Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Galería de espectros: el flâneur

Rafael Argullol: Hoy en mi galería de espectros he visto un espectro difuso, un espectro que puede ser el perfil de muchos espectros; el espectro del flâneur-

Delfín Agudelo: Sin duda te puedes estar refiriendo a ese ojo de la ciudad, o a ese homme de foules que es el flâneur de Baudelaire.

R.A.: Sí, alguien que no acaba de tener un nombre y un apellido, porque precisamente una de las características que Baudelaire supo ver en la nueva condición urbana era la de precisamente los nombres y los apellidos -esas identidades tan marcadas del mundo anterior, del mundo rural, del mundo feudal- quedaban difuminados en el nuevo oleaje de la multitud. Creo que el flâneur, ese hombre que se deja ir, que pasea pero dejándose ir por la ciudad, que se deja arrastrar por la marea de la ciudad, sin un propósito claramente determinado pero secretamente albergando muchos propósitos de captación del ritmo de la ciudad, es un personaje que a la fuerza está acompañado por ese otro gran protagonista de la ciudad que es la multitud. Si la multitud es el protagonista por excelencia de la nueva metrópolis, el flâneur sería el individuo que se mueve en medio de esa multitud buscando unas señas de identidad que cree desconocer, buscándolas pero como el náufrago va agarrado a la madera y dejándose arrastrar por la corriente, con una clara esperanza de salvación pero no sabiendo en qué esquina de la ciudad va a aparecer esa salvación. La experiencia del flâneur no será tanto esa esquina en la que encontrará reposo provisional sino que la experiencia del flâneur es aquello que le ocurre en la medida en que va agarrado de la madera en la corriente del oleaje, por el cual le arrastra la ciudad.

Leer más
profile avatar
27 de octubre de 2008
Blogs de autor

De tímido a taimado / II

II / Deleitosos martirios. 

Afirma Georges Bataille que el erotismo nace a partir de los interdictos. Por cada prohibición que anida en la cabeza del introvertido, debe de haber al menos un deleite que aguarda a ser debidamente ventilado. Si los desinhibidos se juran felizmente libres de atavismos, quienes crecimos tímidos atesoramos esos miedos idiotas como quien almacena cohetes chinos. Ya llegará la hora de quemarlos, se promete uno a solas en la penumbra, y entonces va a alumbrarse el cielo entero. Entre tanto, se vive en apariencia sometido por esas mismas bardas invisibles que algún día, con suerte, harán las veces de trampolines.

     Emboscarse detrás de temores que no terminan de explicarse, y de hecho con trabajos se manifiestan, es crearse un espacio clandestino donde todo se vale, por principio. Si otros cantan y bailan para mostrar que nada les amedrenta, el tímido se esmera en subir uno a uno los escalones de un escenario tan distante como sus sueños inconfesos. Tanto esconder los propios sentimientos le ha permitido dar albergue a ideas todavía más bochornosas, que para colmo se irán haciendo comunes conforme se las piense con mayor insistencia. Imposible contar la cantidad de virgos que se apilan al fondo de un alma intimidada por subjetividades circunstanciales u oscuras cicatrices traumáticas; bástenos con saber que están ahí para reventarlos y ello traerá placeres inenarrables.

     Es cierto que escribir es trabajo de tímidos -lisiados sociales, que diría Tom Jobim- como también el hecho de que a cada renglón se debilita un pelo la timidez. De pronto las palabras escritas, tachonadas, corregidas, aumentadas, cumplen una función similar a las pequeñas ruedas atornilladas a una bicicleta infantil. Si otros se atoran cuando hablan en público, y al hacerlo no pueden evitar sufrir una hecatombe emocional, quien escribe hace uso de premeditación, alevosía y ventaja para eludir con relativo éxito los peligros de la improvisación. Nadie nos asegura que una idea meditada y recompuesta está del todo libre de parecer estúpida, o serlo. Dos extremos opuestos aunque confundibles, según se teme el tímido, cuyas ideas más osadas ni él mismo está seguro de que sirvan para algo. ¿Que de raro tendría que la osadía fuese la kryptonita verde de la timidez?

