Skip to main content
Category

Blogs de autor

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El siglo de los ancianos

Si el siglo XX fue el siglo de los jóvenes, el XXI será de los viejos. A mitad de siglo, uno de que cada cinco personas en el mundo estará por encima de los 60 años, superando por primera vez a la población infantil, un hecho insólito en la historia de la humanidad. No hay ningún segmento de la población mundial que crezca a mayor velocidad. En 1950 eran unos 205 millones sobre una población mundial de 2.500 millones. Ahora mismo, los que hemos cumplido ya los 60 años somos 810 millones sobre una población de 7.000 millones, el 11 por ciento de la humanidad. Y en 2050 espero no estar todavía entre los 2.000 millones de más de 60 años sobre una población de 9.300 millones, porcentualmente el doble que ahora; aunque no puedo excluirlo puesto que habrá ya 3'2 millones de personas que han alcanzado los 100 años, un número diez veces mayor a los que hay ahora.

No será la única gran novedad del siglo en el que estamos navegando desde hace 12 años. También será el siglo de la población urbana y de las megaciudades: desde hace un par de años los urbanitas somos mayoría en el planeta. Y el siglo de las mujeres: de las trabajadoras que se incorporarán al mundo laboral en los países ya emergidos y que garantizarán la continuación del crecimiento; y de las mujeres ancianas. Ahora hay 84 hombres para cada 100 mujeres de más de sesenta y 61 ancianos por cada 100 ancianas de más de 80. Una tendencia que se acrecentará si vemos la pauta de Japón, el país que experimenta de forma más radical la tendencia, con su actual 31 por ciento de población por encima de los 60: allí hay ahora más de 40.000 centenarios, que serán 600.000 en 2050 y de los cuales 500.000 serán mujeres. Todas estas cifras no son curiosidades sobre el mundo que nos espera sino indicios de cambios muy profundos que transformarán nuestras vidas. Las consecuencias escapan a los cálculos que podamos hacer ahora mismo sobre la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y sanitarios, el alargamiento de la edad laboral, la aparición de nuevos estilos de consumo y nuevos mercados, el empobrecimiento de las clases medias o la seguridad de las ciudades donde vivirá esta población especialmente vulnerable y sensible a la pérdida de rentas. También habrá consecuencias políticas de calado: influirán en el voto o en la forma de hacer política y de gobernar.

Este nuevo mundo envejecido es hijo del éxito. Aunque a muchos no les guste como horizonte, es una excelente noticia para la humanidad, fruto del alargamiento de la expectativa de vida. Las causas son claras: mejoras en los sistemas de salud, aumento de la calidad de vida, e incluso la paz y la estabilidad geopolíticas, pero también la caída de la natalidad. Vivimos mejor y durante más tiempo y nacen menos seres humanos. Estas dos tendencias, que caracterizaban a los países desarrollados, afectan ya plenamente al conjunto del planeta, y sobre todo a los llamados países emergentes, con una nuevas y extensas clases medias que se incorporan al consumo y a un incipiente estado del bienestar.

En 2050 habrá 64 países que serán como es hoy Japón en cuanto a envejecimiento de población, entre los que se incluye todos los desarrollados pero también muchos de los que pertenecieron al mundo en desarrollo. En España la tendencia al envejecimiento es mayor que en el resto de Europa, puesto que ahora los mayores de 60 años representan exactamente el mismo 22 por ciento que en el conjunto del continente, pero en 2050 será el 38'3 por ciento, cuatro puntos por encima.

Todos estos datos, bien conocidos de los demógrafos, son noticia estos días gracias a la publicación de un valioso estudio realizado por un grupo de organismos internacionales coordinados por Naciones Unidas, titulado Envejecimiento en el siglo XXI. Una celebración y un desafío. Con independencia de la mirada hacia el futuro, el informe es de una actualidad indiscutible, porque muchos de los problemas de mañana ya existen hoy en una versión todavía limitada. Muy oportunamente Naciones Unidas señala que la población de edad provecta es especialmente vulnerable a los abusos financieros, tal como ha quedado demostrado en España en los últimos meses con la desaparición de los ahorros de muchos de nuestros seniors gracias a la pésima información suministrada por bancos y cajas sobre productos como las participaciones preferentes, las cuotas participativas o la deuda subordinada.

