fernando Martí,  el vehículo blindado que traía al muchacho de la escuela se acercaba al estadio de la Ciudad Universitaria, en busca del Periférico Sur, cuando un retén de unos 15 hombres, todos con armas largas y chalecos, lo detuvo bajo pretexto de una revisión. Se trataba de policías organizados en la banda de la Flor, que se distingue porque asfixia a sus víctimas con bolsas de plástico, y deja un crisantemo sobre sus cadáveres, estilo de dejar una marca copiado de algún viejo film de cine negro.

Una frase del empresario Alejandro Martí, visto ahora como un héroe por la ciudadanía, se convirtió en el lema de las marchas que se repitieron por todo México: "si no pueden, que renuncien". Y una de las mantas portadas por los manifestantes, le puso un corolario: "no hacer nada, también es corrupción". Las autoridades, a la cabeza de ellas el presidente Calderón, están siendo señaladas de hacer las cosas mal, o no hacer lo suficiente para proteger a la gente.

Y la guerra parece lejos de tener fin. El amigo colombiano con el que comento mis impresiones de este paso mío por México, sólo me dice: "esa película aquí ya la hemos visto". Una película de horror.

Leer más
profile avatar
16 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Dos izquierdas

En el número de septiembre/octubre de Foreign Affairs (casi nada es accesible en el sitio de la revista) se encuentra el ineludible informe sobre la agenda del próximo presidente de EE. UU. ¿Qué hará? ¿Qué puede hacer? ¿Qué debe hacer? Son las problemáticas de siempre más tres voces desde afuera. Yoichi Funabashi, el editor en jefe del diario japonés Asahi Shinbum pide un diálogo más profundo con Pekín y Tokio, y unas organizaciones transnacionales más potentes. El investigador francés Dominique Moisi llama a la reconstrucción del "sueño americano". Y por fin, el mexicano Jorge Castañeda pide un intento de arreglo del legado espantoso de la política de George Bush en sus relaciones con América Latina.

Con su clásico talento para la síntesis, Castañeda, profesor de la New York University y ex (¿futuro?) candidato a la presidencia de su país, destaca cuatro desafíos para la nueva administración en Washington.

1) Preparar la sucesión o transición en Cuba.

2) Reformar la política de inmigración a EE.UU. tan importante para muchos países de América Latina.

3) Enfrentarse al auge de dos izquierdas distintas en América Latina.

4) Elaborar una alternativa al probable fracaso del acuerdo de libre-comercio entre EE.UU. y Colombia en el congreso de Washington.

Más de la misma historia, sí.  Con una diferencia: las dos izquierdas que plantean un panorama difícil para Washington cuya cercanía con una supondría alejarse de la otra. Castañeda apunta con mucha claridad que la izquierda autoritaria, estatista, que intenta implementar una democracia directa desde el poder en Bolivia, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, etc., y la que manda en democracias más representativas en Brasil, Chile, Uruguay y México tiene dos diferencias clave. Son, por parte de la primera izquierda, la voluntad de exportar su modelo revolucionario y de culpar a EE. UU de todas las dificultades del continente cuando la segunda izquierda se mantiene más tímida, concentrando su acción dentro de su propio territorio.

Lo que hay que añadir a esta lúcida visión de Castañeda es el crecimiento preocupante del enfrentamiento entre estas izquierdas. De un país al otro, o dentro de un país. En unos días, las noticias configuran un panorama demoledor:

Lula da Silva, el presidente de Brasil, proclama su rechazo de una posible ruptura institucional en Bolivia (aparentemente tanto por el gobierno como por la oposición).

Católicos (que no son todos de derecha) protestan contra la constitución que quiere implementar el presidente Correa en Ecuador.

/upload/fotos/blogs_entradas/imagen_de_la_marcha_celebrada_en_santa_cruz_para_pedir_unidad_med.jpgLos opositores a Evo Morales en Bolivia (que tampoco son todos de Bolivia) levantarán los bloques de carreteras sin que se solucione la crisis que provocó más de 30 muertos en los últimos días. Evo Morales culpa a sicarios de países vecinos por los muertos.

Encapuchados chocan, en nombre de los desaparecidos, con la policía del régimen presidido por la presidente Bachelet.

No hay que juntar a estas informaciones recientes con la polarización política en Venezuela, las tensiones en Argentina o la voluntad del presidente Chávez de intervenir, si es necesario, en Bolivia son sus soldados (retórica, sí, pero...) para entender que se produce algo nuevo en América Latina: un enfrentamiento ahora abierto entre dos izquierdas. Dos visiones que no saben convivir en muchos países. Y el intento de exportar la revolución por parte de la izquierda promovida y apoyada por Chávez no suaviza el panorama. Tenemos a dos izquierdas que podrían enfrentarse sin necesitar a Washington.

