
Sergio Ramírez
Hay libros que aguardan en los estantes quizás por años, y siempre pasamos frente a ellos sin recordar que están allí, o pasamos con el propósito siempre pospuesto de que alguna vez vamos a leerlos. A veces es que nos asusta su grosor, y otras que conocemos a ese autor, y la confianza nos lleva a pedirle que espere, ya empezaremos, no hay que apresurarse con los amigos. Y uno no sabe que está perdiéndose del milagro.
Me ocurrió con la novela La república de los sueños de Nélida Piñón, que ahora pueden hallar en Alfaguara. Nélida, escritora brasileña de Río de Janeiro, hija de inmigrantes gallegos, es ganadora del Premio Camoens (que es el Premio Cervantes de la lengua portuguesa) y también del Premio Príncipe de Asturias, pero todo eso sería lo de menos sino se tratara de la novelista que es, con un registro a profundidad de la percepción de la compleja historia del Brasil, que ella sabe llevar, sin que se pierda nada de esa complejidad, a los escenarios de la imaginación.
El Brasil de los inmigrantes, en primer lugar. Los gallegos que en el siglo diecinueve atravesaron el mar en busca del sueño americano, pero no embarcándose hacia Nueva York o hacia Buenos Aires, las tierras socorridas de las corrientes migratorias incesantes de entonces, sino hacia Río de Janeiro, donde ese sueño se teñía de colores misteriosos.