Las guerras y las revoluciones corresponden a la época de la humanidad en que había más jóvenes que viejos. Un mundo con más viejos que jóvenes será más conservador y menos dado a aventuras y utopías que puedan terminar mal. Las propuestas políticas que impliquen sacrificar a las actuales generaciones en favor de las generaciones futuras tendrán una acogida cada vez más tibia en estas sociedades envejecidas. Una sociedad más vieja es también una sociedad que vive más y mejor amarrada a la resolución de los problemas de su presente.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
4 de octubre de 2012
Blogs de autor

El hablar de Crusoe VI

Del temor a la interrogación

Crusoe sostiene, como hemos visto, que la rápida maestría que va adquiriendo en la forja de útiles necesarios para sus proyectos y en la utilización de los mismos no son más que resultado de su intuitiva obediencia a las determinaciones de las matemáticas. No se sorprendería de topar de nuevo con las matemáticas en el momento en que ha superado esta primera etapa. Instalado en un confort más que relativo, pues gracias a su ingenio vislumbra un horizonte seguro en lo referente a la subsistencia, y no habiendo previsibles amenazas de humanos o de bestias, Crusoe puede ya pensar que su muerte vendría más bien dada en razón de su propia naturaleza animal que de causas externas, es decir: Crusoe está en condiciones de pensar realmente su muerte, hacer de la muerte reflexión, aprehender su significado. Mas Crusoe puede asimismo meditar sobre otras cosas.
Tras acordarse del Dios de los afligidos en uno de sus momentos de debilidad en razón de fiebre, al atardecer, sintiéndose recuperado se prepara una cena, tras la cual da un pequeño paseo sentándose finalmente frente al mar. Como en tantas ocasiones en la historia de los hombres, está mirada distendida sobre la naturaleza es el origen de una preocupación sobre la misma en la que se desgranan prácticamente las preguntas que Aristóteles situaba en el origen de la filosofía. Lo que deseo enfatizar es que en este retorno, en Crusoe, del estupor que lleva a la interrogación sobre la naturaleza es variable indiferente que el protagonista sea el único representante de la humanidad.
En un paseo al atardecer junto al mar de su Inglaterra natal, Crusoe hubiera con igual probabilidad sido conducido a la interrogación sobre la ordenación de los astros, sobre el ser de las cosas y sobre la hipótesis de una causa eficiente la cual, de darse y ser consciente, sería responsable de la situación venturosa o desgraciada del protagonista ("why has God done this to me? What have I done to be this used?"), pero sería asimismo responsable de la prodigiosa sumisión del todo a esa regulación matemática que tanto admira a nuestro héroe.
La aventura de Crusoe prosigue, recorrerá la isla por entero, llevará a término su proyecto de cultivador, construirá una canoa y descubrirá en la playa la huella de otro hombre... Pero me detendré en este crepúsculo en el que un temeroso Crusoe, tras su cena, contemplando el mar y esbozando una interrogación sobre el ser del hombre y el ser de las cosas, encarna en su solitaria persona el reto de la entera humanidad.

