Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Diario de rodaje. 1 Piezas sueltas

El primer día de rodaje se rodó la primera secuencia de ‘El dios de madera', una casualidad que no es habitual en la confección de las películas, cuyo orden sigue generalmente la conveniencia de los decorados, el cambio de los climas o la agenda de los actores.      El director de ‘El dios de madera' sólo tiene la experiencia de un film anterior, ‘Sagitario', y, por el contrario, la de nueve o diez novelas publicadas hasta la fecha, todas llevadas a cabo según un mismo método, para este escritor inevitable: empezar su libro por las primeras líneas del relato y no abandonar en ninguna instancia y bajo ningún concepto esa continuidad narrativa; el avance lo marca lo precedente, y los desarrollos y el final no están nunca en su cabeza ni tienen la menor premeditación. La novela llegará hasta donde le lleve su invención, partiendo de un esquema o idea primordial que las más de las veces están limitadas a una imagen, una figura esbozada o un motivo de arranque.

     Todo lo contrario sucede en el cine, y es una de las peculiaridades del medio que seduce al escritor VMF. El -llamémoslo así- ‘libro' de ‘El dios de madera' estaba, después de cuatro o cinco versiones (que aún van admitiendo cambios, supresiones o añadidos durante el rodaje), totalmente acabado cuando la película empezó la semana pasada a filmarse, y lo que se va ‘escribiendo' con la cámara cada día es una pieza suelta de dicho programa o guía verbal; ésa y las siguientes piezas, todas previstas en el conjunto, quedarán almacenadas hasta la fecha en que, terminado el proceso de acumulación de tomas, el director las tendrá a su disposición en la soledad compartida de una máquina prometedoramente llamada AVID. Él, con la esencial colaboración de su montadora, dedicará seis o siete semanas (un poco más de tiempo que la propia captación de las imágenes) a recomponer la trama preconcebida, aunque, naturalmente, beneficiándose de todo aquello que el guión no tenía: caras, cuerpos, encuadres, actos, gestos, segundos y terceros términos. Y también voz grabada en directo, a la que, más adelante todavía, un compositor (Luis Ivars, el mismo de ‘Sagitario') añadirá músicas.  

    Palabras, frases entrecortadas o largas, párrafos ya enunciados pero no entendidos por nadie ajeno al rodaje, ni siquiera oídos. Empieza ya a llegar, como adelanto de lo realizado en los ocho días de trabajo que llevamos, muestras de ese vocabulario cinemático, y algunas llegan repetidas, con ligeras variantes respecto a las que no hay que decidir todavía.

    El montaje les dará el sentido. De momento son sólo trozos de un todo que un equipo de cine conoce al dedillo pero ninguno, ni siquiera el director, sabe en qué quedará.

Leer más
profile avatar
14 de septiembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El niño inédito

Todas las generaciones registran el consabido choque generacional pero desde principios del siglo XX el choque ha venido siendo más un corte entre dos mundos distintos. Si la Primera Guerra Mundial enterró una época, la segunda Guerra Mundial inauguró otra. El enfrentamiento generacional se hallaba latente en vísperas de las dos conflagraciones pero, como se manifestó con el 68, la batalla callejera estalla unos años después de la contienda bélica. Los casos de las actuales violencias juveniles aquí y allá, prácticamente todos los fines de semana, son burbujas de un hervor que va notificando sobre el paso del mundo establecido, especialmente rígido y pesado, en una cosmología plástica y ligera. 

Las incomunicaciones entre padres e hijos son inherentes a sus respectivos papeles y el anhelo de dialogar, entenderse y vivir en feliz concilio una constante del siglo XX. De hecho, un anhelo nunca alcanzado pero hasta los años sesenta disimulado bajo el pomposo imperio de la autoridad. Esto en el espacio familiar pero lo mismo puede aplicarse a las relaciones entre profesores y alumnos y entre políticos y ciudadanos, entre policías y peatones.

