Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Natalie Dessay: Sacerdotisa de una belleza que duele

Dentro de unos días, el 22 de noviembre vuelve al Gran Teatre del Liceu la soprano francesa Natalie Dessay, una artista única, inclasificable, de presencia escénica incandescente y voz firme, cálida, todavía fresca, siempre elegante. Así traté de describir su arte ayer, en Cultura/s de La Vanguardia.

*          *          *

Barcelona tuvo la suerte de ver a Dessay en la última década en tres grandes óperas francesas, en las que pudo mostrar su apabullante dominio de su idioma natal. Lo trata con una dicción precisa que lanza consonantes como amables latigazos, y con una ligereza aterciopelada que recuerda a las grandes divas galas de antaño: la refulgente Mady Mesplé, la burbujeante Lily Pons, la enorme Regin Crespin.

1.      Ofelia (en Hamlet, de Ambroise Thomas, octubre de 2003)

Fue una interpretación que muchos de los que estuvimos allí no olvidaremos. Y no creo que nadie estuviera más lejos que yo: en el último piso, en la segunda fila, de espaldas a la pared y justo debajo del parlante de donde ladraba la voz que recordaba apagar los móviles.

Las figuras mínimas de los cantantes se veían desde allí como hormigas en el lejano escenario. Y sin embargo, la Ofelia de Natalie Dessay transmitía con su voz y su cuerpo la profundidad del drama de Shakespeare por sobre la simplificación a la que le habían reducido los libretistas de Massenet. Ofelia estaba desesperada: una mujer expulsada del mundo de su prometido, un mundo tenebroso poblado de fantasmas vengativos.

En el último acto, en vez de ahogarse en el río, la Ofelia de Thomas se sumerge en una de las arias más endiabladas que se hayan compuesto jamás: en ocho minutos, Natalie Dessay se elevaba con pasmosa facilidad sobre las trampas de escalas de la partitura mientras descendía en una locura dolorosa de tan creíble. Fue el momento culminante de la obra. Todavía faltaba la apoteosis de Hamlet, pero ya estaba todo dicho.

2.      Manon (en Manon, de Jules Massenet, junio de 2007)

Natalie Dessay volvió cuatro años más tarde con uno de los más grandes papeles de la ópera francesa. Manon comienza como una adolescente tímida rumbo al convento, seducida por Des Grieux, un joven con sueños y sin dinero, a quien luego deja por una vida de lujos y placeres. El joven se hace sacerdote y Manon lo arranca del convento con el poder tóxico de su seducción adulta. Destruida y condenada al destierro, Manon muere como una vieja prenda de lujo usada por los poderosos, implorando la protección de Dios.

La soprano mostró una progresión a la que llegan pocos actores, de joven inexperta a mujer fría y seductora, para acabar como muñeca rota. Dessay no es una seductora nata: por eso fue tan impresionante sentirla seducir desde la voz y la voluntad. En su extraordinaria composición, comenzó moviendo su cuerpo diminuto y esbelto, como un mimbre que danza. Se la veía habitada por el fuego de los grandes intérpretes.

En el último acto, exhausta y agónica sobre la nieve (pocos cantantes saben morir sobre el escenario como ella), Natalie Dessay agregó veinte años y una vida entera de abusos y sufrimientos a su personaje y nos regaló el aria final con una voz perfecta, cristalina por fuera pero destrozada por dentro. Ya era una actriz-cantante en la estela de María Callas.    

3.      Antonia (en Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach, enero de 2013)

Hace dos años, se anunció que en una nueva producción de Los cuentos de Hoffman, la gran ópera de Offenbach, contaría con Natalie Dessay en los cuatro personajes femeninos principales. Las grandes divas, como Joan Sutherland, Edita Gruberova o Beverly Sills, han llevado a la escena y al disco este dificilísimo tour de forcé, que requiere cuatro registros muy distintos, que van de la coloratura a lo lírico y de ahí a lo dramático.

En la ópera, el poeta romántico Hoffmann cuenta sus encuentros amorosos con una humilde muchacha de cantina, con una muñeca mecánica que emite agudos sobrenaturales, con una cantante a quien el padre prohíbe cantar por temor a que muera de emoción, y con una cortesana altiva.

