Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

En las colinas del Vaticano

 El gobierno de Zapatero ha enviado a su vicepresidenta al Vaticano para celebrar el nombramiento de tres cardenales españoles. En la cena de gala organizada por la Embajada de España en Roma, De la Vega deja constancia de la alegría que siente el gobierno y de cómo comparte el sentimiento de regocijo de la sociedad española.

Uno de los tres nuevos cardenales, el arzobispo de Valencia, García-Gasco, quiere responder al gesto amable del gobierno socialista y procede a leer un discurso dedicado a considerar los males de nuestro tiempo.

El rechazo de Dios, dice en su amonestación a una sorprendida De la Vega, supone grandes peligros para España. Y sin la cercanía del Señor, añade, no hay futuro, ni para España ni para Europa. Los purpurados españoles, constata finalmente García-Gasco para evitar la confusión de las ceremonias diplomáticas, en modo alguno estamos satisfechos con el gobierno.

Momentos antes de la cena, el Papa había entregado a los veintitrés nuevos cardenales reunidos en Roma "el anillo de San Pedro" y les había invitado "a recordar a qué Rey servís".

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Modernismo del viaje

Al pasar por Lima compré un "reprint" de la famosa antología que publicaron Alberto Hidalgo, Vicente Huidobro y Jorge Luis Borges en 1926. Ya conocía la historia de este Índice de la nueva poesía americana, sé que fue sobre todo obra de Hidalgo, que cada uno de los autores escribió un prólogo distinto y se pelearon enseguida, y que es imposible conseguir un ejemplar (parece que fue una tirada de quinientos ejemplares y que no más de cien llegaron a la calle).

Lo único que me faltaba era lo principal: tener el libro en la mano para vivir un momento de placer sorprendente: se lee muy bien, lo que era un panfleto modernista configurado para otros tiempos. El "reprint" es obra de Sur Librería Anticuaría, que parece ser el brazo, dedicado al pasado y a los libros usados de la librería El Virrey (una joya) en el paseo Miguel Dasso de Lima. Saqué una foto de la librería, y vemos a su lado a Sur, pegado, como para no desprenderse de la herencia literaria.

En este caso la herencia es un libro de trescientas páginas con poemas de unos sesenta autores, muchos de ellos olvidados. En su prólogo Hidalgo cita al francés Louis Aragón para escribir: "...toda antología es una obra de conciliación. Ésta viene a desmentirlo." Como es Hidalgo (provocador y atrevido) reparte también bofetadas por todas partes. Acepta la posible (según él) anexión de México a EE. UU., la de Uruguay a Argentina, quita Bolivia de su antología por una razón sencilla: "no me he encontrado con sus costas" y por fin justifica la ausencia de los poetas de Paraguay donde "no se conoce ni de oídas la palabra arte".

Ahora bien, más allá de las provocaciones de su autor principal, ¿cuáles son las sensaciones entregadas por el libro? Para mí, son obvias: la lectura con ochenta años de distancia pinta un panorama muy fácil de entender.

1.Se nota que para muchos poetas, el rubendarismo fue un obstáculo mayor en esta época para encontrar una voz. Rubén Darío es a la vez el maestro y el padre que hay que matar.

2.El papel de Francia y sobre todo de París, como fuente de inspiración es obvio. Hidalgo cita a Aragón, pero también a Paul Morand. Vicente Huidobro es un poeta muy marcado por Apollinaire y su manera de jugar con la tipografía. Muchos poetas hablan de un París art nouveau abierto a las rupturas. El chileno Moraga Bustamante entrega un paradigma de esta visión con su poema "Jazz-band":

En los aviones de oro

Del Jazz-band

Llega un París revolucionario

Ravel, Dukas y Debussy y

Cantan

En el tearoom de la decadencia.