Leer más
profile avatar
4 de octubre de 2012
Blogs de autor

En el reino de la moda

Sobrevuela la costura una bandada de cuervos como si aguardaran su suicidio. Ocurre desde que hace cinco años, con la muerte de Saint Laurent, se finiquitara el modelo clásico de couturier -y clásico también significa atormentado-. Los diseñadores italianos siempre fueron otra cosa respecto a los franceses, algo parecido a la diferencia entre ser inteligente y ser listo. Audaces en el negocio y en el marketing, convirtieron Milán en la capital del estilismo mientras a París se le exigía que siguiera inventando siluetas en su taller universal. En la última década, a la moda la ha remendado Asia gracias a la fiebre marquista de una nueva sociedad basada en la meritocracia y los logos. Y a las tendencias las ha socorrido el siglo XX. Reinterpretar los códigos del pasado, aumentar el ansia de belleza y mantener e incluso disparar las ventas. Esa ha sido la fórmula de los holdings del lujo: pasado, deseo, dinero. Y la clave de la formidable campaña mediática orquestada para salvaguardar el patrimonio de la Gran Francia: las maisons Dior y Saint Laurent, resucitadas con nuevas estrellas. “Al fin volvemos a tener moda en mayúsculas”, coreaba el público enaltecido dentro de la caja blanca que recortaba la cúpula del Hôtel des Invalides. Era el debut prêt-à-porter de Raf Simons, un belga ataviado con chaqueta de mezclilla, en las antípodas de su antecesor, el agitado Galliano, quien estampó el nombre de Dior en las alfombras rojas y lo ahogó en el escándalo. “Estoy reconsiderando el concepto de minimalismo, y puede ser sensual y sexual”, aseguraba Simons al tiempo que la prensa anunciaba la llegada del modernismo del siglo XXI, cincelado con pureza y curvas. Secretos y alborozos en el Petit Palais, a oscuras, rodearon la colección inaugural de Hedi Slimane al frente de Saint Laurent. Tanto es así que el creador ha sido bendecido por la reina madre, Pierre Bergé (quien fue pareja de Yves y cofundador de la marca), que hasta ahora había despreciado a los advenedizos. “Sublime, Slimane sí respeta los códigos de la marca”, dejó dicho. Sahariana y esmoquin, sí, clásicos en versión rock. A pesar del sofisticado imperio de la moda y su poder de influencia, desde hace varias temporadas no se lograba huir de un guión tedioso y escapista -que este invierno rinde tributo ¡al barroco!-. La claustrofobia repetitiva se excusaba en lo comercial a la par que susurrábamos: “¡Crisis de ideas!”. Probablemente esa sea la razón por la que Slimane trasladará el estudio creativo de YSL de la Rive Gauche parisina a Los Ángeles. Porque ni la moda se suicida ni la imaginación está en crisis, sólo Europa.

(La Vanguardia)

Leer más
profile avatar
3 de octubre de 2012
Blogs de autor

III. Carlos Nietzsche y Federico Fuentes

Federico interroga a su vecino de balcón, y su vecino lo interroga a su vez, dos desconocidos que se hablan y hablan hacia la galería y hacia la calle. Hacia la platea. Federico Nietzsche, que regresa a una edad moderna incierta con sus dudas, sus viejas interrogantes y sus viejas culpas pesimistas, interroga a Federico Nietzsche en el otro balcón. Carlos Fuentes, desde el suyo, interroga a Carlos Fuentes que se asoma al otro. Entre ambos hay colocados espejos que los reflejan a ellos y reflejan a las edades. Carlos Nietzsche y Federico Fuentes. Entre los dos crean ese teatro en el que caerán cabezas porque se trata de contar otra vez la vieja historia de la ambición humana, de la intriga por el poder, del delirio que lleva al crimen, de la bastardía de la traición, todo porque el poder significa hilos manejados detrás de las bambalinas, dominio sobre el otro. El poder, como idea, como pasión, y como ignominia.
Llega la revolución que estalla bajo los balcones gemelos, los telones se agitan, todo se repite, y el teatro es de nuevo como el de la revolución francesa. Hay tantos ecos de ella en estas páginas, que Dante, uno de los personajes malditos, puede ser de pronto Dantón, llevado al cadalso en una carreta, denostado por la multitud que antes lo había aclamado.

Leer más
profile avatar
3 de octubre de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

La ley y la fuerza

El president Mas lleva razón. El conflicto entre legitimidad y legalidad que se está tejiendo en Cataluña no puede resolverse por las armas. Pero tampoco se resuelve con actuaciones fuera de la ley por parte de los gobernantes catalanes. Lo que hacen ambos tipos de actuaciones es agravar el conflicto, no resolverlo. Y de las dos, la que más lo agrava es el uso de la fuerza. Lo agrava tanto que lo puede convertir en un conflicto irreparable.

La solución es tan sencilla como difícil. Mas y Rajoy deben hacer en algún momento, lo antes posible por cierto, lo que no supieron hacer el pasado 20 de septiembre: ponerse de acuerdo y hacer un plan de trabajo para hacer dos cosas imprescindibles en este momento, como son salir junto de la crisis primero y rehacer el consenso constitucional español después.

