Vicente Verdú
Mis amigos y amigas, psicólogos y psicoanalistas me dicen que este caos global y nacional, está afectando notablemente a sus pacientes. No se es absoluto protagonista, para bien o para mal, de la vida personal y familiar sino que el entorno crea un paisaje donde se halla cada cual albergado o desechado. Un mundo económico, político y social cuyo desajuste se proyecta sobre el ánimo y la intimidad de las personas. Sería necio pensar en lo contrario, pero ahora la confusión que incide en la vida personal y doméstica se aspira como un aire tóxico. Una suerte de veneno para la felicidad y la confianza. Ojalá se trate de una transición hacia el amanecer de otra época. En eso creo.