3.De manera global, se trata de una poesía que tiene fe en el progreso tecnológico. Uno piensa en las pinturas de Léger, en ciertos poemas de Reverdy. Una manera ingenua de ser moderno es vivir el movimiento en una gran urbe o, mejor, la velocidad en un viaje. De hecho, es el tema mayor de la antología, con títulos muy directos Ferrocarril simplista (Luis de la Jara), Poema de los ascensores (Eduardo Gonzalez Lanusa), Estación (German List Arzubide), Poemas aéreos (Carlos Pellicer), Side-car (Juan Florit), Sensación de velocidad (Alberto Hidalgo).

http://www.elpais.com/recorte/20070311elpdmgrep_9/XLCO/Ies/20070311elpdmgrep_9.jpg4.Borges ya es Borges. Su prólogo sobre el idioma en los años veinte es una maravilla. "...El idioma se suelta. Los verbos intransitivos se hacen activos y el adjetivo sienta plaza de nombre. Medran el barbarismo, el neologismo, las palabras arcaicas. (...) nuestro idioma va adinerándose. No es de altos ríos soslayar la impureza, sino aceptarla y convertirla en su envión." Pero como es Borges, celebra en seguida el idioma del siglo XVII. Y, claro, toma el progreso con sumo cuidado, celebrando a Montevideo: "eres el Buenos Aires que tuvimos, el que en los años se alejó quietamente".

 

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

II. Los jardines bíblicos y otras atracciones

La iniciativa empresarial ha partido de los poderosos tele-predicadores evangelistas de Estados Unidos, esos santos caballeros dueños de grandes fortunas recogidas dólar a dólar entre sus feligreses, a la cabeza de los cuales se halla el conocido activista ultrarradical Pat Robertson.

El artista comisionado para desarrollar de la idea, Uri Dagul, piensa que los visitantes, calculados desde ya en un millón por año, deben recibir la sensación de que se halla en la tierra de Jesús, y que pueden seguir sus pasos, desde Belén al monte Calvario, como si se fueran los tiempos del Nuevo Testamento. Según se ve, parece haber leído bien El mundo de Jesús, la novela de Buckingham que he mencionado en la entrega anterior.

Habrá muchas y diversas atracciones, entre ellas un área que se llamará  "los jardines bíblicos", al centro de los cuales se construirá una gigantesca sala de exposiciones todo aire acondicionado. Allí, los turistas que no quieran tomarse la molestia de recorrer los lugares santos,  podrán hacer su peregrinaje sin esfuerzo ni sudor, visitando escenarios históricos virtuales en los que se combinarán los recursos holográficos, las imágenes tridimensionales generadas por computadora, y los sistemas más avanzados de luz y sonido.

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Es difícil ser un santo en la ciudad

No recuerdo quién ni cuándo me habló de Dennis Lehane por primera vez, pero a causa de esa recomendación leí su novela Mystic River cuando todavía conservaba la tibieza de la imprenta. Me resultó un libro inolvidable. Los relatos de Lehane tienen esa cosa maravillosa que sólo logran los mejores practicantes de cualquier género literario: al tiempo que respetan sus convenciones (en este caso las del policial, en tanto siempre existe un crimen y una investigación), hablan de algo que va mucho más lejos. En el caso de Lehane, de sangre irlandesa y por ende católica y oriundo de una ciudad -Boston, Massachusetts- que siempre oficia de escenario a sus historias, las obsesiones son siempre las mismas: la pérdida de la inocencia, la culpa, la violencia entramada en el código genético de nuestra sociedad -y la dificultad de hacer el bien en un mundo borroneado por tantos grises.

Ayer mismo leí un reportaje a Henning Mankell en la revista adn de La Nación. Autor de la saga del inspector Wallander, Mankell decía algo que también sirve para explicar el atractivo de Lehane: "El crimen sirve para ver lo que está pasando en la sociedad". Al igual que las novelas de Richard Price (Clockers, Freedomland), los libros de Dennis Lehane se leen como ‘uno de misterio' pero cortan hasta el hueso. Funcionan como un fresco sobre la vida en estos monstruos que damos en llamar ciudades, donde todo tiene un precio y los más débiles no escapan jamás a su destino de víctimas. No es casual que haya colaborado en varias oportunidades con la serie de HBO llamada The Wire. Lehane y los productores David Simon y Ed Burns comparten la misma mirada sobre el salvajismo imperante en nuestro mundo presuntamente civilizado: realista hasta lo descarnado, y aun así esperanzada.

