Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Voces europeas

De las palabras a los hechos. De los discursos de la pasada semana a los hechos de la semana que hoy empieza. En los últimos siete días hemos escuchado varias voces destacadas: el viernes, las de la canciller Angela Merkel en una sesión de explicación sobre la próxima Cumbre Europea en el Bundestag y del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en su primera comparecencia ante el plenario del Parlamento Europeo; el jueves la de Nicolas Sarkozy en un mitin ante 5.000 militantes y simpatizantes en Toulon; y el lunes la de Radoslaw Sikorski en una conferencia organizada por el diario Die Welt y el think tank Deutschen Gesellschaft für Auswärtige Politik (DGAP) con motivo del final de la presidencia polaca de la UE. A partir de hoy, además de las voces, empezaremos a encontrarnos ya con las propuestas, que culminarán, esperemos, en la Cumbre de los días 8 y 9.

Merkel explicó las líneas generales y objetivos de la propuesta que discutirá hoy con Sarkozy en París y llevará luego a la Cumbre. Se trata de reformar los tratados europeos para avanzar en la unión fiscal dentro del marco institucional de la UE, es decir, bajo control de la Comisión y jurisdicción del Tribunal de Luxemburgo. La dureza de su mensaje es bien clara: primero, las normas están para cumplirse; segundo, el cumplimiento debe ser controlado estrechamente; y tercero, quien no cumpla debe ser sancionado. Merkel descarta totalmente los eurobonos que casi todos los otros socios defienden y lo hace por varias razones: cree que más deuda no va a solucionar un problema de endeudamiento; que tampoco resuelve el problema de falta de competitividad de las economías meridionales; y que manda una pésima señal a los malgastadores de que alguien se hará cargo del gasto. Destaca el énfasis de Merkel en la independencia de los tribunales y del Banco Central Europeo, algo que va más allá de la crítica al manoseo que suelen sufrir este tipo de instituciones en boca de muchos políticos. Aseguró en su discurso que nada dirá ni censurará de estas instituciones y mucho menos sobre qué tienen que hacer, porque está en juego no tan solo su credibilidad sino también el funcionamiento entero del sistema. La UE es una unión de derecho y si el actual funcionamiento de las instituciones es imperfecto lo que hay que hacer es cambiarlo y mejorarlo pero no criticarlo desde los gobiernos. Hay un problema en la actitud de Merkel ante esta larga crisis, que ya ha producido enormes desperfectos con Grecia: su lentitud de reacción, su incapacidad para combinar la actuación urgente a corto plazo con las reformas a largo plazo de la UE. Sikorski casi dio con todos los argumentos en dirección contraria. Alemania es el primer beneficiario del euro tal como funciona ahora y no es ?una víctima inocente del despilfarro de los otros?: también rompió el pacto de estabilidad y sus bancos se cargaron de bonos de riesgo, mientras que ahora sus inversores pueden endeudarse a bajo coste después de vender los bonos de los países más expuestos. Advirtió del riesgo de una implosión de las economías vecinas que también afectaría a Alemania y señaló, con gran tino, que ?a pesar de su comprensible aversión hacia la inflación, el peligro de colapso es ahora una amenaza mucho mayor?. Apeló, finalmente, a la responsabilidad alemana, que considera ?especial?, pues están en juego, literalmente, ?la paz y de la democracia del continente?. Los discursos de la pasada semana se hallan en resonancia entre sí. Draghi manifestó su confianza en que ?el nuevo marco de vigilancia (presupuestaria y financiera) restaurará la confianza con el tiempo?, pero a la vez pidió ?una señal creíble?, que ?servirá para dar una seguridad definitiva en el corto plazo?. Merkel, en cambio, rechazó la posibilidad de que cupiera esperar un Big Bang, porque se trata de un proceso largo, comparable a correr una maratón, en la que alcanzar una gran velocidad al principio no garantiza que se llegue a la meta. Sikorski defendió dos valores complementarios como la responsabilidad y la solidaridad: ?Nuestra responsabilidad en las decisiones y procesos, y nuestra solidaridad a la hora de compartir las cargas?, frase de la que se hizo eco cinco días después la señora Merkel: ?No hay solidaridad europea sin responsabilidad nacional?. También resuenan, aunque de forma especial, las voces de Sarkozy y Merkel. La primera, en eco ampuloso de la segunda. Después de refundar el capitalismo ahora vamos a por la refundación de Europa. Da toda al impresión de que el presidente francés está preparando a sus electores para que encajen lo que será finalmente una aceptación casi íntegra del proyecto alemán. Algo que le va a doler por dos flancos sensibles: por un lado, el del Estado colbertista francés, acostumbrado a los déficits perpetuos, de tan buen rendimiento electoral; por el otro, el del soberanismo de matriz gaullista, que necesariamente debe resistirse a una entrega de poder fiscal a Bruselas y a sus instituciones y preferiría compartirlas ?a dos? con Alemania en un directorio europeo. Merkel destacó por su vestido negro y su sobriedad expresiva de Señora No: no a los eurobonos, no a un BCE que sea prestador de último recurso, no a la compra masiva de deuda soberana. Draghi, por su elegante rechazo de la propiedad conmutativa en la salida de la crisis; el orden de los factores sí altera en este caso el producto: primero el Pacto o Unión Fiscal y luego ya llegará la actuación del BCE. Sarkozy destacó por lo que destaca siempre: no puede salirse del papel que la vida política le ha asignado en este guión. No habló de Europa, sino de sí mismo, el presidente que dice siempre la verdad, que todo lo sabía y que siempre acierta. Y no propuso un plan para salir de esta (eso quien lo hace es Merkel) sino un plan para ganar la elección presidencial toreando el lío europeo en el que está metido. Sikorski fue entre todos los gobernantes el más agudo y certero de la semana, porque les dijo a los alemanes lo que nunca habían oído de boca de un polaco: que la principal amenaza para Polonia ya no eran ellos sino un colapso de la eurozona y que un polaco como él empezaba a temer ?menos el poder de Alemania que la inacción de Alemania?. ?Ustedes son la nación europea indispensable?, aseguró en su conferencia berlinesa. Estas cuatro voces contrastan con el silencio oficial español, del gobierno que se va y del gobierno que va a entrar, del presidente saliente y del presidente silente. En mitad de la niebla que ha caído con el traspaso de poderes la única voz que se oye, ayer domingo en EL PAIS, es la de Javier Solana, imagen todavía de la UE a ojos de mucho aunque no tenga cargo alguno, y su advertencia a Rajoy para que se ponga ?las pilas a la velocidad de la luz?. Una vez pasadas las elecciones, derrotado el PSOE y con Zapatero de despedida, ya se puede decir con claridad, como hace Solana, que a diferencia de la crisis anterior ?muchos de nuestros problemas están en Europa? y que por ello es indispensable ?encontrar los consensos nacionales? y ?volver a tener iniciativa en Europa?, algo para lo que se necesitan ?contactos y amigos?, contar con ?una buena red?, y sobre todo que ?España no puede limitarse a quedarse como observador?. Que no le tomen mal los nuevos, pero ahí está la clave del asunto. Con tan espeso silencio, la sospecha es que nadie ha hecho los deberes en cuanto a contactos, conversaciones y mensajes. Nada más que decir: que los hagan esta semana aunque sea a toda prisa y que los hagan bien. Por ejemplo, como los amigos polacos, los más lúcidos europeístas en esta época de ofuscación antieuropea. (Una voz aparte, sabia y escuchada, es la de Helmut Schmidt, el Viejo Canciller, que también habló ayer domingo, desde su silla de ruedas, ante el congreso federal del SPD, el partido socialdemócrata alemán, para exaltar la razón europea pero a la vez reclamar a los alemanes una corazón europeo y compasivo hacia los socios y vecinos. Pocos personajes han analizado con mayor precisión y coraje la actual situación de Europa, continente que envejece, se encoge e incluso se empobrece a ojos vistas, sin que a la vez sepa reaccionar de la única forma posible para evitar el declive: mediante una unión cada vez más estrecha. Schmidt criticó la nueva arrogancia de un cierto tipo de discursos alemanes que amenazan con terminar con Europa. Su discurso se titulaba "Alemania en, con y para Europa?, la diana fue ?el matón alemán? y el lugar donde se pronunció, atención al detalle, Berlín, la ciudad donde más discursos sobre Europa se han pronunciado esta semana). Enlaces: con los discursos de Sikorski, Sarkozy, Draghi, Merkel y Schmidt, y con la entrevista a Solana.