 Que los chicos del gran altercado de Pozuelo llamen chulos a los policías tal como lo harían con un colega del mismo rango se corresponde con la amplia renuncia de casi todos los actuales padres a dar órdenes, siempre bajo el temor a ser descalificados como tipos ridículos, y equiparados a los odiosos policías. A aquella figura de la policía a la que probablemente combatieron o despreciaron los mismos padres en su juventud.

Padres policías fueron con orgullo aquellos hombres de la Guerra, ahora abuelos, que creyeron en la disciplina, la porra y el castigo como instrumentos de educación. Padres, maestros, potencias militares utilizaron la fuerza para vencer sin importarles no convencer. Partidarios todos ellos de ejercer la violencia tanto como un modo de ganar territorios como de ganar conciencias. Se trataba además de una legítima -cuando no santa- violencia en casa o en la escuela como el recurso eficiente para hacer entender el concepto mediante el dolor. La Iglesia, por ejemplo y  la religión católica en  particular, hallaba en la penitencia la suprema manera de purificar la conciencia y no sólo mediante el sentimiento de atrición sino con motivo de la misma contrición que casi cada tortura provoca a través del síndrome de Estocolmo.

En suma, mandar y pegar, vigilar y castigar, componían un sistema de vigas que sostenían el mundo sólido, ordenado y jerarquizado burgués, herencia del absolutismo y el dogmatismo real o papal, después trasladado a la esfera privada o doméstica. Todo esto se encuentra ahora en escombros y por razones mismas de su arquitectura. No son precisas tantos pilares y contrafuertes para sostener hoy una sociedad que en vez de ser el edificio lurdo y rígido de hace más de medio siglo es una composición elástica y hasta líquida como ha repetido insaciablemente Bauman. Una masa líquida requiere de presas y conducciones para ser productiva y no perderse entre las olas del mar pero una cosa son esta clase de obras hidráulicas que por definición tienen en cuenta la naturaleza y dirección de las aguas y otra son aquellas que toman la materia prima como un producto sin proyecto interior, tan joven que no debe de poseer orientación propia, cultura propia y propia composición. Del desdén del carácter propio de la materia prima se llega a las construcciones más aberrantes, de la insensibilidad respecto a las características propias de los materiales se llega a la erección de los mayores adefesios. Edificios, además, donde aparecen grietas, se presentan fugas, corrimientos de tierras o goteras y, al cabo, se desploman o se convierten en ruinas.

Educar hoy exige indefectiblemente tomar al niño o al adolescente como un material tan nuevo como especial y sofisticado. Ningún niño o adolescente es el niño o adolescente que se lee en los libros de ayer. En primer lugar porque ni siquiera los libros de hoy  son su lugar y, en segundo término, pero primero en importancia es que su grado de complejidad infantil y adolescente es completamente inédito en la historia de la Humanidad.

(Continuará) 



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
14 de septiembre de 2009
Blogs de autor

En el espejo de las grandes ciudades

La verdad es que desde niños nos sentimos algo reticentes a aceptar aquello de que "la cara es el espejo del alma". Conocíamos demasiadas niñas con unas trenzas de suave hilo dorado, mirada ensoñada y boca de mandarina que, cómo olvidarlo, eran unas impresentables cerdas insolidarias que no nos hicieron el menor caso. Materialistas ruines sin órgano para la lírica. En fin, que la cara podía esconder abismos de abyección capitalista.

    En cambio estoy persuadido de que todos los lectores coincidirán conmigo en que la ciudad es el espejo de su clase dirigente. Cuando uno se pasea por París no es preciso que le digan que todos los políticos franceses tienen estudios superiores. Si pasea por Londres sabe que ni uno sólo de los munícipes ignora el monólogo de Hamlet. Y si pasea por Berlín tiene el convencimiento de que el ayuntamiento en pleno lee cada noche varios capítulos de "La crítica del juicio". Analógicamente, también sabemos que basta con dar dos pasos por Nápoles para ver a Berlusconi en pijama con una señora de labios abultados bajando por Via Toledo, vaya pareja, y que en Estambul los munícipes se meten el dedo en la nariz y eructan cuando les preguntas una dirección.