Leer más
profile avatar
15 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Álvaro Enrigue: Yo somos varios

La familia literaria a la que pertenece Vidas perpendiculares, la nueva novela del escritor mexicano Álvaro Enrigue, es amplia y de alcurnia. Se puede mencionar a Jorge Luis Borges (en especial "Funes el memorioso" y "El inmortal"), el inglés David Mitchell (Ghostwritten) y Mario González Suárez (por el tema de la infancia como terror). La lista podría extenderse, pero basten esos nombres para hablar de la capacidad que tiene la novela de Enrigue para sugerir, para presentarse como un texto capaz de convocar a muchos otros textos. Si la literatura es, sobre todo, el arte de construir un código cifrado sobre la base de otros múltiples códigos cifrados, entonces Enrigue sale más que airoso del desafío que se ha impuesto.

Vidas perpendiculares es la historia de una "monstruosidad". Así como el Funes de Borges es capaz de ahogarse recordándolo todo, el Jerónimo Rodríguez de Enrigue sufre debido a la memoria de sus "sucesivas resucitaciones". Jerónimo ha sido muchos hombres (y mujeres) en otras vidas a lo largo de la historia; de niño, sabe lo que otros de su edad no: "toda la gama de los olores y formas que puede tener una vagina o el agarroso sabor del semen en la boca, el crujido de la espina dorsal cuando se arranca de tajo una cabeza, los límites precisos del dolor humano y lo que se necesita para infligirlo". Sexo y violencia: coordenadas, aquí, de todas las vidas "perpendiculares" de Jerónimo, y por ello imprescindibles para entender la condición humana.

En la contratapa de la novela se sugieren algunas pistas de lectura. Estaríamos frente a una "novela cuántica", pues en su poética se establecería una simultaneidad de tiempos y espacios y una modificación continua de narradores y géneros literarios. Estoy seguro de que el concepto "novela cuántica" no durará mucho más de lo que dura el verano, o el otoño. Con todo, la poética está bien definida, siempre y cuando se entienda que el proyecto de Enrigue no es necesariamente una nueva formulación. Lo interesante de Vidas perpendiculares no está ni en la simultaneidad espacio-temporal propuesta, ni en el cambio de narradores o en el díalogo que se establece entre el cuento y la novela -algo que ya aparece en un libro de cuentos de Enrigue, Hipotermia, y que supo ver bien Guadalupe Nettel en su reseña--, sino en la tensión que existe entre novela realista y fantástica. Si "Funes", por volver al ejemplo citado anteriormente, es un texto fantástico sin ambages, la novela de Enrigue se puede leer a ratos en clave realista y otros ratos en clave fantástica. Incluso el texto llega a sugerir -aunque esto no se desarrolla- que todo puede ser un constructo artificial (las "vidas" que recuerda Jerónimo serían tan solo "prótesis recogidas" en las bibliotecas que ha frecuentado), con lo que la novela parecería decantarse por una lectura realista. La conclusión de Enrigue sería entonces que la realidad es más bien fantástica (con lo que desaparece la tensión mencionada). Y podríamos, a partir de esta novela, leer "Funes" como un cuento realista. Todo esto no es más que especulación: buena parte de la fuerza del texto deriva de su capacidad para no prestarse a una lectura unívoca (este lector se resiste al vicio crítico de decantarse por una entre varias posibilidades).

Lo mejor de la novela está en la recreación de la infancia de Jerónimo en un pueblo de Jalisco en la primera mitad del siglo XX. Sometido por un padre asturiano autoritario, desterrado a vivir con la servidumbre, Jerónimo es un niño raro que vive sus primeros años bajo el reino del miedo. Ese miedo es uno de los puntos de contacto entre la vida presente de Jerónimo y sus vidas pasadas. Jerónimo puede oler el miedo cuando está cerca de su padre de la misma forma en que lo hace cuando forma parte de una tribu prehistórica o se halla viviendo en pleno siglo XVII napolitano. Enrigue narra las cinco vidas pasadas de Jerónimo con un gran poder evocativo, y logra vincularlas a través del amor que en ellas buscan los personajes -un amor plagado de sexo y violencia--, pero falta tensión narrativa en algunas de estas historias. Las "vidas perpendiculares" interesan a ratos, pero no conmueven ni fascinan de la misma manera que el terror doméstico del Jerónimo del presente de la novela. Hay, sí, páginas magistrales dedicadas a Quevedo.