Natalie Dessay saltó a la fama hace dos décadas con el papel de Olimpia, la muñeca de los agudos imposibles. Su voz era un prodigio de la naturaleza, y lo lucía con insultante desparpajo por los grandes escenarios del mundo. Pero una dolencia vocal mermó su capacidad vocal. Ya no podía lograr la hazaña, pero vino igual, a cantar uno solo de los papeles: no Olimpia, sino Antonia, la cantante que por amor al poeta se lanza a un dúo febril y apasionado que acabará con su vida.

*          *          *

En su retorno al Liceu cantará un programa inusual, consistente en arias de un mismo personaje y de una sola ópera: será la Cleopatra de la ópera más célebre de Georg Friederich Haendel, Julio César en Egipto.

En este, probablemente el personaje más complejo y fascinante de Haendel y de la ópera barroca, conviven la niña caprichosa, la hermana vengativa, la seductora sin escrúpulos, la enamorada frágil y la abandonada doliente. La Cleopatra de Haendel parece salida de una serie actualísima de HBO: nunca se sabe cuándo finge, cuándo es sincera, su repertorio de recursos para salirse con la suya es aparentemente interminable y maduro, pero en el fondo sigue siendo una niña caprichosa:  toda la sabiduría musical de uno de los dos máximos pilares del barroco, junto con Bach (pero éste nunca compuso una ópera) está al servicio de este gran personaje.  

En este programa, que Dessay ya grabó en un disco con los mismos intérpretes que trae al Liceu: Emmanuelle Haim y su orquesta barroca Le Conert d’Astreè, todos los demás temas y subtemas de la intrincada ópera barroca se eliminan, todos los demás personajes desaparecen: por una noche, Julio César en Egipto será solo Cleopatra.

*          *          *

A medida que la voz de Natalie Dessay disminuye en la capacidad atlética para impresionar, crece en su fuerza dramática para emocionar, mientras que su cuerpo sigue siendo un prodigio de expresividad.

Todavía sale a saludar tras las óperas como antaño, plantando las manos en el piso sin flexionar las rodillas, como una niña bailarina feliz con el efecto que ha provocado en el público. Pero ahora ese efecto es la constatación de estar ante una de las grandes. Verla en escena, escucharla y sentir como se apropia de los personajes, es una de las experiencias más intensas que se puedan vivir en un teatro de ópera hoy. 

Leer más
profile avatar
13 de noviembre de 2014
Blogs de autor

39. Las manos de José María Merino

Una conferencia de Natalie Noyaret sobre José María Merino, en la que ha recorrido la obra del excelente narrador leonés y donde ha descrito la operación de apócrifo a partir del ficticio Sabino Ordás (un personaje creado junto a Aparicio y Mateo Díez), me ha hecho caer en la cuenta de la importancia que lo manual -lo plástico- tiene para el autor de Novela de Andrés Choz. De pronto recordé una conversación que tuve con Merino en 2003, durante un viaje en coche que hicimos para presentar su novela El heredero en un pueblo de Córdoba, quizá Pozoblanco. Tuvimos oportunidad allí de hablar de muchas cosas, entre ellas de Jung, una pasión común a ambos y muy presente en su obra. La cuestión es que le comenté que me había llamado la atención el detalle con el que había descrito en El heredero una casa de muñecas que tiene mucha importancia en la obra. Para mi sorpresa, Merino me respondió que en parte para describirla a conciencia y en parte para relajarse tras las largas sesiones de escritura, había fabricado realmente una casa de muñecas con sus manos, tallando las figuras una a una, así como los muebles, para luego pintar cada miniatura con un pincel muy fino.

 

Junto a esta labor artesanal, tendríamos el detalle, apuntado también por Noyaret, de que Merino ilustró con dibujos propios sus Cuentos del libro de la noche (2005), donde dio rienda suelta a su vertiente de dibujante. Diseñó, asimismo, mandalas para abrir cada capítulo de El río del Edén (2012). Y también utilizó la fotografía, como hemos citado, para dotar de verosimilitud al supuesto Ordás. Así que ilustración, talla de madera, fotografía y dibujo dialogan de forma natural con su obra, demostrando aquello que apunta su narrativa -especialmente sus relatos breves-: la existencia de otro lado de la escritura que puede cobrar realidad y materializarse, como las sombras u otros yoes de sus personajes abandonan lo fantasmal y cobran forma también en sus historias. Lo ekfrástico encuentra su espejo en lo plástico, la mímesis deviene original (¿o es copia?) en tres dimensiones. Y luego pensé que esta actividad digamos performática de Merino, este lado físico y tangible con el que completa la abstracción de la escritura, tiene en realidad mucho sentido y plena coherencia: sencillamente, para José María Merino, la fantasía es algo que se hace con las manos.