    Ayer hube de bajar a la zona histórica de Barcelona. Todavía hay quien cree que la nuestra es la ciudad razonable, aseadita, un poco cursi, pero muy confortable que inventaron Bohigas, Maragall, Serra y otros municipales con carrera universitaria. La actual es mucho mejor. Sólo admite comparación con la salida de un partido de fútbol entre rivales ingleses. Divinas Ramblas tan parecidas a un botellón granadino, pero con mil razas y religiones compitiendo por ver quien vomita más lejos. ¡Qué alianza de civilizaciones!

    Se ha armado un gran barullo porque "El País" publicó unas fotos en las que se veía a numerosas personas fornicando (a tergo) por las Ramblas, hembras y machos. Son escenas tan usuales que uno se pregunta la razón del escándalo. Sólo cabe una explicación. Los del Ayuntamiento han reconocido a uno de los clientes. Y era horario de despacho.

 

Artículo publicado el sábado 5 de septiembre de 2009.

Leer más
profile avatar
14 de septiembre de 2009
Blogs de autor

“No pasarán”

Una persona amiga que se encontraba paseando por la bahía de Vladivostok entabló conversación con un hombre anciano que se entretenía pescando, quién al enterarse de que su interlocutor residía en España, exclamó con un gesto a la vez melancólico y decidido: "No pasarán".

En 1936, en la Vokzalnaya ploshade,  plaza de Vladivostok  que recibe su nombre de la estación término del ferrocarril transiberiano en ella ubicada, hubo una gran manifestación en apoyo de la República Española amenazada (entonces sólo amenazada) por el mal, una de las modalidades de eso que sólo los hombres son capaces de generar (pues el resto de los animales escapa a la polaridad misma bien-mal), y que en este caso tomaba la forma de intentar erigir un sistema político cuya máxima subjetiva de acción era desde el comienzo el abuso del débil (asunto en el cual el proyecto que anima a los insurrectos españoles está en las antípodas del proyecto que da pie a  la Revolución de Octubre, por lo que resulta una ofensa que se homologue -como a veces impúdicamente se hace- la tragedia en la que desemboca la aventura de los soviets con la inmundicia que desde la raíz misma suponen los regímenes dictatoriales erigidos como reacción a la misma).

En esa misma plaza de la estación trans-siberiana se dirigió en 1920 a los obreros de Vladivostok el héroe popular de la guerra civil rusa Sergei Lazo, llamando a no entregar ese terruño oriental de Rusia que efectivamente, como había previsto, vendría a ser su tumba.Y cuando Vladivostok fue en 1922 liberado de los Guardias Blancos por el ejército popular, fue también en esta plaza dónde se celebró la victoria.

Leer más
profile avatar
14 de septiembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Trilogía de la culpa

 

Trilogía de la culpa

 

Conocí a Mario Lacruz cuando ya hacía tiempo que era editor de Seix Barral y tenía a sus espaldas una bien ganada fama como escritor que se ha metido a editor y no escribe. Pero no era cierto porque, a su muerte, resulta que tenía en el cajón varias novelas totalmente acabadas, revisadas y listas para la imprenta. Pero inéditas. Cosa que me resulta totalmente enigmático. Es cierto que en las grandes fiestas de Carmen Balcells, al llegar el momento álgido de las mismas era casi ritual que Mario Lacruz remolonease e hiciese como que no quería mientras era empujado hacia el estradillo que ya le tenían preparado con micrófono y todo. Poseía una gran sensibilidad musical (ventajas de tener una madre violinista) y poseía también mucho arte para los boleros. Sin embargo, y aunque su resistencia a cantar era simple coquetería, ésta era de un orden mucho más superficial que su resistencia a permitir que se leyeran sus últimas novelas. Y quizás venga mañana el estudioso y me saque una vez más los colores por mi ignorancia, pero nunca he sabido de un caso igual.

