Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

I. El flautista de Hamelin y los ratones.

En su discurso de toma de posesión de la presidencia de El Salvador, Mauricio Funes citó "dos ejemplos vigorosos", el del presidente Obama de Estados Unidos, y el del presidente Lula da Silva de Brasil.  Uno capaz de reinventar la esperanza, y otro capaz de consolidar un gobierno popular, y a la vez democrático, "con una economía fuerte y una distribución justa de la riqueza". De Obama ha dicho Funes que es su amigo personal, lo mismo que de Lula. Y a Lula le hizo la primera de todas sus visitas al extranjero como presidente electo.

            Los entusiasmos de Funes no son los mismos con el presidente Chávez de Venezuela, a quien no visitó en Caracas sino semanas después de haber estado en Brasilia, una visita de cortesía, más que de búsqueda de alianzas; y acerca del ingreso de El Salvador a la Alianza Bolivariana (ALBA), más que determinación, ha mostrado reticencias.

Por tanto, para Chávez y sus aliados, Funes está haciendo las escogencias equivocadas, y le mostraron su enojo ausentándose de las ceremonias del traspaso de mando. El presidente Evo Morales de Bolivia fue el primero en cancelar su viaje, lo siguió Chávez, y el presidente de Nicaragua Daniel Ortega se presentó a última hora, sólo para participar en el acto popular organizado por el FMLN, el partido triunfante. Se trataba de una acción concertada, y de un aviso: estás conmigo, o estás contra mí. No hay medias tintas.

El presidente Funes no quiere enredar la madeja. En cuanto a la escogencia entre Lula y Chávez,  son dos modelos de izquierda latinoamericana que vienen a resultar opuestos. Y en cuanto a Obama, ya Daniel Ortega se había encargado de advertir en un programa de televisión en Cuba, que en la cumbre de Puerto España hubo presidentes latinoamericanos que corrieron tras el encantador como si se tratara del flautista de Hamelin: "con su flautita y todos los ratones detrás vamos para el precipicio..." Ratones, ni siquiera niños inocentes.

Leer más
profile avatar
10 de junio de 2009
Blogs de autor

El mal francés

Las posibles acepciones (la enfermedad venérea vergonzosa, el chico malo francés o afrancesado, el mal uso de la lengua francesa) del título de este libro de Lluís Maria Todó que acaba de publicar Egales se corresponden con los diversos planos de una obra que no es novela (aunque sí relato novelesco), que no es un diario de juventud (aunque lo incluye a modo de contrapunto), que no es una saga de formación (aunque seguimos las peripecias del narrador desde la juventud a la madurez), y que ni siquiera es la traducción fiel del libro en catalán con el que Todó ganó el Premio Josep Pla 2006, y que en su día publicó en la lengua original la editorial Destino; al verterlo ahora él mismo al castellano, su autor ha podado, ha añadido, ha borrado algún nombre y ha reescrito ciertas páginas, con una autoridad que nadie le podrá discutir y que en ningún caso desvirtúa la naturaleza de ‘El mal francés'.

    He leído todas las novelas de Todó desde que le descubrí a mitad de la década pasada gracias a sus dos títulos editados por Anagrama, ‘Placeres ficticios' y ‘El juego del mentiroso': una literatura galante y pícara de un gran refinamiento burlón, que se podría achacar a su buen francés y al buen influjo de la mejor literatura libertina del siglo XVIII parisino, que Todó trasponía sin el menor desajuste ni anacronismo a la Barcelona contemporánea. Seguí después leyéndole, en catalán o al ser traducido, siempre con gran placer, hasta llegar a este último, que me parece su libro hasta la fecha más redondo y ambicioso.

