Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

El sueño americano al lado

Si comparamos los indicadores económicos fundamentales de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua: ingreso per cápita, desempleo, falta de servicios básicos, vamos a encontrar resultados muy parecidos. Casi la mitad de la población vive en todos ellos con menos de dos dólares al día, y Nicaragua aparece en la cola de casi todos esos indicadores, sólo superada por Haití.

            Pero en Nicaragua la tasa de criminalidad es tan baja como la de Costa Rica, no existe el fenómeno de las pandillas juveniles violentas, y ahora que se habla tanto de la emigración masiva de niños hacia Estados Unidos, sólo un porcentaje menor de ellos provienen de Nicaragua.

            ¿Viene a ser la violencia el principal motivo de que la gente emigre de Centroamérica? La violencia es un fenómeno que se concentra sobre todo en las barriadas marginales, donde las pandillas rivalizan por el control de territorios. Luego está el imperio criminal de los Zetas en la frontera de Guatemala con México. Y muchos de los emigrantes provienen de áreas rurales donde no hay pandillas ni más violencia que la de la pobreza.

            ¿Es Nicaragua un paraíso de seguridad ciudadana? Es lo que se trata de vender en beneficio de la imagen turística del país. Y es cierto que la diferencia entre la tasa de homicidios de Nicaragua es abismalmente más baja que la de Honduras, las más alta del mundo. ¿Por qué hay menos violencia? Quizás aún vive el recuerdo de la guerra de los ochenta que dejó más de 50.000 muertos, y este recuerdo actúa a manera de revulsivo; pero igual de mortífero fue el conflicto armado en El Salvador durante el mismo período, y la situación es totalmente contraria.

También podría alegarse que en Nicaragua hay más control social del estado a través de los Consejos del Poder Ciudadano, que actúan en coordinación con la Policía Nacional para ejercer vigilancia preventiva, que incluye la profilaxis política. Pero el que la tasa de delitos sea baja, no quiere decir que se trate de una situación congelada.

 La violencia contra las mujeres se revela en la manera alarmante en que los femicidios, por ejemplo, se han disparado; y el Informe sobre Derechos Humanos y Conflictividad en Centroamérica señala la "reaparición de la violencia política en Nicaragua con toda su crudeza, especialmente en contextos electorales".

            La marginalidad y la miseria envuelve a los niños igual que en los otros tres países, lo mismo que los abusos de que son víctimas, incluidos los abusos sexuales. Los más pobres no van a la escuela o la abandonan muy temprano, piden limosna en las calles, se vuelven adictos a los pegamentos, y muchos no tienen hogar.

            Los nicaragüenses emigran, pero hacia Costa Rica, donde el salario mínimo es tres veces mayor. Costa Rica es los Estados Unidos cercanos para los nicaragüenses. Tenemos un "sueño americano" al lado. Y se habla el mismo idioma, los emigrantes pueden enviar buenas remesas a sus familiares, y la frontera está mucho menos vigilada, con decenas de pasos clandestinos.

Diez por ciento de la población de Costa Rica es nicaragüense. Una población flotante, que va y viene, porque las distancias cortas lo permiten. Un hombre que emigra a Costa Rica para la cosecha de café o de naranjas, puede dejar atrás a su familia o volver, o sabe que puede enviar por ella en cualquier momento. Y lo mismo ocurre con las mujeres que van a emplearse como domésticas.

Por supuesto que existen estallidos de chauvinismo, redadas de ilegales, deportaciones. Aunque de pronto hay motivos para estar unidos. Oscar Duarte, un niño que emigró con sus padres se convirtió en jugador de la selección de Costa Rica que disputó la Copa Mundial, metió un gol decisivo en uno de los partidos, y fue celebrado como héroe en ambos lados de la frontera.

Para buscar cómo explicarnos el bajo porcentaje de niños nicaragüenses que buscan la frontera de Estados Unidos, debemos mirar hacia Costa Rica. Sus padres no están ni en Chicago, ni en Los Angeles, y por tanto no tienen por qué pagar a los coyotes para que los lleven hasta ellos. Están en Costa Rica, o en Nicaragua, en busca de la próxima oportunidad de cruzar la frontera, con sus hijos, o sin ellos. 

Leer más
profile avatar
30 de julio de 2014
Blogs de autor

Asuntos metafísicos 60: ¿Un solo cosmos?

"¿En virtud de que principios hay unidad en los números, en el alma, en el cuerpo, y en general unidad de forma y de objeto?"

La respuesta a esta pregunta retóricamente  formulada  hacia el final del libro  XII de su Metafísica es para Aristóteles clara: hay un primer motor sin el cual no habría universo sino "una colección disjunta de episodios". Un sólo kósmos pues, de lo cual para el Estagirita un corolario que trasciende la filosofía natural: "No es bueno el mando de muchos: un solo jefe" (ouk agathon polukoiranie eis koiranos)

Me venían a la mente estos textos de Aristóteles al releer  otra  ponencia de Ulises Moulines presentada  en un edición posterior del evocado Congreso Internacional de Ontología.  Moulines hablaba sobre la dificultad  de sustentar en las teorías científicas la afirmación de un único universo. Preliminar del asunto es la jerarquía entre teorías, pues  algunas de ellas son en realidad reductibles a las demás,  mientras que otras son verdaderamente sustanciales o subsistentes por si mismas. Y, obviamente, tratándose de asuntos nucleares sólo las segundas cuentan  pues, nos dice Moulines " no sería plausible que cualquier "mini-teoría" intervenga en la determinación de cuestiones ontológicas y en especial en la cuestión de la unicidad o no del sistema universal". Además de ser irreductible,  para ser ontológicamente  fértil, una teoría ha de  ser fundamento o sostén de una parcela de realidad  ( lo cual significa que alguno de  los modelos de tal teoría representa tal realidad).[1] Una teoría radicalmente  fundamental posibilitaría un programa unificador en el cual  todas las ciencias sociales quedarían reducidas a las biológicas, éstas a las ciencias químicas, y finalmente  las ciencias químicas  a la física, enmarcada en la "gran teoría unificada". Pues bien:

La tesis de Moulines era que un tal programa será promesa continuamente frustrada  porque en su esencia misma es quimérico. Quimera  de la "teoría única del sistema único universal", que Moulines comparaba con la utopías políticas relativas a la creación de un estado mundial:  "No podría ocurrir que el continuado esfuerzo por dominar en un solo molde teórico cualquier rincón de la realidad, al igual que el esfuerzo por dominar en un solo molde político cualquier rincón del planeta, condujera a la muerte del espíritu".