                En su día, es decir, a principios de la década de 1960, de él solo había leído La tarde. Treinta y tantos años más tarde, cuando coincidí con él en algún festejo literario y quise hablarle de aquella novela, caí en la cuenta de que no recordaba absolutamente nada de su contenido, salvo la imagen de un tipo en una casa de San Gervasio que hablaba por señas con una mujer joven tomando el sol en la galería de una casa cercana. También recordaba dos cosas más: que no estaba contada a la manera usual de la época, y que me pareció excelente. Como es lógico, en aquél primer encuentro la conversación se apagó nada más empezar, entre otras cosas porque al querer mostrarle mi aprecio por lo único que conocía de él, hizo un gesto de fastidio y dijo algo así como: "No entiendo qué veis todos en ese relato intrascendente".

                Ahora, no sé cuantísimos años más tarde, y gracias a una operación de marketing editorial, la veo formar parte de una trilogía astutamente titulada "de la culpa". Como si toda escritura no fuese culpable por el mero hecho de serlo. Pero esta es otra cuestión.

                Las otras dos piezas del tríptico, El inocente y El ayudante del verdugo fueron escritas con casi veinte años de diferencia y por temática y estilo no se parecen nada entre sí, ni tampoco guardan apenas relación con La tarde.  Leída ahora, en la distancia, El inocente recuerda mucho al mejor Camus: desde las primeras frases el lector dispone de los datos suficientes para prefigurar  el destino y sabe por tanto que el supuesto asesino es un inocente (incluso lo dice el título) que carece de medios para evitar lo inevitable, como en el mejor Kafka.  Veo que se insiste en presentarla como una precursora del género  negro cuando (y soy consciente del equívoco que puedo crear) en mi opinión es un ejemplo muy convincente de novela existencial.

                Las otras dos, en cambio, son novelas río, no en el sentido de que haya un cauce central al que se van sumando personajes como si fueran arroyos que desaguan en la corriente principal. Más bien recuerdan a un río en su tramo medio: son pausadas, plenas y nos llegan enriquecidas por las aportaciones colaterales, pero se dirigen hacia la desembocadura (que es el morir) sin traumas ni sobresaltos. Por ejemplo en La tarde, allá por la página 200 sigues sin saber bien cuál es el trasunto que de consistencia a una narración fragmentada, sometida a bien medidos saltos en el tiempo y el espacio y con varios conflictos que podrían ser el desencadenante agonístico de los personajes. Sólo al final, cuando el astuto narrador se decide a contar la verdadera historia que condicionó su vida para siempre, el lector caen en la cuenta de que se le ha estado diciendo eso mismo desde el principio, y que de hecho le han estado contando un puzle que de repente, al aparecer la pieza central, cobra todo su sentido y significación. Y aquella lejana impresión primera - lo he dicho antes, me dejó la sensación de que se trataba de una novela excelente - se confirma ahora, tantos años después. Otra curiosidad que entonces se me escapó pero que puede contribuir a oscurecer aún más la personalidad de Mario Lacruz: el relato se acaba en 1935 y  tiene una coda fechada en 1940. De por medio, por lo tanto, hubo una guerra civil que cayó de lleno sobre los personajes y condicionó decisivamente sus vidas, suponiendo que no acabase con la de alguno de ellos. Pero no se dice una sola palabra al respecto. Como si fuese "un tema" menor, o un suceso irrelevante en comparación con aquello  que se acaba de contar.