   Todó tiene una lengua suelta, y muchos de los mejores pasajes de ‘El mal francés' están relacionados con ella, o con ellas. La lengua catalana, en la que escribe, y la lengua de la sexualidad, que, como todo escritor sabe, es la más ardua de articular. En las páginas 351-354 de la edición castellana, el autor se pregunta por la cuestión de la identidad, y sus reflexiones, ligando su homosexualidad y su catalanidad no nacionalista, son de una agudeza y una valentía nada frecuentes. Le cito: "ser gay no es ni más ni menos importante que ser catalán, o protestante, o violinista, y el hecho es que ahora mismo hay gente que se está matando por sus identidades nacionales, religiosas o deportivas, pero hasta ahora, que yo sepa, ningún gay ha matado a ningún hetero por el hecho de serlo".

    En los capítulos más estrictamente autobiográficos del libro, tal vez los de mayor empuje, Todó, que cuenta sin veladuras su propia experiencia de temprano marido y padre heterosexual, no pierde nunca la distancia del narrador. Ni el humor. Sentencia, por un lado, con toda justicia, el más insidioso e inicuo éxito de la homofobia, "el hecho de que haya podido infiltrarse hasta la consciencia de los propios gays, que hemos tenido que hacer un gran esfuerzo de adaptación para no encontrar ridículos, entre otros, a los gays afeminados" (página 210). Y hace a continuación una divertida, pero nada veleidosa, alusión a Jean Genet, "el responsable de la más conseguida estilización lingüística de la ‘pluma', de la lengua de las locas parisinas" (página 212), añadiendo unas consideraciones de lo difícil que él ve, como autor, conseguir un "dialecto loca" en catalán que no suene impostado. Todó no sufre ese problema. Escribe en un excelente catalán, y sus libros son sinceros pero no costumbristas, son atrevidos sin el menor asomo de vulgaridad, y cuando nos divierten, que es a menudo, nunca nos hacen sentir vergüenza de nuestra risa.

Leer más
profile avatar
10 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Fisiología del mal humor

En ocasiones uno se siente triste, mohíno o de malhumor sin saber bien de dónde ese malestar procede. No parece cosa del cuerpo que se presenta silencioso en dolor ni se avista tampoco una adversidad presente o futura cuyas circunstanciase tiñan el misterioso y desdichado estado del ánimo.

Se trataría más bien de efectos provenientes del cuerpo a la manera de una sustancia fisiológica que surge y se expande respondiendo, acaso, a maniobras internas y exclusivas del organismo que, como artefacto, posee su vida propia y, en este caso, su peripecia se trasparenta involuntariamente en una marejada de malhumor.

De esto, que viene y va, aprendemos desde luego que el espíritu inteligente, por muy dueño de sí que se crea, viene ligado a un complejo enredo subyacente que, a su modo, en casos como éste, emite carbonillas, hace ruido, se contorsiona o bufa tan sólo para sí. No para transmitir señales de importancia hacia la mente que todo lo gobierna e interpreta, sino signos sin destino, sabores y sensaciones que no buscan la utilización del receptor sino que pretenden fisiológicamente deshacerse de su peso. ¿Mal humor improcedente? Mal humor sin la causalidad del mal sino tan sólo como una humareda del alma autónoma que, de la pena al gozo y del gozo a la pena, retiene en sus entresijos residuos tristes (otras veces felices), que elimina de vez en cuando, a su antojo, incontrolablemente, de acuerdo con sus independientes necesidades de funcionamiento, saneamiento y rehabilitación.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Adiós videodromo