Leer más
profile avatar
5 de diciembre de 2011
Blogs de autor

El siglo XXV: una hipótesis de lectura

En el segundo capítulo de ‘Verano', novela biográfica en la que J.M. Coetzee escribe sobre sí mismo a través de personas, reales o figuradas, que le retratan y le maltratan, una de ellas, Julia, mujer casada que habría tenido con él una belicosa historia de amor, relata al biógrafo ficticio que hace las entrevistas una de sus muchas discusiones con John (Coetzee), en este caso sobre literatura. John le dijo en cierta ocasión, según cuenta Julia, que a la gente del futuro "tal vez seguirá gustándole leer libros que estén bien escritos", a lo que la mujer le respondió: "Eso es absurdo. Es como decir que si construyo una buena radio en miniatura la gente seguirá usándola en el siglo veinticinco. Pero no lo harán. Porque las radios en miniatura, por bien hechas que estén, para entonces serán obsoletas. No le dirán nada a la gente del siglo veinticinco" (cito por la traducción de Jordi Fibla, Mondadori, 2010). La discrepancia entre los amantes culmina con la exclamación del hombre, entre arredrado e irónico: "Tal vez en el siglo veinticinco aún habrá una minoría que sentirá curiosidad por escuchar cómo sonaba una radio en miniatura de fines del siglo veinte". La mujer se muestra taxativa, usando para esos posibles seres del futuro dos demoledores calificativos: "Coleccionistas, aficionados".

      Aumenta por doquier el número de lectores de libros electrónicos, de dispositivos ‘ad hoc' y de grupos editoriales o empresas tecnológicas que ofrecen a este nuevo público hijo de su tiempo la posibilidad de descargarse, legal o ilegalmente, novelas y hasta ensayos o poemas. La piratería, ese ‘heroísmo' de la vida moderna que acabó fraudulentamente con el disco de música y la cinta fílmica, ya está enfilando sus naves sin bandera hacia el cargamento escrito, pero tal latrocinio no es el asunto que aquí trato hoy. Como en toda iniciativa osada y debatida, el libro electrónico cuenta también, además de la patulea de los corsarios, con un creciente número de paladines bienintencionados, que, siendo alguno de ellos proveedor de la propia materia legible, confiesa sin rubor no ya la comodidad sino la infinita superioridad de este nuevo modo de leer los libros que nos gustan, los pasados, los presentes y los todavía por escribirse en cualquier esquina del mundo. El último defensor de esa causa ha sido un admirado novelista (y amigo), Jorge Volpi, al que me gustaría replicar su artículo ‘Réquiem por el papel' (colgado en su blog de El Boomeran pero antes publicado en papel, o al menos leído por mí en papel en las páginas de opinión de El País).

      El argumento de Volpi en favor del ‘e-book' trasluce el consuetudinario optimismo de quienes, desde una atalaya cerrada al ‘déjà vu', avistan un inédito territorio de progreso y anuncian al resto de los mortales la buena nueva: "una transformación radical de todas las prácticas asociadas con la lectura y la transmisión del conocimiento [...] la mayor expansión democrática que ha experimentado la cultura desde...la invención de la imprenta". Y en razón de ese imparable progreso Volpi ve a los actuales editores, impresores, correctores de pruebas, distribuidores y libreros como vates o practicantes de una religión supersticiosa y regresiva que las avanzadas corrientes de la creencia progresista confinará al basurero (o bueno, a las polvorientas estanterías) de la historia. Imagen recurrente en el texto ‘volpiano' es la de los copistas medievales, aquellos monjes de buena letra que pasaban las horas muertas practicando un arte, el de la caligrafía y la iluminación, que a su vez murió con la llegada de las prensas y otras formas de producción en serie del libro. Persistir en la fabricación o lectura del libro impreso en papel sería así pues un gesto empecinado de nostalgia, una labor de ilusos, o, sacando de nuevo a colación a la articulada Julia Frankl de ‘Verano', de meros coleccionistas o aficionados, es decir, ‘amateurs'.

      Como quiero poner mis cartas sobre la mesa, digo antes de seguir que yo soy las dos cosas, ‘amateur' del libro y coleccionista, aclarando al tiempo que mi coleccionismo libresco, empezado en la primera adolescencia y proseguido con incluso mayor afán en la segunda o quizá ya tercera madurez, se basa en la curiosidad y la promesa de una inmediata o futura prestación, no en la incunabilidad, si bien la edad, la amistad y la muerte habrán convertido seguramente algunos de esos libros de mi biblioteca en ejemplares valiosos. O no tanto, si aceptamos el universo fantacientífico que nos pinta Volpi, con las grandes bibliotecas, muchas de ellas verdaderas obras de arte en sí mismas, transformadas en "distribuidores de contenidos digitales temporales para sus suscriptores". Qué grima da esa perspectiva, comparada con la de pasar una tarde amena en la sala de lectura de una ‘public library' bien provista y cómoda, que no tiene porqué tener la grandiosidad de la sala principal de la Nacional de Madrid o la del Trinity College en Dublín, por citar dos ejemplos cimeros.

      Amenidad, proximidad, sensualidad. Espacio real. Parece como si Volpi y quienes como él rechazan la coexistencia del ‘ebook' y el libro de papel olvidaran o desdeñaran la función complementaria que las cosas y los gestos desempeñan en nuestra vida, para ensancharla. Su dictamen: "tanto para el lector común como para el especializado, el libro-electrónico ofrece el mejor de los mundos posibles: el acceso inmediato al texto que se busca por medio de una tienda online", me parece reduccionista y en cierta medida falsificador de la realidad. Olvida por ejemplo el autor de ‘En busca de Klingsor' que en países como la India, China y algunos de los que conozco en el continente africano el precio de los ejemplares en las lenguas propias de cada lugar, pero también de los allí editados (legalmente) en inglés o francés, es notablemente inferior al de los que se venden en Occidente, y por ello bastante asequible para el comprador local, estando por otro lado muy limitada la capacidad de acceso electrónico, por no hablar de la de subscribirse a refinados programas digitales. Son además frecuentes, en vastas extensiones de ese pujante y no tan pujante Tercer Mundo, los apagones y desconexiones de energía, que dejarían en un limbo sideral esas galácticas tiendas online del idílico paisaje anticipado por Volpi. 

      Pero hay otros valores que me sorprende no ver reconocidos por un escritor de su fuste. Volpi parece sólo primar la necesidad, la eficacia, la prontitud, nociones sin duda muy útiles para los estudiantes y los estudiosos, una parte, menor o mayor, del cuerpo universal de los lectores. Leer por gusto, para matar el rato y así ganarse tal vez la eternidad, ha sido siempre el motivo de esa búsqueda de la felicidad y el conocimiento que es la lectura, y como en todos los actos humanos innecesarios o superfluos -a la vez que trascendentales- el acompañamiento personalizado, irrepetible (aunque tu ejemplar sea uno entre un millón que otros desconocidos leen en ese momento), fungible, de un libro ‘fisico', añade al acto de leer un componente sensual y sentimental infalible. El tacto y la inmanencia de los libros son, para el ‘amateur', variaciones del erotismo del cuerpo ‘trabajado' y manoseado, una manera de amar tradicional que, justo es reconocerlo, no pocas personas rechazan, prefiriendo el contacto sexual con aparatos, figuras de holograma y voces pregrabadas, lo que antes se conocía como "telephone sex" y pronto será, no lo dudo, "digital sex", seguramente operado, como la telefonía móvil de alta gama, sin manos.