     Si hubiera que clasificar a los mortales tímidos, valdría dividirlos en dos grupos: defensivos y ofensivos. Bajo un esquema razonablemente optimista, se trataría de dos fases diferentes. La primera, infantil de raíz, consiste en aprender a sobrevivir a las extroversiones ajenas, como esos niños educados a golpes de cara caliente; la segunda es, diríase, puro y duro erotismo redentor, pues consiste ya no en agazaparse tras las bardas, como en ir enseñándose a brincárselas. Todo tímido es, en el fondo torcido de sus aprehensiones, un exhibicionista potencial. La clase de individuo que aprende a disfrutar de lo que antes solía martirizarlo.

     La condición de tímido es también una suerte de escasez, y como tal invita a la voracidad. Seguir ese camino es inventarse un curso de autoayuda pleno de recompensas automáticas. Pensemos en aquellos yonquis de la terapia grupal que al ver llegar su turno se desgarran como una plañidera en psilocibina. Momentos estelares de ese calibre son oportunidades ya no para ayudarse, sino para enviciarse. ¿No era aquella muchacha retraída y huidiza la que baila en pelota sobre la mesa? Cuidado con los tímidos, que no callan por nada. En el primer descuido podrían tomarlo todo.

Leer más
profile avatar
27 de octubre de 2008
Blogs de autor

VI. No hay cambio de piel

Termino esta serie acerca de Carlos Fuentes, pero habré de seguir otra vez porque tengo bastante  más que decir, con mis respuestas a los dos últimas preguntas de la periodista del diario Reforma de la ciudad de México, Silvia Isabel Gámez:

Cabrera Infante dijo en una entrevista, socarrón, que estaba endeudado con Fuentes porque le permitió saber que existían las máquinas de afeitar sin cables, con pilas. ¿Tiene usted alguna deuda así de confesable, de vida o literaria, con Fuentes?

/upload/fotos/blogs_entradas/castigo_divino_med.jpgMe enseñó que puede estar ocupado en mil cosas y de pronto, saca del sombrero el conejo de la generosidad: en el año 1998, el mismo día en que iba Fuentes a recibir en Alcalá de Henares el Premio Cervantes, apareció una página entera en El País con un entusiasta comentario suyo sobre mi novela Castigo Divino, que yo estaba presentando en Madrid. Eso es mucho más que la rasuradora sin cables.

Para terminar el retrato, y ya no fatigarlo, dígame: ¿qué cree que permanece oculto bajo el retrato público de Fuentes, qué aspecto del hombre no ha sido mostrado?

El dolor por la muerte de sus dos hijos, que es otra piel suya, y no hay cambio de piel en eso.  

Leer más
profile avatar
27 de octubre de 2008
Blogs de autor

The Velvet Underground & Nico

Hace poco descubrí este disco producido por Andy Warhol. Lo había comprado en Nueva York hacía años, como un encargo de Mauricio, un amigo que vive en Cochabamba, y ni siquiera me había llamado la atención la portada emblemática; se lo entregué a Mauricio y no le pedí que me lo copiara, como solía hacer con la música que me interesaba. Ahora que he vuelto a escuchar música como solía hacerlo en mis años de Berkeley, una recomendación de Liliana hizo que fuera a Best Buy a buscar el disco.

Sí, ya lo sé, llego tarde para alabarlo, pero lo cierto es que Velvet Underground & Nico es cada vez más relevante; su sensibilidad está muy presente en la cultura popular contemporánea, y ha influido no sólo en la música sino también en la literatura y en otras artes. El título de un libro de cuentos de Denis Johnson, Jesus' Son, sale de un verso de una de sus canciones, y el de una novela de William Gibson, All Tomorrow's Parties, está sacado del título de otra canción de este disco.  

Gracias a John Cale, The Velvet Underground & Nico logró su inconfundible sonido experimental. Las letras escandalosas de Lou Reed se llevaron los elogios –en “Heroin”, asistimos a la experiencia de un adicto a la heroína— e influyeron en múltiples grupos de rock, cada vez más dispuestos a tocar temas tabú, pero las baladas lánguidas, melancólicas y celebratorias no son menos importantes: sin hacer mucho ruido, “Sunday Morning” se ha convertido hoy en una de las canciones más clásicas de un disco lleno de canciones clásicas.