¿Qué es el cerebro de Jerónimo? "Un atascadero de monstruos". ¿Qué es una imposibilidad? "Un hombre del que se podía depender sin esperar dolor a cambio". ¿Una filosofía de vida? "Tanto a los cuatro años como a los cuarenta, es mejor -o cuando menos más realista-perseguir lagartijas que presidir congresos". Enrigue es un magnífico prosista, siempre a la caza de la frase feliz, inteligente, y tiene un sentido del humor muy sutil. En Vidas perpendiculares se le han escapado algunas lagartijas, pero el resultado es, cuando menos, admirable.

(Letras Libres, septiembre 2008)

 

Leer más
profile avatar
15 de septiembre de 2008
Blogs de autor

El primer día de colegio

Primer día de colegio. Estamos asistiendo al desfile de los padres famosos llevando a sus hijos este primer día de colegio. Lo que no sabemos es si luego también van a recogerlos. Pero, bueno, ahí están, son los protagonistas porque apenas nos fijamos en los niños. Nos quedamos con las sonrisas de los padres, contentos porque saben que ellos se pueden marchar. Nos quedamos con sus atuendos, que nos dicen si estos padres se van directamente al trabajo o si se vuelven a casa, si el horario de sus vidas es o no flexible, si son artistas o empresarios.

Los padres con el pequeño de la mano siempre llegan andando al colegio desde algún lugar inconcreto, como si viviesen a dos pasos de allí o como si hubiesen aparcado un poco lejos para que los viésemos llegar. Nos preguntamos si se repetirá la misma operación todos los días o si con este primero se cumple para los restos. Y afortunadamente los tiempos cambian: no se ve a ningún niño llorando. En mi infancia nos tenían que meter a la fuerza, tirando de nosotros, algunos se ponían morados del berrinche. Era un espectáculo de pura rebeldía porque nos queríamos volver con nuestra madre a casa, donde nadie intentaba enseñarnos nada.

Aunque a decir verdad, los colegios son noticia cuando los adultos se acercan por allí el primer día de colegio y el día de las votaciones cuando funcionan como colegios electorales.

Leer más
profile avatar
15 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Bonifacio Cruz Santiago y Alfonso Cruz Cruz

En la mañana del 7 de febrero de 2008 ambos acudieron al despacho de Raymundo Olivares Díaz, ex-líder de los comuneros y síndico procurador de la alcaldía de Chimalhuacán, estado de México. Eran padre e hijo. Bonifacio, director del semanario El Real, y Alfonso redactor jefe del mismo periódico. Ese día estuvieron esperando afuera del edificio municipal donde se ubica la oficina del funcionario ausente. Sorpresivamente, dos sujetos llegaron y abrieron fuego sobre ambos periodistas. Las autoridades declararon que los mataron por "accidente", ya que los sicarios querían asesinar al síndico; versión que nunca se comprobó.

Leer más
profile avatar
15 de septiembre de 2008
Blogs de autor

Woody Allen, Pavese, Vila-Matas y las ciudades

La literatura necesita de los provincianos, dice Pavese. Todos somos provincianos, "el de las praderas va a hacer de provinciano a Nueva York, y el de Nueva York, a Europa". Y hace mucho que el europeo es un provinciano en Nueva York. Pavese fue un provinciano que no supo alejarse de su pueblo, de las colinas de su infancia. Su largo viaje fue Turín. Al amante de la literatura americana siempre le quedará New York. La soledad de NY parece más atractiva que la de una ciudad de la posguerra europea. Nunca hay posguerra en la ciudad de Woody Allen. Ni el Once de Septiembre, con su doloroso agujero, se acerca a los paisajes europeos de después de la batalla.

Al amante de la literatura americana siempre le quedará New York. La soledad de NY parece más atractiva

"La ciudad nos da símbolos así como la campiña nos da frutos", decía Pavese. Hemos conocido muchos de los símbolos de la ciudad por el cine de Woody Allen, provinciano en Europa, y uno de los culpables de nuestra seducción por esa ciudad forjada con símbolos.

Dejaron de importarnos los frutos de la campiña, nuestros paisajes fueron los rascacielos. Cambiamos la música del campo por la música del jazz. "Menos mal que a los mosquitos no les ha dado por tocar el saxofón", decía Ramón Gómez de la Serna, provinciano de Madrid, ciudad que podría ser feliz si no estuviera tomada por la crispación, como dice el barcelonés Vila-Matas. Otro que quiere vivir en Nueva York. Y terminará viviendo en París para pensar que debería vivir en Nueva York y soñar con una Barcelona que ya no es. No está contento Vila-Matas con su ciudad, la filmada por Woody Allen. Ignoro si el autor del Dietario voluble ha visto la película que sobre Barcelona, Oviedo y otras bonitas postales, retrata el viejo seductor de Manhattan en Vicky, Cristina, Barcelona, pero me gustará saber su opinión de probada cinefilia y de conocedor de una Barcelona que ya no era tan bona, que quizá era "despedazado anfiteatro de las nostalgias de una burguesía". No tan de moda, pero tan necesaria.

