Skip to main content
Blogs de autor

La poscultura

Por 7 de junio de 2017 Sin comentarios

Vicente Verdú

 

Un aire de engreídos cultos nos aboca cada vez más a la agnosia. 

Decimos por ejemplo: ahora ya no se hace buen cine en Hollywood, todo son persecuciones de coches y sacudidas acústicas que impiden reflexionar.

 O bien sentenciamos, ante el éxito de ventas de un libro que ese libro es de baja calidad literaria o no. Paro resulta que el libro ya no es literatura y carece de pertinencia la observación. Declaramos que esta película premiada es buena y la  otra  miserable sin caer en la cuenta, como demuestra Netflix, y las producciones espectáculo que nuestro punto de vista se fija en el "bien" y el "mal" del viejo oficio cinematográfico sin aceptar  que la  tradicional cinematografía ha muerto ya.  

Calificamos, con frecuencia el arte actual  de bueno o de falso, de verdad o de camelo, de serio o falaz pero precisamente lo que hace Jeff Koons (o Damien Hirst, etc.), el más cotizado de los artistas vivos,  no es arte sino otra manifestación para la que aún no hemos encontrado la nominación.

Seguimos reverencialmente los paradigmas heredados pero la cultura va emancipándose para crear otro cosmos de lo bueno lo malo y lo regular. Ni el diseño del coche autónomo , el tiburón de Damien Hirst o la música de los abarrotados conciertos se prestan a ser ponderados con  los modelos del diseño, escultura y música tradicionales. Ni el auto/autónomo es un coche/coche, ni la muñeca de los corazones de Koons es una escultura/escultura ni la demanda principal del gran concierto es la música. En todos los casos la norma conocida no vale. Otros factores afectan la naturaleza del producto cuya entidad no sabemos todavía designar.

 ¿Es Trump un buen o un mal presidente? La respuesta correcta es que Trump no es un presidente. Así abrimos una avenida al nuevo conocimiento y no caemos en la cuneta mortal. 

Lo mismo podría decirse de las agrupaciones como  "Podemos",  las "mareas",  los "comunes" o los "junts". ¿Son buenos o malos partidos?  La cuestión  es que ya no son partidos.

La privacidad parecía hasta hace poco un bien incuestionable pero ¿qué decir del valor de la transparencia? En suma, su oposición carece  de futuro y en el futuro ¿qué sentido tendrá?

La cultura, su totalidad, ha chocado con una fuerte barrera tras la cual se abre un espacio desconocido y un ancho paradigma  por transitar. Vamos a tanta velocidad que traspasamos el Mach 1 sin apreciar que ya hemos dejado atrás la barrera del sonido (conceptual).

 Todo lo dicho puede parecer sólo una hipótesis, ¿pero quién   no prefiere aceptar una hipo-tenusa que caer de bruces entre los catetos? Es decir engreídos cultos de una cultura que va  dejando gradualmente de imperar.      

profile avatar

Vicente Verdú

Vicente Verdú, nació en Elche en 1942 y murió en Madrid en 2018. Escritor y periodista, se doctoró en Ciencias Sociales por la Universidad de la Sorbona y fue miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard. Escribía regularmente en el El País, diario en el que ocupó los puestos de jefe de Opinión y jefe de Cultura. Entre sus libros se encuentran: Noviazgo y matrimonio en la burguesía española, El fútbol, mitos, ritos y símbolos, El éxito y el fracaso, Nuevos amores, nuevas familias, China superstar, Emociones y Señoras y señores (Premio Espasa de Ensayo). En Anagrama, donde se editó en 1971 su primer libro, Si Usted no hace regalos le asesinarán, se han publicado también los volúmenes de cuentos Héroes y vecinos y Cuentos de matrimonios y los ensayos Días sin fumar (finalista del premio Anagrama de Ensayo 1988) y El planeta americano, con el que obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo en 1996. Además ha publicado El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción (Anagrama, 2003), Yo y tú, objetos de lujo (Debate, 2005), No Ficción (Anagrama, 2008), Passé Composé (Alfaguara, 2008), El capitalismo funeral (Anagrama, 2009) y Apocalipsis Now (Península, 2009). Sus libros más reciente son Enseres domésticos (Anagrama, 2014) y Apocalipsis Now (Península, 2012).En sus últimos años se dedicó a la poesía y a la pintura.

Obras asociadas
Close Menu