Skip to main content
Blogs de autor

Los malvados

Por 2 de diciembre de 2005 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

Sus vidas tienen dos partes. En la primera son bestias feroces, matan, asesinan, violan, roban, secuestran, humillan, torturan. Todo el mundo les teme. Los grandes de este mundo les adulan. En la segunda parte son piltrafas humanas, arrastran una vida inútil, deliran, se han quedado solos. Un periodista con garra, Riccardo Orizio, ha elegido esa segunda parte de sus vidas para investigar el carácter de los tiranos. Es muy instructivo. Los ocho sátrapas aparecen retratados en su momento terminal, convertidos en basuras que los poderosos se sacuden de encima. Ahora, restos de un pasado que nadie quiere recordar, viven ocultos en lugares extraños.
Idi Amin, por ejemplo, aquel psicópata que entre otros caprichos ordenó cortar las piernas y brazos de una de sus mujeres, Key, y que luego la cosieran, pero con los miembros cambiados de lado, sobrevive protegido por los árabes saudíes. El monstruoso Bokassa, que guardaba en el refrigerador de su palacio decenas de cadáveres, sobre todo de dirigentes estudiantiles, para servirse de vez en cuando un bocado, sólo llora recordando la ingratitud de su protector, Giscard D’Estaign. Enver Hoxha, quien, loco de miedo, secuestró al desdichado dentista Petar Zapallo al que tanto se parecía, para que le hiciera de doble en todas las ceremonias oficiales (eran legión los que deseaban su muerte), comparece ante Orizio como un enfermo descerebrado, manejado como un pelele por su mujer, la poderosa Nexhemije, el verdadero cerebro de la tiranía. Caso muy similar al de Milosevic, muñeco estúpido en manos de su mujer, extraño e inquietante personaje monjil, bilioso, que provoca escalofríos.
Y así van desfilando Mengistu, Duvalier, Jaruzelski, Noriega. El conjunto compone un magnífico fresco moral, a la manera de Séneca, sobre el poder absoluto, la destrucción social, la miseria moral. También, sobre el cinismo de quienes se benefician de los tiranos y luego los arrojan al estercolero cuando ya no los necesitan.
Hay diez novelas en estas vidas dedicadas a la maldad. El libro, Hablando con el diablo, editado por Turner/Fondo de Cultura, deberían leerlo los escolares. Menos religión y más moral, queridos católicos.

profile avatar

Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Obras asociadas
Close Menu