No leí Gone, Baby, Gone, cuarto volumen de la serie protagonizada por el detective Patrick Kenzie, pero acabo de ver la película dirigida por Ben Affleck. Sería injusto compararla con la adaptación que Clint Eastwood hizo de Mystic River, pero de todos modos está muy bien. Es Lehane en estado puro: la niña que desaparece, la madre pecadora, el escándalo público, la corrupción permeando cada estamento de la sociedad. Los débiles y los inocentes no pueden dejar de sufrir por el simple hecho de serlo: en Mystic River pagaban una joven y un hombre que había sido abusado sexualmente de pequeño, en Gone, Baby, Gone es una niña perturbadoramente parecida a Maddie Brown. Y en el medio un hombre, Patrick Kenzie, que trata de ser fiel a su conciencia a pesar de que la vida se lo cobra en sangre.

Me hizo recordar una vieja canción de Springsteen, Es difícil ser un santo en la ciudad. Si de algo habla Gone, Baby, Gone es de lo mal que la pasa la gente buena en este mundo que nos ha tocado en suerte.

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Otro tequila, please

Según los entendidos, la Feria Internacional del Libro en Guadalajara es la segunda del mundo, después de la de Frankfurt. Lo malo de esto es que los entendidos rara vez saben dónde están parados, pues lo cierto es que no parece haber mejor ni más grande parque de diversiones que éste. El solo hecho de llegar, estar, irse y no verse orillado a pagar una fortuna por esto es ya una razón para ejercitar el auspicioso músculo de la fe.

Según los entendidos, México es un país de gente que no lee. Pero los entendidos son con frecuencia brutos, y hasta a veces palurdos camuflados por ese sambenito de "entendidos" que les permite no entender nada de nada y aún así opinar en torno a todo. No sé realmente cuántos lectores hay en este país, pero la conferencia de Carlos Fuentes de la que recién salgo me permite creer, una vez más, que todo este país no es sino una invención de la literatura.

http://www.elpais.com/recorte/20070326elpepucul_31/XLCO/Ies/20070326elpepucul_31.jpg"El lector conoce el futuro, el escritor no", ha dicho Fuentes durante una de las conferencias más lúcidas y entrañables que le he visto. "Dudemos para saber, sepamos para dudar", añadió, al tiempo que viajaba del día hacia la noche de la creación literaria. Y uno al fin se maldice por no poder guardar cada palabra, grabarla, transcribirla, atesorarla. Entonces me recuerdo en los años escolares, huyendo de la jaula para asistir a una de esas conferencias que me dejaban creer que todo el despropósito de ser un narrador podía, con alguna suerte, alcanzar un sentido y un destino.

Nunca vi a Carlos Fuentes como un escritor, sino como uno de esos superhéroes que arreglaban el mundo de un plumazo. Pues creo, desde entonces y hasta siempre, que al mundo se le arregla con palabras. "Un libro nos rescata del silencio para instalarnos en el diálogo", ha dicho Fuentes casi al final de su intervención, antes de que a gran parte de los presentes nos dolieran las manos de tanto aplaudir.

Estoy aún al principio del festín. Son las tres de la madrugada en Guadalajara y todavía me pregunto cómo es que no me cobran una fortuna por estar aquí. De niño, siempre quise llegar en Disneylandia. Hoy que lo he conseguido, sé al fin que Mickey Mouse no es como lo pintaban. Disneylandia es un libro, cien libros, todos los libros, y hoy por hoy está aquí, en Guadalajara. Que se acabe el tequila si digo mentiras.

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Saberes más ricos que los propios

Un profesor de física en una universidad catalana, que tiene la suerte de aunar la condición de científico y  la de poeta (realizando así de alguna manera lo que cabría calificar de ideario humanista), se refería hace unos años al privilegio que había supuesto para él argumentar, sorprender, debatir, demostrar, "en un cielo de pizarras y de tiza" y ante la mirada asombrada de quienes parecían ser cíclica recreación de la juventud. Estos seres con mirada aun no contaminada separan de alguna manera la gema del pedrusco y así obligan al que a ellos se dirige a forjarse a sí mismo en un combate continuamente renovado. Sólo cabe en esta apuesta esperar un triunfo parcial, pues siempre perdura un rescoldo que justifica el sentimiento de impostura, el sentimiento de no responder realmente a la imagen que uno ha configurado para los demás.