El sábado por la tarde, mientras esperaba en el cine la proyección de Terminator: Salvation (que no está nada mal, dicho sea de paso, a pesar de lo que le han pegado al pobre McG), me puse a hablar con mi hija Milena de cuánto había cambiado el acceso a los relatos cinematográficos en el transcurso de mi vida. Cuando yo era pequeño, la única forma de ver cine era ir al cine; o en su defecto esperar años a que la TV emitiese versiones –en blanco y negro, dobladas y llenas de cortes comerciales- de tan sólo una ínfima parte de los estrenos.
    El domingo por la mañana no pude menos que sonreír, cuando vi que el suplemento Radar del diario Página 12 hacía un homenaje a las películas en video a partir de la noticia de que la última fábrica de tales productos –situada en Florida, Estados Unidos- había dejado de producirlos. Yo le había contado a mi hija cuánto había significado para mí la bendita institución del videoclub: ¡por primera vez en la Historia, uno podía ver (casi) todo lo que quisiera, cuando y cada vez que quisiera!
    Para las nuevas generaciones, sin embargo, esto de tener sus deseos al alcance de los dedos es el orden natural de las cosas. El jueves pasado, el amigo Pablo Terrusi de Palermo Films me contaba que su hijo pequeño está habituado a bajarse todos los materiales que quiere al iPhone, al punto que la noción de esperar a que algo ocurra en un horario determinado (como uno esperó siempre estrenos, o emisión en días y horas puntuales) se le escapa por completo. Milena misma, con quien durante tantos años compartimos la visión de series y películas, se corta sola ahora y ve temporadas enteras antes de que yo vea siquiera primeros capítulos –emitidos por TV, como antes: ¡la fuerza de la costumbre!
    Por supuesto, el permanente desarrollo de la tecnología digital hace que uno no extrañe nada a los viejos videos, que sonaban tan mal y se veían tanto peor. Pero las generaciones que formamos partes del antes y el después de esa tecnología le estaremos eternamente agradecidos –mientras corremos felices a abrazar el HD, los televisores de plasma y cualquier otra de esas maravillas que nos permiten ver y escuchar cada vez mejor.
    “Aunque más no sea en este aspecto”, dije entonces, mientras las luces se apagaban y empezaba a sonar la música de Danny Elfman, “el mundo se desarrolló tal cual lo imaginé en mis sueños más desaforados”.
    En el resto de los aspectos, sin embargo…



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Una buena idea

Tal vez no sea nada más que una gota de agua dulce que cae en el amargo océano del escepticismo y de la indiferencia, pero creo que deberíamos alegrarnos de una buena idea ahora puesta en marcha en España, por la Diputación Provincial de Granada, que consistirá en celebrar, anualmente, la entrada en la mayoría de edad, no sólo administrativa, sino también cívica, de los jóvenes que cumplirán los 18 años. A cada uno de ellos se le entregará la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Andalucía. Habrá, claro está, otros actos festivos, más lúdicos, con menor grado de solemnidad, aunque, como las cosas serias solo seriamente deben ser tratadas, dígase que pertrechar a los once mil jóvenes que se calcula que darán, cada año, el paso al frente que los hará entrar en un tiempo distinto, el de la responsabilización de la civilidad, pertrecharlos, digo, con esas tres piezas fundamentales no podrá dejar de contribuir para una formación más sólida, más consciente, de los nuevos ciudadanos. La idea es buena y ojala que se generalice. Hacer de la propuesta una fiesta cívica colectiva necesitará mucha creatividad y empeño, pero eso, ciertamente, no faltará. La gota de agua dulce a que me refería al principio no cayó en el mar salado, sino en mi mano. La sorbí como si matase una sed en estos días en que la frustración sobrevino sobre muchos de nosotros, viendo como se alegran las fuerzas políticas europeas de derecha y de extrema-derecha. La democracia todavía no está en peligro, pero de nosotros depende impedir que tal suceda. Granada está en el buen camino.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

¿Qué se puede hacer con este Parlamento?

A la vista del éxito, no es extraño que empiecen a sonar las voces que piden su clausura. Entre los propios eurodiputados que acaban de ganar un escaño los hay partidarios de cerrar la Unión Europea a cal y canto. Y es evidente que el humor dominante está entre el euroescepticismo tan bien arraigado en la derecha y la eurodecepción que florece en la izquierda. No es extraño que algunos evoquen la situación anterior a 1979, año de la primera elección por sufragio universal directo, cuando el parlamento no existía y se trataba únicamente de una asamblea parlamentaria, formada por diputados designados por las cámaras de cada uno de los países miembros.