     Al final de su artículo el novelista mexicano anima a superar, para que la revolución del e-book "se expanda a todo el orbe", la nostalgia del libro, comparándola con la que podrían haber sentido los lectores medievales al ver ‘Las muy ricas horas del Duque de Berry'. Pero ese maravilloso trabajo de iluminación de un libro de horas, encargado por un noble y compuesto en el taller de los Limbourg en torno a 1410, fue un ejemplar único, y pocos seres vivos de la época pudieron sentir nostalgia y menos aún tocar con sus dedos tan refinada y elitista obra de arte. Filigranas como aquella siguen produciéndose hoy, ilustradas por artistas contemporáneos, pero naturalmente los aficionados al papel nos conformamos con comprar por menos de lo que cuestan un par de copas, bautizar con el nombre propio, anotar al margen, dedicar a veces, alinear en nuestra pequeña o grande biblioteca unas palabras impresas que no se apagan nunca, aunque eso sí, tienen la misma costumbre que sus dueños. Envejecen, y pueden un día dejar de vivir.

Leer más
profile avatar
5 de diciembre de 2011
Blogs de autor

De qué va esto

No poca gente cree que la pintura se inventó para colgarla de la pared. Muchos entienden que una casa sin cuadros es como una reina de Inglaterra sin sombrero. Es comprensible, pero eso no evita que se trate de un error.

    La pintura es un modo de conocimiento, como la matemática o la química, aunque no tenga un prestigio tan asentado. También es cierto que por la pintura conocemos asuntos que ni la biología ni la astronomía son capaces de explicar. Es un conocimiento, por otra parte, indemostrable, como casi todos los conocimientos importantes.

    Así, por ejemplo, en las cuevas prehistóricas están pintados nuestros primeros conocimientos que, como es lógico, muestran lo que teníamos delante de las narices, pero era muy difícil de ver: bisontes, caballos, cérvidos y también cazadores o parturientas. La selección nos ha de hacer pensar en lo que entonces conocíamos. No aparecen, por ejemplo, la luna o el mar.

    Todo lo que hay de importante en nuestras vidas lo hemos pintado para ver si podíamos verlo. Es como aquel verso de Machado, cuando se pone las gafas y dice: "Ahora verás si veo". Un desafío paradójico, pero llevado con gran bravura.

Podemos darle la vuelta a la idea y decir que todo lo que hemos pintado es lo realmente importante en nuestras vidas. Y lo que no hemos pintado, la verdad es que no pinta nada.

    Esta reflexión de paseante ocioso viene a colación de una de las mejores exposiciones que he visto en Madrid, la que el comisario Delfín Rodríguez nos ha donado bajo el título "Arquitecturas pintadas". Una exposición en la que, lo sé de buena tinta, el comisario ha puesto su vida entera. La muestra es muy extensa y se reparte entre la Fundación Thyssen y la sala de Cajamadrid.

    Si al principio pintábamos bisontes, ¿cómo no íbamos a pintar los lugares donde nos dedicábamos a pintar, además de a otras actividades como comer, reproducirnos o morir? El cambiante lugar que hemos habitado a lo largo de miles de años ha sido una y otra vez pintado. Gracias a eso sabemos que no siempre hemos vivido igual. Es más: que nunca hemos vivido del mismo modo.

Vean ustedes, la pintura moderna comienza con el cristianismo, una religión que se basa en un relato y que por lo tanto no puede expresar su conocimiento de la pasión y la muerte mediante la escultura. De modo que lo pinta. Al pintar el relato de la muerte (y la resurrección, pero esa parte tiene menos recorrido) del Dios humano no tiene más remedio que ponerle un escenario. ¿Y qué puede haber en ese escenario si no son paisajes y edificios?

    Dicen los expertos, y entre ellos Delfín Rodríguez, que una de las fuentes más ricas de arquitecturas pintadas tiene lugar obligadamente por la célebre escena del descanso durante la huida a Egipto. Recordarán que, para salvar a su hijo, María y José huyen de la matanza ordenada por Herodes, pero en el largo trayecto se detienen de vez en cuando para descansar, comer unos dátiles o pasar la noche. ¿Dónde la pasan? En ese punto las escrituras son parcas, Mateo informa tan sólo de la huida, Marcos nada dice, Lucas habla del nacimiento que es asunto enteramente distinto, y Juan comienza con Jesús ya hecho todo un hombre. Sin embargo, los pintores saben más que los evangelistas. En esta exposición pueden verse descansos que toman como refugio viejos palacios romanos en ruinas o monumentos paganos cuyos ídolos yacen por tierra. El niño librado de la matanza iba a precipitar la ruina de la religión antigua y el pintor así nos lo hace saber.

    Fabulosas son también las pinturas que muestran el conocimiento del más odioso de nuestros defectos, la soberbia, antes reservada a los poderosos y hoy democráticamente esparcida. Persuadidos de que todo lo podíamos, comenzamos la construcción de una torre que debía llegar hasta la morada divina, seguramente porque en un ejercicio de arrogancia técnica nuestros ancestros creían posible subir hasta allí como por una escala y así guarecerse del siguiente diluvio. Naturalmente el inquilino de las alturas no lo permitió y no sólo derribó la torre sino que nos condenó al conflicto lingüístico que tanto entretiene incluso hoy día.

    Las Torres de Babel pintadas llevan consigo el testimonio de la técnica. En los campos adyacentes se encuentran grupos de herreros, carpinteros, albañiles, estereótomos, maestros de la poliorcética y de los polipastos, arquitectos y demás ingenios con los que nos hemos protegido de la intemperie y levantado escalofriantes construcciones. Todos aquellos técnicos descendían de Caín y por lo tanto estaban marcados  por una falta originaria que hasta el día de hoy hace de todo lo técnico una potencia grandiosa, pero funesta. La técnica permite hacer más benigno el habitar, pero no es salvífica, más bien lo contrario.

    Viene también la gran fantasía de los palacios y basílicas y abadías que muestran la imaginación simbólica del poder, el cual, a pesar de nuestra nefasta experiencia, no siempre ha sido malo y dañino. Aquí cada pintura es una novela, a veces épica, a veces cómica, siempre dramática, porque todo príncipe construye su casa como espejo de sus virtudes, de manera que podemos saber cómo son los poderosos de aquí o de allá con sólo ver sus palacios e iglesias. Así, de paso, constatamos que no podían ocultar sus defectos.

También las ciudades, esa obra de arte extraordinariamente compleja que hoy aglomera a la mayoría absoluta de la población del globo y que dentro de pocos siglos sufrirá un colapso agónico, tienen su representación. A diferencia de los palacios, las ciudades no facilitan conocimientos sobre el soberano, sino sobre los ciudadanos. Como vio con agudeza Calvino, hay ciudades habitadas por malvados, ciudades de población aromática o tullida, ciudades de una feminidad turbadora, ciudades que aún no saben cómo se llaman, ciudades rubias y ciudades ladronas. En la exposición hay varias de ellas y en especial unos retratos apoteósicos de Nápoles, que es capital del harapo, del lujo, del llanto, de las gargantas más finas, de los asesinos, ciudad madre, ciudad prostituta.

    Poco espacio tengo aquí (leer en pantalla fatiga) para seguir. Valgan estas apresuradas líneas como invitación a la visita y testimonio de entusiasmo. A lo mejor regreso un día de estos y acabo el relato.

Leer más
profile avatar
5 de diciembre de 2011
Blogs de autor

¿Ignorantes pero felices?

