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Blogs de autor

Merendar de éxito

Por 14 de mayo de 2013 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Vicente Verdú

Lo contradictorio de publicar (libros, cuadros, canciones, blogs) es que  uno no puede vivir sin ello. Pero, de otra parte, mucha gente con sus propios gustos y conocimientos de hecho prefiere a otros autores y posterga o desdeña lo que haces. ¿Cómo salir de aquí? ¿No viendo nada? ¿Tomando lo mejor y dejando lo malo? Claro que no.

La respuesta a lo que se hace no se sintetiza en una sola voz que ama o mata sino, siempre, en un ramo tan heterogéneo que a la fuerza deja de servir como acicate o como definitivo puñal. Escribimos pues (y pintamos y componemos) de espaldas al patio de butacas. Luego uno se vuelve hacia el público aglomerado y el resultado más o menos mayoritario es el sí y el no ante la provocación. El artista es provocación o no es. Esta vivo o es cadáver en virtud de su capacidad de conmoción

¿Quién se sube sin embargo a este escenario donde uno se expone a recibir tomates a granel?

Muchos artistas son eminentemente tímidos y jamás se subirían a las tablas. Sin embargo, todos los artistas, son narcisistas y necesitan el forraje de verse admirados como si se tratara de la primera papilla y subirse al pináculo como si fueran traviesos niños. Pero en cuanto narcisista, cualquiera tiende más a despertar las antipatías que otra cosa más blanda. El egotista, el ególatra, el narciso impulsa a que los demás respondan dejándolo carcomerse en su asqueroso arrogancia. Sin embargo, los mismos narcisistas dan de cerca mucha pena. La pena que despierta el ser vulnerable y que tanto le hace sufrir su frágil corazón. Basta escribir un artículo que aplaudan muchos pero que no cuente con la aceptación del portero de la finca para perder todo el gozo anterior. Días soleados en los que no escucha ningún comentario negativo son habitables pero varios días en que no oiga nada son insufribles. Un día soleado y aislado donde sólo se arracimen los elogios es un día glorioso. Pero ¿significa el principio de un más allá feliz? Nada de eso.

El fracaso es para el narcisista tan hondo que afecta a la médula y esos amigos desmadejados que vemos bebiendo más de la cuenta o acurrucados en un oscuro cantón son gentes que pierden con extraordinaria facilidad su músculo y su osamenta. Sólo un milagro, cuando eres ya muy mayor o has muerto, devuelve acaso al personaje el mérito que, sin embargo, ya no le sirve ni para merendar.

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Vicente Verdú

Vicente Verdú, nació en Elche en 1942 y murió en Madrid en 2018. Escritor y periodista, se doctoró en Ciencias Sociales por la Universidad de la Sorbona y fue miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard. Escribía regularmente en el El País, diario en el que ocupó los puestos de jefe de Opinión y jefe de Cultura. Entre sus libros se encuentran: Noviazgo y matrimonio en la burguesía española, El fútbol, mitos, ritos y símbolos, El éxito y el fracaso, Nuevos amores, nuevas familias, China superstar, Emociones y Señoras y señores (Premio Espasa de Ensayo). En Anagrama, donde se editó en 1971 su primer libro, Si Usted no hace regalos le asesinarán, se han publicado también los volúmenes de cuentos Héroes y vecinos y Cuentos de matrimonios y los ensayos Días sin fumar (finalista del premio Anagrama de Ensayo 1988) y El planeta americano, con el que obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo en 1996. Además ha publicado El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción (Anagrama, 2003), Yo y tú, objetos de lujo (Debate, 2005), No Ficción (Anagrama, 2008), Passé Composé (Alfaguara, 2008), El capitalismo funeral (Anagrama, 2009) y Apocalipsis Now (Península, 2009). Sus libros más reciente son Enseres domésticos (Anagrama, 2014) y Apocalipsis Now (Península, 2012).En sus últimos años se dedicó a la poesía y a la pintura.

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