En aquel año lejano en el que Ulises hablaba en el Palacio de Miramar de San Sebastián la frase  podría interpretarse como alusión al proyecto político universalista nacido en la Revolución de Octubre, que en aquellos momentos estaba siendo socavado. Hoy sin embargo sólo cabe aplicar  el asunto a otro proyecto que surgía asimismo en esa época, que hacía contrapunto al anterior y que se ha revelado literalmente mutilador de la aspiración a pensar y simbolizar que, desde Aristóteles a Noam Chomsky pasando por Descartes, se ha presentado como expresión mayor de la especificidad humana en el reino animal. Pero tratándose  de un pensador como Ulises Moulines he querido en esta dos evocaciones enfatizar sobre todo el peso que tienen  sus trabajos en relación a  algunos de los "asuntos metafísicos" que aquí se van presentando.


[1]              Moulines considera    cuatro hipótesis que cubrirían el abanico por entero

                1Existe una sola teoría  fundamental y esta es categórica (o sea,  todos los modelos de la teoría son isomórficos entre sí)

                2Existe una sola teoría fundamental pero no todos los  modelos son isomórficos

                3Existen varias teorías fundamentales compatibles ente sí

                4 Existen varias teorías fundamentales imcompatibles entre sí.

Leer más
profile avatar
29 de julio de 2014

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

44. El transmedia y la industria

Nuno Bernardo, Transmedia 2.0. How to Create an Entertainment Brand using a Transmedia Approach to Storytelling; BeActive Books, Lisboa, 2014.

 

Este libro no tiene por objeto una descripción crítica o teórica de lo que sea la narrativa transmedia, cuya complejidad estructural y terminológica hemos discutido aquí (aunque hay someras referencias, véase p. 113), sino que se propone como un manual para la creación de narrativas transmediales de mano de un productor profesional de las mismas. El creador portugués Nuno Bernardo cuenta con una larga carrera de producción televisiva en Portugal, y fue autor del transmedia Sofia's Diary, "una historia convencional contada en un soporte atípico" (p. XXII), según sus propias palabras. En buena medida, Transmedia 2.0 es una especie de taller a distancia para crear este tipo de historias, un poco en la línea del Carlos S. Scolari de Narrativas transmedia (2013), pero preparado por un productor y no por un teórico -aunque Scolari contaba con el testimonio de numerosos productores y realizadores del medio-.

 

El objetivo declarado del libro de Bernardo es ofrecer al lector los instrumentos para crear un pequeño estudio de producciones transmedia (nanoestudio, lo denomina), elaborar un guión o "Libro" del proyecto, aprovechar las ventajas de cada plataforma y ponerlas al servicio del proyecto global, así como controlar la difusión y el márketing para generar una base de seguidores y fans del mismo dispuestos a pagar por él. Esto último nos interesa menos, centrándonos aquí en los aspectos más relacionados con la construcción de la historia y el planteamiento estructural de la narrativa, aunque apuntaremos alguno de los aspectos industriales por tener cierta relación con el mercado editorial.

 

 

La construcción del transmedia

 Portada de Transmedis 2.0

 

 

 

 

 

 

 

 

Para Bernardo, contar historias (traduciremos así el término storytelling, muy connotado tras el libro homónimo de Cristian Salmon, reservando la posible alusión a "narración" sólo cuando coincida con lo que desde la teoría de la literatura puede tenerse por tal), es un hecho social, y lo transmedial acrecienta la vertiente ecuménica (en el original y laico sentido de la palabra) del ser humano, "enriqueciendo la historia al activar la querencia humana por compartir experiencias" (p. XX). Por eso, a su juicio, de los tres elementos esenciales en el transmedia (personajes cautivadores, trama con diversos puntos de entrada a la misma y un mundo narrativo excitante y convincente), el más importante es el de la construcción de personajes carismáticos, puesto que, amén de dotar de veracidad a la historia, se convertirán en el vehículo gracias al cual los lectoespectadores adquirirán un compromiso con el transmedia.

 

Bernardo distingue los verdaderos transmedias de las "extensiones transmediales de marcas" (p. 128), que tienen lugar cuando un producto exitoso busca amplificarse a otros géneros o plataformas (y que es a lo que nosotros llamamos cross-media, que serían más bien reproducciones o versiones de una misma historia en otro o varios medios, incluyendo adaptaciones). El hecho de que el libro esté escrito por un constructor de transmedias nos brinda a veces ideas muy interesantes, por ejemplo cuando Bernardo explica cómo el tipo de público al que va destinada la narración influye sobre las plataformas o géneros a usar. Así, para construir su historia Collider, de tintes postapocalípticos, él y su equipo pensaron que el público objetivo (target) del transmedia serían jóvenes aficionados a la ciencia ficción; ello les llevó a presentar el transmedia a través de una novela gráfica y una serie de cómics, con elementos de videojuego (p. 47). Es obvio que si se hubiesen decantado por una representación operística, una obra de teatro y un poemario el éxito no hubiera sido el mismo. De la misma forma, si el asunto del transmedia es de tipo histórico y busca públicos de mayor edad, los formatos adecuados serían más tradicionales: películas, libros, una serie de televisión, etcétera. Luego vuelve el autor sobre esta cuestión y la desarrolla en el capítulo IV (pp. 65ss), añadiendo un apunte de interés: las novelas son muy oportunas para dar a conocer a los lectoespectadores "la voz interior del personaje" y desarrollar sus caracteres, añadiendo "textura y profundidad a la historia" (p. 67). También recomienda ir a la plataforma correcta para lanzar las historias: al enterarse de que Pinterest era una red social cuyos seguidores son, en un 85%, mujeres, pensó que era el lugar ideal para situar el entorno social de Beat Girl.

 

Bernando establece algunas reglas de interés para que un transmedia funcione:

 

1) Establecer una calidad idéntica en todas las extensiones de la historia. Pone el ejemplo del escaso éxito de las continuaciones de la serie 24 para web y teléfonos móviles (p. 6): los espectadores esperaban idéntica calidad que en la serie original y se encontraron con productos de categoría muy inferior, por lo que fueron rechazados por el público. A su juicio es necesaria la extensión del perfil alto de la marca (p. 7) para que la franquicia funcione.  