Estamos en una larga carrera no apta para cardíacos, sentimentales o iracundos. Las apuestas van a seguir subiendo. También el tono y la gravedad de los argumentos. Las ventajas de unos serán entendidas como chantajes por los otros, los inconvenientes como amenazas, las observaciones imparciales como voluntad de desentendimiento. Esto será así, al menos, hasta las elecciones. Después se verá. En función de los resultados, de la situación política general y del estado de la economía. Hay variables exteriores que escapan al control de los actores internos de este conflicto. Por ejemplo, el futuro del euro y de la Unión Europea. Es evidente que a una Europa en estado de disgregación, que no es el caso, al menos todavía, le importaría muy poco lo que ocurriera en España. Pero también lo es que la Europa de ahora, a pesar del clima de crisis, no admitiría ni las ilegalidades de unos ni el uso de la fuerza de otros.

A pesar de la puja verbal y política, lo mejor es no hacer mucho caso a los extremos. Dejarse llevar por quienes se sitúan en la punta del arco político es altamente desaconsejable. Adelanto además mi pronóstico: no serán ellos quienes ganarán esta larga jugada en la que estamos metidos. Ha sido Jordi Pujol quien da por prácticamente imposible la independencia. Como correlato simétrico hay que excluir también que se mantenga la unidad de España tal como la interpreta el Tribunal Constitucional en su famosa sentencia sorbe el Estatuto de Cataluña.

Hay solución a este conflicto y se encuentra, como todo, en un punto intermedio que los políticos debieran encontrar y fijar lo antes posible. Cuanto más tarden, más alto será el precio que pagaremos todos por la solución. Y cuanto más tarden, más arriesgado e incierto será el camino que hay que recorrer, con mayores posibilidades de percances de recorrido, sobre todo por la crisis pavorosa que va cobrándose puestos de trabajo, crecimiento y derechos sociales a su paso.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
2 de octubre de 2012
Blogs de autor

