Skip to main content
Category

Blogs de autor

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Un lugar llamado Oreja de perro en voz alta

micrófono abierto. Fuente: fundacioncivies¡Qué impredecibles son los anónimos! Cuando escribo posts con reseñas sobre mi libro, me mandan insultos diciéndome que me hago autobombo, que "ya basta de hablar de ti, mandril gago", etc. Y cuando dejo un par de días de postear sobre un libro llamado Un lugar llamado Oreja de perro, me mandan comentarios burlándose de mí, "ya no sale nada sobre tu libro, desmuelado" y cosas así. En fin, no sé cómo satisfacerlos. Pero juro que lo intento con todas mis fuerzas. Por eso, ya que me piden noticias sobre mí, les comento que me llegó hoy un email de Cristina Osorno, directora literaria de Casa América Catalunya, con la siguiente información:Entre líneas, leyendo a Iván ThaysCiclo Entre líneas: Nuevas voces de la literatura latinoamericana, una hora de lectura en voz alta para descubrir y difundir los actuales escritores latinoamericanos.Lectura de fragmentos de la novela Un lugar llamado Oreja de perro (Anagrama, 2008) del escritor peruano Iván Thays y con la cual fue finalista del Premio Herralde 2008. Thays nos presenta una novela triste en torno a la figura de un periodista con una dolorosa historia familiar que deambula por un remoto caserío de Perú. El reportero trata de cubrir la visita del presidente Alejandro Toledo, pero su ejercicio se mezcla con la violencia que no ha terminado, con la soledad, la crueldad y el olvido ensañados en el deprimido poblado de Oreja de perro.Fecha: 25 de febrero20:00 horasCasa Amèrica CatalunyaCalle Córcega 299, entresueloBarcelonaSolo me queda agradecerle a Cristina, desear estar presente en esa lectura con todas las fuerzas de mi mente ("El Secreto" dixit) y, especialmente, dejar satisfechos a mis siempre intrigantes e hiper pendientes de mí lectores anónimos.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Lady, I love you

  Espero  en un banco del Parque Central a unas amigas, que ya llevan media hora de retraso. Ha sido un día duro y tengo pocas ganas de conversar con alguien. Un muchacho -que no rebasa los veinte- se me sienta al lado. Habla pésimamente el inglés, pero lo usa para preguntarme de dónde vengo y si comprendo el español. En un primer impulso tengo ganas de decirle que se largue, que no estoy para jineteros a la caza de turistas, pero lo dejo avanzar en su fallida estrategia de seducción. No sabe que mi pálido pellejo lo he heredado de dos abuelos españoles, pero mi pasaporte es tan azul y nacional como el que tiene él. Si no fuera por su falsa apreciación de que soy extranjera, nunca se me acercaría. No soy un buen partido ?eso se ve a la legua- pero él calcula que aunque parezca una forastera pobre, al menos puedo generarle una visa para emigrar.  Llega a decirme, estimulado por mi mutismo: ?Lady, I love you? y después de semejante declaración de amor, no puedo seguir conteniendo la risa. Le apunto en mi peor slang centrohabanero ?No gastes balas conmigo, que soy cubiche?. Se levanta como si lo hubiera picado una bibijagua y se va insultándome. Lo escucho cuando exclama en voz alta ?esa flaca parece yuma, pero es de aquí y vale menos que la moneda nacional?. Mi día ha cambiado repentinamente  y empiezo a reírme sola en aquel banco, a pocos metros del Martí de mármol que adorna el parque. La revancha le llega rápido al frustrado Casanova. Una nórdica en bermudas pasa por su lado y él le repite el mismo estribillo que me soltó a mí. Ella sonríe y parece deslumbrada ante su juventud y sus trencitas que terminan en cuentas de colores. Los veo irse juntos, mientras el ágil mancebo le declara su amor, en una lengua de la que apenas conoce una docena de palabras.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Los espejismos del tiempo

 

La acción política se funda en una ilusión de la voluntad: somos actores de un mundo en transformación. Pero ¿qué ocurre cuando no podemos corregir el curso de los acontecimientos? ¿Nos damos por vencidos?

¿Y si los hechos del mundo fueran hechos acaecidos antes de nuestro nacimiento?

Lo que llamamos actualidad quizá sea el efecto visible de una acción cometida por individuos que fallecieron.

