Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

‘Novum’

Hace poco más de un año Álvaro Pombo y yo jugamos una partida de ajedrez en un hotel de Madrid. La partida en sí, tomada no muy en serio por ninguno de los contendientes, quedó en tablas, pero el diálogo que la acompañaba supuso, al menos para mí, un gran placer. Convocados por Literalia (TV), un canal especializado en la difusión literaria, la conversación formaba parte de una serie de grabaciones a escritores, generalmente reunidos por parejas (la que sostuvimos Pombo y yo puede ser consultada, en sus tres partes, a través de la Red).

      En un momento ya final de la conversación, que antes había girado sobre libros y también sobre nuestras opuestas maneras de enfocar los viajes., Álvaro me pregunta qué estoy haciendo en ese momento, recién publicado entonces mi libro de relatos ‘Con tal de no morir', y yo le cuento los preparativos de ‘El dios de madera', así como el argumento de la película. Con la rapidez intelectual que le caracteriza, le bastaron al gran novelista las dos o tres frases someras que yo le dije para recapitular él a su brillante modo lo que ‘realmente' (o al menos ‘intencionalmente') es este segundo film que ayer presenté en el Festival de Cine de Málaga. A esas palabras de Pombo me refería el lunes en el blog al anunciar mi texto sobre el alma de ‘El dios de madera', texto que llega con un día de retraso (inevitable: la jornada de ayer empezó para mí y para los actores desplazados conmigo a Málaga a las 11 de la mañana y acabó, tras el maratón de las entrevistas y ‘chats', la rueda de prensa, los photocalls y la propia sesión a concurso en el Teatro Cervantes, pasadas las dos de la mañana de hoy miércoles).

     Yo le había dicho a Pombo en ese resumen del argumento que ‘El dios de madera hablaba del temor y la atracción de lo nuevo (del Otro), encarnada la idea en la pareja de María Luisa/Mavi y Róber/Roberto, madre e hijo llenos de historia, de pasado, de fantasmas culturales y religiosos y de amores frustrados o sin realizar, simultáneamente enfrentados ambos por el azar a las figuras de los dos inmigrantes, Yao y Rachid, que entran en sus vidas, trastocándolas. Un cansancio o ‘tristeza' de la civilización frente al puro presente enérgico y arriesgado de Yao y Rachid, los africanos de la película. Y entonces vino la frase de Álvaro Pombo que mejor puede representar mis aspiraciones en el concepto de la película; tras sostener que Europa está mal preparada para recibir novedades, por su fondo idealista, la llegada masiva y creciente de los inmigrantes, entendidos en cierta medida como ‘el ser salvaje', hace, decía él, que nuestra conciencia se recoja sobre sí misma. Una Europa "que concibe el mundo desde una conciencia que determina la existencia del mundo", le cito literalmente, y en consecuencia provoca, mezclada con la curiosidad y el deseo, la desconfianza, no exenta de dadivosidad, hacia ese ‘novum' que vemos llegar a nuestras asentadas y ricas tierras de Occidente.

   Una apostilla de Álvaro Pombo a nuestra conversación podría asimismo explicar  perfectamente el final de ‘El dios de madera': "Europa no puede [por tanto] ser fecundada".

Leer más
profile avatar
21 de abril de 2010
Blogs de autor

I. La lengua suelta en las bocas

Juanita Bermúdez fue mi asistenta por todo el tiempo que ejercí funciones de gobierno, y ahora tiene una galería de arte en Managua. Recientemente ha leído un artículo sobre cuestiones gramaticales, y he recibido un mensaje suyo en el que me pregunta si realmente se dice la asistenta, o la asistente, duda que se extiende a la presidenta o la presidente, que es más crítico aún dado su trascendencia política, ahora que por fin las mujeres se sientan en las sillas presidenciales de nuestros países, antes sólo reservadas para los hombres.

