Ficha técnica
Título: La ausencia. El sentir melancólico en un mundo de pérdidas | Autor: Vicente Verdú | Editorial: La Esfera | Colección: Ensayo | Género: Ensayo | ISBN: 9788499700182 | Páginas: 196 | Formato: 16 x 24 cm.| Encuadernación: Rústica | PVP: 19,00 € | Publicación: 6 de Septiembre de 2011
La ausencia
Vicente Verdú
La ausencia es un mal característico y global de nuestro tiempo. Ausencia moral e instrumental que se padece en casi todos los órdenes de la vida a través de la pérdida de referentes, de proyectos y de remedios.
A esta realidad se une la emoción misma de la ausencia, que no se localiza en un lugar exacto pero que, sin embargo, «palpita, saliva y existe; conduele, clama, desconsuela». Esa nada que segrega la ausencia, ese silencio, se pone muchas veces de manifiesto en el amor, la música, la pintura, el dolor, la política… y no tiene rescate ni redención, por ahora.
Vicente Verdú, con esa hondura a la que nos tiene acostumbrados, desmenuza en este libro todas y cada una de estas ausencias.
NOTA PRELIMINAR
Todo libro bien nacido nace del corazón.Y el corazón, en mi opinión, es quien lo lleva, lo vigila y lo alimenta.
Concretamente esta obra, un testimonio de biografía antes que de bibliografía, fue impulsada, al principio, por la fuerte ausencia que excavó a mi alrededor la muerte de mi mujer y cuya oquedad pesaba incluso más que las toneladas de cariño que conservaba y mantengo vivas.
De ese julio de 2003 hasta ahora han pasado más de ocho años, pero queriendo, alguna vez, hablar de ese dolor, se extraviaba la ocasión, ahogado como estaba en la dolencia o, simplemente, flotando sin proyecto.
Fue, más tarde, cuando pude distanciarme de esa relativa invalidez y llegar a pensar que de ausencia padecemos todos, cuando, con el cariñoso estímulo de Ymelda Navajo en 2010, comencé la tarea de llenar estas páginas.
La ausencia entonces, ya en plena crisis económica y social, significaba también la falta de casi todo, desde el conocimiento suficiente para afrontar el problema a la paralela ausencia de trabajo, de liquidez, de líderes, de confianza, de moral y de muchos otros importantes asideros.
Del contenido de mi corazón al contenedor de la Gran Crisis. Empezaba expresándome en términos particulares y la letra rebotaba en circunstancias sociales; trataba mi ausencia, examinaba su valor y notaba que la emoción primera y personal, cada vez más esparcida, funcionaba en la meditación como el discurrir de este vehículo que siendo de un lado un libro es de otro un fuerte pedazo de vida. La ausencia, tratada así durante intensos meses, permitió también filtrar la arena y crear el contraluz de la presencia. Y del presente. Este presente global privado de ideas, poblado de fantasmas y anorexias, eviscerado de fe, antesala del fin mortal de una época.
En definitiva, para ayudar a que se entendiera mejor este texto he creído necesario contarlo, aun brevemente. Todos los libros, por lo demás, son mejores si alguien, antes, nos los cuenta habiéndolos sentido.
Estas páginas empapadas de su primer motivo empiezan refiriéndose al hecho de la ausencia en cuanto un mal global de nuestro tiempo. Ausencia moral e instrumental que se padece en casi todos los órdenes a través de la pérdida de referentes, de ideas y de remedios. Pero este análisis, que quizás no hubiera abordado con tanta convicción en otras circunstancias, en la segunda parte del libro, refiere la emoción de la ausencia en sí.Y de este modo el libro se confiesa.Todos los libros necesitan, al cabo, confesar su procedencia emocional, se trate de libros de literatura o de medicina. En mi caso, de uno y otro territorio, literario y medicinal, emocional y crítico, se componen estas páginas, mitad sociología de la experiencia y mitad experiencia a secas.