Vicente Verdú
La persecución del éxito conlleva una fatiga mortal puesto que, en verdad, el éxito tal como se sueña no es sino una quimera. Una quimera envenenada. Mata tanto a quien lo logra como a quien se siente un malogrado. Brindemos pues con salud por lo que se hace amándolo (y amándonos). Lo demás son bichos criminales o zarandajas.