            Contesto a Juanita no como oráculo gramatical, que no lo soy, pues si ocupo un asiento como miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua lo hago en mi condición de escritor, y no de experto en reglas del lenguaje. Alguien pensaría que una cosa arrastra a la otra, pero no es así; tiemblo ante mis potenciales errores con el idioma, baste el ejemplo de mi recurrente confusión entre las palabras haya y halla.

            Claro que un escritor no puede alegar ignorancia de la gramática, faltaba más, pero tampoco puede apuntarse al bando de quienes considerar las reglas del idioma como infalibles, cuando el idioma, como ser vivo que es, está expuesto a cambios y mutaciones que provienen de la vida misma, porque nada sufre tantas alteraciones e innovaciones como la lengua, que andan suelta en tantas bocas por las calles y las plazas. Esa lengua suelta es la que nutre la obre de invención del escritor.

Leer más
profile avatar
21 de abril de 2010
Blogs de autor

El velo

Rehuyo instintivamente meterme en los asuntos que despiertan una voracidad opinativa desaforada y general pero el caso de aceptar o prohibir el velo ( el hyjab islámico) en las escuelas públicas, como en el actual conflicto de Pozuelo (Madrid) me impulsa a declarar que mi mundo no es de este reino. Toda la argumentación sobre la neutralidad de la escuela laica no es más que un fanatismo de la llamada neutralidad. La verdadera neutralidad sería la no intervención en los hábitos y creencias de cada uno. Choca que mientras los alumnos convivan entre sí cordialmente, más allá de las adscripciones religiosas particulares, venga la autoridad a señalar que todos somos iguales y, en consecuencia, sobran los signos de identidad. ¿Una escuela sin identidades? ¿Unos alumnos sin particularidad? Sólo la ofuscada idea de la Ilustración, cuantificando, normalizando, homogeneizando en aras de la razón puede llevar. En su colmo, a esta sinrazón. A este anacronismo de la negación de las diferencias y a esta represión de los sentimientos como un subproducto de la personalidad. ¿En qué tiempo estamos? ¿En qué apolillado cerebro se atora la autoridad oficial? 

Leer más
profile avatar
21 de abril de 2010
Blogs de autor

Baltasar Garzón

 

Esperemos no cometer jamás la imprudencia de ofender a un juez con nuestra presencia. Caería sobre nosotros el peso de su toga y nadie podría salvarnos. Esto es lo que deduce cualquier ciudadano que lea la crónica de la persecución contra Garzón. Ahí está la Falange Española tocando las puertas del Supremo y recibiendo el homenaje del Estado a su primitiva razón de ser, ahí está. Pero más importancia tiene la animadversión que la corporación de jueces ostenta contra un colega díscolo. Es probable que ignoren el daño que hacen a la credibilidad de una institución sin cuyo prestigio caeremos en un solitario descreimiento. Todo ciudadano a partir de ahora podrá ser triturado por la maquinaria de poder alzado contra su disidencia, o impertinencia, y liquidado como una simple molestia. ¿A quién podrá apelar? Si los jueces pueden permitirse el lujo emocional de castigar en público a un rival, si no les importa enfrentarse a los editoriales de la prensa extranjera, al estupor de las instituciones internacionales, al reproche de jueces de todo el mundo ¿qué será de nosotros? Que no haya nadie dentro del llamado Poder Judicial dispuesto a corregir el mal paso dado, que ninguno -salvo los jueces y fiscales jubilados- salga a criticar el tremendo error, ya nos da una idea de cómo se administra la obediencia en el Tercer Poder del Estado. En el acto convocado en la Universidad de Barcelona en apoyo a Garzón intervino, entre muchos otros, el ex fiscal jefe de Catalunya, José María Mena, y dice El País que protagonizó la intervención más "brillante, emotiva y rigurosa" al presentar al juez como la "víctima de un corporativismo transversal e inaceptable".

