Vicente Verdú
El tratamiento del cuerpo como algo diferente al yo personal logra una experiencia culminante en los regímenes de adelgazamiento.
El cuerpo se expone ante el espejo con sus kilos superfluos y el yo que lo gobierna decide afrontar una reforma de la morfología con la que se presenta en cuanto figura ante los demás.
Se presenta y se representa porque lo más temible del aspecto se refiere no ya al peso en arrobas sino en la información perjudicada que trasmite sobre el yo y decide el carácter de la impresión.
El yo y el cuerpo tienden secretamente a distanciarse cuando la apariencia disgusta al juicio del yo, mientras que tienden a juntarse, por anhelo del yo, cuando la imagen se acerca al diseño más grato a la ilusión que hace el ego de sí mismo.
Puesto que el ideal físico resulta imposible de conseguir, la división entre el yo y el bulto es insalvable pero el hiato gana o pierde medida de acuerdo, en este caso, al tino volumétrico del cuerpo.
El volumen del cuerpo con todas sus diferentes particularidades revelándose por aquí o por allá, genera un malestar no sólo social sino íntimo, integral, que incluso difícilmente supera la más elevada idea de uno mismo.
O dicho de otro modo, por encimada que sea la idea del yo respecto a sí, por alta que sea, se halla peligrosamente expuesta la vanagloria a la descalificación cruel mediante el código de estética general que la sociedad ha adoptado como destacada referencia.
Estar gordo no significa estar sin más. Estar sin connotaciones. Comporta allegarse a una escala de cotización menor, degradada o ínfima.
El sobrepeso ha llegado así, por el imperio de la estetización general del mundo, a ser un lastre del valor. Habrá que afrontar seriamente y hasta severamente la tara del cuerpo obeso y ajustarla en beneficio del yo, príncipe de la conjunción. Y no del yo/príncipe en su sentido moral y metafísico sino, obviamente, al yo en su reino físico. Ahora bien ¿cómo evitar que el segundo incida en el primero si ya el sentido se juega mucho el tipo, para bien y para mal, precisamente en el tipo?