 

Trilogía de la culpa

Mario Lacruz

Editorial Funambulista



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
14 de septiembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Las palabras rechazan la Gran Coalición, pero no los gestos

No es fácil conseguir que un primer ministro y su número dos y ministro de Exteriores, personas que trabajan cada día codo a codo, hagan un paréntesis y se enzarcen de pronto en una pelea descomunal como les gusta a los votantes en todos los países. De ahí que el debate ayer entre la canciller Angela Merkel, candidata de la CDU-CSU, y el vicecanciller Franz-Walter Steinmeier, candidato del SPD, transcurriera por las mismas sendas de extremada cortesía, notables dosis de aburrimiento y escasa polarización con que está funcionando toda la campaña electoral. La fórmula elegida para celebrar el único debate de esta campaña se las trae; cuatro periodistas, uno por cada una de las cadenas que retransmitieron el debate en directo, interrogaron a los dos candidatos: las escasas asperezas del debate se produjeron entre los políticos y los periodistas, que interrumpían y repreguntaban no siempre a gusto del interrogado.

Contrasta el protagonismo periodístico alemán con su marginación en los debates españoles, donde el control de los temas y el tiempo de los candidatos, y a veces se diría que incluso las preguntas, corre a cargo de los equipos de campaña y es una única cadena la que lo transmite. Pero contrasta también con los abundantes debates norteamericanos, donde el enfrentamiento directo entre los candidatos es lo esencial a lo que se supedita todo el resto. Anoche parecía un debate de primarias pero al revés, en vez de un panel de candidatos interrogados por dos periodistas, un panel de periodistas charlatanes interrogando a dos educados políticos. El debate anima un poco la campaña, pero difícilmente la radicaliza alrededor de los dos grandes partidos representados por la canciller y el vicecanciller, algo que sólo se consigue cuando hay choque frontal de posiciones. Los beneficiarios de tal situación son los partidos que no salen en pantalla, los pequeños, que crecen a costa de la monotonía de posiciones políticas de los grandes. El resultado del debate fue así una confirmación de que la Gran Coalición puede seguir funcionando si la aritmética electoral la acompaña. Nada hay en lo que dijeron los dos candidatos que la desaconseje. Ambos coinciden en el balance positivo de los cuatro últimos años de gobierno juntos. El solapamiento de posiciones en numerosas cuestiones -en relación a la crisis económica o la presencia militar en Afganistán, por ejemplo- y su capacidad de graduar y ajustar las diferencias -sobre el sueldo mínimo y la energía nuclear- son evidentes. El único mensaje particular es que cada uno de ellos quisiera ser quien dirigiera la próxima etapa y tener las manos libres para realizar la política de alianzas más conveniente para sus intereses. Lo que dice Merkel es que prefiere a otro socio para salir más rápidamente de la crisis y volver a crear puestos de trabajo, a lo que Steinmeier responde que quienes mejor pueden realizar la tarea son los socialdemócratas, y en ningún caso los liberales partidarios de las viejas fórmulas que han conducido a la actual situación. Para Angela Merkel la opción preferida es obligadamente la coalición con los liberales, ante los que ella misma se presenta como garantía social y defensora del papel del Estado como guardián de los equilibrios sociales ante los desmanes de la globalización. Fue lo que defendió en la anterior campaña en 2005, aunque no pudo llevarlo a efecto ante unos resultados insuficientes. Y es la fórmula de coalición más característica en la historia de la Alemania federal, con la que se ha gobernado en distintas etapas durante 26 años. Nadie entendería, entre el electorado conservador sobre todo, una campaña dirigida de entrada a asociarse con sus rivales históricos para repetir la Gran Coalición. Tampoco puede defenderla Steinmeier, y asegura con todo el aplomo que es una fórmula provisional que no hay que repetir, a pesar de que es la única que por el momento parece a su alcance, después de once años de participación del SPD en el gobierno, durante siete años en coalición con los verdes y los últimos cuatro con los cristiano demócratas. Leo a través de twitter que una primera encuesta entre los televidentes da por vencedor al socialdemócrata, aunque por escaso margen 31 a 28 por ciento, mientras que un 40 por ciento no da vencedor a ninguno de los dos. Otra da la victoria a Merkel por 37 a 35. Si alguien podía sacar ventaja de un encuentro de tan limitado margen de enfrentamiento era Steinmeier, que aspiraba a crecer como aspirante a la cancillería, mientras que la señora Merkel, reconocida ya como líder de la coalición, difícilmente podía sostener su posición sin subrayar la contradicción entre su gobierno con unos y su propuesta electoral con otros. Aunque la misma contradicción afecta a Steinmeier, obligado a callar sobre la coalición futura y a fingir que espera una victoria sobre Merkel que ninguna encuesta le proporciona.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de septiembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Una charla sobre el policial

