
Eder. Óleo de Irene Gracia
Vicente Verdú
Las manifestaciones y saqueos en Grecia, como en tantos otros países que irán contagiándose, se mueven en torno a la ideología del "No". El "no" decía Simmel es el término que pone a mayor número de gentes de acuerdo. Porque si el "sí" -sentimos nosotros- va seguido de algún compromiso pegajoso y pringa, el "no" establece un contacto aséptico, apenas perceptible en los cuerpos.
Nos unimos por el "no" sin compenetrarnos, sencillamente juntándonos. De este modo, si los contagios del sí son, a menudo, repugnantes la epidemia del "no" de un confín al otro del mundo rechaza este mundo pero sin involucrarnos los unos con los otros en el que venga después. ¿Qué otra invención pues sería más exacta para la condición actual de lo político?