Si los europarlamentarios no quieren que las próximas elecciones, dentro de cinco años, sean todavía un peldaño más en el descenso hacia las profundidades, tienen la obligación de impulsar y llenar de contenido a una institución que no lo tiene para la gran mayoría de los ciudadanos europeos. La débil participación electoral, especialmente notable entre los nuevos socios, así lo revela. De nada han servido los fervores europeístas, a veces sobrevenidos, que suelen prodigarse en los aledaños de las elecciones, cuando políticos y periodistas se esfuerzan en explicar los grandes beneficios que nos reporta la Unión Europea y la trascendencia enorme que tiene nuestro voto a la hora de modelar una institución de poderes cada vez más sólidos y relevantes. Desde las primeras elecciones europeas, hace veinte años, la participación ha ido decreciendo sin pausa, a medida que la institución iba reforzando sus poderes y adquiriendo otros nuevos, aunque siempre como cámara cosoberana que legisla junto al Consejo de Ministros. Desde el primer momento fue concebida como promesa de una futura unión política en la que finalmente existiría un órgano de la soberanía popular de todos los europeos, la representación de su nuevo demos. Y quizás debido al lento desvanecimiento de esta promesa, convertida en espejismo, cada elección ha ido subrayando la distancia entre la institución que la encarnaba y quienes debían creerla y cumplirla como ciudadanos europeos. No hay que olvidar que el instrumento de una magna asamblea parlamentaria europea es el que se antojaba más eficaz para avanzar en el camino y llegar a culminarlo un día. Y así quedaba expresado en momentos felices, ante comparecencias relevantes de jefes de Estado, en la aprobación de algunas resoluciones, en algunas votaciones decisivas que han marcado como mojones históricos la vida del europarlamento (citaré sólo como ejemplos que salvan la dignidad de la pasada eurocámara, el documento sobre las cárceles secretas de la CIA y la votación contra la semana de 60 horas). Pero, entrado ya el siglo XXI, hace ya algún tiempo que sabemos la naturaleza onírica de toda esta aventura. Fue un sueño de los años ochenta desvanecido totalmente gracias una ampliación hecha a toda prisa y sin aportación de nuevas ideas y energías al proyecto europeo. Al contrario, los países de más reciente incorporación, a diferencia de lo sucedido en anteriores ampliaciones, en vez de sumar entusiasmos renovados e inyecciones de fe y esperanza en el proyecto de unidad europea, se han dedicado a acarrear resquemores y agravios respecto al pasado y a restregar a unos y otros la memoria de cómo les trató el mundo y sobre todo Europa cuando se hallaban bajo la bota soviética. Esta cámara caótica probablemente no llegará nunca a nada, pero es un buen reflejo de la Europa que la ha concebido, y sólo como retrato de lo que somos, de nuestras incapacidades y nuestras frustraciones, puede rendir un buen servicio a los europeos. En ella, como en botica, hay de todo, bueno, malo e incluso lo peor de lo peor, ambición y desidia, europeísmo todavía absurdamente entusiasmado y la inquina más irracional contra Europa y de los europeos. Cuenta por tanto con la virtud de que nos evita tener que mirar hacia fuera cuando se trata de buscar a los responsables de los males de este mundo. Es el mejor espejo que podíamos concebir para esa Europa desganada y dividida que nos mantiene ensimismados en el aire cargado de nuestras respectivas cocinas nacionales.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
9 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

1984: ¿pellizco, plagio o cover?