Por fin, y desde la ciencia, alguien se dedica a indagar en una vieja leyenda: «La ignorancia es felicidad». En cuatro palabras se representa un mundo donde los sentimientos son músculos anestesiados y la conciencia un pájaro volando. La incómoda sensibilidad ante los problemas ajenos que distrae del propio oficio del vivir. Cinco estudios realizados por la Sociedad Americana de Psicología en plena bofetada de la crisis financiera revelan que mucha gente prefiere ignorar los problemas sociales y que esa es la mejor forma de confiar ciegamente y depender de sus gobiernos. Sorprende, por un lado, la ausencia de un espíritu crítico, pero sobre todo la falta ya no de compromiso con el bien común, sino de curiosidad. Vivir en la inopia, desatender los lazos con un mundo desajustado e incluso evitar estar informados en la era de la información parecen actitudes inmaduras y poco ejemplares, aunque enraizadas e incluso aceptadas en sociedad. Me llegan los ecos de aquellos debates de bachilleres que nos apasionaban y nos hacían tomar partido: el arte comprometido frente al arte por el arte, la sed de justicia social o la torre de marfil, Bertolt Brecht o Thomas Mann. Mientras algunos biólogos sostienen que el altruismo está programado en los genes, como recuerda Richard Sennett en El respeto ?una lectura de máxima actualidad a pesar de que el libro tenga ocho años?, muchos son los filósofos que han demostrado que no puede haber compasión sin solidaridad. Cierto es que la compasión nunca debería sustituir a la justicia, y que la piedad a menudo significa desigualdad como manifestaba Hannah Arendt, quien dedicó su tesis doctoral a san Agustín y los significados del amor al prójimo, la caridad y la benevolencia como formas de acercarse a Dios. O de amarse a uno mismo. En la calle, algunos indigentes empiezan a robar comida. No tiran de los bolsos ni buscan el iPhone, tan sólo un par de bolsas del supermercado que te arrebatan de las manos. A los comedores sociales, que este año han duplicado su demanda, como el de San Vicente de Paúl en la calle Martínez Campos de Madrid, cada vez acude más gente en traje y corbata. La fragilidad con la que se mece el Estado de bienestar prepara de nuevo el camino hacia la caridad de los nuevos pobres. Las sociedades modernas se han acostumbrado a que la prosperidad sea lo natural, también los servicios públicos, sin cuestionar su utilización y las trampas habituales que se cometen contra el sistema, desde un dinerito en negro hasta eliminar el IVA. Ignorar el sufrimiento ajeno se inscribe en la dinámica de la fatiga de la compasión; el engorroso asunto de la injusticia mundial empuja al sálvese quien pueda. Pero cerrar los ojos para ser más felices representa uno de los mayores insultos, no sólo hacia los demás, sino hacia la propia inteligencia. (La Vanguardia)

Leer más
profile avatar
5 de diciembre de 2011
Blogs de autor

Nicanor Parra semblanza

Nicanor Parra Estupenda la semblanza del reciente Premio Cervantes de Literatura, Nicanor Parra, realizada para ?Babelia? por Leila Guerrero. Se titula ?El aire de poeta? e incluye un retrato de la cotidianidad del poeta, opiniones contundentes sobre poetas latinoamericanos y su método de escritura (un lapicero -birome para Leila- sobre cuadernos simples).  Aquí algunos fragmentos de la extensa nota, que no tiene pierde:

Las Cruces es un poblado de dos mil habitantes protegido del océano Pacífico por una bahía que engarza a varios pueblos: Cartagena, El Tabo. La casa de Nicanor Parra está en una barranca, mirando el mar. En el antejardín, una escalera desciende hacia la puerta de entrada en la que un grafiti, pintado por los punkis locales para que nadie ose tocarle la vivienda, dice: ?Antipoesía?. En el pasillo que conduce a la sala, anotados con fibrón en la pared con su caligrafía de maestro, los nombres y los números telefónicos de algunos de sus hijos: Barraco, Colombina. -Adelante, adelante. El pelo de Nicanor Parra es de un blanco sulfúrico. Lleva la barba crecida y no tiene arrugas: sólo surcos en una cara que parece hecha con cosas de la tierra. Las manos bronceadas, sin manchas ni pliegues, como dos raíces pulidas por el agua. Sobre una mesa baja está el segundo tomo de sus obras completas -Obras completas & algo (1975- 2006)- publicado cinco años después del primero por Galaxia Gutenberg, una edición a cargo del británico Niall Binns y del español Ignacio Echevarría, con un prefacio de Harold Bloom, que dice ?(?) creo firmemente que, si el poeta más poderoso que hasta ahora ha dado el Nuevo Mundo sigue siendo Walt Whitman, Parra se le une como un poeta esencial de las Tierras del Crepúsculo?. A fines de los ochenta, cuando aún vivía en Santiago, Parra dejó de dar entrevistas y, aunque siempre ha habido excepciones, las preguntas directas lo disgustan de formas impensadas, de modo que una conversación con él está sometida a una deriva incierta, con tópicos que repite y a los que arriba con cualquier excusa: sus nietos, el Código de Manú, el Tao Te King, Neruda. -Hombres del sur. ¿Cómo se decía hombres del sur? A ver, a ver? Echa la cabeza hacia atrás, cierra los ojos, repite el mantra perentorio: -A ver, a ver? ¿Cómo se llaman los pueblos del sur originarios de Chile? Antes se llamaban onas, alacalufes y yaganes? -¿Selk?nam? -Eso, eso. Selk?nam. Hay una frase. ?La tierra del fuego se apaga?. Autor: Francisco Coloane. Una gran frase. Pero él era un personaje bastante antipático, ¿ah? Insoportable. (?) Nicanor. Nicanor Parra. Escribe con birome común en cuadernos comunes, toma ácido ascórbico en dosis masivas, come siempre lo mismo: cazuelas, arrollados, sopas. Fue varias veces candidato al Nobel, sempiterno al Cervantes. Hace tiempo le propusieron filmar una publicidad de leche y, como Shakira formaba parte del proyecto, pidió cobrar lo mismo que ella. Dizque le pagaron treinta mil dólares por medio minuto de participación y que, desde entonces, repite que su tarifa es de mil dólares por segundo. Tiene dos casas en Santiago, una en Las Cruces, otra en Isla Negra. Nadie sabe qué hace con aquellas que no habita. (?)

El proceso de las obras completas llevó casi una década. En noviembre de 1999, Ignacio Echevarría y Roberto Bolaño, que se había transformado en un gran impulsor de la obra de Parra (?escribe como si al día siguiente fuera a ser electrocutado?, escribió), fueron a visitarlo. -De regreso en Barcelona -dice Ignacio Echevarría-, Roberto me sugirió que hiciera las obras completas de Parra. Todos me dijeron que era imposible, pero se lo propuse y dijo que estaba dispuesto. Claro que luego yo le enviaba un contrato, él lo tenía seis meses y me decía que lo había perdido, y había que hacer todo de nuevo. Tres años pasaron hasta que, luego de la muerte de Bolaño, viajé a Chile, lo visité y me dijo: ?Voy a firmar el contrato. A Roberto le hubiera gustado, ¿verdad? Vamos a hacerlo por Roberto?. Pero he ido sintiendo un escrúpulo cada vez mayor por haber obligado a Parra a hacer algo que él no quería hacer. Él concibe la antipoesía como algo que se escribe en un muro, en una servilleta. Y creo que la idea de las obras completas le repugna. (?)

