Vicente Verdú
Puesto que la esperanza
se dice que es lo último
que se pierde
rebuscado en los intersticios de los dedos
y la fibromialgia de al lado.
Todo por hallar
creciendo, proviniendo,
un polvo dorado que ese color y el blanco
compusiera
una escaramuza de la carene terne.
Una fisura por donde acceder
a regiones todavía sin inaugurar
en el día a día.
Regiones, he pensado,
en las que el polvo remanente
se generaba por el roce entre el sentir y el ser
las ganas de seguir aquí y el la inercia
-demasiado inercia- por conducirnos
hacia más allá-
Todo hecho
con la sencilla intención
de sobrevivir.
¡O es que existe otro modo polvoriento
de no hacerse polvo decisivo?