 

2) Preparar el proyecto de modo complejo y organizado con antelación; rara vez funciona un transmedia que comienza como un solo elemento (pone el ejemplo de Angry Birds) y se desarrolla después transmedialmente.

 

3) Crear un transmedia orgánico, basado no en las plataformas sino centrado en la historia (p. 8).

 

4) Crear personajes sólidos, tridimensionales y creíbles.

 

5) Establecer debidamente las transiciones: "debes considerar cómo harás la transición de un tipo de medio a otro, mientras te aseguras de que tu marca mantiene la coherencia narrativa y tonal a través de todas las plataformas" (p. 10).

 

6) La difusión del proyecto transmedia requiere de un cronograma y una organización, no tiene sentido a juicio de Bernardo publicitar la aparición del proyecto en todos los medios a la vez y de la misma forma.

 

7) Entender al público: "Las audiencias son atraídas por productos en los que resuenan y refuerzan su propio sentido de identidad. La mayoría de adolescentes, por ejemplo, no pagarían por descargarse música, pero sí pagarán una significativa cantidad de dinero (tres o cuatro euros) por un tono de llamada de treinta segundos de su canción favorita. El contenido funciona como una extensión de lo individual, apela a su ego" (p. 12)

 

Otras recomendaciones de interés: por complejos y difusos que sean los materiales utilizados, hay que dejar claras las "reglas" del mundo transmedial y los pasos entre unas plataformas y otras (p. 48); hay que tener registrada y clara la propiedad intelectual de la historia, para evitar sorpresas a la hora de buscar patrocinios y alianzas; hay que tener bien construida la historia y los personajes a priori, para que luego funcionen correctamente con independencia del formato y la plataforma utilizados (algo que habíamos apuntado en nuestro artículo como clave a la hora de configurar un auténtico transmedia). Por desgracia, hay otros momentos del libro donde parece que el autor ha trasladado sus presentaciones comerciales, poniendo en claro los valores de su propia empresa.

 

 

Transmedia e industria

 

En otro orden de cosas, Bernardo reconoce el papel central que aun tiene la televisión, dando la razón a lo que nosotros decíamos aquí hace año y medio; a juicio de Bernardo, no sólo las series de moda, también "Webisodes and mobile digital content still borrow most of their structure from television" (p. 59). Aunque el mundo digital ha crecido y ya no se constituye como hermano menor de otras producciones de entretenimiento, todavía hay mucho camino que recorrer: "as a creative and commercial practice, transmedia is still very much in its infancy" (p. 5), dice el autor. Algunas de sus ideas pueden parecer escandalosas para la industria, y lo serían si no resultase que Bernardo es parte de esa industria. La cuestión es saber si detrás de frases como la que sigue hay actitudes temerarias o un entendimiento distinto de las circunstancias actuales: "puede parecer algo contra-intuitivo, pero la mejor forma de crear una audiencia motivada a comprar tu producto es darle la mayor parte del mismo gratis. Este método incentiva al público a involucrarse con tu historia, hablar sobre ella y compartirla. Más tarde, serás capaz de convertir alguien que disfrutó de la historia en un comprador de la entrada de la película o de un libro no por el contenido mismo, sino por la experiencia" (p. 56). Esta provocadora aseveración no la hace un "pirata", sino alguien que parece hacer bastante dinero con sus libros y transmedias, y que ha vendido varias ediciones de Sofia's Diary, ha presentado videojuegos en Inglaterra, ha estrenado películas como Beat Girl en Estados Unidos y ha sido nominado a un Emmy por Collider. En otros momentos menciona Bernardo el freemium y otras posibilidad a las que la industria española, o cierta parte de ella, parece muy reacia. En cualquier caso, no deja de ser cierto que el sector tradicional de la industria podría objetar que estas fórmulas parecen funcionar en ciertos casos, mientras que los mecanismos tradicionales parecían funcionar, con más o menos altibajos, casi siempre, antes de lo digital. Sería difícil poner alguna objeción a tal reparo. Un editor tradicional diría que es un suicidio dar parte de la historia gratis (aunque, de hecho, las editoriales suelen ofrecer desde hace muchísimos años adelantos del primer capítulo, y recuerdo haber visto en los periódicos de los años 90 extractos de novelas de próxima publicación, para enganchar a los lectores), pero, buscando una perspectiva diferente, lo cierto es que cada vez hay más libros provenientes de blogs, que se difunden en librerías a pesar de que sus contenidos fueron colgados de forma gratuita, y algunos de ellos venden bien o lo suficiente (teniendo en cuenta que casi ninguna editorial vende óptimamente y el sector ha regresado en España a números de 1994). Es ésta una cuestión compleja, por supuesto, en la que coinciden intereses contrapuestos, aunque entiendo que los sectores afectados por los cambios no perderían nada por conocer al menos nuevas posibilidades, aunque finalmente decidan, con todo el derecho y la legitimación del mundo, no aplicarlas.

 

El transmedia, por lo tanto, no es sólo un nuevo "género" creativo, también es una posibilidad industrial -que, por supuesto, requerirá de estrecha colaboración entre varias industrias o "nanoindustrias" culturales-. Es una aventura desafiante, y podrá sentirse en ocasiones que se pisan tierras blandas, pero la cuestión inobjetable es que el transmedia parece uno de los escasos medios en los que la industria editorial puede sacar rendimientos pingües en nuestros días. Mientras que el modelo tradicional de edición ha devenido, en numerosos países, un negocio a la baja, el transmedia es un negocio al alza, y si no es multimillonario se debe, según Bernardo, a la falta aún de modelos económicos apropiados a sus particularidades (pp. 27-28), que llegarán más pronto que tarde, como es natural. Bernardo propone algunas formas de plantear rendimientos y seguro que hay otras muchas modalidades ya en marcha. Parece evidente que la actual fragmentación de audiencias y públicos que ha producido el nuevo escenario digital pide a voces estructuras discursivas que reúnan de nuevo esos públicos disueltos, yendo a buscarlos en diferentes plataformas. Por supuesto, el transmedia no es una solución para la actual crisis del sector editorial, pero es uno de los contados fenómenos de nuevo cuño que, en vez de aportar un problema, parece ofrecer alguna perspectiva positiva de avance.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
28 de julio de 2014
Blogs de autor