El presente sería entonces una deuda que no podemos cobrar.

La genealogía de los culpables se remonta a épocas inaccesibles.

Nadie pretendería retroceder en el tiempo para impedir la semilla del mal. Aunque si lo hiciera: ¿en qué tierra estéril la sembraría?

Se intenta, no obstante, remediar en vano lo que ocurre.

Es probable que la desesperación proceda de un defecto de percepción.

En realidad, cuando decimos "eso está ocurriendo", deberíamos decir "eso ya ocurrió aunque sólo ahora lo comprendo".

Evitar, impedir, corregir, y similares, son verbos ilusorios. Una presunción de nuestra irreflexiva manera de estar en el mundo.

Cuando un estallido (moral, emocional, bélico) nos sacude sólo podemos asegurar una cosa: no tiene remedio.

Esto puede llegar a ser una evidencia.

Hay un axioma de Spinoza que podemos meditar: "Dada una cosa cualquiera, se da otra más potente por la que aquella puede ser destruida" (Ética, parte cuarta).

Si queremos actuar en el mundo debemos rezar al pasado: implorar a aquellas fuerzas que destruyan a sus contrarias. Antes de que sea demasiado tarde.

 



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Psicoterapia

Durante casi un día no funcionó la zona de comentarios de Generación Y. Esta plaza pública ha acumulado un número tan inmenso de opiniones de sus lectores ?más de trescientas mil- que la base de datos terminó por colapsar. Deberíamos estar felices por tanto debate logrado en estas páginas y no molestos ante lo que sólo fue una rotura transitoria. Gracias por ser pacientes y por recordar que en mi condición de ?blogger a ciegas? no puedo resolver las dificultades técnicas con tanta premura como me gustaría. También les repito que mis opiniones sólo aparecen publicadas en este blog y en sitios que se han ganado la credibilidad de sus lectores. No soy responsable de cadenas de emails, supuestos textos que circulan en la red u otro tipo de mensajes que no aparezca bajo el alusivo banner de la gaveta roja. Los apócrifos con mi nombre son sólo eso: falsedades. En lo que se restañaban las grietas de la sacudida técnica,  otras bloggers solidarios brindaron su espacio para continuar con la polémica. Especialmente  un comentarista apodado Tseo, que ofreció su bitácora para prolongar la discusión en la url http://generaciony.posterous.com A esta balsa virtual le ha entrado un poco de agua, pero nada que presagie un naufragio.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El ómnibus Sábato

El barrio de San Telmo, punto de partida del bus Sábato. Fuente: beaches Esta es una idea estupenda: Un ómnibus de turismo recorrerá la ciudad de Buenos Aires, con un guía literario, deteniéndose en diversos lugares importantes en la obra de Ernesto Sábato. Dice la nota en revista Ñ:El tour literario "Homenaje a Ernesto Sábato" releva los lugares de las novelas Sobre Héroes y Tumbas, El túnel y Abaddón, el exterminador. La productora del curioso emprendimiento, Tácita Buenos, señala en un comunicado publicado en su página web que para disfrutar del recorrido no es necesario haber leído siquiera alguna de las novelas del escritor de 97 años. "Quienes acepten este recorrido ?hayan leído o no las obras de Sabato- vivirán una experiencia que les hará reconocer sentimientos humanos e, inevitablemente quedarán atrapados por un relato apasionado, misterioso y, por momentos, aterrador", desafía.La idea me recuerda el recorrido "García Márquez" que ofrecen los carruajes a caballo en Cartagena (y también, si tienen suerte de encontrarlo, el propio hermano de Gabo, pero a pie). ¿No sería estupendo hacer lo mismo en el Perú con autores como Vargas Llosa, Bryce Echenique o Julio Ramón Ribeyo? O un bus literario que aglutine diversos autores y nos conduzca por calles y plazas literarias. ¿Quién se anima? Mientras tanto, la nota advierte que el bus de Sábato saldrá desde el cruce de la Avenida San Juan y Defensa, en San Telmo. El servicio estará disponible sábados, domingos y feriados de 9.30 a 13.30 y de 14.30 a 17.30.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Rudo y Cursi

 

Debo a la sugerencia de un lector de este blog (Cadacualconsuquimera) el haber visto la película Rudo y Cursi una tarde nublada en el D.F. Carlos Cuarón era conocido como el guionista de Y tu mamá también. Ahora, con Rudo y Cursi, aparte de escribir el guión, debuta como director (con el apoyo de varios pesos pesados como productores: su hermano Alfonso, Guillermo del Toro, Iñarritu). El proyecto era arriesgado: volver a juntar a Gael García Bernal y a Diego Luna, pero hacer algo muy diferente a Y tu mamá también.

