Sergio Ramírez
La palabra “gui” quiere decir fantasma en chino. Viene esto a cuento porque las autoridades de industrias y comercio en Pekín, han mandado retirar de los estantes de las librerías y de los quioscos todas aquellas revistas que publiquen historias de fantasmas, y que tengan que ver con asuntos de horror, espectros, aparecidos, cuentos del más allá, tumbas y cementerios, y en esa lista no deben faltar, de seguro, ni Frankestein ni Drácula. La razón oficial que se ha dado es que los relatos de este jaez afectan la salud pública: temblores, insomnios, pesadillas.
Una de esas revistas prohibidas, editada en Hong Kong, ofrece un servicio expedito: si un lector envía a la revista el nombre de una persona, esa persona morirá pronto, tras aparecer en la lista de los condenados que se ofrece en una sección especial. Un rápido sistema para acabar con quienes no nos caen bien, o nos han hecho algún agravio, mandarlos al mundo de los fantasmas.
Las autoridades han pedido a los ciudadanos que reporten la presencia de cualquier revista de éstas en los puestos de venta, decididos como están los funcionarios de la salud pública mental a someter a todos los fantasmas que andan sueltos, tarea no tan fácil desde luego que sabemos que muchos de ellos tienen el donde de hacerse invisibles o regresar a sus nichos en los cementerios apenas alumbra el alba, criaturas, como son, de las sombras de la noche.