Vicente Verdú
Recordé siempre el comienzo de Los heraldos negros de César Vallejo con una versión equivocada que, sin embargo, la mayor parte de mi vida he recitado a unos y a otros como si fuera literal. Es sin duda una versión mejor que la versión original. Yo digo "Hay golpes tan duros en la vida… yo no sé… que como heraldos negros son presagio de la muerte".
Algo muy redondo. Sin embargo, César Vallejo da muchas vueltas para decir prácticamente lo mismo y más torpemente. Lo siento mucho porque Vallejo fue mi gran maestro y lo siento doblemente por no haber sido capaz de respetar lo que realmente escribía en sus versos. Sus versos dice: "Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé". Y seis versos más abajo dice: "Serán los potros de bárbaros atilas; /o los heraldos negros que nos manda la Muerte". No está mal, sinceramente, pero no se trata ahora de eso. Se trata de que quien nos enseña no nos enseña lo que sabe o lo que se cree saber sino que a la fuerza tiene que someterse al que "sabe" la lección. Quiero decir, a quien con su personal sabor decide la cualidad del alimento que saborea. No habría podido soportar la idea de que manipulaba a César Vallejo a lo largo de decenios citándolo mal pero, ya veo que no lo traicionaba, ni voluntaria ni involuntariamente. Sólo lo saboreaba. El regusto de la lectura deriva finalmente de la condición del paladar y ni siquiera un alimento muy determinado y fuerte impone su autoridad sobre la entidad del organismo que lo metaboliza. En consecuencia, la obviedad -largo tiempo descuidada- de que la obra sólo se realiza efectivamente con el cumplimiento de su recepción y sólo de este modo se determina, es la sentencia maestra de cualquier arte. O dicho más serenamente, neutralmente, sin romanticismos ni exaltaciones del receptor: la obra sólo es obra cuando se edifica usando los materiales del lector. Pero entonces ¿cómo puede seguir afirmándose que uno escribe aunque no publique?, ¿qué pinta si no expone? La escritura, la música o la pintura, todo el arte es tú y yo. Es eso o no es.