Sergio Ramírez
John Travolta y su esposa la actriz Kelly Preston, recibieron los consuelos espirituales de la Iglesia de la Cientología a la muerte de su hijo Jeff, ocurrida hace algunas semanas en las Bahamas. Porque los sacerdotes cientólogos no se ocupan sólo de la dislexia, y de la mejor manera de enfrentar a los inspectores fiscales, que los han perseguido en no pocas ocasiones, sino también del más allá, pues se trata de una iglesia que considera el viaje eterno como un asunto de abordar platillos voladores más que la barca de Caronte, y se preocupa de que los pasajeros suban a las naves espaciales a tiempo en el puerto de la eternidad, como una eficiente compañía aérea.
El espíritu de los mortales es conocido en los arcanos de la cientología como "tethan", un término de la invención del profeta Hubbard. Al morir una persona, el tethan deja el "body-thetan", y el ritual fúnebre convoca a los feligreses para desearle al fallecido buen viaje hacia las regiones siderales, no importa el estadio de perfección que hubiese logrado alcanzar en vida, y que si no es muy alto, ya no le permitirá ver cara a cara a Xenu, el gran emperador alienígena. Porque estos estadios de perfección, que reciben el nombre de OT, hacen que el feligrés pueda llegar a conocer mejor a Xenu en la medida en que asciende.
Al fin y al cabo, nos recuerda el profeta Hubbard, los humanos no son más que extraterrestres alojados en cuerpos ajenos, y cuando se liberan de su envoltura terrena, regresan a la constelación de donde vinieron.