Leer más
profile avatar
13 de noviembre de 2014
Blogs de autor

millionsmillions: A couple months ago, Melville House…

millionsmillions:

A couple months ago, Melville House published a biography of Roberto Bolaño, constructed from interviews the author gave throughout his life. At Full-Stop, Andrew Mitchell Davenport readsthe biography, suggesting that the preponderance of myths about the author ?makes elucidating Bolaño?s biography a moral issue.? Pair with: our own Garth Risk Hallberg?s Bolaño syllabus.

Leer más
profile avatar
13 de noviembre de 2014
Blogs de autor

Mao 2.0

Mao Zedong nunca se fue. Su cadáver, o algo que se parece, se exhibe todavía embalsamado en el corazón del corazón del país, en un mausoleo situado en la plaza de Tian Anmen, frente a la Ciudad Prohibida. A los seis años de su muerte, el Partido Comunista destacó en el balance oficial de su presidencia que habían sido mayores sus aciertos que sus errores. Condenó su papel en la Revolución Cultural, pero siguió reivindicándole como el principal inspirador de la revolución china. El maoísmo y sus símbolos pertenecen a otra época, cuando en Pekín no había rascacielos ni automóviles, solo cuellos Mao y proletarias bicicletas, y China era Tercer Mundo. Deng Xiaoping fue todo lo contrario. Nada de culto a la personalidad. Primacía de la política pragmática sobre la ideología. Reformismo en vez de rupturas revolucionarias. Apertura al mundo en vez del enclaustramiento maoísta. Gestión detallista en vez de grandes visiones filosóficas. Pero asumió el legado del Gran Timonel, expresado sobre todo en el monopolio del poder por parte del Partido Comunista. Y marcó con su personalidad discreta pero determinante el nacimiento de la nueva China que asciende de nuevo hacia el centro del mundo, como en la época imperial. Después de Deng, la idea de la dirección colectiva y la mediocridad de los líderes apartó toda idea de resurrección maoísta. Las sucesiones quedaron pautadas y limitados a diez años los liderazgos. Los sucesivos presidentes, Jiang Zemin, Hu Jintao, intentaron como Mao hacer grandes aportaciones filosóficas, pero quedaron en deslavazadas consignas y trucos mnemotécnicos. La cultura del capitalismo, con el consumo desenfrenado y la soterrada admiración por occidente, barrieron los símbolos, incluyendo el más famoso de todos ellos, la blusa de cuello Mao. Hasta que llegó Xi Jinping, el actual presidente, perteneciente a la quinta generación y dispuesto a resucitar, amortiguados y adaptados, elementos folklóricos del maoísmo, como el cuello Mao o los libros con sus propios discursos y algunos no tan folklóricos como la personalización y la acumulación de poder e incluso un cierto talante autoritario que no tenían los anteriores líderes. Esta ha sido su semana grande, su primera gran ceremonia de presentación internacional, cuando ha ejercido de anfitrión en Pekín de una nutrida reunión de líderes asiáticos y americanos, con motivo de la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico. En los encuentros se ha visto que China, tal como querían los emperadores, incluido Mao, el emperador rojo, está de nuevo en el centro del mundo, de donde se sentía desplazada desde hacía dos siglos. Lo evidencian un alud de acuerdos sustanciales en todas direcciones: de seguridad, comerciales, medioambientales... Acompañados de caras serias con Japón; sonrisas cómplices con Rusia: por algo Ucrania es como Hong Kong; y un trato de tú a tú con Estados Unidos.  Todos vestidos como Mao, en versión de lujo, en la típica y algo ridícula foto de familia de la APEC, símbolo redondo de la irradiación mundial de la nueva superpotencia que, a semejanza de Estados Unidos, también quisiera ser imprescindible.

Leer más
profile avatar
13 de noviembre de 2014
Blogs de autor

¿Cuándo empezó la ilustración?