1984 en primera edición. Fuente: manhattan rarebooks La novela fundamental de George Orwell, 1984, cumplió este lunes 60 años de publicada y en el blog de The Guardian Paul Owen le hace un extraño homenaje: dice que Orwell se inspiró ("pellizcó" literalmente anuncia en el título del post: "1984 thoughtcrime? Does it matter that George Orwell pinched the plot?") en la trama de una novela editada en Rusia en 1924, titulada We y escrita por el desconocido Yevgeny Zamyatin. Orwell había reseñado para Tribune la novela rusa tres años antes de publicar 1984.Orwell reviewed We for Tribune in 1946, three years before he published Nineteen Eighty-Four. In his review, he called Zamyatin's book an influence on Aldous Huxley's Brave New World, though Huxley always denied anything of the sort. "It is in effect a study of the Machine," Orwell wrote of We, "the genie that man has thoughtlessly let out of its bottle and cannot put back again. This is a book to look out for when an English version appears." He seems to have taken his own advice.El parecido, según Owen, es obvio. Incluso aparece un Gran Hermano con el nombre de El Benefactor. La columna vertebral de ambas obras son idénticas. No hay duda de que Owen quiso hacer un cover de la novela rusa. Sin embargo, a pesar de que se le reconoce a Zamyatin algunos méritos literarios, según el autor del post la novela de Orwell es absolutamente superior y eso disculpa cualquier "pellizco". Dice:So does it matter that Orwell borrowed plot and characters from the earlier book? After all, it seems clear that he made a superior work of literature out of them. Nineteen Eighty-Four's importance comes not so much from its plot as from its immense cultural impact, which was recognised almost immediately when it won the £357 Partisan Review prize for that year's most significant contribution to literature, and which has continued to this day. Most of the aspects and ideas of the novel that still resonate so strongly in political life are his own: newspeak, doublethink, thoughtcrime, the Thought Police, Room 101; the extreme use of propaganda, censorship and surveillance; the rewriting of history; labels and slogans that mean the opposite of what they say; the role for Britain implied in the name Airstrip One. References to these things pervade all levels of our culture. Apart from the obvious, I remember an amusing NME review of an album by the laddish band Cast that read: "Imagine a trainer stamping on a human face ... for ever." In addition, unlike We, Nineteen Eighty-Four is written with expert control in an accessible style about a world recognisably our own, and its twists of plot ? including the existence (or not) of the Brotherhood resistance movement ? are gripping, sophisticated and convincing. The dark, pessimistic tone of Nineteen Eighty-Four is also all Orwell's. If any aspect of We takes the shine off Nineteen Eighty-Four, it's that Orwell lifted that powerful ending ? Winston's complete, willing capitulation to the forces and ideals of the state ? from Zamyatin. It's a wonderful, wrenching twist, in both books, and a perfect conclusion, though We and Nineteen Eighty-Four differ slightly in the fate of the female dissident: I-330 is killed without giving up her beliefs, whereas Julia is broken in the same way as Winston. Perhaps We deserves more recognition than it has had, but if Nineteen Eighty-Four had never existed, it is extremely doubtful Zamyatin's book would have come to fill the unique place Orwell's work now occupies. Nineteen Eighty-Four is an almanac of all the political ideas no "right-thinking" person would ever want their government to countenance, and the word Orwellian has come to signify a badge of shame intended to shut down any movement in that direction ? with an imperfect record of success.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
9 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Francisco Porrúa entrevistado