 En la sala, Parra toma té y recita en griego los primeros versos de la Ilíada. Después, echa la cabeza hacia atrás y se coloca la bolsa de té sobre el ojo derecho. -Tengo algo en el ojo. Con esto se cura. La vez pasada me fui corriendo de la clínica, en Santiago. El urólogo me dijo: ?Preparesé, compadre, porque mañana es la intervención quirúrgica. Una simple sistología?. Y entonces le dije: ?Prefiero morirme. Deme de alta o salto por esa ventana?. Y yo iba a saltar. Acabo de descubrir en mi biblioteca un libro que se llama El libro del desasosiego. -De Pessoa. -Ya no corre. Ese chiste de los heterónimos. Ya, compadre, ya. Tiene un poema que es insuperable. Dice: ?Todas las cartas de amor son ridículas. Si no fueren ridículas no serían cartas de amor?. Y sigue, ?yo también en mi tiempo escribí cartas de amor, como las otras, ridículas?. Mire usted las volteretas que se da. Como esas poetisas argentinas. La María Elena ? la María Elena? -¿Walsh? -Claaaro. A ver, hay otras. -¿Alejandra Pizarnik? -Ah, la Pizarnik. Fantástica. ¿Y cuál de ellas es la autora de La vaca estudiosa? María Elena Walsh se dedicó, aunque no únicamente, a escribir para niños, rama en la que tuvo el más alto de los prestigios pero, en cualquier caso, es dueña de una obra muy distinta a la de Alejandra Pizarnik, una poeta oscura que se suicidó en 1972. La vaca estudiosa es una canción de María Elena Walsh, que cuenta la historia de una vaca que quería estudiar. -Ah, qué maravilla. Y para matar el aburrimiento la vaca se matricula en una escuela. Y a los niños les llama la atención, entonces ella dice: ?No, yo me comprometo a ser una vaca estudiosa?. No, la María Elena. Estamos cien por ciento con ella. (?)

-¿Le conté la historia de la huiña? La huiña es un gato salvaje, de monte. Parra abre la puerta que separa la sala del balcón y señala un trozo de tierra entre las plantas del jardín trasero. -Era arisca. Pero un día se acercó y la pude tocar. Y al otro día estaba muerta. Le molestó que yo la tocara. Se sintió desvirgada. Está enterrada ahí. Le hicimos los funerales. De regreso en la sala se pone una chaqueta verde, un sombrero de paja. -Vamos a almorzar. En el auto, camino al restaurante, mira por la ventanilla y dice, divertido: -¿Usted es de Buenos Aires? Una vez a Borges le preguntaron qué pasaba con la poesía chilena y dijo: ?¿Qué es eso??. Y le dijeron que ahí estaba un premio Nobel que era Pablo Neruda. Y dijo: ?Ya lo dijo Juan Ramón Jiménez, un gran mal poeta?. Y eso que Neruda todavía no había descubierto el kitsch. Y le preguntaron por Nicanor Parra. Y dijo: ?No puede haber un poeta con un nombre tan horrible?. (?) La conversación deriva hacia algunos poetas chilenos, hacia la visita que la fotógrafa argentina Sara Facio hizo en los años 50 a su casa de Isla Negra para hacerle un retrato. -Con lo de la Sarita hubo un punto de inflexión. Una revista puso en la portada una foto que decía: ?El poeta de Isla Negra: Nicanor Parra?. Neruda vio eso y dijo ?Esta es la cabeza de una maniobra internacional antineruda, pero yo voy a descargar todo mi poder en la cabeza de Nicanor Parra?. Y dicho y hecho. Descargó todo el poder del PC internacional. -¿Se acuerda de ese verso de Neruda, ?dar muerte a una monja con un golpe de oreja?? -Un poeta, Braulio Arenas, me enseñó que cada diez versos hay que tirar uno oscuro, uno que no entienda nadie, ni uno mismo. Y ahí se arregla la cosa. Después, de regreso a su casa, desde el auto, señala una colina. -Ahí hay un desarmadero de automóviles. A veces voy. Me gusta ese sitio. -¿Está contento con las obras completas? -Sorprendido. Yo leo esos poemas y no me siento el autor. Pienso que nunca fui el autor de nada porque siempre he pescado cosas que andaban en el aire.

Leer más
profile avatar
4 de diciembre de 2011
Blogs de autor

El caso Neruda

Los últimos días de Neruda ¿Habrá sido Neruda asesinado? Rocío Montes Rojas, en un extenso artículo para El País, comenta la posibilidad. Dice la nota:

El certificado de defunción de Pablo Neruda indica que falleció por cáncer de próstata el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe militar que derrocó a Salvador Allende. Es lo que ha quedado establecido en la historia oficial. Pero no es la versión que defiende Manuel del Carmen Araya Osorio, chileno, taxista de 65 años y chófer personal del poeta durante sus últimos meses de vida. Este hombre sostiene que el premio Nobel de Literatura fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet. (?) Manuel Araya recuerda que el 23 de noviembre, el escritor le pidió a él y a Matilde que viajaran a Isla Negra. El escritor quería que rescataran algunos objetos personales que pretendía llevarse a México. ?A eso de las cuatro de la tarde, mientras guardábamos las cosas, recibimos una llamada telefónica. Era Neruda. Nos pidió que regresáramos de inmediato a Santiago porque se sentía muy mal. Dijo que, mientras dormitaba, un médico había entrado a su habitación y le había puesto la inyección. Regresamos de inmediato a la clínica. Lo encontramos afiebrado, rojo, hinchado?. El chófer relata que, en ese instante, uno de los médicos se le acercó para pedirle que saliera de la clínica para comprar un fármaco necesario para el poeta. ?Me dijeron que no iba a encontrar el medicamento en el centro y que debía ir a la periferia de la ciudad. Aunque me extrañó, seguí las instrucciones. Estaba en juego la vida de Neruda?, explica Araya. En medio del desplazamiento, dos coches interceptaron su vehículo. Un grupo de hombres lo sacaron a la fuerza. Lo tiraron al suelo y lo patearon. Le pegaron un balazo por debajo de la rodilla. ?Todavía conservo la marca de aquella herida?, dice levantándose el pantalón. Luego lo llevaron al Estadio Nacional, uno de los centros de detención y tortura instalados por la dictadura. Según lo que ha establecido el juez Carroza en su investigación, Araya salió de la clínica por orden de Matilde Urrutia y no del médico. El objetivo era comprar agua de colonia para hacerle fricciones al poeta en sus piernas, que a sus 69 años sufría de gota. El magistrado, no obstante, confirma que Araya fue apresado, tal y como relata, ese día y a esa hora. Años después, la viuda del poeta mencionó este episodio en sus memoriasMi vida junto a Pablo. ?Ya se acercaba la tarde y mi chófer no había aparecido (?) Él había desaparecido con nuestro coche y con él yo perdía la única persona que me acompañaba en todas las horas del día?. A las 22.30 de ese 23 de septiembre, el poeta Pablo Neruda fallecía en la clínica Santa María. La prensa local informó de que había muerto por un shock sufrido tras una inyección. Manuel Araya se enteró del deceso del poeta varios días después, en prisión. Cuando lo dejaron libre, a fines de octubre, pesaba 33 kilos. -¿Por qué tardó 38 años en denunciar el presunto asesinato? -Durante todo este tiempo toqué mil puertas y nadie me quiso escuchar. Tras el retorno a la democracia, fui muchas veces al Partido Comunista de Chile. Pero nunca me hicieron caso. Lo único que quiero es que el mundo sepa que Neruda fue asesinado. Matilde Urrutia, fallecida en 1985, se refirió en varias ocasiones a la causa de la muerte del poeta. En una entrevista concedida al diario español Pueblo, publicada el 19 de septiembre de 1974, dijo que ?la verdad única es que el duro impacto de la noticia (del golpe de Estado) le causó que días más tarde se le paralizase el corazón. El cáncer que padecía estaba muy dominado y no preveíamos este desenlace tan repentino. No alcanzó ni a dejar testamento, pues la muerte la veía aún muy lejos?. Rodolfo Reyes, sobrino del poeta y representante legal de los herederos, ha señalado que apoya la investigación que lleva a cabo la justicia. Lo secunda el presidente del partido comunista, el diputado Guillermo Teillier: ?Pinochet cometió crímenes contra personas que podrían hacer daño a la dictadura desde el extranjero. En 1974 asesinó al general Carlos Prats en Buenos Aires. En 1976, al canciller Orlando Letelier en Washington. Y el poeta habría sido un formidable representante de la resistencia?. La Fundación Neruda, sin embargo, ha negado la hipótesis del homicidio: ?No existe evidencia alguna ni pruebas de ninguna naturaleza que indiquen que Pablo Neruda haya muerto por una causa distinta del cáncer avanzado que lo aquejaba?, señaló un comunicado recientemente difundido. El juez Mario Carroza, tras meses de investigación, determinó judicialmente en julio pasado que el expresidente Salvador Allende se suicidó en La Moneda. Hoy en día lleva adelante la causa por la muerte del general Alberto Bachelet, padre de la expresidenta de Chile, que falleció en 1974 tras ser torturado por sus propios compañeros de armas. Respecto al caso Neruda, el magistrado ha interrogado a numerosos testigos, entre ellos al propio Manuel Araya. En los próximos días prestará declaración el entonces embajador de México en Chile y el médico Sergio Draper, quien atendió al escritor en la clínica Santa María el día de su muerte. Además de los interrogatorios, Carroza y sus equipos han intentado reconstruir el historial médico de Neruda. Lo han hecho en Chile y en Francia, donde se le trató por primera vez el cáncer. La clínica donde falleció, sin embargo, explicó que no conserva la ficha del escritor ?atendido el tiempo transcurrido?. Como sea, el juez intenta tener la mayor cantidad de antecedentes posibles para que el Servicio Médico Legal determine si hay necesidad de exhumar el cuerpo. ?Los restos del poeta ya están reducidos?, explica Carroza. ?Si consideramos además el tiempo que ha transcurrido, es necesario establecer muy bien si este procedimiento nos va a entregar alguna evidencia explícita?. -¿Existen posibilidades de que nunca se sepa cómo murió Neruda? -Podría ocurrir.