Hoy pincelaba rojos rubenianos la mañana, cuando he caído como el gavilán sobre el pasaje de la vida de César (IX, 3), donde Plutarco habla de la diosa que los griegos dicen ser “la innombrable (ten arreton) entre las madres de Dioniso, por eso hay a su lado una serpiente sagrada”. ¡Una diosa innombrable y una serpiente sagrada!
 
Hace tiempo, sin tener noticia de ese pasaje de Plutarco, deduje por medios filológicos y arqueológicos que hubo entre los griegos una diosa  de nombre indecible que estaba vinculada a la serpiente, y que su nombre tabú, Opíleks, fue escrito y publicado en la base de una estatuilla en Creta, hacia el 624 a. C.
 
Como ahora sé que tengo un poco más de razón, me permito asegurar que, si convenimos con Kant que ilustración es “atrévete a saber”, hace veintisiete siglos tuvo lugar la transgresión fundacional de la ilustración, y ese acto de audacia suprema fue la escritura y publicación del nombre prohibido de la diosa.
Leer más
profile avatar
13 de noviembre de 2014
Blogs de autor

Identidad desleída

En mi opinión, el mayor espectáculo del mundo en esta última década lo está dando un puñado de mujeres que cruzan con perversidad música y sexo. No hay nada más imponente que los montajes de Lady Gaga, Beyoncé, Miley Cyrus o Rihanna, a cuya sombra la pobre Shakira de caderas tartamudas parece una monja. Cinco dólares más y las veremos copulando sobre el escenario o devorando a su pareja.

    Pensaba yo que esta progresiva crispación de la sexualidad se debía a la exigencia de mantener la excitación del espectador dada la cada vez más rápida obsolescencia de las diversiones. He aquí, sin embargo, que una exposición en el Museo ABC de Madrid me sugiere otra posible causa, la desaparición de la identidad fisiognómica. En la muy interesante obra gráfica de Francisco Sancha puede verse cómo a comienzos del siglo XX era todavía posible definir a los personajes por su aspecto.

    El estilo de Sancha, que murió en una prisión de Oviedo en 1936, debe mucho a los grandes franceses como Daumier, pero su personalidad es rotundamente hispana. Es el tipo popular, el cochero, el farolero, el buhonero, el mendigo, el portero, su motivo para unas estampas casi antropológicas en un escenario urbano soberbio. Rostros grotescos, cuerpos anómalos, gestualidad animal, sus personajes tienen la huella realista y al tiempo expresionista del Baroja de La lucha por la vida.

    La gente antigua tenía rasgos fisiognómicos fuertemente diferenciados y pensaba yo que nosotros venimos a ser todos iguales. En el proceso de modernización, no sólo se ha producido una severa igualación económica entre las clases, sino también una nivelación física. Es raro ver criadas, carniceros o funcionarios con los caracteres que Sancha retrata memorablemente. Hoy no se distingue por el porte a un pocero de un arquitecto.

    Por ser todos cada vez más parecidos físicamente, las cantantes mencionadas se ven en la obligación de recuperar las mandíbulas simiescas, el bigote de hembra, los arcos prognáticos, la espeluznante delgadez, los ojos de huevo, las cejas unidas, o las glándulas mamarias de las amas, todo ello puesto al día, como es lógico. El éxito de los Zombis creo yo que obedece a lo mismo: ya que carecemos de identidad, nos untamos un kilo de afeite hasta parecer cadáveres. Es lo que más deseamos, dar miedo.

    A esta igualación se le opone algo aún más sorprendente. Las viñetas de Sancha podrían publicarse mañana y nos parecerían de pura actualidad. Felipe Hernández Cava, autor del espléndido catálogo, resume así algunos temas de Sancha hacia 1904: la corrupción de los políticos, el desorden regionalista, las algaradas de los vascos, la insaciable clase política catalana, el despilfarro de la obra pública, la política como profesión de mediocres, los alcaldes infames, el tancredismo de algunos dirigentes, y así sucesivamente. Ciertas viñetas, como la que figura a los diputados catalanes con barretina y sacando bolsas de oro de Las Cortes, te llevan a pensar que en cien años nada ha cambiado.

    Transcurrido un siglo, hemos perdido los rasgos físicos, sí, pero los rasgos morales tienen una incontestable persistencia.

 

Artículo publicado en El País. 

