
Sergio Ramírez
Las empresas farmacéuticas transnacionales, dice el informe de la Comisión Europea, usaron de ardides legales para impedir que otras compañías que fabrican medicinas que no llevan marca, sacaran al mercado sus productos baratos, a lo que éstas tienen derecho cuando expiran las patentes, generalmente en manos de las marcas poderosas.
¿Qué clase de ardides? Someter nuevas solicitudes de concesión de patentes, por ejemplo, en uno de los casos hasta 1.300 veces, para embrollar así los procedimientos, pues estos litigios suelen durar años, y más si las solicitudes se multiplican.
En el pasado, estos mismos consorcios farmacéuticos han librado grandes batallas, decididas a impedir el uso de medicamentos genéricos para combatir el VIH SIDA en África, donde esta enfermedad es una verdadera pandemia, al grado que allí se halla más del 60% de las personas infectadas en el mundo.
Los llamados "cocteles", combinaciones de medicamentos anti retrovirales, tienen en el mercado costos elevados, y Sudáfrica se propuso producirlos por sí misma, a título genérico, lo cual fue obstaculizado a través de una demanda judicial por los voraces monstruos que ahora resultan expuestos, en su propio patio, en el informe de la Comisión Europea.
Pecado de lesa humanidad.