Leer más
profile avatar
21 de abril de 2010
Blogs de autor

El desgobierno europeo

La vida nos examina a todos con mayor frecuencia de lo que esperamos y probablemente deseamos. Lo mismo sucede con la Unión Europea, que anda cosechando la temporada de calabazas más importante de su historia a cuenta de las nuevas dimensiones del mundo. Ha quedado descalificada como agente internacional global en las últimas ocasiones en que el gobierno del mundo se ha puesto a prueba entre quienes aspiraban a ejercerlo, y ahora, estos mismos días, se ha revelado también como absolutamente incapaz para gobernarse a sí misma, dentro de casa. Si no sirve para sentarse en la mesa global con los grandes, Estados Unidos, China, Rusia, Brasil e India, y tampoco sirve para mantener su casa en buen orden, deberemos preguntarnos en algún momento para qué diantre la hemos inventado.

El volcán de nombre impronunciable es el responsable de este examen que la UE está suspendiendo. Nos hemos dado cuenta, de pronto, que las decisiones pueden tomarse automáticamente sin que nadie se haga responsable ante los ciudadanos de sus consecuencias. Unos vulcanólogos que trabajan con un modelo matemático nunca experimentado ?y que se ha revelado erróneo? han aconsejado el cierre de los cielos a una agencia de coordinación del tráfico, y a partir de ahí los gobiernos han ido decidiendo cada uno de ellos independientemente pero todos en la misma dirección, sin apenas coordinarse en nada. Cinco días han hecho falta para que se convocara un consejo de Transportes de la UE por vídeo conferencia, donde los 27 ejecutivos han empezado seriamente a tomar en sus manos la responsabilidad de la crisis. Es evidente que la gestión de la navegación aérea y del tráfico aeroportuario escapa a las decisiones soberanas que puedan tomar los 27 gobiernos democráticamente elegidos y celosos cada uno de ellos de su independencia. Pero no hay autoridad alguna capaz y habilitada para tomar decisiones, que son necesariamente políticas, sobre cómo enfrentarse al riesgo que suponen la cenizas del Eyjafjalla para los aviones y cómo organizarse para seguir asegurando la movilidad dentro de la UE. No tiene competencias la Comisión. Tampoco las tiene Eurocontrol, que ya hace suficiente con controlar y coordinar el tráfico. Sólo un inexistente gobierno europeo podría haber organizado con la mínima eficiencia exigible toda la compleja operación de repatriar primero a los que han quedado colgados por la suspensión de los vuelos; organizar los transportes alternativos que garanticen la continuación de la actividad; y, lo más importante de todo, hacerse cargo del control de un riesgo móvil y errático, que puede prolongarse durante un tiempo indeterminado, como son las nubes de cenizas, para actuar luego en consecuencia, abriendo y cerrando espacios aéreos en función de la actividad del volcán. El estado actual de la navegación aérea es un ejemplo óptimo de cómo el cambio tecnológico y la globalización destruyen las fronteras y las soberanías nacionales. Buena parte del funcionamiento de nuestras sociedades, las economías e incluso la actividad política, dependen del desplazamiento diario por vía aérea de centenares de miles de personas. En estas alturas donde circulan los aviones puede haber cenizas volcánicas pero lo que no hay, sin duda alguna, son soberanías nacionales. Mientras naciones, regiones y nacionalidades se debaten en discutir sobre identidades, competencias, soberanías e independencias, la velocidad con que cambia el mundo nos deja sin gobierno efectivo. No sabemos cuanto va a durar la erupción del volcán. Pero lo peor de todo es no saber cuánto tiempo podemos estar con la miseria política de esta desunión europea y este desgobierno.

Leer más
profile avatar
21 de abril de 2010
Blogs de autor

¡ACTUALICEN SUS FAVORITOS!

Moleskine Literario se muda. Ahora estamos en dominio propio y definitivo: http://ivanthays.com.pe/ Ya pueden actualizar sus Favoritos. El lanzamiento oficial del nuevo blog (con fiesta incluida) será el 21 de mayo, pero desde ya estoy actualizando el blog diariamente en la versión BETA en la nueva url.Nos vemos allá. ¡Un abrazo!