Leer más
profile avatar
26 de octubre de 2008
Blogs de autor

El presidente más poderoso

La barrera de la incredulidad sólo quedará abolida por las urnas. Es difícil para muchos, empezando por los propios norteamericanos, hacerse a la idea de que un país tan conservador va a elegir, por primera vez en su historia, a alguien perteneciente a su minoría a la vez más característica y más conflictiva. Y que lo hará frente a un candidato como John McCain, dotado de todas las características que han hecho triunfar a muchos norteamericanos: la rebeldía del maverick, el ganadero prototípico que no quiere marcar sus reses y mezclarlas con el rebaño; la valentía de un prisionero y héroe de guerra; la fiabilidad y el pedigree de quien pertenece a la aristocracia del dinero y de la milicia que han hecho grande a este país en el siglo XX. Pero esto es lo que va a suceder dentro de ocho días si no cambia el curso que llevan las cosas a lo largo de esta prolongada campaña. El debate ahora, en realidad, no es tanto sobre quién va a ganar, sino la dimensión de la victoria y los márgenes con que contará el nuevo presidente para dar un golpe de timón después de esos ocho años tirados al vertedero de la historia.

Una de las mayores paradojas de la etapa que ahora se cierra es que los estrategas que intentaron dirigirla quisieron convertirla en una especie de presidencia imperial, en la que los poderes del titular de la Casa Blanca se impusieran de forma definitiva sobre el legislativo y el judicial, hasta situarse incluso por encima de la propia Constitución. Dick Cheney, el ahora silencioso vicepresidente, ha sido el apóstol más ferviente de este proyecto, que ha afectado a las libertades ciudadanas, ha sido calificado por sus críticos como de dictatorial y ha producido muy serios desperfectos en la imagen y en la influencia de Estados Unidos en el mundo. No les faltaron a estos estrategas el apoyo intelectual de destacados juristas, partidarios de la interpretación llamada originalista de la Constitución americana, que proporciona al presidente salido de las urnas poderes y privilegios casi absolutos, en buena parte análogos a los que tenía el monarca británico, mediante una interpretación literal y sin márgenes de adaptación a los tiempos del texto constitucional. /upload/fotos/blogs_entradas/homenaje_en_la_casa_blanca_med.jpg

La cosecha de esta siembra neoconservadora terminará propiamente el martes 4 de noviembre, cuando los esfuerzos sean recompensados con resultados diametralmente opuestos a los buscados, incluidos la división y el declive dramáticos del Partido Republicano. Pero ahora mismo los neocons han obtenido ya un anticipo de estos frutos amargos salidos de su siembra: George W. Bush, el presidente que accedió a que se aplicaran en su mandato estas viejas ideas de marchamo absolutista, se ha convertido en su etapa final en el presidente más desprestigiado de la historia y el más debilitado como figura de Gobierno. La culminación de su desprestigio se ha producido con la crisis financiera y sus reiteradas e inútiles intervenciones para insuflar confianza en los mercados. Sólo faltaban las palabras de arrepentimiento de Alan Greenspan acerca de sus errores de apreciación sobre la desregulación financiera como guinda a esta trayectoria de fracaso y como legado tóxico para el candidato republicano John McCain. Son muchos quienes empiezan a calibrar si las turbulencias bursátiles no encontrarán un punto de inflexión en la fecha del 4 de noviembre, cuando por fin se sabrá quién va a mandar en el país más poderoso del planeta después de una etapa de desgobierno.

Así es como después del fracaso de la presidencia imperial, las urnas del 4 de noviembre pueden ofrecer una presidencia poderosa. No lo será si es McCain, secuestrado por el radicalismo neocon, con un partido republicano dividido y cansado y destinado a gobernar sin mayoría en el Congreso. Si vence Obama, en cambio, es altamente probable la renovación de la mayoría demócrata en las dos cámaras; y lo es incluso que sea cualificada en el Senado (60 senadores, es decir, tres quintas partes de la cámara) de forma que la oposición pierda el arma del filibusterismo, un mecanismo legal que permite prolongar un debate cuanto tiempo se desee con el fin de obstaculizar la aprobación de leyes o de nombramientos por parte del presidente.