Leer más
profile avatar
4 de diciembre de 2011
Blogs de autor

Un plato todavía sin nombre

El nombre, al final, será el que hará la cosa. Ahora sabemos qué es, pero no cómo se llama. Es un muro para proteger el corazón del euro. Que permita algún día al Banco Central Europeo ejercer como prestamista de último recurso. Que ponga a disposición de los países de la moneda única europea el cañón listo para disparar contra quien ose tocar la moto de la deuda soberana a partir de ahora.

Encontrar el nombre no debe ser fácil, puesto que llevamos tanto tiempo sin dar con él. Hay una parte en la declinación de esos sustantivos que suena bien: Tesoro europeo, alto representante para el euro, eurobonos, oficina presupuestaria europea, impuesto bancario sobre las transacciones financieras? Y otra que hiere muchos oídos: euro de dos velocidades, directorio europeo, Europa alemana, déficit cero, recortes drásticos del Estado de bienestar, escalada de impuestos al consumo y a las rentas. Podemos imaginar, vistos los antecedentes, la fórmula que se está cocinando en la Cancillería berlinesa con elementos de los dos anaqueles: habrá una entrega masiva, inédita y muy dolorosa de soberanía presupuestaria y fiscal por parte de todos los países del euro actuales y futuros a cambio de que a su vez la deuda de todos los socios quede de una forma u otra garantizada. No sabemos cuál será el radio de este compromiso trascendental e histórico. Parte de la pelea está ahí: Italia va a estar, a la vista de lo bien que se ha movido Monti y de cómo se coló en la cumbre bilateral entre Merkel y Sarkozy en Estrasburgo el pasado 24 de noviembre; España debe estar, a pesar de su nebuloso perfil con un presidente que ya se ha ido y otro que no ha llegado todavía. Grecia y Portugal tienen muchos números para caerse del cartel o quedar en una situación comprometida. Tampoco sabemos si funcionará. Todo lo que se ha hecho hasta ahora ha sido insuficiente. Por poco y por tarde. Esto que ahora se prepara, a cocción lenta, debe tener tamaño y fuerza suficientes para encarrilar de una vez esta crisis intratable. Hay que creer que el secretismo de estos cocineros forma parte de la fórmula de éxito. De una parte conviene para la negociación: hay propuestas que son más bazas negociadoras que objetivos realmente deseados. De la otra es imprescindible para la sorpresa: el nombre y la cosa deben empezar a saberse en el momento adecuado, quizá un viernes por la noche con los mercados cerrados, para despertar el lunes con un nuevo mapa del euro y de sus instituciones. Puede que todas estas conjeturas no sean más que piadosa expresión europeísta y ansias de supervivencia. Hay que estar en todo: unos en cómo sacar partido de la muerte del euro y otros en imaginar al menos que al fin conseguimos evitar el naufragio.

Leer más
profile avatar
4 de diciembre de 2011
Blogs de autor

¿Está en crisis de la crítica literaria?

bulimia literaria En el número anterior de Babelia, el tema central fue la crisis de la crítica literaria ante la desaparición, cada vez más dramática, de páginas culturales y la proliferación de medios virtuales donde se ejerce la crítica. Winston Manrique Sabogal preguntó a una veintena de personalidades (me incluyó en la lista, como administrador de Moleskine Literario) varias preguntas acerca de la crítica literaria y sus diferentes divisiones o posibilidades en medio de una época de cambios.  Aquí algunas respuestas: I. FUNCION DE LA CRITICA

Marie Arana Escritora, exdirectora literaria del desaparecido World Book, de The Washington Post, y su actual escritora principal (Estados Unidos) El crítico literario es un guardián cultural, un juez que ha leído mucho, conoce el canon literario y posee una amplia variedad de experiencias con muchos géneros. Nuestro trabajo consiste en actuar como lectores serios. Nuestro objetivo debería ser el de ubicar un libro, juzgarlo con la perspectiva de una larga tradición literaria. Somos informadores, educadores y animadores, todo en uno. Deberíamos ser concienzudos, interesantes, reflexivos. Es sobre nuestros hombros donde se sostiene la cultura del libro. Somos la conexión entre los escritores serios y los lectores serios. De nosotros depende que esa conexión siga siendo fuerte, esencial y vibrante. Claire Armitstead Editora literaria de The Guardian (Reino Unido) Es una parte vital de la economía cultural. Una de las pocas formas capaces de poner un espejo delante de nuestra sociedad y sus valores. Tiene un valor social. Jordi Gracia Catedrático y crítico de Babelia de EL PAÍS (España) Su función es muy modesta, y sin embargo tiene pleno sentido, y es insustituible en una sociedad civilizada: la capacidad de discutir, desmenuzar, impugnar, rebatir o elogiar los libros que se publican es casi la función natural de la vida intelectual privada y, por tanto, también pública. II. ESTADO Y DIAGNÓSTICO