Leer más
profile avatar
12 de noviembre de 2014
Blogs de autor

Un domingo luxemburgués

El 9-N en la zona alta, digamos noble, burguesa, estirada, también romántica. Entre Sant Gervasi y la Bonanova siempre se me aparecen los jardines abandonados de Mercè Rodoreda como un fantasma literario capaz de subvertir el orden del paisaje. Por ello espío las zarzas silvestres tras las tapias, los espejos rotos, las ventanas cerradas hasta oler el polvo de los muebles cubiertos por sábanas blancas y secretos macilentos. Donde la ciudad acaricia Montjuïc y se acomoda en su loma frente a un horizonte de mar. Donde las torres novecentistas se convirtieron en clínicas privadas y algunas pastelerías siguen envolviendo el croissant con papel y celo. Zona de alto standing, la preferida de los psicoanalistas argentinos, los colegios bien, los gimnasios pijos y los clubs de intercambio de parejas con interiorismo de autor. En el barrio habitan las familias de siempre que han cultivado elegancia y apellidos a pesar de ir a menos, muchos de ellos castellanohablantes: Arturus o Alfonsus, Doris, Pettys, Cucas, resignados frente a los nuevos ricos que ya se hicieron viejos y cuya tercera generación posee el nivel C2 de catalán. Me pareció verlos a todos en la larga fila. Grupos de vecinos que apenas se dirigen palabra por no molestarse confraternizaban en un domingo de café largo y lluvia fina. Los niños jugaban en la plaza con aire festivo, como lo hacen cuando saben a sus padres contentos. La cola para votar en La Salle rodeaba dos calles. Cochecitos de gemelos y sillas de ruedas empinando la calle Solsonès, gafapastas con camisas de cuadros y mujeres sin maquillaje que se quitaban el miedo: “Hoy toca votar con el corazón, no con la razón”. El florista Prats, personaje rodorediano por excelencia, regentaba en soledad su tienda ya adornada de Navidad al estilo exuberante de la Quinta Avenida. “Quin torrent de gent”, decía tras las vitrinas de abetos blancos con cupcakes y donuts colgantes. “Es algo inaudito, no lo había visto desde el Estatut”. Hacía frío. Un vecino fue a por una olla de caldo para los voluntarios. “Creía que aquí, en la Bonanova, votarían cuatro gatos”, comentaban sorprendidos los más CiU. Nadie saltaba de alegría, pero en sus comisuras se leía la plenitud de la eficacia, como si acabaran de hacer sábado. Catalanes contenidos, alexitímicos, prudentes, pusilánimes, liberales, democristianos, exvotantes del PP soliviantados por un sentimiento que difícilmente toleran: el desprecio. En el mediodía luxemburgués del 9-N en la Bonanova, el cielo encapotado, las cafeterías bullendo, reinaba un clima de civilizada rebeldía parecida a la de los jóvenes cuando se independizan, no tanto por ser diferentes, sino por la voluntad de querer serlo. (La Vanguardia)

Leer más
profile avatar
12 de noviembre de 2014
Blogs de autor

El escultor de la edad del hierro

 

 Entre las frondas del jardín tropical que con sus húmedas bocanadas verdes entra en el corredor de mi casa en Managua, ésta rúbrica de hierro que es la escultura del premio Alfaguara, forjada por Martín Chirino, parece alzarse en espirales para volar, porque el escultor ha probado que en contra de las anticuadas leyes físicas, existe la ligereza del metal. La rúbrica que repta y vuelve sobre sí misma, enroscándose airosa, ha volado lejos por cielos abiertos desde las islas Canarias, para asentarse sobre esta mesa de madera nicaragüense, de patas torneadas y superficie circular.

Para que este milagro ocurriera en mi casa, el adusto y férreo militar que fue el padre de Chirino lo llevo un día a conocer el hierro en los talleres del astillero del puerto de la Luz en las Palmas, un paseo por los diques de carena y los patios de desguace, esqueletos y costillares, planchas arrancadas de los cascos, el chisporroteo de las soldaduras, la música de los mazos y los martillos contra el yunque que él recuerda como la música del tiempo. La edad de la infancia que fue su edad del hierro.

¿Qué es eso de la música del tiempo que Chirino escuchó desde entonces? El poeta nicaragüense Alfonso Cortés, que siguió después de Darío, acierta a responder al escultor de la edad del hierro:

...la distancia es silencio, la visión es sonido;
el alma se nos vuelve como un místico oído
en que tienen las formas propia sonoridad...