Obama contará, además, con un amplio capital de simpatía y de prestigio, dentro y fuera de Estados Unidos. Dispondrá además de una coalición electoral sólidamente anclada en un Partido Demócrata con las distintas tendencias soldadas después de esta campaña y ampliada a los votantes independientes y a los nuevos republicanos de Obama, figura simétrica de los demócratas que en su día abandonaron a los candidatos de su partido y apoyaron a Reagan. Los intentos de dividir al bando progresista, azuzando el resentimiento de los partidarios de Bill y Hillary Clinton, se pueden dar por fracasados. El voto de las mujeres que combatieron por la emancipación femenina o el de los trabajadores blancos no seguirán definitivamente los señuelos lanzados por el candidato republicano, se llame Sarah Palin la candidata a la vicepresidencia, ahora totalmente desprestigiada, o Joe el Fontanero, el ciudadano de Ohio que McCain convirtió en símbolo de su política fiscal y cuya autenticidad también fue objeto de escrutinio y chanza.

La perspectiva de que Obama se convierta en un presidente fuerte y poderoso se ha convertido así en el actual argumento en el tramo final de campaña. Evitar que los demócratas acumulen tanto poder -la presidencia, las dos cámaras, el Supremo en el momento en que se produzcan renovaciones- es ahora el argumento último y desesperado para intentar una mayoría republicana que ahora se antoja imposible.

Leer más
profile avatar
26 de octubre de 2008
Blogs de autor

Nuevo México y Nevada

Esbozaré un corto cuadro recapitulativo de los estados de Nuevo México y Nevada -indecisos aún- y donde el 4 de noviembre la población hispana jugará un papel importante. Nos ayudará a comprender las elecciones ese día.

Como hemos repetido, este año, en el electorado general y entre los hispanos, el tema de la inmigración ha cobrado muy poca importancia. Los temas que cuentan son la economía, la educación y los gastos médicos. Además, la plataforma del Partido Republicano, dura con la inmigración, se encargó de alejar a cualquier hispano que simpatizara con sus posiciones.

Nuevo México y Nevada tienen sólo cinco colegios electorales cada uno. Es cierto que 10 colegios electorales aparentan no ser gran cosa, pero, probablemente, terminarán por ser decisivos, pues cada candidato acumula los colegios de cada estado como puede, sumando, hasta que el vencedor obtenga los 270 necesarios para ganar.

En Nuevo México, el 38% de los votantes es hispano y el estado ha votado, a veces, demócrata y, otras, republicano. En 2006, por ejemplo, Gore ganó por 366 votos; pero en 2004, Bush obtuvo la victoria por 6.000.

En las elecciones de 2004 los temas favorecían a los republicanos, pues se concentraban en la seguridad nacional y en lo que aquí se le llama temas sociales conservadores, como la prohibición del matrimonio gay y del aborto. Los hispanos católicos del estado tuvieron mucho que ver con esa victoria de Bush.

En Nevada, el 12% de los votantes es hispano y Bush ganó con relativa facilidad las elecciones en 2000 y en 2004.

Pero, los estrategas demócratas ven un elemento nuevo que podría hacer girar la dirección del viento.

Nevada ha visto un gran crecimiento poblacional en los últimos diez años. Se debe, en gran parte, al éxito renovado de la ciudad de Las Vegas, que ha atraído a muchos nuevos trabajadores a la región. Se cree que esos nuevos residentes votarán, en su mayoría, demócrata. 

Eso, sumado a la campaña general de inscripción, motor de la campaña de Obama, ha hecho que, desde las elecciones de 2004, el número de votantes hispanos inscritos de Nevada se haya duplicado, a 120,000. Ya veremos si tiene el resultado esperado.

Pero, más allá de todo lo escrito anteriormente, la pregunta que me hago es la siguiente, ¿Por qué, con una situación nacional e internacional favorable, añadida a las grandes sumas de dinero de las que dispone y a éstas cifras alentadoras entre los hispanos, los sondeos no dan todavía a Obama una mayoría abrumadora o por qué no logra, en éstos, una ventaja clara?

Creo que la respuesta indica que muchos electores del país no quieren votar por un negro.

Hoy, una encuesta de The New York Times afirma que un treinta por ciento de los electores dice que conoce a alguien que no votará por Obama debido a su raza. ¿Hablan de sí mismo?, ¿cómo se traducirá esa cifra en votos? Es una incógnita que sólo se revelará el cuatro de noviembre. 