En el universo de percepciones fantasmagóricas en el que se despliega esta reflexión sobre las interrogaciones elementales o filosóficas, no hay ciertamente miradas que sirvan de espejo inmediato (y a veces cruel) de la veracidad o falacia del discurso. Y, sin embargo, la sombra de la impostura persiste, y no sólo para el que escribe estas líneas. Pues tan impostura sería el que la recepción de estas reflexiones viniera tan sólo a llenar un hueco, una suerte de vacío en el registro de la información cultural, como que su emisión no respondiera a un deseo de aclararse a sí mismo en el acto de intentar que los demás se aclaren.

Glosando de nuevo al evocado poeta catalán David Jou, se trata de que unos y otros lleguemos a sentirnos henchidos de saberes más ricos que los por uno forjados, y ello mediante el procedimiento de que tales saberes lleguen legítimamente a ser vividos como propia riqueza. De pocas cosas en esta vida puedo sentirme más satisfecho que de haber convencido a más de un estudiante "de letras" de que, llegando a entender las fórmulas de la relatividad restringida, experimentaría la misma emoción que Einstein.

Esta es quizás una buena delimitación del objetivo: sentir que estas fórmulas (en las que se hace inteligible la dura tesis de que el  tiempo y el espacio de nuestra intuición inmediata carecen de objetividad física) tienen su potencia en ellas mismas. Sentir que no son fruto de la subjetividad de Einstein sino mas bien espléndido indicio de que Einstein (y como él cada uno de nosotros) puede dejar de estar encharcado en el cúmulo de preocupaciones, tan legítimas como generalmente estériles, que constituyen precisamente lo esencial de nuestra cambiante subjetividad. Sentir, en suma, que las fórmulas  de Einstein son en realidad de todo aquel que, literalmente, las recrea.      

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

Es la educación, estúpido

Se agradecen, pero no eran necesarias las cifras que ha hecho públicas la Fundación Bofill sobre la catástrofe educativa catalana. Cualquiera que haya frecuentado la Universidad en los últimos decenios se lo habría podido explicar a algún miembro del gobierno, de haber habido alguno interesado por el asunto. No obstante, la verdad es mucho peor que las estadísticas: a ningún gobierno de la Generalitat le ha importado la educación. La formación del espíritu nacional, sí. La así llamada "política" lingüística, mucho. Todo lo relacionado con la ideología, como la Historia, bastante. Lo demás es ornamental, a menos de que dé dinero.

Las causas de que Cataluña sea la autonomía peor educada de España, siendo España la nación peor educada de Europa, forman parte de lo más rancio de su clase dirigente. El país es una finca de comerciantes, pequeños industriales, negociantes, ejecutivos ancilares, gente práctica. Aquí la vida intelectual ha tenido siempre un vuelo gallináceo. Obsérvese que todavía se vegeta de lo que hicieron unos burgueses de 1900. Y que el moderno Olimpo internacional catalán se reduce a un músico que tocaba el violonchelo y un pintor balear. No hay más, porque ni siquiera Josep Pla entra en el canon de los comisarios nacionales. Y a Gerhard lo ha editado Caja Madrid. A propósito, comparen la programación de conciertos de Barcelona con la de Madrid. Verán que en Barcelona aún no existe el siglo XX. El siglo XXI comenzará, supongo yo, dentro de diez generaciones.

Los que profesamos en la Universidad estamos abatidos. Es insoportable ver a esos chavales, tan inteligentes como cualquier otro grupo de jóvenes, percatarse del fraude que se ha cometido con ellos. Los años perdidos. La sistemática trivialidad que aquí llaman "educación". La conciencia de que ya es demasiado tarde. Saben que, con alguna excepción, nunca tendrán la formación de sus colegas europeos. Seguirán representando, con griegos y portugueses, a ese invitado a quien todos tratan con aire paternal: el simpático descerebrado que trae las bebidas.