Rudo y Cursi explora la rivalidad y el cariño de dos hermanos de orígenes modestos que terminan triunfando (o casi) en el fútbol mexicano, uno como portero y otro como goleador. No se convertirá en un clásico, pero merece la pena verse.La película tiene tiene ritmo y humor, y le da una lectura contemporánea a los viejos temas del deseo de triunfar y el peligro que esto conlleva -corromperte, perderte en el camino--, y el arribismo social. Gael es un gran actor, aunque aquí está sobrepasado de revoluciones y a veces sobreactúa; los que están excepcionales son Diego Luna, por fin plenamente recuperado de la noche oscura que significó una película como Dirty Dancing: Havana Nights (es también notable su actuación en Milk) y el argentino Guillermo Francella, perfecto en su papel de entrenador de fútbol con dichos a lo Bilardo y capaz de venderle el Obelisco a cualquiera. Como regalo está el debut de Gael como cantante --lo hace mejor de lo que podía esperarse--, la disección de una sociedad en la que la corrupción casual campea, y una mirada tangencial a la cultura del narcotráfico (lo que muestra de manera contundente cuán hasta la médula está metido hoy el narco en México). 



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Volver a Auden

Llevo unos días volviendo a leer a Auden, a Wystan Hugo Auden, uno de los mejores poetas del pasado siglo, un enorme poeta no importa de qué siglo. He vuelto a su lectura- desgraciadamente en traducciones- por haber visto la ópera de Stravinski, The rake's progress de la que hablaré otro día. Auden es el libretista de una de las más originales óperas del imprescindible Stravinski.

Y volvía a los poemas de Auden a algunos de cuando fue comprometido, izquierdista, batallador por la república y soñador con la caída de un mundo, con el desmoronamiento de la clase burguesa. Él era un burgués, ilustrado, bebedor, homosexual, socialista, es decir, uno de aquellos tan similares del llamo grupo de Oxford- Stephen Spender, Christopher Isherwood...- que supo estar en toda las batallas, que creyó en cambiar el mundo, que tuvo fe en el marxismo y que terminó por perder la fe.
 
Me gustan esos poemas, entre vigorosos e inocentes, que anunciaban, por ejemplo el fin de la burguesía:
"....van a caerse
los hemos estado observando sobre la barda del jardín
desde hace horas
el cielo se oscurece como con tintura,
algo está a punto de caer como lluvia
                                                    y no serán flores..."
 
No se cayeron, siguieron enriqueciéndose, construyeron un mundo para aumentar sus beneficios, mantener las diferencias, darnos propinas a la mayoría y quedarse con casi todo. Es posible que alguno siga soñando con "poetas que explotarán como bombas", pero será muy raro que sus efectos causen daño a los injustos, a los poderosos. Parece un tópico, lo será, pero no se cambian las cosas ni con las mejores intenciones, ni con los mejores poetas. Esos, la inmensa mayoría, estuvieron del lado justo en la guerra civil. Pues los justos perdimos con nuestros poetas, nuestros cantos, nuestra épica y también con nuestras pistolas.

En plena guerra, en el año 37, escribió uno de sus más célebres poemas, Spain, lo leo en la selección que Visor hizo de los poemas de la defensa de Madrid, Capital de la gloria. El poema termina así:
 
"...Hoy el consuelo provisional, el cigarrillo compartido,
La timba en el granero bajo el candil, el concierto
rasgueado
Las bromas entre hombres; hoy el
desagradable y forcejeante abrazo antes de herir.
Las estrellas han muerto. Los animales no quieren mirar.
Estamos solos frente a nuestro día, y el tiempo es corto y
La historia al vencido
Podrá decirle ¡lástima! Pero no darle ayuda ni perdón"
 
Y fue verdad, ganaron la tropa aquella, tan católicos, y dijeron ni paz, ni perdón. ¡Qué tropa!