Leer más
profile avatar
20 de abril de 2010
Blogs de autor

A título de inventario

 

Lee hoy en La Vanguardia la entrevista de Núria Escur a Francisco González Ledesma. Es un lamento, una elegía. No te la pierdas. El escritor languidece ante la cámara con los recuerdos de una biografía urgente. Nos habla de sus deudas. Me arrepiento de esto, y de lo otro. ¡Ojalá pudiera rectificar! En lugar de inventar motivos épicos, don Francisco consiente ante sí mismo: esto es lo que hay. Una ruina, una ilusión. En su auto retrato la tristeza es un trazo grueso. ¿Para qué disimular? Su ancianidad enfadada es reconfortante. En contra de la tendencia que impone alegría hasta en el lecho de muerte, el escritor libera las poderosas corrientes de esa nostalgia que clama contra la verdad del tiempo perdido. Ni siquiera los recuerdos nos redimen. Tenlo en cuenta a partir de ahora.

Leer más
profile avatar
20 de abril de 2010
Blogs de autor

El niño malo en Madrid

Acabo de terminar de leer la novela «El niño malo cuenta hasta cien y se retira», (editorial Escalera) de Juan Carlos Chirinos. La he leído un poco a trancas y barrancas, pues la presento el viernes en Madrid. Yo ya había leído de Chirinos --Chirinator, como se le conoce al escritor venezolano por sus ágiles y rotundas embestidas dialécticas-- una novela aún inédita, «El Bosque», que me pareció no sólo buena, sino fundamentalmente original, llena de una frescura que no obstante no impide que esté contaminada de turbiedad y sombras y que genera esa expectación fascinada y al mismo tiempo llena de horror que crean ciertos cuentos infantiles en la imaginación de los niños. Pues bien, «El niño malo...» me ha producido exactamente lo mismo, esa mezcla de desasosiego, risa --mucho tiempo atrás que no soltaba una carcajada en plena lectura-- y afecto que Chirinos sabe mezclar tan bien.

Un caraqueño viaja (¿cae en?) a un pueblo, a una comarca más bien, perennemente nevada. Estrella su trineo contra una granja donde vive una chica con su abuela. Estas trasuntas algo estrambóticas de Hedi y su abuelo Pedro enfrentarán al urbanita protagonista con un mundo que tiene mucho de nostálgico y al mismo tiempo de atávico, donde se manejará mal, particularmente como pastor, y ello desembocará en el turbulento final que cierra la novela con ese hechizo que genera el narrador durante tantas páginas previas. No se equivoquen: la novela no es exactamente realista ni es exactamente una fábula, pues se mueve en ese límite inquietante, como ocurre con las pesadillas o los sueños más nítidos, que separan un término del otro. Está llena de ternura (la relación con la joven pastora) y al mismo tiempo llena de un horror tan conspicuo (la relación con la joven pastora) que produce en el lector una tensión sólo aceptable por la calidad de la prosa, de temple cervantino, como por la originalidad de su enfoque.

Decía al principio de este post que leí la novela a trancas y barrancas, y no es del todo cierto: la empecé a leer con premura, la noche anterior a viajar a Antequera, y la continué leyendo en el tren fascinado, metido de lleno en su historia, impaciente porque viajaba con un amigo escritor que, ajeno a mi obnubilación lectora, conversaba conmigo. La terminé al día siguiente, también en el tren, de regreso a Madrid, y tuve la sensación de haber hecho al mismo tiempo otro viaje, más profundo, más lleno de sombras y recovecos, por donde me llevó la novela. Pero no se trata de una novela agridulce, nada de eso, porque está llena de un humor inteligente y por lo tanto no deja malestar alguno. Como verán, divago sin poder definirla --como el sabor de un kiwi-- y sólo sé que el viernes me veré en aprietos para explicarla al público. Poco precio para los momentos tan estupendos que he pasado leyéndola. 

Leer más
profile avatar
20 de abril de 2010
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.