En el aire

Cuando el avión renquea por la pista, el pasajero entrega su voluntad al reposacabezas. Si es viajero frecuente, automatiza sus actos y se abrocha el cinturón sin darse cuenta, afloja los zapatos y los músculos, abre el periódico y mira de reojo a quien tiene al lado. Al fin y al cabo comparten destino. El pasajero ha superado la prueba, aunque no le da ninguna importancia; pero la tiene, porque ha demostrado una vez más su inocencia, eterno sospechoso global en un mundo cosido por detectores de metales y escáneres que ha tenido que hiperbolizar la seguridad pero aún no ha conseguido humanizar sus “protocolos”. Si llevas una prótesis, necesitarás cinco minutos más que el resto en el control de seguridad. En mi caso, pasajera habitual con un resurfacing en la cadera izquierda que me instaló el doctor González-Adrio, debo asumir que me cacheen descalza un mínimo de dos veces por semana, con mayor o menor nivel de presión y humillación. Una simpatiza con algunas guardias, pero aún y así están obligadas a meter la mano entre las dos copas del sujetador. “¿Por qué primero me inspeccionan por delante y después por detrás?”, pregunté un día. “Es el protocolo”, me respondieron. Alguna vez he fantaseado con que encontraban algo que ni yo misma conocía. Un avión es un sueño del progreso, el del azul estratosférico surcado por Boeings y McDonnell Douglas que cruzan el mundo -se calcula que hay más de 20.000 vuelos diarios-. Pero de remedo de pájaro y medio de locomoción más rápido y seguro, las aeronaves han pasado a ser un blanco perfecto, o una malévola arma mortal. Desde el atentado contra las Torres Gemelas, la vulnerabilidad de los aviones ha cobrado dramatismo, transformando por completo el acto de volar al añadirle un plus terrorífico. Solamente en este mes de julio que acaba, las víctimas de accidentes aéreos -como los de Malaysia Airlines, puede que derribado por un misil; TransAsia en Taiwán y ahora el de Swiftair- suman más de 450 personas. Una cantidad no muy lejana a los más de seiscientos muertos en Gaza cuando escribo estas líneas, aunque infinitamente inferior a la de los 45.000 fallecidos en accidentes de tráfico anuales sólo en Europa. Dejando aparte meteorologías adversas e infortunios de toda clase, detrás de la mayoría de los accidentes aéreos no sólo hay cajas negras con historias de criminales que utilizan a población civil inocente como munición masiva, sino, muchas veces, precariedad laboral, aparatos vetustos -¡incluso los de las Fuerzas Armadas Españolas!- e inexplicables fallos reglamentarios completamente ajenos a ese pasajero anónimo que dentro de un avión por fin ha empezado a dormitar en su asiento, haciéndose un cuatro.

(La Vanguardia)