Bernard Pivot

Periodista, crítico y divulgador cultural de programas de televisión como Apostrophes(Francia) Respecto a la crítica que he conocido hace cincuenta años, tiene menos espacio, pero sigue existiendo. Incluso a veces vivaz. Cuando la crítica literaria está agrupada tiene una influencia importante. Cuando está aislada no tiene el poder que puede tener un programa de televisión e incluso de radio. Aunque no creo que la crítica literaria haya evolucionado mucho, salvo que tiene menos espacio. Se le pide sobre todo a los periodistas que escriban artículos menos largos. José María Guelbenzu Escritor y crítico de Babelia. EL PAÍS (España) Si nos circunscribimos a la crítica literaria como tal crítica, sigue más o menos igual; si pensamos en las reseñas de los medios, creo que ha aumentado la complacencia y ha disminuido la exigencia. Philippe Lançon Crítico del suplemento literario de Libération (Francia) En la prensa generalista ha empeorado sin duda. Los críticos no son más (ni menos) comprometidos que antes con las editoriales, con su propia vanidad y deseo de existir, de ?ocupar el terreno?. Pero como los libros no tienen ya tanta importancia en la vida social y mental de los lectores, la crítica tampoco la tiene en los periódicos. La falta de tiempo, de espacio y de afán (por parte de los lectores, o al menos de estos lectores generalmente incultos que son ahora los directores de periódicos) la debilita mucho -la reduce como una cabeza de jíbaro-. Generalmente, la crítica se ha vuelto publicidad más o menos informativa. Es un problema mental, social y económico. Eliot Weinberger Escritor, traductor y crítico de medios como The New York Review of Books (Estados Unidos) Estados Unidos no tiene la clase de suplementos literarios habituales en España y muchos otros países. Solo tiene una publicación periódica importante sobre crítica literaria: The New York Review of Books. Ya no hay críticos estadounidenses poderosos, como los había hasta la década de 1960, escribiendo en una prosa que era inteligible para cualquiera e introduciendo la literatura en los problemas políticos, sociales y morales del día. La llamada crítica ?seria? ha pasado en su mayoría a ser dominio de los académicos, que escriben usando una jerga especializada, en la extraña creencia de que lo complejo solo puede presentarse por medio de frases impenetrables, y que parecen más preocupados por la crítica de la crítica que por la crítica de la literatura. El resto es publicidad principalmente: los extraordinariamente eficaces departamentos de marketing de las grandes empresas editoriales dictando aquello sobre lo que se escribirá en los periódicos y revistas. Uno se pregunta por qué sigue habiendo siquiera periodistas culturales. La crítica, en Estados Unidos, se ha reducido a las ?recomendaciones?, que llegan a través de las reseñas, los blogs y Twitter. Los premios se han convertido en la validación estándar del mérito literario. No puedo pensar en un solo crítico estadounidense a quien uno pueda recurrir ahora en busca de ideas. Quizás esta sea la razón por la que el mundo es más confuso que nunca. Enrique Krauze Director de la revista Letras Libres (México) La crítica en los periódicos independientes y la mayoría de las revistas de habla hispana deja mucho que desear. Por lo general, las reseñas son meros resúmenes de las obras, elogios indiscriminados o acercamientos teóricos. Falta casi todo: compromiso, penetración, discernimiento, profundidad, horizonte, pero sobre todo valentía. Atreverse a opinar con fundamento si una obra es buena o mala y por qué. La crítica de cine o la deportiva es mejor. ¿Por qué no tenemos la crítica literaria que necesitamos? Intervienen varios factores: compromisos editoriales, institucionales y hasta amistosos. Santos Sanz Villanueva III. VIRTUDES Y DEFECTOS

Jorge Aulicino

Poeta y editor del suplemento Ñ, de Clarín (Argentina) Resaltan más sus defectos, por cuanto sus espacios han aumentado. Hay más espacios de crítica porque la industria aumentó. Y el principal defecto es la complacencia con ese estado. Los críticos están demasiado vinculados a la industria editorial; son, a la par que críticos, ensayistas o novelistas, o poetas o autores de libros de crítica. Por otra parte, comparten demasiados saraos y vida socioliteraria con los escritores, y no quieren pelearse con ellos. Hay muchas excepciones, pero gran parte de la crítica resulta publicidad encubierta. José María Pozuelo Yvancos Hay dos principales defectos: el primero, de carácter general, es que la critica ejercida en un periódico o suplemento no siempre se separa bien de las leyes del mercado, porque el mismo suplemento, el medio, también es mercado, y debe hablar de lo que la gente habla. Esta pulsión de novedad, y de énfasis en ?estar en la onda?, es el principal defecto. Si la crítica termina hablando igual que el mercado y sigue sin más sus leyes se hará innecesaria por redundante. Refiriéndome al crítico, el principal defecto es que crea que su gloria o su lugar coincide con el que le concede el periódico. Muchas veces la mucha significación del crítico es directamente proporcional a su insignificancia. En cuanto a las virtudes: qué bien que una pequeña editorial o una autora de la que el mercado no habla sale a superficie porque un suplemento (o un crítico) llama la atención sobre ella, y la descubre. Contribuir a la visibilidad de quien vale, incluso al margen del mercado, seria quizá la mejor virtud de la crítica. Mario Jursich Periodista, escritor y subdirector de la revista El Malpensante (Colombia) Las virtudes son más o menos las mismas de siempre: iluminar el sentido de un libro, ponerlo en relación con su contexto y con otros libros, explicar sus mecanismos de composición, etcétera. Los males son básicamente dos: 1. La idea firmemente arraigada de que la crítica literaria no es una instancia de reflexión sino parte del proceso de promoción del libro. 2. La convicción, no menos arraigada, de que la mala prosa es fundamental para hablar de literatura. Marie Arana En Estados Unidos ha perdido su vigor. Hay poca espontaneidad y emoción en el análisis de los libros. Si existe espontaneidad es en la dispersión de blogs literarios, pero son indisciplinados, están pobremente escritos y, a menudo, descuidados. Ninguno se ha revelado como una voz influyente. Iván Thays Escritor y bloguero de Moleskine literario y Basta de carátulas (Perú) Su principal virtud está en no haber cedido, en la mayoría de los casos, al lector menos aventajado, el no haberse trivializado (como sucedió con las reseñas literarias, cada vez más parecidas a contratapas). Su principal defecto es no conseguir deshacerse del lenguaje académico codificado, el crear tendencias que no existen y el distanciarse de los nuevos fenómenos (salvo excepciones). Lo peor es que la crítica sigue buscando ser canónica y sesgada, pese a que la literatura actual es anticanónica y más bien dispersa y muy versátil. IV. EL PAPEL DE LOS MEDIOS Gustavo Guerrero Profesor de la Universidad de Cergy-Pontoise y consejero literario para el español de Gallimard (Francia) Las políticas de los suplementos y revistas literarias son muy diversas. Quizá su virtud principal radique justamente en esa diversidad que nos muestra cómo se ha instalado el pluralismo en la vida literaria y cómo se ha desterrado la idea de que existe una jerarquía de valores única en cuestiones de estética. Hoy una novela o un poemario pueden ser buenos, mejores o peores para distintos públicos de muy distintas maneras, lo cual no implica que todo valga, sino que el valor literario es una construcción social que resulta de una apreciación y unos arbitrajes susceptibles de crear consensos más o menos extensos, estables y duraderos. Mario Jursich No es posible ni deseable que todos cumplan el mismo rol. Eso dependerá de la personalidad y los intereses de quienes dirijan esas revistas, esos suplementos, esas radios o esas webs. Iván Thays Mientras más suplementos literarios impresos cierran, más blogs literarios aparecen. La crítica literaria o el comentario de libros por Internet es una selva tupida en donde hay de todo. Uno debe andar muy atento y con un buen machete para abrirse camino por esa jungla donde todos tienen algo que decir, y lo dirán. Y ya sabemos: la ignorancia es atrevida. Creo que un blog o un website con rigor puede tener más importancia que un suplemento escrito. Lo fundamental es el contenido, sea la plataforma que sea. V. DESAFÍOS DEL NUEVO PAISAJE Gustavo Guerrero Ante los demasiados libros que se publican, nunca antes el lector ha tenido tal necesidad de mediadores y nunca antes los mediadores han brillado tanto por su ausencia. No es fácil imaginar una salida para esta situación. La recomposición del paisaje mediático y tecnológico a la que estamos asistiendo quizás abra algunas puertas. Si la crítica quiere recobrar al menos una parte de su influencia social, va a tener que entrar en una dinámica multimedia porque el impacto de lo escrito se ha ido debilitando y tiene un alcance cada vez más limitado, sobre todo ante las posibilidades que ofrecen los medios audiovisuales e Internet. Juan Antonio Masoliver Ródenas Escritor y crítico de Culturas, La Vanguardia (España) Internet llega de una forma más inmediata al lector. Hay blogs y revistas excelentes que compensan la escasez de revistas impresas. Pero nada impide la improvisación, elamateurismo, el narcisismo y confundir criticar con destruir. Hay mucho camino por recorrer y de momento aún vivimos en el caos. Pero la crítica -el lenguaje crítico- no ha cambiado. Sí ha cambiado el acceso, mucho mayor. Philippe Lançon Más independiente. Más resistente al espíritu de publicidad y de negocio. Más lenta, más elitista. Y, sobre todo, mejor escrita. VI. ¿UN PUNTO DE REFERENCIA EN EL CIBERESPACIO? Paul Ingendaay No, los medios están al alcance de todos. Serán los lectores quienes decidan si de verdad necesitan una ?crítica literaria? en el sentido tradicional. Internet nos ha traído otras formas de debate igual de válidas. Es un punto de referencia para lectores que no intercambiaban opiniones. Alberto Olmos El líder de opinión o creador de tendencias es connatural al juego social y a su inabarcabilidad, por lo que los lectores van a tomar siempre a algún emisor de opiniones como guía. La situación es que ese ?punto de referencia? no tiene por qué venir enmarcado en un medio tradicional, sino que puede ser cualquier persona que consiga transmitir a su vez un gusto coherente y una práctica honesta de su labor opinativa. Jordi Gracia Convertirse en punto de referencia es un efecto o una consecuencia del ejercicio de la crítica. Y tanto los blogs o las revistas digitales como los suplementos o las revistas tradicionales son capaces de concitar esa forma de respeto o de mera atención por parte de otros lectores. La multiplicación de canales de opinión propicia una nueva pluralidad de puntos de vista y es en esa diversidad donde ahora mismo está fabricándose la posibilidad de un crítico solvente o de una revista más respetable que otra. II. INFLUENCIA Y PODER EN JAQUE José María Guelbenzu Ha perdido la misma influencia que los pensadores y los intelectuales en general; pero, sobre todo, no ha incorporado lectores de manera significativa. ¿Quién tiene que cambiar para que eso ocurra? ¿El crítico? ¿Los nuevos lectores? Philippe Lançon Ha perdido casi todo su poder. Para luchar con eso, cada crítico, cada servicio literario, debe luchar primero en su propia empresa para tener más espacio, más libertad, más capacidad para hablar de lo que le gusta, y no necesariamente de los libros de moda. Claire Armitstead El poder de la crítica literaria se ha reducido por tres motivos principalmente: los periódicos tienen menos lectores, la crítica no es una forma de periodismo que esté de moda y la mayoría de las reseñas carecen de relevancia para el mercado mayoritario en el mundo anglosajón, porque los libros del mercado mayoritario rara vez son literarios, así que les resulta más útil la publicidad que los juicios críticos. Para el libro apropiado, sin embargo, las buenas reseñas pueden representar la diferencia entre existir y desaparecer sin dejar rastro. Es importante recordar que el propósito de una reseña de un libro no es vender libros, es ubicarlos en el contexto del panorama cultural. J. Ernesto Ayala-Dip Crítico de Babelia. EL PAÍS (España) Si el poeta en la sociedad burguesa del segundo imperio francés había perdido su aura, como nos enseña Walter Benjamin en la figura de Baudelaire, el crítico ya había nacido sin ella. Ser consciente de ello es crucial para sobrellevar con inteligente dignidad la labor crítica. En palabras de Sartre: el crítico literario es el pariente tonto de la familia social. Así que me niego a hablar de influencia ni de poder. Somos profesionales de la lectura analítica. Y, aunque a veces no lo parezca, la crítica es un género literario. Cuando un crítico es bueno, se lo lee, no sólo para que influya en una dirección determinada, sino también por el simple placer de leerlo. VIII. DEMOCRATIZACIÓN EN LA RED