Esta charla con Diego Salazar en un café madrileño salió en el blog de Letras Libres. Hablamos sobre todo de la novela nórdica (Stieg y Asa Larsson, Sjowall & Wahloo...):

¿Has sido siempre lector de novela policial?

Era un gran lector de novela negra durante mi adolescencia, luego empecé a leer lo que podríamos llamar "literatura seria" y dejé de lado los géneros populares, pero en estos últimos años he vuelto a la novela negra, aunque con otros ojos.

Lo curioso es que pareciera haber millones de lectores en todo el mundo que han vuelto la vista al género...

Es la estructura narrativa de nuestro tiempo. Bolaño decía, refiriéndose a Los detectives salvajes y a 2666, que a él le gustaba formular sus grandes novelas dentro de un esquema relativamente sencillo de policial, con un enigma recorriendo sus páginas para enganchar a los lectores. Por un lado está eso, esa necesidad casi infantil, y por otro, vivimos tiempos paranoicos y el policial es el género paranoico por excelencia, como recuerda Piglia.

...

Refiriéndose al éxito de los autores suecos como Larsson o Mankell, o a otros como Donna Leon o Camillieri, hace no mucho en El País, Javier Valenzuela abundaba en este lugar común según el cual "no hay mejor herramienta para describir la realidad actual que la novela negra"...

Creo que se podría hacer la misma operación con la ciencia ficción o las novelas de templarios, si nos guiamos por la cantidad de gente que las lee como esperando ver desvelado un oscuro secreto que le de pistas sobre el mundo que nos rodea. A mí me parece que la novela realista tal cual es también una herramienta perfectamente válida. No sé, no creo mucho en estos juicios tajantes.

...

¿Crees como Donna Leon que "Larsson es patológicamente malo"?

Yo leí 150 páginas y la novela no terminaba de arrancar, así que me aburrí. Pero sí me pareció que estaba prolijamente escrita.

¿Te alcanzó para apuntar pistas del monumental éxito que ha tenido?

Por un lado es literatura policial progre y parte de su éxito tiene que ver con un buen timing, con el momento actual de crisis y desconfianza hacia el capitalismo. El personaje principal es un periodista de izquierdas, azote del poder económico y político. También creo que funciona esta cosa macrodelincuencial, el malo es muy malo y condensa buena parte de los miedos de la gente: es nazi, pedófilo, maltratador, etc. Y hay que reconocer cierto talento, como ocurría también en El codigo Da Vinci, a la hora de combinar todas estas amenazas y ofrecerlas en un mismo pack.

¿Crees que hay también un componente de caída del mito del estado de bienestar sueco?

Sí, y ahí hay una tradición. Hay una pareja de suecos, Sjöwall y Wahlöö, que en los años sesenta escribieron una serie de diez novelas bajo el título de La historia del crimen (ahora las ha recuperado RBA en España), que ha sido muy influyente en el policial contemporáneo. Por un lado se recreaban en lo que podríamos llamar el "tedio de los procedimientos investigativos", hacían un esfuerzo de verosimilitud por contar la investigación policial como un proceso burocrático, remolón y no siempre excitante, nada que ver con la vertiente CSI. Y por otro lado, esta pareja tenía una agenda claramente de izquierda y sus novelas eran un j'accuse, algo estridente, incluso un tanto demagógico, que atacaba a la sociedad del bienestar con sesgo capitalista sueca. La influencia en Larsson y en tantos otros es evidente.

