Invito a todos aquellos que caigan por esta página a que acudan el próximo día 25 del presente mes a Nueva York, en donde se celebra el concurso “Lanzamiento de Hueso de Oliva” en su onceava convocatoria, sea como contendiente, sea como espectador.
La exhibición, organizada por un grupo de expertos y especialistas casi todos naturales de Cieza (Murcia), tendrá lugar también en la capital autónoma murciana, pero siempre es mejor verla en Central Park donde hay más espacio para el lucimiento de los atletas.
La notoriedad del evento nos evita dar más explicaciones, pero siendo los más jóvenes los peor informados, sepan que el lanzador puede inscribirse gratuitamente, y que, según dicen las bases, no hay “discriminación de sexo”. Suponemos que siendo una performación bucal, tampoco hay discriminación de lengua y que puede lanzarse en vasco, gallego y catalán sin el menor problema. El actual récord se encuentra en veintiún metros treinta y dos centímetros.
Los que osen inscribirse mantengan la cautela, los lanzadores murcianos son gente experimentada y con unos ‘buccinadores’ muy desarrollados, ya que, como ordena el reglamento “el lanzamiento se realizará sin canuto u otro medio que no sea la boca del concursante”. Es fama que casi todos los ángeles trompeteros de la pintura barroca tuvieron por modelo a un lanzador murciano. No es raro, por tanto, que éste sea el único concurso de lanzamiento de hueso de aceituna que se realiza a boca pelada. El inscrito deberá, además, tener puntería pues “se considerará nulo cualquier lanzamiento que dé en la pierna de algún viandante o espectador”. Esto es para evitar la mala leche.
No vaya alguien a creer que estamos hablando de un ludibrio labriego. Es un asunto severo que se prepara con todo rigor; así, por ejemplo, “los huesos serán de oliva chafá previamente inspeccionados minuciosamente por personal altamente cualificado”. El amor por los adverbios es indicio de la elevación moral de estos abnegados deportistas. El “personal altamente cualificado” ha pasado muchas horas estudiando el hueso de oliva chafá, cuyas características morfológicas son de una complejidad comparable a la de un conjunto cristalográfico.
Como el hueso es menester tenerlo en la boca antes del lanzamiento, y hay gente para todo, también se contempla la siguiente posibilidad: “En el supuesto de que alguno de los participantes no les gustase los citados frutos, éste podría nombrar a una o varias personas que le dejarían los huesos para su perfecta utilización”. De nuevo un uso imaginativo de la gramática ayuda al entendimiento de un artículo que podría calificarse de benevolente. Quizás un tanto “buenista”, como dicen ahora los diarios. En este concurso, la verdad, no debería participar nadie que no amara ciegamente la oliva chafá de Cieza, aunque reconocemos que los organizadores son gente tolerante y eso nosotros lo respetamos siempre. En este mismo ámbito, otro ejemplo de su capacidad solidaria es el artículo donde recomiendan a quienes usen dentadura postiza que se la quiten antes del lanzamiento. Amargas experiencias de años anteriores así lo recomiendan.
Cualquiera puede inscribirse y de paso ver una buena colección de videos y fotografías en: www.lanzamientohuesosdeoliva.es
Según noticias llegadas del consulado, parece ser que el Ayuntamiento de Nueva York, el cual, como es lógico, ya ha concedido el permiso para utilizar Central Park, está que no cabe en sí de gozo ante esta muestra de cultura latina.
¡Qué contraste con los municipales de Madrid, que no prestan la Casa de Campo ni para una carrera de gallinas!