 

Leer más
profile avatar
24 de octubre de 2008
Blogs de autor

Drogarse, doparse, alucinar

El dopaje hasta ahora ha sido cosa de deportistas. Parece que los ciclistas y atletas son los más controlados, por lo menos de cara al público. De los demás: futbolistas, tenistas, jinetes, corredores de motos y de coches, golfistas, toreros, etc. no se oye prácticamente nada en ese sentido. ¿No se dopan? ¿No les hacen pruebas? ¿No nos enteramos? A mí me da igual, no lo quiero saber. Me interesa más lo que se meten los intelectuales y científicos. Lo de los artistas es aparte. Ya sabemos que los poetas, pintores, escritores en general (no todos), músicos, siempre han estado cerca del alcohol y todo tipo de sustancias (según la época y circunstancias y lo que se tuviera a mano) sin disimulo alguno, más bien exhibiendo esta relación entre el cuerpo y el espíritu, entre lo que se es y lo que se puede llegar a ser con algo de ayuda. Lo que ocurre es que a esto siempre se le ha llamado lisa y llanamente "drogarse". Drogarse está más en relación con el éxtasis y el delirio y las llamadas drogas duras.

Lo del dopaje parece más suave, menos extravagante o antisocial. Cada cual nos dopamos con lo que podemos. Las farmacias están hasta los topes. El pastilleo es cosa de nuestro tiempo, antes lo eran las hierbas y brebajes. Nuestro cuerpo es química y parece que necesita más química. Pero no me quiero liar con esto, lo que quiero decir es que hay científicos que confiesan tomar medicamentos destinados a enfermos de alzheimer y demencia senil para rendir más intelectualmente. Ahora se busca potenciar la memoria, la concentración. Se busca ser más inteligente. Pero se discute si con lo que se sabe en este momento sobre el cerebro no será perjudicial forzar la maquinaria y llevarla a un proceso de deterioro más acelerado, o desequilibrarla. Algunos quieren ser más listos, ¿quién no quiere ser más listo y comprender mejor? O ¿quién no quiere ser más listo y sentirse superior al resto? ¿Merece la pena ser más listo?

Leer más
profile avatar
24 de octubre de 2008
Blogs de autor

Clase XXIII. El discurso indirecto

Como hemos visto hasta el momento, la forma más sencilla y habitual de que aparezca el personaje de viva voz en el relato es apelar al discurso directo. Este permite «escucharlo» sin (aparentemente) la intermediación del narrador, que se inhibe momentáneamente y ofrece la posibilidad de que sus personajes se manifiesten sin interferencias. Pero a veces es necesario que sea el narrador el que se encargue de decirnos lo que hablan los personajes. Actúa así como intermediario, gracias a la oratio oblicua, entre el personaje y nosotros. Se trata del discurso o estilo indirecto. En el habla coloquial es bastante frecuente pues quien cuenta una pequeña anécdota o situación se propone como intermediario de la voz de los otros participantes de dicha anécdota. «Me encontré con Javier y me dijo que no había podido ir a clase. Yo le pregunté que por qué y me contestó que estuvo enfermo.» Como podemos observar, aquí el narrador nos dice lo que dijo el otro, cuya voz queda así acoplada al discurso del narrador. El discurso indirecto es muy fácil de localizar pues siempre tiene el verbo y la partícula «dijo que». Naturalmente, ya lo sabemos, el verbo «decir» se puede cambiar por otro que indique lo mismo. Lo importante es que este vínculo le permite al narrador seguir manejando la situación sin perder las riendas y además avanzar con rapidez en ciertos tramos o pasajes del relato que de otro modo serían demasiado largos. Así, una de las ventajas del discurso o estilo indirecto es que permite acortar aquellos pasajes en los que el narrador elige pasar rápidamente, dándole preeminencia a otros, cuya importancia resulta mayor en la narración.

      «Aquel hombre me miró con desdén y dijo que él realmente no se fiaba de los músicos que iban mostrando su carnet del sindicato, como si este fuera algo importante para su oficio. Además, agregó que un carnet se lo podía hacer cualquiera.

      -Hasta yo mismo tengo uno. »

Observen la rotundidad de la frase final, que destaca de todo lo que ha dicho anteriormente el personaje en discurso indirecto. Ello es así porque se ha elegido una frase en discurso directo que se desprende del parlamento previo, otorgándole  mayor énfasis.

      «-- Yo no me fío de los músicos que van mostrando su carnet del sindicato, como si este fuera importante para su oficio. Además un carnet se lo puede hacer cualquiera. Hasta yo mismo tengo uno.»