Leer más
profile avatar
28 de julio de 2014

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Consecuencias de la caída

1.- Un bel morir tutta una vita onora. Y viceversa. La muerte política de Jordi Pujol, que es de lo que se trata, ilumina toda su biografía personal y pública con una nueva luz, desnuda y cruel. La primera consecuencia de las revelaciones realizadas por el propio Pujol conciernen a su figura política y a la imagen con que quedará inscrito en la historia. Quien aparecía hasta el jueves pasado como el mejor presidente de la Generalitat recuperada, la de la actual democracia constitucional e incluso la de la II República, y por encima también en duración y envergadura del balance presidente del brillante y fructífero antecedente fundacional que fue la Mancomunidad, Enric Prat de la Riba, es ahora un icono roto y embarrado por los más lacerantes defectos que se le puede atribuir a un político: la corrupción y la mentira, algo que jamás había afectado a ninguno de sus antecesores. 2.? El icono que nace con esta revelación es catastrófico y de terribles efectos sobre su familia y su entorno. La caída del mito invierte el sentido de todos los valores y conceptos que habían cuajado alrededor de su proyecto personal y político. La biografía de Pujol, desde su juventud más temprana, es la de alguien dedicado obsesivamente al catalanismo, con una persistente e indeclinable ambición de poder al servicio de Cataluña, primero económica y cultural, después directamente política, que encuentra el apoyo y la ayuda de su familia, sus padres primero, su esposa después, los hijos en la etapa ya presidencial, además del entorno de hermanos, cuñados y amigos. Nadie del clan familiar podrá ni siquiera intentar un regreso a la política. Su presencia, antaño tan requerida, se ha convertido en tóxica, especialmente para el independentismo. El mayor activo del nacionalismo se ha convertido en lastre. A la luz de las revelaciones, la acción y la historia de la piña familiar nacionalista alrededor del president fácilmente se adapta al relato vulgar y penoso de cualquier grupo humano, llámesele clan o mafia, conjurado en obtener el poder para enriquecerse y defender luego la riqueza ilegalmente obtenida, al igual que ha hecho Silvio Berlusconi en Italia durante dos décadas. 3.? Difícil si no imposible es encapsular el asunto en la privacidad familiar de los Pujol, como ha pretendido Artur Mas. En toda esta historia hay un estilo inconfundible, que se reconoce en todo, incluido el partido, el Gobierno catalán y el conjunto de los líderes nacionalistas. Convergència es un partido fundado y amoldado por el liderazgo de Pujol; su actual líder, Artur Mas, un sucesor nombrado por su familia a la espera de que Oriol Pujol estuviera preparado; y el conjunto de sus dirigentes y cuadros políticos, unas gentes formadas en el ejemplo, el ideario e incluso los gestos y la oratoria del patriarca fundador. La caída del padre de la patria, todavía presidente de honor a título vitalicio, significa dejar a CDC sin referentes y sin historia. Será realmente muy dificultoso refundarlo en un momento de crisis y de declive electoral y cuando el Gobierno de Artur Mas se ha echado en brazos de Esquerra Republicana en cuanto a programa e incluso ideología. Más fácil es, en cambio, que la emancipación y ruptura total con los Pujol signifique diluirse en Esquerra o en una nueva formación sin matriz pujolista alguna. 4.? Artur Mas, como presidente y como político, tendrá difícil inmunizarse ante la infección revelada por Jordi Pujol. Su entera historia profesional y política, incluida su experiencia en la empresa privada antes de entrar en la política, se identifica con el clan de los Pujol, a pesar de los esfuerzos ostensibles por tomar distancias en momentos especialmente delicados. El actual presidente también ha conocido una historia de evasión de capitales y regularización fiscal de su padre, ya fallecido, en la que documentos de la policía de delitos económicos pretendían implicarle personalmente, al igual que les sucedió a los hijos de Pujol. Muchos deducirán que si los documentos referidos a estos últimos se han revelado veraces, también podrían serlo los que se refieren a Artur Mas. En todo caso, quedan debilitadas las teorías sobre una conspiración antinacionalista pilotada desde el Ministerio del Interior que pretendería erosionar sin base alguna al presidente ante el proceso soberanista. Puede que haya habido conspiración, pero no hay dudas de que también había una base en la que asentarse. En cualquier caso, las revelaciones afectan al menos a la solidez del liderazgo del proceso, sometido ahora a nuevas presiones y con la imagen disminuida por la contaminación inevitable que desprende la corrupción localizada en la familia del expresidente. 5.? Muchos son los que piensan dentro del independentismo que lo que desprestigia a Mas no tiene por qué desprestigiar al proceso soberanista. El soberanismo ya ha convertido el optimismo sistemático en un auténtico síndrome. Cuanto más débil sea el presidente más fuerte será el proceso, según dice una teoría que atiende a la sentencia de que no hay mal que por bien no venga, y que ya fue de aplicación a los malos resultados de CiU en las elecciones catalanas de noviembre de 2012. En las bases más radicalizadas, que imaginan el proceso como una ruptura con una transición fraudulenta y con una casta corrupta, la caída de Pujol es el agua de mayo que regará el proceso independentista, reafirmará al soberanismo en sus propósitos y argumentará en favor de la bondad intrínseca de un Estado independiente que refunde la democracia en Cataluña. No es nada seguro, sin embargo, que este mensaje amplíe las bases del soberanismo y lo refuerce entre el electorado más burgués y moderado. Al contrario, la identificación del pujolismo con la corrupción puede inhibir y disgustar a amplios sectores sociales que se habían visto arrastrados suavemente desde el autonomismo al independentismo, gracias entre otras cosas al viraje ideológico de Pujol, de su familia y del entero partido detrás de él. Basta con imaginar el efecto de eslóganes como España nos roba tras las revelaciones de la pasada semana. 6.? Las consecuencias para la idea nacionalista de Cataluña y para el catalanismo son de identificación más lenta y compleja. En lo inmediato son profundamente negativas, sin duda. Para el catalanismo, jibarizado en su último avatar gracias a la apuesta independentista y convertido en una ideología menos transversal y menos plural, la mancha de la corrupción pujolista es una derrota moral y el presagio de una derrota política, aunque contiene un estímulo para la regeneración y el regreso al consenso de la catalanidad y al patriotismo cívico y pactista. Para la idea y la imagen de Cataluña, es un golpe que requerirá tiempo y esfuerzo para reponerse: Pujol se quejaba de la mala imagen que había proporcionado el tripartito, pero es evidente que al lado del pujolismo, aquellos Gobiernos efímeros y desprestigiados brillan como la imagen misma de la decencia política. 7.? Las revelaciones tampoco son buenas para España, de la que a fin de cuentas Cataluña es una parte, en muchos momentos la más visible y vanguardista. Pujol es uno de los personajes más conocidos y reconocidos mundialmente ya no como político catalán sino como uno de los dirigentes españoles que trajo la democracia. Su caída desprestigia a España tanto como a Cataluña y las desprestigia, principalmente, para quienes solo saben y pueden pensarlas juntas. En lo inmediato, la tentación del Gobierno será aprovechar la debilidad de Artur Mas para estrechar el dogal en el cuello del soberanismo, tal como ya piden a gritos algunos. Pero la caída de la casa Pujol marca un antes y un después que no permite lecturas tacticistas ni de circunstancias por parte de nadie. Todos los partidos y todas las instituciones, incluida la Monarquía, han pasado o se hallan en circunstancias muy parecidas. Más sabio sería aprovechar la caída como revulsivo para regenerar la vida política española y encontrar la salida de la crisis entre Cataluña y España. Esto sería la más rápida y eficaz forma para que regresara el perdido prestigio conseguido en la ahora denostada Transición. La última y más irónica consecuencia sería que tras el escándalo diéramos con la llave de la tercera vía, el camino del consenso y del acuerdo que ahora repudian tanto Artur Mas como Mariano Rajoy.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
28 de julio de 2014

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Sin voz

Primero, los miles de niños centroamericanos que, tras ser vejados en nuestro territorio, han intentado cruzar la frontera sólo para terminar hacinados en hechizos campos de detención. Luego, los (hasta ahora) 147 niños asesinados en Gaza durante la ofensiva israelí contra Hamás. A continuación, el niño asesinado en Puebla por una cápsula lacrimógena durante los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes de San Bernardino Chalchihuapan. Y, por último, los cientos de niños que vivían en condiciones miserables, más cercanas a las de un reformatorio que a las de un albergue, en La Gran Familia, el orfanato regenteado por Rosa Verduzco ostentosamente desmantelado por fuerzas estatales y federales en Zamora, Michoacán, hace unos días.

El término "infante" deriva de la voz latina infans, suma de la partícula privativa in- y del participio del verbo for: es decir, aquel que es mudo, aquel que no puede hablar. Y así ha sido a lo largo de estas turbias semanas: mientras nosotros no nos cansamos de hablar de ellos, de hablar por ellos, de defenderlos o de justificar los abusos en su contra, todos estos niños permanecen mudos, o peor, hablan pero nos resistimos a oírlos, preferimos elaborar mil teorías y justificaciones para limar los maltratos que han padecido, para olvidar sus sufrimientos o sus muertes, para aplacar nuestras conciencias.

En la frontera, los niños migrantes son tratados como criminales sólo porque quieren reunirse con sus padres, porque aspiran a una vida mejor, y se les interna en jaulas, auténticas jaulas en improvisados galerones, porque nadie los quiere cerca, porque familias, sí, familias enteras en Texas se han manifestado para que esa plaga no se aproxime a ellos, y el gobernador Perry incluso ha llamado a la Guardia Nacional, el ejército del país más poderoso del mundo, a luchar contra esta amenaza, esta legión de niños indeseables, niños cuyas historias nadie escucha, niños silenciados, niños invisibles. 