Francisco Porrúa. Fuente: radar libros Haber editado Cien años de soledad cuando otros editores dudaban -inexplicablemente- del valor de ese libro es suficiente para que Francisco "Paco" Porrúa pase a la memoria literaria del siglo XX. Si a eso se le suma haber editado Rayuela y a un sin fin de autores del Boom latinoamericano, y haber traducido El señor de los anillos por primera vez, además de otros autores notables (en traducciones espléndidas e inhallables, por cierto) tanto en Sudamericana como en su mítico sello sci-fi Minotauro, el resultado será considerar a Porrúa como uno de los editores más trascedentales para nuestra literatura en el siglo XX. Y de una lucidez extraordinaria, hay que decir. Patricio Lennard lo entrevista en Radar Libros: Dejo aquí algunas de las respuestas contundentes del editor:¿Y en qué contribuyó usted a que Cien años de soledad mejorara como texto?-Absolutamente en nada. No sugerí ningún cambio.¿Y con Rayuela?-Con Rayuela tampoco. La única vez que con Cortázar sugerí algo fue con Los premios y creo que me equivoqué. Por eso el editor tiene que tener mucho cuidado. En esa novela, aparecían unos personajes que subían a un barco y pertenecían al pueblo común de Buenos Aires, pero cuando llegaban al puerto empezaban a hablar de Schönberg, de la pintura cubista... Eran unos cerebros realmente iluminados, y se lo dije a Julio: le dije que eso me resultaba un tanto inverosímil. Y Julio me dijo que lo tuvo en cuenta. Pero creo que me equivoqué porque allí había un efecto cómico, un efecto de humor que estaba bien ahora que lo pienso. No importaba la verosimilitud en ese libro, la verosimilitud de la vida cotidiana. Importaba, como siempre importa, la verosimilitud del relato. La verdad literaria del texto.Cortázar, García Márquez, Borges, Carlos Fuentes, Vargas Llosa y tantos otros, forman parte de una constelación de escritores que pertenece a una ?edad de oro? de la literatura latinoamericana. ¿Cree que la literatura del continente no terminó de sacarse de encima el peso de esa tradición??Yo creo que la literatura latinoamericana, en general, y también la argentina, siguen siendo una especie de caldera de invención de futuro. Si pienso en la literatura española contemporánea, el escritor común vive muy atado a su tradición. Una tradición que ellos mismos se han inventado, por otra parte, y que es muy rara, porque omite libros. Es notable, por ejemplo, que el Quijote ha influido en todas las literaturas menos en la española. En la literatura española no hay derivados del Quijote, mientras que sí los hay en la literatura francesa y en la inglesa está Sterne y su Tristam Shandy. Otra cosa curiosa es que en la literatura española hay muy poca literatura fantástica, y la que hay es casi toda de fantasmas o de muertos. En cambio, en la Argentina, la literatura fantástica es tan normal, digamos, como la literatura realista. Vila Matas, que creo que es el escritor más interesante de España, por lo menos entre los que leo, escribe una literatura muy personal y hay lectores que suelen reprocharle que no sea más realista.Pero no me contestó la pregunta... Después del boom, y con excepciones como por ejemplo la de Roberto Bolaño, ¿por qué cree que son tan pocos los escritores latinoamericanos que han trascendido internacionalmente??Pero ¿acaso no se puede decir lo mismo de casi todas las literaturas? Si pensás en los años ?40, que fue una época de mucha lectura para mí, estaban Thomas Mann, Aldous Huxley, Virginia Woolf, William Faulkner... Era una constelación bastante poderosa. Y hoy... Hoy ya no es lo mismo, evidentemente. Hay más figuras individuales, aisladas, pero no hay un cielo completo de grandes escritores. También es posible que esté equivocado y que sea otro el panorama actual, aunque no tengo dudas de que la literatura latinoamericana y la argentina siguen siendo muy activas y absolutamente creadoras. Si llegan al nivel o no de los años ?60, no sé, no me parece una cuestión relevante. Es un error establecer juicios de valor en literatura en términos comparativos. No se puede decir que Rayuela sea superior a Cien años de soledad, ni que Cien años de soledad sea superior a Rayuela. Cuando comprendes, aceptas la palabra ?incomparable?, ahí se resuelve el problema. Si un libro es incomparable, entonces no lo comparemos.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
9 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Perdidos, olvidados, rescatados

 

 

 

 

Hace unos años conocía a Eduardo Riestra, un apasionado lector, arriesgado editor y buceador por rarezas y olvidos. También un navegador contracorriente. No es fácil hacer desde A Coruña una editorial española, en español, y con un catálogo tan poco concesivo a ventas o lecturas fáciles.