Naturalmente, en el segundo ejemplo, llevado todo a discurso directo, se pierde la jerarquía de la frase al concederle a todo el parlamento del personaje el mismo nivel. Prueben ponerlo todo en discurso indirecto y verán que ocurre lo mismo. Este último permite además evitar uno de los grandes problemas de verosimilitud que tienen las narraciones que abusan del estilo directo: Es imposible trasladar la oralidad al lenguaje escrito sin que pierda en el trasvase parte de su esencia. Por ello, los buenos narradores saben que casi nunca deben apelar al discurso directo de forma masiva: prefieren usar el indirecto y salpimentarlo con el estilo directo para lograr una combinación más rica. A veces incluso se pasan fácilmente al siguiente discurso que veremos en quince días: el discurso o estilo indirecto libre.  

La propuesta de la semana

Como hemos hecho en otras ocasiones, esta vez no propondremos como consigna que nos envíen nada. Mas bien les solicitamos que busquen y cuelguen breves fragmentos de cuentos o novelas donde se use el discurso indirecto. Pueden ser párrafos de máximo diez o quince líneas. La razón es muy sencilla: antes de pedirles un nuevo texto, como haremos en la próxima clase, donde hablaremos del discurso indirecto libre, nos resulta importantísimo saber identificar sin lugar a dudas un discurso de este tipo, pues de lo contrario resultará muy difícil pasar a la siguiente lección y aplicar estos conocimientos tal y como haremos en  dicha consigna. Unos vez colgados los ejemplos, esperamos que sean punto de partida para comentar y debatir acerca de las ventajas y desventajas de estos dos tipos de discursos  vistos hasta el momento. Les recomendamos muy encarecidamente que lean (quienes tiene la oportunidad de encontrarlo) el libro de Javier Tomeo  Diálogos en re mayor.

Leer más
profile avatar
24 de octubre de 2008
Blogs de autor

Los pecados de nuestros padres

¿Alguna vez nos liberaremos de los pecados de nuestros padres?

Viendo en DVD la segunda temporada de la serie Deadwood, que recrea un momento especial de la historia de los Estados Unidos -el tránsito entre los núcleos humanos regidos por la ley del más fuerte y las ciudades-Estado modernas-, pensé inevitablemente en la Argentina seminal y, por añadidura, en el origen de todas nuestras naciones. /upload/fotos/blogs_entradas/deadwood_22_med.jpgHBO viene especializándose en estos relatos épicos que recrean sucesivas (re)fundaciones del mundo moderno: además de Deadwood, lo hizo también con Roma. (En algún sentido, The Wire narra el proceso inverso: el momento en que la ciudad-Estado moderna deja de funcionar y revierte a una condición casi salvaje, en la que nada pesa más -otra vez- que la ley del más fuerte o del más rico, que viene a ser la misma.)

Para los creadores de las series y también para los espectadores, se trata de un interesante ejercicio creativo: imaginar cómo deben haber sido aquellos tiempos y aquellas circunstancias del modo más realista posible, ahora que casi no existe censura en materia de temas, circunstancias y lenguaje (pocas series más mal habladas, violentas, plagadas de prostitutas, cafishios, estafadores, psicópatas y racistas que Deadwood); y por ende reinventando los géneros con que nos habituamos a ver relatos semejantes. Con la excepción de Yo, Claudio (y si se quiere, de la Calígula porno), nunca hubo un relato de togas y espadas más adulto que Roma. Deadwood también usa la parafernalia del género -en este caso, el western- para hablar del mundo de hoy. Y The Wire nos convence de que ya no tiene sentido hacer un policial si no atendemos a las causas sociales y políticas que están en la raiz de la mayoría de los crímenes.

/upload/fotos/blogs_entradas/rome_med.jpgSin duda alguna, los mundos alumbrados tanto en Roma como en Deadwood son crueles, y lo que los separa de sus previas encarnaciones nunca es más que una pátina de orden y civilidad. ¿Pero no han nacido todas nuestras naciones y nuestras ciudades de manera similar? ¿No se parece nuestra Historia a un largo listado de atrocidades -conquistas, esclavitud, guerras, traiciones, limpieza étnica, más guerras, nuevas formas de la esclavitud, injusticia social, represión, genocidios, más traiciones- que llevan al corolario pírrico del ordenamiento legal de una Nación?