Artículo publicado en: El Periódico, 24 de noviembre de 2007.

 

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

San Bernardo, 35

Jesús Ayuso no para, es inquieto, rápido, siempre está ideando algo para remover las aguas del mundo cultural desde los legendarios tiempos en que fundó la librería Fuentetaja. Cuando uno va allí seguramente se encontrará con alguien que hablará de unos tiempos, no tan lejanos, en que leer podía ser subversivo y los libros peligrosos y que encontraba en la trastienda de esta librería un cobijo de libertad, ¡qué cosas!, entonces la libertad podía consistir en leer a Pablo Neruda, incluso a Blasco Ibáñez, y ahora que podemos leer lo que nos dé la gana hay que gastarse un dineral en campañas de promoción de la lectura. Aun así todo pasado, aunque fuese difícil, suena a nostálgico, sobre todo si en él se fue joven. Pues bien, da la impresión de que no haya nadie más alejado de la nostalgia que este Ayuso que atiende y comparte aquellas experiencias con sus clientes y amigos con el ojo puesto en el mañana. Le tira mucho el mañana, el futuro. No hay vez que se hable con él que no tenga un proyecto entre manos. Desde luego ha venido a este mundo para activar y transformar lo que está a su alcance. Talleres de escritura, presentaciones de libros, tertulias, edición, otros asuntos que le rondan por la cabeza y encima ¡colmenas!

Dice mucho de su carácter esta afición por algo tan vivo y productivo como las colmenas con ese constante ir y venir de laboriosas abejas. También tiene que ver con el sitio de donde es, Guadalajara, cuyo producto estrella es la miel, aunque a decir verdad él parece un poco extranjero por los ojos claros, el pelo rubio y los pómulos marcados. Quien quiera conocerle puede encontrarle en San Bernardo, 35, cerca de la plaza de los Mostenses. Esta nueva ubicación de la librería ha sido inaugurada este año. El que vaya por allí verá en la fachada una placa en la que dice más o menos "Aquí vivió y escribió Dª Emilia Pardo Bazán".

En lo que es ahora la librería estaba la editorial de Dª Emilia. Y la vivienda ocupaba el segundo piso, cuyo amplio espacio de unos 280 metros, ha acogido posteriormente un hostal y ahora ha sido comprado por un particular, pero que conserva un escritorio y unas estanterías de la condesa gallega. De los escritores lo que importa son los libros que han dejado tras de sí, sus sensaciones, sus ideas, su manera de sentir la vida y sus palabras. Ni ellos mismos tienen interés sin sus libros, cuanto menos el mobiliario en el que escriben, pero al fin y al cabo esta casa y esas cosas fueron escogidas por ella y nos gusta verlas e imaginar cómo sería el entorno en que hizo lo que hizo a pesar de todo. En su memoria, cojo de la estantería Insolación, una pequeña novela que en su momento supuso un escándalo seguramente porque nos ofrece con cierto pormenor la atracción y deseo de una joven aristócrata viuda por un perfecto desconocido que conoce en la romería de San Isidro.

Un romance en el calor ardiente del verano en Madrid promete, pero más aún  al calor de la muchedumbre, de la fiesta, del vino, de la música, de las comidas íntimas fuera de ojos indiscretos. Eran los tiempos en que la gente iba a refrescarse a las orillas del Manzanares como si el Manzanares estuviera muy lejos y llevara mucha agua. En el fondo es una encantadora novela sobre Madrid y anticipa algo propio de las grandes ciudades, la posibilidad del encuentro fortuito, de la clandestinidad, de escapar un poco más allá de las orillas de todos los Manzanares del mundo y de hacer lo que a uno le venga en gana. Ella, la Pardo Bazán, en aquellas circunstancias adversas para toda mujer (y para las pobres mucho más) aprovechó bien su posición social y lo hizo. Así que las de ahora no tenemos perdón de Dios. Según bajo, dando un paseo, desde Fuentetaja a la plaza de España me encuentro con una estatua suya. La miro pensando que lo mismo escribía Insolación o Los Pazos de Ulloa que unos preciosos Cuadros religiosos sobre vidas de santos. Me parece bien que no renunciara a nada. Por cierto, después de su muerte la casa de la que hablamos pasó a ser el Gran Café de San Bernardo, que acogía un ambiente literario tipo Café Gijón. Y a continuación se convirtió en sede del Banco Hispano Americano, del que se conserva en el sótano una impresionante caja fuerte. Por último, Seguros Mercurio al poner el local en manos de Ayuso ha devuelto a estas salas el espíritu de la que fue, por encima de todo, una escritora.