En Gaza, los niños muertos son daños colaterales -nuestro eufemismo favorito aunque ya apenas enmascare-, o víctimas de sus propios padres terroristas, o al menos de sus padres que han votado por los terroristas -el argumento del estado de Israel-, y poco importa que sean inocentes, porque su inocencia es un incómodo pretexto, o que algunos de ellos sólo estuviesen jugando en una playa, o que Yunis Baker, quien sobrevivió al resto de su familia, en verdad se haya vuelto mudo tras observar las muertes de sus hermanos. Porque mientras nosotros seguimos hablando y condenando o justificando la Operación Margen Protector, otros niños, cuyos nombres jamás recordaremos, seguirán hablando y muriendo sin que los oigamos.

En Puebla, una ley apoyada por todos los grandes partidos permite el uso de la fuerza para contener las protestas cívicas, y entonces en los combates entre las comunidades que bloquean la carretera y los policías enviados para desalojarlas, otra vez un niño es la víctima colateral, José Luis Tehuatlie, hagamos un esfuerzo por recordar su nombre, por memorizar su nombre, quien muere a causa de una inocua bala de goma, un proyectil que primero lo vuelve un vegetal y luego lo mata. Y nosotros seguimos hablando, o firmando manifiestos -para apoyar a Mamá Rosa, por ejemplo-, mientras ese niño en efecto ya no podrá hablar más nunca.

Y luego están esos niños rescatados de la calle por uno de esos líderes carismáticos que tanto encandilan a los intelectuales, quien los mantenía encerrados en un correccional -otro de esos espacios cerrados de poder descritos por Foucault-, sometidos a su arbitrio y sus arbitrariedades, sin que nadie, ni el estado ni sus ilustres visitantes, se dieran jamás a la tarea de escucharlos, de oír sus quejas o sus dolores, porque era mejor alabar la piadosa labor de Mamá Rosa, esa mujer dispuesta a hacer lo que nadie quiere hacer, aunque eso represente el heroico -y demencial- propósito de tener una familia de 4 mil niños adoptados a su nombre.

Poco importa que Mamá Rosa en realidad haya creado un régimen autoritario en miniatura, bajo las mismas premisas de cualquier dictador amoroso -de Castro a Chávez-, porque lo que importaba era que nosotros, todos nosotros, pudiésemos hablar de ella, y de nuestras buenas intenciones compartidas, y de nuestra amistad con la Líder Suprema, y de la confianza que nos otorgaba la Líder Suprema, mientras los niños, sus niños, hablaban sin que nadie los oyera y sin que nadie, aún hoy, esté dispuesto a oírlos.   

 

Twitter: @jvolpi

 

 

 



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
27 de julio de 2014
Blogs de autor

Cuando Juan José Millás entrevió la podredumbre que vendría

Hace 10 años, me impresionó un libro de Juan José Millás. Hay algo que no es como me dicen era entonces de lo más parecido a la crónica latinoamericana que se había producido en España. No es extraño, porque Millás es un hombre muy culto, un ávido lector, que busca en tradiciones lejanas y dispares la forma más apropiada para acercarse a una historia. Aquí, la historia es de indignación moral, de nacimiento de la conciencia, de intriga política. En la época más alta del Reino del Ladrillo, cuando España era soberbia y nadie hablaba de crisis, esta pequeña joya muestra el comienzo de la degradación.

Sigo a Millás desde que llegué a este país hace 16 años. Sus artículos y anticuentos en El País me parecen modelos de imaginación feliz y síntesis laboriosa. Sus comentarios de fotos, en la revista semanal de ese diario, un hallazgo: inventó una forma de mirar. Y por supuesto, la he pasado muy bien con varias de sus novelas (Papel mojado, Dos mujeres en Praga, El mundo). Pero hoy quiero recordar el día en que Nevenka Fernández, en representación de una sociedad aturdida y olvidadiza, dijo basta y metió el dedo en la llaga.

Lo que sigue es una versión actualizada de lo que publiqué en 2004 sobre este libro en la recordada revista Lateral.   

*          *          *

Hay un tipo de personaje muy agradecido en el cine de “denuncia” norteamericano: el buen ciudadano, respetuoso de las leyes, que cree en las bondades del sistema y mira con extrañeza a los protestones y los rebeldes. Cuando de pronto se vuelve víctima de la injusticia y la crueldad inherente al mundo al que sirve, cambia su visión de la realidad.

Es el personaje que interpreta Jack Lemmon en El síndrome de China y en Desaparecido, el que borda Russell Crowe en El Dilema.

Las películas funcionan cuando el espectador se identifica con el inocente en el momento en que cae en la cuenta del engaño en el que vivía.

Juan José Millás, exponente del pequeño y poco prestigiado colectivo de periodistas literarios españoles, se distingue desde hace años por dotar a sus columnas de opinión en El País del elemento narrativo, el suspense y el don de la descripción justa y reveladora que le falta a la mayoría de los textos de ese género.

En vez de entonar homilías, Millás cuenta historias.

*          *          *

En Hay algo que no es como me dicen, el autor desgrana en un libro humilde y bien enfocado una historia “cierta” de apertura de ojos con sensibilidad, muy buena dosificación de datos, ritmo y construcción de personajes.

La historia es simple: Nevenka Fernández, joven concejal del ayuntamiento de Ponferrada, es acosada hasta la desesperación por el alcalde, Ismael Álvarez, del Partido Popular. Contra la opinión de casi todos sus allegados, Nevenka lleva al alcalde a juicio, y gana. En el proceso, cambia su visión del mundo, de la política, de la relación entre hombres y mujeres en esta sociedad, de ella misma y del poder de la palabra. 

Nevenka Fernández no es una militante feminista, ni una activista de izquierda, ni siquiera una intelectual del grupo de amigos de Millás. Al comienzo de la historia pertenece al mundo de Ismael Álvarez, y su camino tiene el patetismo doméstico del que termina siendo ganado por la necesidad de ver algo de lo que no quería enterarse.

