Skip to main content
Blogs de autor

Lienzo en blanco

Por 19 de agosto de 2008 Sin comentarios

Vicente Verdú

El escritor siente pánico ante la página en blanco, se dice de continuo. Contrariamente, el pintor se experimenta invitado o recibido por el lienzo blanco que, desde el principio, le empuja a pintar. /upload/fotos/blogs_entradas/lienzo_en_blanco_med.jpgLa diferencia es capital puesto que mientras la escritura es un complejo código, la pintura es un sentido elemental. Con código posterior y de segundo grado, si se quiere, pero con la sensación en primer lugar.

El escritor se impresiona ante el vacío de la página blanca mientras el blanco en pintura constituye de por sí una obra impresa. La página vacía es una nada pero el cuadro, aún sin manipular, es anticipadamente parte del cuadro. No será de ningún modo posible reducir la pintura a la nada porque incluso la invisibilidad o la transparencia le pertenecen como elemento o efecto plástico. Lo no escrito, el signo no grabado remite a una incertidumbre agotadora pero el blanco en la pintura regala ya un color y con él se inicia toda la conversación pictórica. Cualquier pintor tiene mucho adelantado con el lienzo impoluto, su matizado cromatismo, su textura, sus haces de luz, sus proporciones, su inclinación, forman la obra. Considerado de este modo, la pintura se halla siempre prepintada. Tan condicionada por sí misma y el autor como por la materia y sus fabricantes, tan dependiente del gesto del artista como de la impregnación, la iluminación, la refracción, la simulación intrínseca. Se advierte pues fácilmente que la pintura vive y habita entre nosotros mientras la escritura, a su lado, viene a ser un extraño artefacto introducido ingeniosamente en la existencia y su comunicación. La pintura parte del alma y llega a ella sin mediación puesto que compone su paisaje originario, patria natural e ineludible. La escritura, sin embargo, no pertenece a la patria humana y debe pasar antes por la mente y su dispositivo lector para lograr alcanzar a nuestros sensores. La imagen pintada es la emoción dispuesta para ser degustada; la escritura exige, en cambio, un enrevesado ejercicio de traducción que, con razón, se desbarata a poco que la atención del lector se debilite.

profile avatar

Vicente Verdú

Vicente Verdú, nació en Elche en 1942 y murió en Madrid en 2018. Escritor y periodista, se doctoró en Ciencias Sociales por la Universidad de la Sorbona y fue miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard. Escribía regularmente en el El País, diario en el que ocupó los puestos de jefe de Opinión y jefe de Cultura. Entre sus libros se encuentran: Noviazgo y matrimonio en la burguesía española, El fútbol, mitos, ritos y símbolos, El éxito y el fracaso, Nuevos amores, nuevas familias, China superstar, Emociones y Señoras y señores (Premio Espasa de Ensayo). En Anagrama, donde se editó en 1971 su primer libro, Si Usted no hace regalos le asesinarán, se han publicado también los volúmenes de cuentos Héroes y vecinos y Cuentos de matrimonios y los ensayos Días sin fumar (finalista del premio Anagrama de Ensayo 1988) y El planeta americano, con el que obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo en 1996. Además ha publicado El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción (Anagrama, 2003), Yo y tú, objetos de lujo (Debate, 2005), No Ficción (Anagrama, 2008), Passé Composé (Alfaguara, 2008), El capitalismo funeral (Anagrama, 2009) y Apocalipsis Now (Península, 2009). Sus libros más reciente son Enseres domésticos (Anagrama, 2014) y Apocalipsis Now (Península, 2012).En sus últimos años se dedicó a la poesía y a la pintura.

Obras asociadas
Close Menu