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

El lenguaje del insomnio. Lugares fronterizos VII

Delfín Agudelo: Es entonces ver la puerta del laberinto, reconocerla como tal, pero no lograr entrar en él. Me recuerda la escena de Eneas que, antes de entrar en el Inframundo, encuentra una representación del laberinto de Creta en su puerta. Una analogía válida en la medida en que es en el estado insomne cuando vienen los fantasmas. El lugar del fantasma es el lugar del infierno, tortuoso, difícilmente soportable.

Rafael Argullol: Por eso la angustia del insomnio es extrema. En parte nosotros hemos inventado el arte frente a la angustia del insomnio; es decir, frente a la angustia de los lugares fronterizos. Porque el arte nos otorga una relación parecida a la de Eneas cuando ve el mapa del infierno. El arte trabaja con materia fronteriza, trabaja con materia que en parte forma parte de nuestra razón de vigilia y en parte es puramente onírica, es materia mezclada. Pero el arte es una defensa mayor que lo que podemos tener en el estado de insomnio porque el arte tiene sus propios mapas. Nadie, ningún artista, ningún escritor, ningún poeta se ha enfrentado puramente a lo que sería ese lugar fronterizo porque cada uno de ellos goza del mapa que tenía Eneas. ¿Qué es ese mapa? Ese mapa es la propia historia del arte, la historia de la poesía, la historia del lenguaje poético. Cuando tú te enfrentas a la frontera de lo erótico, de lo sexual, de lo místico, de lo religioso, no te enfrentas por primera vez y completamente solo: te enfrentas como Eneas, pudiendo ver un mapa, gozando de un mapa. Este mapa es la experiencia humana común ante esa frontera, ante esa inquietud. Por eso el arte es entrar en el laberinto pero dejando de alguna manera una especie de hilo; o entrar estando conectados a un hilo, aunque sea invisible y muy ligero, que es el hilo de la propia historia humana que se refleja a través de la historia del arte. Uno puede llegar a zonas muy extremas y radicales, pero ni está completamente solo ni es el primero en llegar a ellas. Éste es uno de los grandes valores simbólicos del arte. Una vez dentro te planteas, por ejemplo, el finis terrae de la vida, la pregunta sobre la existencia, el significado de las cosas, el qué haces aquí, por qué vale la pena o no; pero no eres el primero que se hace estas preguntas. No solamente no eres el primero sino ya tienes una cartografía, unos planos, unos mapas de todos aquellos que ya se han hecho esa pregunta. Desde luego no tienes un mapa de las respuestas, porque no las hay. Tienes un mapa de las preguntas.

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Blogs de autor

La repetición y el yo

"Puesto que todo amor tiene su propia duración, transcurrido cierto tiempo acaba por destruirse a sí mismo. Pierde las cualidades que habían dado alas a la imaginación y ésta acaba viéndose sustituida por la confianza y el hábito.

Una mujer bella aparece menos bella la segunda vez que la vemos, mientras que una mujer fea se hace más aceptable.

La transición del código, al pasar de la imaginación a la naturaleza, expone el amor a la corrosión y lo efectúa, además, de un modo más rápido de lo que se produciría por la simple acción de la decadencia natural de la belleza.

La subjetivación y la temporalidad se dan la mano."

(Niklas Luhmann. El amor como pasión)

 

Leer más
profile avatar
26 de noviembre de 2007
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.