*          *          *

Al contar ese camino, Millás lleva al lector por la pequeña historia de su propio itinerario: cómo se encontró con la noticia del “caso Nevenka”, cómo decidió escribir el libro, y cómo terminó enfrentándose a una amiga suya que prefería ver a la víctima como una vampiresa. Con ira, la amiga le gritaba a Millás que cómo se podía creer en una chica que acudió al juicio por acoso en minifalda “hasta aquí”.

Pero esa era la forma en que la amiga quería, podía o se permitía verla.

En realidad Nevenka había acudido a la sala en pantalones. Al darle la palabra y obligarla a desandar su camino y contar su dolorosa historia, Millás nos pone frente a una Nevenka con pantalones, y le pone los pantalones largos a la crónica española.

Leer más
profile avatar
27 de julio de 2014
Blogs de autor

Una libreta sobre Federico Falco

            Hace un par de años mi pareja me conminó a leer a Federico Falco. Acababa de aterrizar en Santa Cruz y me contó que durante todo el viaje nocturno había leído su libro de cuentos La hora de los monos y que se largó a llorar con "El pedigrí de los canarios". El cuento era triste, incluso melodramático y algo truculento. Un cuento barroco, lleno de incidentes, de situaciones que funcionaban pese a lo disparatadas que eran. Un cuento que tenía todos los elementos para ser desastroso pero que con el escritor argentino alcanzaba niveles de tragedia. Donde Falco nada, otros se ahogan.

            Conseguí La hora de los monos (2010), luego Elefante (2013), la antología personal publicada por El Cuervo en Bolivia, y hace poco Flores nuevas, la magnífica selección de seis cuentos que acaba de lanzar Montacerdos en Chile. Cuando leí el primer libro me deslumbré tanto como mi pareja, aunque, a diferencia de ella, cometí el error de tratar de entender cómo era que funcionaba un cuento de Falco. Ese verano compartía mi oficina con un académico mexicano que hacía sus investigaciones sobre Nabokov en la biblioteca de Cornell. El académico leía novelas de ciencia ficción raras, una sobre hermanos extraterrestres mellizos y otra sobre un cazador de androides albino. Una tarde en la que él no estaba quise anotar algo sobre "Asiático" -uno de los mejores cuentos de Falco y de toda la literatura contemporánea- y, como no tenía nada a mano, usé una libreta del académico que estaba sobre el escritorio. En las semanas siguientes se me hizo costumbre seguir anotando sobre esos cuentos en la libreta. Un día el académico se volvió a su país y yo me quedé sin la libreta y le escribí un correo pidiéndole disculpas por haberla usado y rogándole que me la enviara. No hubo respuesta. Averigüé su dirección en el norte de México y me largué en su búsqueda.

             Llegué una tarde a la casa en la que vivía el académico y toqué el timbre. Me abrió una señora que olía a ajo; me hizo pasar a un saloncito y me contó que el académico ya no vivía ahí y me recomendó no buscarlo porque estaba involucrado con gente de mala calidad y se perdió en la cocina. Me puse a mirar fotos antiguas en los portarretratos. Al rato ella volvió y, al verme observando una foto de dos mujeres que se abrazaban, me contó que una de ellas era su madre y la otra su abuela. Habían muerto calcinadas junto a su abuelo y el asesino era un primo lejano del abuelo de la señora.

Llegó en caballo al campo donde vivíamos entonces, dijo, y mientras dormíamos trancó la puerta y la roció con alcohol y la hizo arder. El primo gritaba que era su forma de cobrarse una deuda de honor del abuelo. Yo escapé por una ventana, atravesé una quinta a oscuras y pasé la noche agazapada en un maizal. Nunca me enteré cuál era la deuda de honor. Mis abuelos y mi madre fueron enterrados en el cementerio del pueblo de al lado, porque en nuestro pueblo no había cementerio.

            La señora me preguntó si quería quedarme a comer y me disculpé explicándole que debía continuar mi búsqueda. En el hotel en el que me quedaba tuve sueños raros. Soñé que iba a un entierro junto a la señora que olía a ajo. Soñé con extraterrestres mellizos y con un cazador de androides albino. Soñé con Federico Falco escribiendo un cuento sobre un hombre obsesionado con construir el cementerio perfecto. El cuento sería una condensación de su obra hasta ahora, la descripción tan minuciosa de un sueño imaginado que terminaría colándose en la realidad. Una descripción a la que no podía faltarle un detalle, porque el "faltante no podía dejar de notarse" y sería como "una obra maestra, sin su remate triunfal".

Al despertar, descubrí que podía volver a casa porque ya no necesitaba mi libreta.

(La Tercera, 26 de julio 2014)

 

 