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Alejandro Sawa

Luces de bohemia

Amelina Correa Ramón

Fundación José Manuel Lara

Hasta la aparición de la presente biografía (por cierto que muy completa) Alejandro Sawa era apenas una nota a pie de página en las historias de la literatura española de finales del siglo XIX y principios del XX.

Los más iniciados sabían al menos dos cosas de él. Una , que después de haber gozado de cierta fama y prestigio en los círculos literarios de Madrid y París, acabó sumido en una miseria tan espantosa que hubo de ser enterrado en una tumba de alquiler cuyos pagos siguientes no se hicieron y los restos del escritor fueron a parar a la fosa común. La otra cosa que todo iniciado recuerda es que tan aciago final hizo que Valle Inclán se inspirara en él para crear a Max Estrella, el esperpéntico protagonista de Luces de bohemia.

Alejandro Sawa, de ascendencia griega, nació en Sevilla en 1862 y residió algún tiempo en Málaga, trasladándose luego a Madrid para iniciar una vida íntegramente dedicada a la literatura.  En cierto modo esa entrega fue tan absoluta que él mismo acabó siendo material literario, una más de sus obras. La vida como literatura y la literatura como vida: Alejandro Sawa, el gran protagonista de la obra de Alejandro Sawa.

Algunos de sus contemporáneos, gente que le conoció bien, achacaban su trágico final a la proverbial indolencia de Sawa, encarnada plásticamente en su militancia casi fanática en la bohemia, con los ingredientes inevitables de abuso del alcohol, el tabaco y las drogas, destacando entre estas últimas la que tiene unos efectos narcóticos y delirantes más nocivos y duraderos, es decir, la palabra, toda una vida de tertulias en los cafés literarios de Madrid y París, veladas interminables interrumpidas apenas por un aparte en un velador cercano para escribir el artículo del día y luego recuperar el uso de la palabra. Él mismo lo dirá con un lenguaje muy propio de la época:"¡Oh alcohol!¿Oh hastzchiz!¿Oh santa morfina! ¿Por qué los desgraciados de todas las épocas han quemado ante vuestra ara sus mejores mirras, si no fuera porque sois clementes, porque sois piadosos, porque poseéis secretos de faquir para curar las más rebeldes heridas?". Por el contrario, su gran amigo Gómez Carrillo, hombre mucho más pragmático y menos entusiasta de los goces bohemios lo describía así: "Es un hombre que no trabaja nunca, de ningún modo. Parece que hubiera nacido en domingo".

En esa línea argumentativa se exhibe asimismo como prueba lo exiguo de su obra, apenas siete u ocho novelas con alguna entidad y unas pocas incursiones en el teatro. En ese recuento no se le incluyen los centenares de artículos de colaboración que escribió para diferentes periódicos y revistas de la época porque se consideran un ganapán y por lo tanto no contabilizables como un producto surgido del comercio místico con las musas sino del miedo al hambre. Dicho sea en su favor, Alejandro Sawa murió a los cuarenta y siete años después de unos últimos años progresivamente incapacitado por los dolores reumáticos y una enfermedad neurológica que primero lo dejó ciego y luego le sumió en la demencia. Por lo tanto es imposible decir qué hubiera pasado con su obra si ese hombre hubiese llegado a la madurez en pleno uso de sus facultades físicas y mentales.

Visto en la distancia, y con independencia de su industriosidad o pereza, parece claro que, en parte, fue víctima de un cambio de época, un punto y aparte que él no supo interpretar. A su llegada a Madrid, en 1879, el cotarro literario lo copaban todavía gente como Campoamor, Alarcón, Núñez de Arce, Fernández y González, Zorrilla y otros integrantes de una generación que estaba a punto de decir adiós. Paralelamente Galdós estaba publicando ya novelas como La desheredada, Fortunata y Jacinta o Tristana, primeros síntomas de una corriente literaria que más adelante daría un impulso definitivo a gente como Pío Baroja y Valle Inclán, mientras que en poesía se empezaba a escuchar la voz inequívoca de Antonio Machado, es decir, una corriente que iba a desembocar directamente en la contemporaneidad. Alejandro Sawa, y otros tantos como él, estaba apostando mientras tanto con su característico apasionamiento por un naturalismo militante y radical, del que le interesaba sobre todo lo que tenía de inconformista, rompedor, anticlerical y agnóstico. Y de ahí por ejemplo su admiración por Lombroso, una puerta que en principio parecía muy prometedora pero que de puro artificiosa conducía directamente a un callejón sin salida.