...



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de septiembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Alemania es una gran coalición

Los electores alemanes votan formalmente a candidatos por circunscripciones y a partidos a nivel nacional, según un doble sistema mayoritario el primero y proporcional el segundo, el 27 de septiembre. Pero a través de su doble voto, que permite por tanto una doble opción a favor del candidato de la propia circunscripción de un color y de la lista nacional de un partido distinto, el ciudadano puede apostar también indirectamente por alguna de las fórmulas de coalición posibles. En estas próximas elecciones son dos las opciones de coalición que cabe plantear en términos realistas a la vista del actual mapa electoral y de las expectativas levantadas por los sondeos. La primera, preferida por la canciller Angela Merkel, es la cristiano-liberal, formada por los demócrata-cristianos de la CDU-CSU y los liberales del FDP. La segunda, secretamente deseada por los socialdemócratas a falta de otra opción a la vista, es la continuación de la Gran Coalición actual entre CDU-CSU y SPD.

El significado de cada una de las dos fórmulas no ofrece duda alguna. La primera lleva a un giro liberal respecto al actual gobierno, mientras que la segunda ofrece estrictamente la continuidad. La Gran Coalición no tiene muy buena fama histórica. Pero los resultados de la actual son francamente aceptables, tendiendo a buenos. Tan buenos que cabe preguntarse por qué la señora Merkel debe andar buscando fórmulas nuevas si ésta le ha funcionado tan bien. La explicación es muy sencilla y es la clave de las próximas elecciones: no hay posibilidad alguna de realizar una campaña decente con la bandera del continuismo y sin que los socios de coalición que han gobernado satisfactoriamente tomen distancia uno del otro. La verdadera Merkel, que no conocen todavía los alemanes, es alguien que no debe verse obligada a gobernar con sus rivales políticos como le sucedió en 2005. En la primera ocasión en que los dos grandes partidos emprendieron el camino de una Gran Coalición fueron muchos los que se echaron las manos a la cabeza ante el desastre: Günter Grass aseguró que la fórmula radicalizaría a la juventud y la alejaría del Estado y de su Constitución. El filósofo Karl Jaspers la calificó de "ruina para la democracia" y el director y fundador del semanario Der Spiegel, Rudolf Augstein, adivinó en los coaligados la intención de reformar la ley electoral para liquidar a la oposición. La primera Gran Coalición de 1966 produjo alguno de esos desperfectos, pero fue la catapulta que permitió tres años después a los socialdemócratas llevar a Willy Brandt a la cancillería. La segunda, en 2005, iniciada por obligación a falta de mayorías aritméticas y continuada con devoción a partir de la crisis financiera y de la entrada en recesión, se ha revelado como uno de los períodos reformistas más fructíferos de la historia de Alemania, pero está impulsando a los pequeños, y sobre todo a La Izquierda (Die Linke), más allá de lo que muchos quisieran. Hay tres fórmulas más, dos teóricamente con posibilidades efectivas y una tercera inviable, aunque eficaz como espantajo para movilizar a la derecha. Las dos primeras son las que reciben los simpáticos nombres de Semáforo y Jamaica, inspirados ambos por los colores característicos de cada uno de los partidos que las componentes. El Semáforo contiene el rojo socialdemócrata, el amarillo liberal y el verde ecologista. La Jamaica, los que componen la bandera de esta isla caribeña: el negro de los cristianodemócratas junto al amarillo y al verde. Ambas se han producido en gobiernos municipales y sólo la primera se ha experimentado en los Länder o estados federados. La tercera coalición que ahora nadie se plantea, si no es como amenaza, es el frente izquierdista formado por el SPD, La Izquierda y los Verdes. Esta coalición sólo se ha producido excepcionalmente en Berlín y ha levantado ampollas cada vez que se ha intentado exportar a la antigua Alemania occidental. La presencia de Oskar Lafontaine, detestado en el SPD, y de los ex comunistas de la desaparecida República Democrática son obstáculos por el momento insuperables para ligar los cabos de tal alianza. La campaña de Angela Merkel, aburrida, de perfil muy bajo y sin ataques serios a sus rivales políticos, tiene toda su lógica. Su formación es la única fuerza capaz de aliarse a derecha e izquierda e incluso de buscar fórmulas originales como incorporar a los verdes. Ahora le saca más de diez puntos en las encuestas al SPD, un partido que se halla en constante retroceso desde hace diez años. Cuenta con una imagen internacional muy potente, en abierto contraste con un elenco de líderes débiles o escasamente presentables, incluso entre los socios de la Unión Europea, gracias además a su austero estilo político y a la naturalidad de su comportamiento como mujer y gobernante. Uno de sus mayores méritos es haber continuado, e incluso profundizado, las reformas del Estado de bienestar iniciadas por su antecesor Gerhard Schroeder al frente del gobierno rojo y verde a partir de 1998. Ayer mismo, cuando dos periodistas del Süddeutsche Zeitung la tildaban de ?heredera de Schroeder?, Merkel recordaba que sin los votos de los socialcristianos en el Senado federal las reformas de Schroeder no hubieran llegado a buen fin. Dicho en otras palabras: no hace falta un Gobierno de Gran Coalición en Berlín para que Alemania funcione como una gran coalición alrededor de los dos grandes partidos, que son los que vienen avalando las reformas desde que terminó la era Kohl en 1998 y los que deberán seguir en los próximos años acordando las políticas más sensibles (para la recuperación económica por ejemplo) sea cual sea la fórmula de gobierno que arrojen las urnas.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de septiembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Labios pintados

