Sergio Ramírez
Hoy en día, tanto el FMLN como ARENA son partidos sólidos y bien organizados, con estructuras de base y respaldo popular, y por dos décadas se han mantenido en sosegado equilibrio. El equilibrio vital para la democracia salvadoreña de que hablan mis amigos. ARENA ganó sucesivamente cuatro elecciones presidenciales, hasta que el FMLN logró vencer los miedos que le impedían conquistar una mayoría, presentando a un candidato potable, el periodista Mauricio Funes.
De todos modos hubo alarma. Los izquierdistas, los comunistas, los viejos guerrilleros, tomaban por primera vez el poder y se temían políticas económicas interventoras, alteración de la economía de mercado, confiscaciones. Nada de eso ocurrió, y los años de gobierno de Funes han sido de tranquilidad institucional, perturbados por el enfrentamiento contra las pandillas de los Maras, y el enfrentamiento de los Maras entre sí, hasta que ahora, por mediación de la jerarquía de la iglesia católica parece haberse iniciado un diálogo entre el gobierno y los pandilleros, que ha disminuido notablemente la violencia y ha llevado a estos últimos a anunciar el cese de esta segunda guerra irregular, tan costosa en víctimas.