Claire Armitstead

Tuvimos un gran debate sobre si abrir las reseñas a los comentarios de los lectores en la web, y finalmente decidimos hacerlo fundamentándonos en que valoramos las opiniones y experiencias de nuestros lectores y en que ellos querían implicarse más. Nuestra experiencia ha sido la de que, cuando el crítico está preparado para responder a las críticas, ello puede intensificar el compromiso con un libro. Estamos al comienzo de un viaje con nuestros lectores en esto, ya que es una tradición muy nueva dentro de la cultura literaria.

Bernard Pivot

Cuanta más gente se interese en los libros, mejor. La crítica se democratiza en Internet. Pero estamos en lo mismo, es un fenómeno de masas. Cuando los internautas son decenas o cientos en recomendar un libro, tiene influencia en su compra. Pero críticas aisladas en Internet no harán que se venda. Mario Jursich Pienso que la crítica literaria no es un asunto de expertos; por eso me parece una opción saludable que además ha contribuido a volver más plural el contenido de algunos diarios. Ahora, esas colaboraciones deben ser tratadas con el mismo rigor editorial que se aplica a los profesionales. Jorge Aulicino El efecto Amazon no anulará la crítica. Leo los comentarios de lectores. Leo el correo de los lectores en Ñ. No hay una democratización de la crítica sino de la opinión. No creo que la opinión de la crítica pueda ser anulada por la opinión de los lectores. Gustavo Guerrero

No veo nada malo en que cada cual exprese sus gustos y favoritismos, pero lo que veo perverso es que esa libertad se utilice subrepticiamente para seguir reduciendo el ya escaso ascendente de la mediación de crítica en la creación de valor y el mercado.

Leer más
profile avatar
3 de diciembre de 2011
Blogs de autor

Desde Guadalajara

Son los últimos días de la FIL de Guadalajara. Comienza a terminar la versión 25 de la más importante Feria del Libro del idioma español. Las largas filas de estudiantes tapatíos se preparan para desaparecer. Los autores de la inauguración ya están en sus casas. Todavía aterrizan escritores para presentarse en los días finales. El barman del lobby del Hilton sirve los últimos whiskys. Al recorrer los pasillos uno se despide de los millones de libros, sabiendo que en la próxima versión estarán repletos de nuevas novedades.

Pocas veces, después de varios años seguidos viniendo a la FIL, se ve tal entusiasmo por los libros como aquí. Presentadores de televisión junto a un premio Nobel, un súper best-sellers al lado de un autor de culto y de minorías. Acá parece haber espacio para todos, en una suerte de gigantesco cliché de las letras que termina dándole un carácter único a esta cita. En las próximas horas anunciaremos al ganador del II Premio Las Nuevas Plumas, que organiza la Universidad de Guadalajara con la Escuela Móvil de Periodismo Portátil. Y después de eso vendrán las fotos, los aplausos y el reconocimiento para el triunfador. Después de cada FIL siempre hay ganadores nuevos.

Los escritores alemanes, porque ahora Alemania es el país invitado, siguen celebrando en cada stand. Los agentes literarios cierran sus agendas con nuevos contactos. Los periodistas culturales ya están cansados de despechar tantas notas. Los escritores funcionarios ya tienen en su poder una orgullosa lista con nombres de otros escritores funcionarios que conocieron en esta feria. Siempre pasa.

En medio de dicho huracán, que nunca se detiene durante los días de feria, una noticia detiene la FIL. Tenemos un nuevo Premio Cervantes. El ganador es el poeta chileno Nicanor Parra, de 92 años. El mismo que, hace tres semanas, vi un par de segundos en su casa de Las Cruces, una playa cerca de Santiago. La noticia de su premio no solo es justa, sirve de broche para el final de la FIL: El próximo país invitado será Chile.

Entonces, desde Guadalajara, recuerdo el primer poema de Parra que traté de aprender de memoria.

 

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario

 

 

Twitter:  @menesesportatil

 

Leer más
profile avatar
2 de diciembre de 2011
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.