Película llena de símbolos urbanos, es decir, de tópicos. Mezcla de Gaudí, galerías, restaurantes, diseño, pa amb tomaca, vino blanco, vistas y parque Güell. Bella fauna, capaz de decir naderías profundas con intensidad. Artistas y yuppies suavemente rebeldes, entre el matrimonio y el sexo abierto con música de Paco de Lucía (?). Extranjeros cruzados con atormentados artistas a la española/barcelonesa. Un poco de Europa con regreso a Nueva York, pasando por Oviedo con unas gotas de románico. Ahora admiro más a Javier Bardem y Penélope Cruz, sólo dos grandes son capaces de salvar unos papeles tan insólitos, desgarrados, bilingües y de armas tomar.

Dice Vila-Matas que su ciudad es un parque temático para extranjeros, que "viene todo el mundo a cagarse en la calle y hasta les aplauden". En la película no hacen esas cosas. Hacen fotos artísticas. Toma el dinero y corre.

Artículo publicado en: El País, 14 de septiembre de 2008.

Leer más
profile avatar
15 de septiembre de 2008
Blogs de autor

El guiñol científico – filosófico

Como consecuencia de esta percepción en el salón de los Guermantes, el Narrador, anclado unos momentos atrás en la vivencia plena de un pasado (o al menos en la ilusión de ello), es ahora parte integrante de la matinée, decora con su presencia el "guiñol", a la vez científico y filosófico, que ésta constituye:

" M. d'Argencourt acababa de hacer este extraordinario "número", que constituía sin duda la imagen más emotiva en lo burlesco que guardaba de él, a la manera de un actor que vuelve por última vez a entrar en escena antes que caiga el telón en medio de las explosiones de risa...

En realidad era excesivo referirse a d'Argencourt como a un actor, pues desembarazado como ahora se encontraba de toda alma consciente, era como una muñeca agitada, adornada con una barba postiza de lana blanca, que yo le percibía en este salón, como en un guiñol a la vez científico y filosófico en el cual ilustraba, como en una oración fúnebre o un curso en la Sorbona, la vanidad de todas las cosas a la vez que servía de ejemplo de historia natural.

Muñecas sí, y que sólo podían ser identificadas a los seres que uno había conocido mediante una lectura de varios planos a la vez, situados tras ellas, y que les conferían profundidad; viejos fantoches que exigían al espíritu un esfuerzo, pues era necesario contemplarlos a la vez con los ojos y con la memoria." (923-924)

Leer más
profile avatar
15 de septiembre de 2008
Blogs de autor

El valor de lo veloz

/upload/fotos/blogs_entradas/ms_all_del_bien_y_el_mal_med.jpg"Lo que nos sale bien quisiéramos que fuese tenido por muy difícil", escribió Nietzsche en Más allá del bien y el mal. De hecho, cuando me pregunta algún amigo  -y no digamos los familiares- cuánto tiempo me ha costado pintar ese cuadro están esperando a que responda pocas horas  para, de inmediato, afianzar su predeterminado desdén. También aquello que se escribe en poco tiempo parece que posee poco valor. No puede valorarse solemnemente un vino si no es a través de su acumulación de años y esta ecuación que vale sólo para unos cuantos víveres, las catedrales o las pirámides de Egipto,  se erige en motivo general de respeto o estimación.  Lo que sale fácil, sale "demasiado" fácil. En  cambio, lo que se tarda en hacer -especialmente en arte- nunca se le reprocha "demasiado" tiempo. De ahí, por ejemplo, que la escritura del periodismo, necesariamente veloz, haya tardado tanto tiempo en ser apreciada. Y, además, durante tan pocos años. Ahora, en periodismo, importa cada vez menos escribir bien puesto que ya todos somos periodistas (fuera y dentro de la red), todos somos escritores en el ciberespacio y hasta el espacio total ha sido sustituido en los negocios, la vida o la profesión, por el patrón del tiempo.

Tanto es así que ya lo moroso va remitiendo a la vetustez y la velocidad constituye, por antonomasia, la marca contemporánea puesto que incluso buena parte del mundo del arte y de la creación incluidas las instalaciones el net-art, las performances, el videoclip, la publicidad o los telefilmes son artículos efímeros consecuentes con la brevedad de su producción y la aceleración de aprecio y su consumo.

Leer más
profile avatar
15 de septiembre de 2008
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.