La crisis económica en Cuba nos obligó a encontrarle sustituto a casi todo, incluso a los cosméticos. En los años noventa, el betún de lustrar los zapatos se usó para resaltar las pestañas, el detergente de fregar se convirtió en champú y el vinagre en suavizador. Una amiga muy humilde se sintió aliviada cuando descubrió que podía pasar un pañuelo por las paredes ?pintadas con cal- y con él empolvarse la cara. El laxante se dejaba reposar para que flotara el aceite mineral que contenía y que se usaba como dorador de piel. En una muda complicidad hombres y mujeres concertaron desvestirse con la luz apagada y así no revelar los huecos y los zurcidos de su ropa interior, que se lavaba en la noche y se secaba detrás del refrigerador para usarla al otro día. Lo más humillante fue retornar a la costumbre de nuestras abuelas de lavar las compresas en los días de la menstruación o quedarnos en casa ?sentadas en el servicio- cuando llegaba el ciclo de la luna. A partir del otoño de 1993 los que querían lucir bien tuvieron la oportunidad de adquirir novedosos productos y hasta de elegir entre varias marcas, pero tenían que llevar en su cartera la moneda del ?enemigo?. Así que al precio de muchos sacrificios, las féminas de esta Isla no se dejaron derrotar en su deseo de verse más bonitas. Con sus labios pintados y la ropa ceñida, se ríen de aquellos que ?en los momentos de mayor extremismo- definían como ?frivolidad capitalista? a la humana intención de acicalarse. Pintarse el pelo de azul, hacerse un tatuaje o enganchase un argolla en el ombligo ya no es visto como una debilidad ideológica. Sobre los cuerpos han comenzado a brotar las señales de la seducción y del cambio.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de septiembre de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Nick Cave lee

Nick Cave lee un capítulo de su nueva novela multimedia. Fuente: nickcavefans A manera de anticipo de lo que sucederá mañana en "Babelia", la publicación de un capítulo traducido de la nueva novela multimedia de Nick Cave 'The Death of Bunny Munro', en la página Cultural de El País publican un video -con subtítulos- donde Cave lee un capítulo de la novela. Buen provecho.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
11 de septiembre de 2009
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.