Aunque los patrioteros pretendan lo contrario, no tenemos demasiado de qué enorgullecernos. Es verdad que podemos entender mejor que nunca las pasiones que movieron a los personajes de la Historia: hijos de un mundo aun más violento que el del orden natural, hicieron lo que pudieron, lo que sabían hacer, con los elementos que tenían a mano. Lo que me pregunto es si alguna vez nosotros haremos lo que podemos hacer, ¡lo que debemos hacer!, para dejar detrás este ordenamiento salvaje al que estamos sometidos y parir sociedades menos injustas, menos adictas al sacrificio de sus hijos.

En estos días de un mundo entregado a un sálvese quién pueda, necesitamos más que nunca renunciar a los pecados de nuestros padres.

Leer más
profile avatar
24 de octubre de 2008
Blogs de autor

Lampedusa, a orillas del Potomac

Todas las épocas tienen sus paradojas. Las paradojas de las épocas revolucionarias tienen que ver con la inmovilidad de las sociedades que las protagonizan. Lampedusa lo convirtió en fase lapidaria en boca del Príncipe de Salina, el Gatopardo. Se aplica y sucede con las revoluciones de todo signo. /upload/fotos/blogs_entradas/gatopardo331_med.jpgTambién con la que da sus coletazos estos días, la revolución neocon, variable de las revoluciones conservadoras que en el mundo han sido. La moralidad puede expresarse también de otra forma y sugiere una interpretación de la frase de Lampedusa distinta a la habitual: cuando se quiere producir un gran cambio se obtiene exactamente el efecto contrario, el regreso al punto de partida, el inmovilismo. O se le da el poder al adversario al que se había intentado borrar del mapa.

Ha sucedido con Rusia, en perspectiva: el comunismo ha parido uno de los capitalismos más salvajes y corruptos. Y les ha sucedido a los neocons en una medida que supera todos los excesos. Quisieron convertir el siglo XXI en el de la hegemonía norteamericana absoluta y han conseguido que sea el del principio del declive. Quisieron que la democracia se expandiera por el mundo árabe y han terminado reforzando a los grupos terroristas y a las autocracias. Quisieron fulminar a Sadam Husein y obtener los vítores del pueblo iraquí liberado y consiguieron sembrar el país árabe de guerras civiles. Quisieron contener la propagación de armas de destrucción masiva y consiguieron que Corea del Norte e Irán, por no hablar de Pakistán, aceleraran su carrera para obtenerlas. Quisieron convertirse en potencia hegemónica en Oriente Próximo, y ahora lo es la República Islámica de Irán. Quisieron someter las organizaciones internacionales a su dictado y han terminado inutilizándolas para actuar contra Rusia o China. Quisieron, entre muchas otras cosas más, implantar la hegemonía republicana para los próximos 40 años y lo que van a conseguir con gran probabilidad es la mayor hegemonía demócrata desde los años 60.

Lo ha advertido con precisión y alarma el mayor y mejor medio conservador de Estados Unidos, The Wall Street Journal, en un editorial titulado "A Liberal Supermajority", que se podría traducir como la ‘supermayoría de izquierdas o progresista'. Lo que está en juego el próximo 4 de noviembre no es tan sólo si el presidente será el liberal Obama o el conservador McCain, sino hasta dónde llegará el poder de este presidente progresista. Si a la victoria de Obama le acompaña una renovación de la mayoría demócrata en las dos cámaras, se tratará ya de un hito muy destacado. Si además la mayoría en el Senado alcanza los 60 senadores, el triunfo será entonces de los que marcan inmediatamente un gran viraje histórico. Con 60 senadores, tres quintas partes de los votos, la oposición pierde la posibilidad de utilizar el filibusterismo, una técnica de obstrucción del voto que permite dilatar sin límite la aprobación de una ley o de un nombramiento. Los dos quintos del Senado pueden estar al alcance del presidente sin necesidad de que su partido los tenga, pues puede atraer con facilidad los votos de diez senadores de la oposición que accedan a cortar el procedimiento de obstrucción.

Los sondeos no nos hablan tan sólo de la victoria de Obama, sino que indican que esta supermayoría progre está al alcance de la mano.

Leer más
profile avatar
24 de octubre de 2008
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.