Tras su paso por París y su estrecha relación con Victor Hugo y Paul Valery, Alejandro Sawa hubiera podido encaminarse de nuevo hacia la modernidad, pero quizás debido a su facilidad para la escritura, o por culpa de los padecimientos físicos que empezaron a manifestársele en esa época, dedicó más tiempo a los artículos de supervivencia que a su obra literaria, y mientras el mundo se encaminaba ya hacia las vanguardias y todo lo que vino detrás, él se fue perdiendo progresivamente en un universo de confusión que le estalló literalmente en la cabeza el día en que no sólo le dieron la noticia de que no iban a publicarle su obra más personal e íntima, Iluminaciones en la sombra, sino que encima le retiraban una colaboración de sesenta pesetas y que era entonces su único sustento. 



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

La escultura del tiempo

El tiempo, el gran escultor, lo tiene muy difícil con George W. Bush. El artista metafórico que imaginó Marguerite Yourcenar no va a sacar nada bueno del presidente cuadragésimo tercero de los Estados Unidos de América, que termina de forma lamentable su mandato el próximo martes 20 de enero. Por más que se haya esforzado en sus numerosas comparecencias desde hace un par de meses, no hay forma de vender la idea de que ha sido una presidencia como todas, con sombras y luces, y al final de las cuentas con un balance salvable y fructífero; nadie la compra. El legado que dejan estos ocho años no puede ser más desastroso: sólo faltaba la ruina del plan de paz de Annapolis, el proyecto lanzado por Bush para que antes de terminar su presidencia Israel y Palestina firmaran la paz. Ahí está la matanza de Gaza como colofón sangriento a su presidencia, con el humillante detalle final: esta increíble sumisión del presidente norteamericano y de su secretaria de Estado a un gobierno dimisionario como el de Israel a la hora de votar una resolución en el Consejo de Seguridad. Hay algo seguro: será difícil que desde Israel alguien vuelva a tratar a Hillary Clinton y a Barack Obama como lo han hecho con los actuales titulares de la secretaría de Estado y de la presidencia Tzipi Livni y Ehud Olmert, este último regodeándose incluso en la suerte de sacar a Bush de un acto público para exigirle que su país no votara la resolución a favor del alto el fuego.

El paso del tiempo promete pues empeorar esta presidencia. Bush confía en lo contrario: que Irak sea pronto una verdadera democracia y alguien se atreva a ponerlo en su cuenta; y que la nueva política antiterrorista de Obama, respetuosa con las convenciones internacionales y el Estado de derecho, no sirva para evitar nuevos atentados en territorio americano. Una pobre perspectiva. Al contrario de lo que ha sucedido con otros presidentes, como Ronald Reagan, el propio Richard Nixon o Bush padre, todo conspira para que la posteridad vaya erosionando la imagen de Bush hijo a medida que se conozcan más y más detalles de su doble mandato.

Deja un país hecho trizas. Con tres dígitos más de paro (7,2 por ciento), un millón más de pobres, seis millones más de ciudadanos sin cobertura sanitaria, un déficit presupuestario de un billón de dólares cuando su antecesor le dejó un superávit de 200.000 millones, y una recesión de profundidad insondable. No es cuantificable la cuenta ya conocida de los desperfectos en la imagen de Estados Unidos, en el Estado de derecho, en el respeto a los derechos humanos y en la moral de sus conciudadanos.

Todo va a caer sobre sus espaldas. Ningún presidente ha acumulado tanto poder desde la Segunda Guerra Mundial. Y, sin embargo, no ha sido él quien lo ha utilizado sino la pandilla neocon que le ha rodeado, empezando por el auténtico poder en la sombra, el Dark Vader de estos ocho años, el vicepresidente Dick Cheney. Bush ha sido un presidente ligero y ausente, frívolo casi. Ha trabajado tan poco como Reagan, que era un hombre ya anciano cuando llegó a la Casa Blanca, pero no ha tenido carisma alguno ni talento organizativo para sacar partido de su dosificada dedicación política. No ha hecho vida social en Washington. Jamás ha querido relacionarse con los grandes medios de comunicación, tachados por sus amigos neocons de liberales, es decir, progres e izquierdosos. Ha dado muy pocas cenas de Estado, 12 exactamente, según el diario Político, frente a las 30 de Clinton y las 50 de Reagan en el mismo período de tiempo. Sus fines de semana han transcurrido lejos de la capital, en Crawford. Político señala que Martha's Vineyard o Kennenbunkport, en la costa de Nueva Inglaterra, donde pasaban los fines de semana Clinton y Bush padre respectivamente, son la antítesis del polvoriento y caluroso Crawford, sin apenas vida social. Allí ha pasado más de 400 días de sus ocho años de mandato, según las cuentas del periódico washingtoniano.

