Vicente Verdú
El arte es indefinible tanto como inaprensible. Sólo dialoga con la contemplación y sólo se expresa en alto cuando efectivamente comprobamos que no podemos llegar a él. Existe, por tanto, para hacernos capaces de ser nada menos que ajenos a nosotros mismos. Y no existe sino en un ámbito de belleza donde la humanidad queda humillada (o moralmente enjoyada) en la aceptación de su condición insuficiente. En suma, nadie, ningún artista puede atribuirse cabalmente el resultado de su "creación". No hay creación humana en sentido pleno. Crear se confunde, a menudo o siempre, con el sucedáneo de haber estado allí, tan presentes como vacilantes durante la realización.