Tuvo el olfato de editar a Óscar Esquivias entre los jóvenes narradores y siempre se lo agradeceremos. Otros cuántos agradecimientos le debemos a Riestra. Pero la última aventura tiene que ver con su colección de libros viajeros de grandes narradores, "viento simún". En ese catálogo se encuentran George Orwell, Evelyn Waugh, Lafcadio Hearn, Dos Passos, Isherwood y Auden o Caheaubriand, por citar algunos de esos escritores con los que siempre es un placer volver por sus sendas.

Lo que yo no esperaba es encontrarme con un olvidado- veo que con la habitual injusticia- de los alrededores de la conocida cono "Generación del 98". Se llama Ciro Bayo, una de las más terminadas "representaciones" reales de lo que entendemos por un bohemio. Peregrinó por libre en la literatura y en la vida. Gran viajero, el más hispanoamericano de nuestros escritores. Vivió muchos años por aquella América desconocida, conoció los últimos estertores de las colonias, recorrió el continente a caballo, sobrevivió a muchas aventuras, fundó revistas, trabajó en colegios y regresó. Murió olvidado en un asilo para escritores al final de la Guerra Civil. Dandi y vagabundo literario, particular cronista de Indias y bohemio cuentista por las tertulias del Madrid de los años veinte, de los años treinta. Valle Inclán, que fue su amigo, lo representa en "Luces de bohemia" como don Peregrino Gay.

El libro de viajes por la Bolivia  del final del siglo XIX es una delicia de historias, aventuras, vida cotidiana y excesos de los tiempos de la colonia. Se llama "Chuquisaca o la plata perulera". Chuquisaca es la antigua Sucre. Así se llamó cuando los españoles nos estuvimos enfrentando por repartirnos el botín. Así se llamaba en los tiempos de Catalina de Erauso, la "Monja Alférez".

Así se llamó en tiempos de guerras civiles entre aquellos españoles que habían ido hasta esas tierras para gobernarlas. Lo hicieron mal, ejercitaron esa vieja historia tan española de enfrentarse entre ellos. Lo decía Ángel González, la historia de España, como la morcilla, se hace con sangre, se repite.

Gracias a los editores que nos permiten leer a perdidos y olvidados como Ciro Bayo.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
9 de junio de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Fiesta sin homenajeado

Hace un par de días, organizamos una pequeña celebración entre amigos, motivada por la terminación del montaje de los nuevos elevadores. La fiesta estaba muy justificada, pues desde hace más de siete meses hemos tenido que subir hasta nuestro piso catorce por las escaleras. Les informamos a todos por teléfono que habría jolgorio hasta tarde y cada uno trajo algo para cooperar con la diversión. Fue una lástima que llegaran tan cansados y con cierta expresión en el rostro de haber sido timados, porque los flamantes ascensores rusos ?recién montados? anunciaban con el parpadear de sus lucecitas rojas que estaban rotos. Los funcionarios que viajaron hasta Rusia para comprar los nuevos aparatos decidieron que no era necesario gastar dinero en adquirir las guías laterales de los elevadores, una especie de raíles por donde se desliza la cabina. Diagnosticaron que las viejas estructuras ?instaladas hace más de veinticinco años? eran compatibles con los nuevos equipos y sobre ellas comenzaron a montarlos. No voy a ponerme metafórica y a establecer paralelismos entre  la electromecánica y la política, pero eso de aplicar novedosas transformaciones sobre caminos probadamente gastados me suena conocido. El resultado final ha sido que la poca compatibilidad entre las viejas piezas soviéticas y los nuevos aparatos rusos ha traído espeluznantes ruidos al subir y bajar, además de constantes roturas. Se supone que ya el montaje terminó; en el plan de la empresa que los colocó debe estar escrita la palabra ?cumplido? y pronto los mecánicos se irán a otro edificio. Sin embargo, nosotros seguimos subiendo la mayoría de las veces por las escaleras y quedamos como bromistas antes los amigos, que piensan que nuestra fiesta ha sido un chiste de mal gusto, para inaugurar unos ascensores que no se mueven.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
9 de junio de 2009
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.