Leer más
profile avatar
26 de julio de 2014
Blogs de autor

Una rosa y un clavel

A las filas socialistas llegan hombres amables: Miquel Iceta y Jaume Collboni. El n.º 1 lleva la curiosidad prendida en la varilla de las gafas, rojas, por supuesto; y la sagacidad en un paladar desde el que vibran verdades y dardos. Quién le hubiera dicho al fundador de Reagrupament Socialista i Democràtic, Josep Pallach, que el gay power saldría al rescate de un PSC voluble y extraviado en el maelstrom soberanista, que ha engullido ya a más de un candidato pusilánime. Iceta y Collboni forman un buen tándem: cosmopolitas, leídos, perfumados y lo suficientemente heterodoxos para cortar la hemorragia de simpatizantes y devolverle el tamaño a la palabra esperanza. Iceta, el eterno ideólogo, es de esos políticos que se preocupa en buscar sinónimos para oxigenar las repeticiones cargantes. Tiene un aire a lo Hollande: frente despejada, cara redonda, papada y gafas de diseño. “La ejecutiva del PSC será integradora, pero no una jaula de grillos”, curiosa expresión para un gay llamado a poner orden y generar empatía. Por fortuna, la política, las finanzas y la diplomacia parecen haber superado de una vez por todas la homofobia. Recuerdo a aquellos primeros ministros gais -fundada o infundadamente-, que tuvieron que soportar todo tipo de chascarrillos. Por no hablar de las disparatadas leyendas urbanas que se vertieron en su día sobre Josep Borrell, a quien se le llegó a meter en la cama con el mismísimo Ortega Cano. En cambio, es asombroso que apenas existan lesbianas. Haberlas, haylas, pero la confesión las estigmatiza y la misoginia las persigue por partida doble. Elena Anaya, Sandra Barneda -siempre magníficas- y para de contar; los armarios siguen llenos mientras las adolescentes homosexuales carecen de referentes. La política no debería dimitir de estos compromisos pendientes con la sociedad. Desconozco cuál será el papel de las jóvenes políticas de las que tanto se ha hablado para ejercer de marca blanca, como la alcaldesa Nuria Parlon, o de séniors como la mayor gobernanta del partido en Madrid, la mujer a la que Pedro Sánchez supo que tenía que llamar: Teresa Cunillera, una todoterreno a la que no le cuesta remangarse para dedicarse tanto a la fontanería como a la psicología de grupo. La tarea de Iceta y Collboni, candidato a la alcaldía de Barcelona, es titánica: el PSC aún hace política del siglo XX, y se mueve en tierra de nadie -tanto en el proceso soberanista como en la política económica-. La gran incógnita es: ¿podrán articular un mensaje tanto social como nacional que llegue a los catalanes? Los socialistas no encontraban un traje nuevo que les sentara bien ni en las rebajas, una ropa ligera, acaso una lana fría con hebras elásticas, que les permitiera cimbrear la cintura. Porque a Miquel Iceta y su cuadrilla les toca bailar una suerte de One more time con la música de siempre pero cambiando la letra para que la rosa y el clavel vuelvan a abrir la muralla. Poder pitiuso “De casta le viene al galgo”, afirma el refrán. A Abel Matutes hijo -¡qué incómoda debe ser la coletilla!- lo que le viene de casta es el emprendimiento, tanto que Eivissa entera baila, cena y se va a dormir al ritmo que el vicepresidente del Grupo Matutes y director general del Palladium Hotel Group marca. Hace unas semanas lucía familia y casa como sólo ¡Hola! -que este año celebra su 75.º aniversario- sabe hacerlo: un JASP de 36 años, que quiso ser piloto de rally, casado con una rubia norteamericana, Linda, que es directora de Marketing para la familia, y dos maravillosos hijos (el primogénito, inevitablemente, Abel III). Él sigue a pies juntillas la receta de Onassis para el éxito: bronceado, casa elegante y gustos caros. Llegan las curvys Candice Huffine es una mujer guapa que pesa 90 kilos. Uno de sus sueños consistía en aparecer en el calendario Pirelli, que sofisticó el clásico estilo para camioneros. Su apuesta por las mujeres grandes, que es como se llama ahora a las gordas, confirma lo que parece ser una oda a las curvas. Desde Bar Refaeli a Alessandra Ambrossio, o la reina de la redondez saludable, Scarlett Johanson, reivindican el canon curvy. Y firmas como Mango tienen ya marca de tallas grandes, de la 44 a la 50. ¿De verdad llega una era más curvilínea, o simplemente el negocio no puede desaprovechar el sobrepeso? Porque hoy, el mejor cumplido que puede recibir una mujer es que le digan que está más delgada. Facebook millonario Cien millones de seguidores en Facebook. Ese ha sido el último récord de Shakira, mujer y empresa. Detrás del éxito, que su equipo celebró con champán esta semana en NY, hay un catalán de Maials, Xavier Menós, un auténtico as en redes sociales que ha diseñado la estrategia: los post informativos los firman como ShakiraHQ y los personales como Shak, preservando su voz. El hijo de la colombiana y Piqué, Milan, fue el primer bebé 2.0: rompieron con el modelo de las exclusivas compartiendo con sus fans imágenes del romance, el embarazo y el nacimiento. Aunque la verdadera clave es que Shakira traspasa fronteras: gusta en todo el mundo, a hombres y mujeres, a padres y a hijos. El poderío es eso.

(La Vanguardia)

Leer más
profile avatar
26 de julio de 2014

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Ay chinito que sí

Como en la habanera famosa, el presidente chino Xi Jinping puede cantar su particular paloma amorosa con América Latina. Casi dos semanas ha durado la gira que le ha conducido a Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba, y le ha permitido participar en tres cumbres internacionales: la de las cinco potencias mundiales emergentes, los llamados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y luego la de estos cinco BRICS con la Unasur (Unión de Naciones Iberoamericanas) y la especial de China con la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe), en las que han estado representados 11 países americanos. Los éxitos de Xi son el reverso de las dificultades de Obama en la conducción del mundo. China no quiere conducir, al menos todavía, pero sí aprovecharse de la defectuosa conducción de Estados Unidos. Cuanto más distantes de Washington se muestren los pretendientes, más fácil será la aproximación de Pekín. Y la viceversa: una gira como esta es una oportunidad para un país latinoamericano que quiera exhibir su distancia con EE UU. El itinerario de Xi, con estaciones en el mausoleo de Hugo Chávez y visita al patriarca comunista Fidel Castro, señala la geografía con resabios de guerra fría de una alianza alternativa al liderazgo vacilante de Washington.

No todo pertenece a la geometría política. Xi Jinping ha viajado chequera en mano y con una larga cohorte de empresarios. China está pasando a una velocidad superior en sus relaciones con América Latina. Su interés supera la simple voracidad de materias primas y se cifra ahora en las inversiones directas y en los grandes proyectos: presas, trenes, autopistas. Y, por supuesto, en la idea estratégica de un edificio multilateral paralelo al que crearon los países occidentales al término de la Segunda Guerra Mundial. El Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, con sede en Shanghái, es la baza para competir incluso con el FMI a la hora de suministrar recursos financieros a sus proyectos. América Latina es una novia cortejada por todos. A Xi Jinping le ha seguido el japonés Sinzo Abe y poco antes estuvo también de gira Vladímir Putin. Con ellos se ha cruzado la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, en su viaje a Chile y Perú, el primero que realiza a América Latina; aunque España, al revés que los emergentes, ha visto desplomarse sus inversiones en la región en los años de la crisis y ahora lo que quiere es meramente empezar a recuperarse. Tampoco todo son inversiones y alianzas de oportunidad. En una gira como la de Xi juega también la ideología. Cuando China penetra en América Latina y coloca los ladrillos de una arquitectura internacional alternativa, exhibe y vende además un modelo de desarrollo sin democracia que tienta e incluso suscita cierta admiración entre las propias democracias latinoamericanas.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
26 de julio de 2014
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.