El hablar de Crusoe V

Insignia Crusoe

Todos y cada uno de nosotros confiamos en que algo nos distancia de la inmediatez de los seres vivos. Para que ello no fuera así tendríamos que perder toda confianza en la red de los símbolos que en todo momento y circunstancia mediatiza nuestro lazo con el entorno natural.
El escolar que lucha por dar significación al signo algebraico en su cuaderno, percibe rápidamente que solo tejiendo una red, digamos horizontal, entre los símbolos mismos tal significación es posible, y en ese momento cabe decir que piensa- y en consecuencia vive- como un animal raro, un animal ocupado en un mundo paralelo. Todo esto es bien sabido, por reiterado una y otra vez en discursos de carácter más o menos filosófico sobre la condición humana y la singularidad de sus instrumentos en el mundo animal. Pero no está claro que esté conscientemente asumido el hecho de que tal red de símbolos no constituye un mero expediente con vistas a objetivos que seguirían marcados por la exigencia de la animalidad individual y específica.
Cuando los efectos del segundo principio de la termodinámica se manifiestan en nuestros cuerpos y hasta en la agilidad de nuestro pensamiento, nuestra animalidad sabe que no hay ya finalidad ni proyecto cabalmente vitales. La propia subsistencia más que un objetivo es una suerte de mecanismo, que seguirá operativo mientras una singularidad mayor en el proceso de decadencia no ocurra. Desde el punto de vista de la economía que rige la organización de especies animales y la integración en la misma de cada individuo, lo que entonces toca es la pasividad, que probablemente se halle intrínsecamente vinculada a la rápida desaparición.
Y ni siquiera cabe pensar esto en términos valorativos. Pues a medida que la tensión vital se debilita, la curva de la traducción psicológica de las frustraciones se homologa por lo llano a la de la traducción de las expectativas. De no ir acompañada de sufrimiento físico, la astenia que supone la vejez, objetiva reducción del desequilibrio termodinámico inherente a la plenitud de la vida, no habría de suponer para el animal que somos sufrimiento psíquico, en el sentido genérico que los etólogos otorgan a esta expresión. Pues bien:
Es obvio que no es el caso, es obvio que la vejez genera angustia, si no en todo tiempo sí al menos en momentos en los que la pérdida que supone es simplemente reflexionada. Y también resulta obvio que en esta emergencia del mal psíquico, la inserción de la circunstancia física en lo simbólico juega un papel relevante. Si el animal que somos no tuviera entre sus rasgos el sopesar lo que acontece por su imbricación en el mundo de los símbolos, el debilitamiento de la potencialidad sexual (por atenerse al ejemplo más manido, pero también mayormente difícil de refutar) se traduciría simplemente en ausencia de excitación. Sabido es que no ocurre de este modo: en la vejez, aunque ni fenotípicamente ni genotípicamente responda su cuerpo a los imperativos de la sexualidad, el animal humano se excita sexualmente y en razón de ello sufre.
No es sin embargo esta perspectiva de la desazón psíquica resultante de la imbricación del propio cuerpo en el orden simbólico lo que ahora quiero aquí poner de relieve, sino más bien la perspectiva contraria:
La lucidez máxima respecto a la mermada situación propia en la economía que marca la vida animal no es óbice para que una persona pueda seguir afirmando con radicalidad la condición humana y prosiga una existencia serena y hasta reconciliada, y ello asimismo con perfecta lucidez.
Condición sine qua non es que esa persona, diezmada en su animalidad inmediata, no lo esté en lo esencial, es seguir: siga considerando que las múltiples redes del orden simbólico que recubren la realidad natural tienen un peso por sí mismas y que personalmente le toca un papel a jugar en alguna o varias de ellas. Esto puede ilustrarse ciertamente con el caso de la vida política, pero no lo elegiré por ser en realidad demasiado genérico.
La tesis que estoy intentando avanzar es que lo radical de la condición humana y el sentimiento de cual es el imperativo al que hemos de responder en cuanto representantes de la misma, se revela con mayor acuidad si se da la circunstancia de que el orden natural, y en consecuencia de ello el orden fisiológico, no pueden tener primacía sobre el orden de los símbolos, el cual sin embargo, tras empapar por entero al primero, lo reduce y reconstruye según sus propias exigencias.
La tesis se perfila añadiendo que incluso los imperativos de subsistencia pueden ser oportuna coartada para tal despliegue. Y así (por recurrir a un ejemplo sobre el que insistía Aristóteles) ese arranque de las matemáticas en forma de cómputos relativos al comercio con la naturaleza y entre los hombres sería peldaño para la deslumbrante veracidad que alcanza la disciplina entre los sacerdotes egipcios, atentos a la complejidad potencialmente infinita del tejido horizontal entre los signos; tejido que, fertilizado o actualizado, da precisamente a cada uno de ellos la capacidad de designación precisa, tanto en el horizonte propiamente matemático (3/5 como signo de una determinada partición de la unidad indiferente a la determinación cualitativa), como en el horizonte de la naturaleza sometida a la voluntad de intelección ( 3/5 como lazo del fenómeno físico sol al fenómeno físico do).

Leer más
profile avatar
2 de octubre de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Los rangos de los hombres

Murió pues el señor de Ciamonte, que administraba el ducado de Milán, y Guicciardini escribió de él: “Su valía era muy inferior a su cargo. Procedente del más bajo rango de los hombres, no conocía por sí mismo el arte de la guerra y tampoco confiaba en quienes la conocían”.
 
Parece una aplicación del pasaje hesiodeo de Trabajos 293 y ss.: “El mejor hombre es quien considera por sí mismo todas las cosas y entiende cuáles al cabo le convienen. Bueno es quien escucha al buen consejero. El incapaz de pensar por sí y de escuchar a otros grabándolo en su entendimiento es un inútil”.
 
Es admirable cómo escriben estos antiguos. Guicciardini asigna al alto noble la más baja cuna de un sistema de castas insuperable, y ejemplifica las categorías del sabio Hesíodo con más síntesis que el original. Hesíodo, por su parte, fue el primer escritor burgués de todos los tiempos: trata de la economía y la realidad.