Si nos atenemos a sus propios comentarios, los símbolos y privilegios del poder presidencial, una especie de monarquía temporal electiva en definitiva, han pesado más en Bush que los propios contenidos de su presidencia. La web presidencial, con profuso protagonismo para la familia, las fiestas y los perros, da una idea de cómo se ve Bush a sí mismo, más cerca del espíritu de las cortes monárquicas y de las páginas rosa que de la gran política contemporánea. Su asesor Karl Rove creyó en algún momento que podía inaugurar una era de hegemonía indiscutible e indiscutida de Estados Unidos en el mundo y de amplio dominio republicano en la política norteamericana y sobre los tres poderes del Estado. Ha sido lo contrario. No ha sido un príncipe auroral sino el vástago crepuscular de una decadencia republicana.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Plaza Egipto, Calle Breton

Rafael Argullol: Evidentemente si eso sucede en el terreno general de la cultura a la fuerza tiene que suceder en el terreno particular de la vida.
Delfín Agudelo: Lo más bonito en el terreno particular de la vida es encontrar estos elementos en el nombre de la calle, en los atributos de la calle, en las placas conmemorativas, por ejemplo, que también me parece que en París es algo muy interesante, que permiten esta condición particular de la vida en hacer de la ciudad, de la calle y de la vida sobre todo un espacio interior: es la interioridad absoluta. Caminar París en invierno es completamente diferente a caminarlo en verano, por la misma situación del promeneur que es estar cerrado en sí mismo, el frío y la abrigo. Me parece muy emblemático en toda la función que cumple París en la historiografía de la promenade, que es esa constante búsqueda de sí mismo, del poeta, del caminante, a través de lo que está viendo en la ciudad. Y en eso el azar es fundamental, porque aquél que sale a caminar la ciudad está necesariamente en una situación de búsqueda, está buscando algo. ¿Qué es ese algo? No se sabe.
R.A.:Esto en definitiva es el arte y la cultura. En nuestro momento creo que hay una confusión inducida de lo que es el arte de la cultura tan extraordinario que el elemento primero del arte y de la cultura es orientarse y desorientarse, el elemento primero es una búsqueda, el elemento primero es la curiosidad, la necesidad de descubrimiento, el ponerse en una posición de descubrir. Y en ese sentido evidentemente París mantiene casi diríamos intacto los incentivos que hay al respecto. Si bien es cierto que por toda una serie de hándicaps propios de nuestra época, quizás el flâneur se ha hecho más difícil, al igual que el paseante, por las masas turísticas que también están en lo barrios: por el hecho de que la particularidad de aquellos negocios maravillosamente singulares quizá cada vez es más difícil por la presencia aplastante de las grandes franquicias, de las cadenas, etc. Pero diría que París es la ciudad que aún muestra una mayor resistencia al respecto, es decir, es aquella que aún tiene una gran capacidad para mantener la singularidad, la particularidad, todo ello amparado en un aspecto que ha veces se ha reprochado a los parisinos, quizás con razón en algunos momentos, que es  una ciudad segura de sí misma,  que es algo muy difícil de encontrar en el mundo, porque las ciudades en general no están seguras de sí mismas. Las ciudad alegan algunos aspectos de su pasado, de su presente, porque las ciudades tienen una gran inseguridad. Nueva York o los neoyorquinos nunca han tenido el lado de seguridad en sí misma que tiene París, porque no hay la antigüedad de París, porque Nueva York está formado además por una serie de convulsiones internas que han hecho que la seguridad en sí misma resida en- y quizás es el encanto de Nueva York-una especie de mundo en ebullición, en continua autocrisis. En cambio en París hay esa seguridad que te ayuda a ofrecerse como enciclopedia universal.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
15 de enero de 2009
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.