[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
2 de octubre de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Estado impropio

Lo siento, president, pero de Estado de derecho no hay más que uno. Y de momento no es catalán. Tampoco hay un Estado de derecho internacional. Ojalá lo hubiera y fuera al menos europeo. Seguro que facilitaría la existencia de un Estado de derecho catalán integrado, ese Estado propio dentro de la Unión Europea que pedían los manifestantes del 11-S. Lo único que hay es el Estado de derecho español, con independencia de que guste más o menos a unos y otros.

Artur Mas dijo el sábado, a propósito de la legalidad de una consulta sobre la soberanía de Cataluña, que seguirá "los marcos legales y el Estado derecho, sea el español cuando sea necesario, el catálán o el internacional cuando también lo sea". Pues no podrá ser. La única forma de que sea legal la consulta que se propone es hacerla dentro del marco Constitucional del Estado español.

Una de dos: o la realiza después de un intenso diálogo y un acuerdo final con el Gobierno español, que es quien debe autorizarla o alternativamente aceptar una reforma constitucional que la permita; o se convoca sin valor jurídico, en la línea de las consultas populares ya realizadas por multitud de ayuntamientos catalanes, sin el apoyo de Estado de derecho alguno para que se deduzcan consecuencias efectivas de sus resultados. El Estado de derecho español no es una nimiedad ni una formalidad. Artur Mas es presidente gracias a que hay Estado de derecho español. Si su victoria electoral el 25 de noviembre se da ya por hecha es gracias, entre otras cosas, a las disfunciones y defectos del Estado de derecho que han propiciado el clima secesionista imperante en Cataluña. Pero no hay otro. La regla de juego es esta, por imperfecta que sea. La base de todo, de la autonomía, de la recuperación de la lengua, de la integración europea y de la moneda única de nuestras crisis es el Estado de derecho español.

Esta idea es muy seria y gravita sobre la política catalana desde el 6 de octubre de 1934, cuando el presidente de la Generalitat del momento se olvidó de quién era y a quién representaba y se levantó contra la legalidad española y el Gobierno legalmente constituido para declarar el Estado catalán dentro de la República federal española. Nadie quiere en la plaza de Sant Jaume una repetición del 6 de octubre, y no tan solo por cómo acabaron la autonomía y su presidente a los pocos años, sino también por el respeto del principio de legalidad que viene exigido por todos, empezando por la comunidad internacional y el conjunto de los socios europeos.

El presidente catalán ha querido decir dos cosas con su curiosa teoría acerca del Estado de derecho. Hará las cosas dentro de la ley. Recordemos que incluso la ruptura pactada con el franquismo se hizo preservando las formas legales, "de la ley a la ley y por la ley", según palabras del inspirador del proceso que fue Torcuato Fernández Miranda. Y quiere jugar en la escena internacional para obligar al Gobierno español a sentarse y a negociar más que acogerse a una legalidad internacional que difícilmente puede responder a sus requerimientos.

Artur Mas ha avanzado todavía más. No le bastará con un 51 por ciento a favor en la consulta, sino que exigirá una mayoría indestructible e indiscutible. Nada de aprovechar la ventana de oportunidad para precipitar un proceso rápido de secesión como le exigen los más apresurados. No importa un año más, ha dicho. Ni dos legislaturas en vez de una. Mientras tanto, ha dejado de pronunciar el hexasílabo catalán de moda. Por si acaso. Su consejero de Cultura, Ferran Mascarell, para complicar más las cosas, ha declarado al diario Ara que "es un falso dilema escoger entre Estado propio y federalismo, porque la mayoría de quienes decimos que Cataluña necesita instrumentos de Estado somos federalizadores respecto a Europa y a España".

Estamos en campaña electoral. Formalmente desde el martes, cuando Mas convocó las elecciones. De facto, mucho antes, quizás desde que Rajoy obtuvo hace un año una mayoría absoluta y CiU escribió el guión que culminó con la ruptura en La Moncloa tras la Diada. Ahora es tiempo de levantar ilusiones y lanzar promesas, que solo comprometen a quienes se las creen.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
1 de octubre de 2012
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.