Es tersa la superficie de la rúbrica negra a la que acerco la mano entre el olor del follaje y el olor de tierra húmeda y savia vegetal en esta mañana nublada que anuncia lluvia, y el hierro que se encrespa indolente sobre la mesa tiene el olor de las mareas revueltas, de los burgados agarrados a las rocas, de los cangrejos muertos en la playa de Las Canteras, mientras el viento del Atlántico que sopla enardecido alza en espirales la arena que es también hierro pulverizado, el viento que se elevaba desde las dunas y que Chirino de niño podía ver, no sólo oír; el viento de hierro que ha sido el origen de todo lo que imagina y de lo que hace, según él lo dice, el viento golpeando contra el yunque del cielo sin fin. Y luego esculpiría el viento mismo, atrapado en espiral.

Y también son hierro poroso, con textura de encaje, los promontorios de la costa africana que vería después en sus viajes, el Atlántico y luego el Mediterráneo, siempre hierro y viento, el metal enrollándose en sí mismo, buscando liberarse para reptar en un gran espacio abierto, un páramo, un atrio, una plaza, o una pequeña mesa como esta de mi casa de Nicaragua.

La textura de estas esculturas es metafísica, incesantes en su inmovilidad dinámica, hechas del metal repasado y pulido por el viento, el viento que la mano del escultor escucha, toca, detiene y convierte en hierro fundido pasándolo por la fragua y el golpe del martillo que se repite en ecos. Hierro metafísico que se busca a sí mismo ondeando, arabesco que se muerde la cola, espiral que se cierra en sí misma porque ha encontrado el centro del universo. De espirales hablaba en Madrid Chirino con Julio Cortázar y una plática así es ya metafísica, y planearon una carpeta en la que él pondría sus espirales y Cortázar los descifraría.

Chirino, Cortázar. Todos los encuentros vienen a ser metafísicos. En una pared de esta casa, vecina al arabesco de Chirino, hay un marco donde puse una bolsa de mareo sobre la que Cortázar me escribió con lápiz de grafito una nota en octubre de 1979, cuando tras el triunfo de la revolución en Nicaragua viajamos hacia la costa del Caribe en un avión militar de la desaparecida fuerza aérea de Somoza, un avión de bancas transversales y que parecía más bien un autobús destartalado:

Sergio: nunca dejaré de agradecerte que me hayas permitido la oportunidad de volar en un avión con una escoba. Por si no lo creés, la escoba está junto al asiento de Carol.

La espiral se cierra y se abre hacia el infinito, igual que la rúbrica de hierro sobre la mesa y la nota manuscrita en la pared. La mano de Cortázar que descifra laberintos, y la mano de Chirino que sigue forjando el viento que ahora azota las hojas de los árboles en el jardín antes de que la lluvia empiece a caer.

Leer más
profile avatar
12 de noviembre de 2014
Blogs de autor

Asuntos metafísicos 72: Alejarse de Aristóteles…

Aristóteles que asistió al derrumbe de sus tesis sobre la a-temporalidad de las especies, Aristóteles que vió un día como la matemática (en el pensamiento de Cantor y de Abraham Robinson ) abría camino al infinito numérico por él repudiado, Aristóteles que asistió con estupor al alcance por los físicos de "niveles cada vez más profundos de vacío"...Aristóteles que, en suma, vió como el pensamiento ulterior procedía a relativizar el suyo propio a la manera como él había relativizado el pensamiento presocrático...no hubiera quizás podido conjeturar que se pondría en tela de juicio el horizonte mismo de principios y conceptos que él había consignado y erigido precisamente en condición de posibilidad de la razón y el juicio.  Pues la Physis se muestra hoy reacia a las propias redes conceptuales con las que se intenta aprehenderla, lo cual supone un viraje  mucho más radical que todas las transformaciones de la misma a la que han dado lugar  los grandes saltos históricos de la ciencia, los cuales eran respetuosos de un trasfondo conceptual que servía de común denominador. Avanzo algún ejemplo de estos virajes

La Physis ha podido ser considerada como marcada por vínculos de contigüidad excluyentes del vacío, pero  también  como un ámbito puro, continente  de la materia y  en el que se desplegaría (cuando tal concepto fue introducido) el campo. "No hay espacio [al menos] sin campo..." llego a decir Einstein, quien sin embargo no fue constante en su concepción del lazo entre materia y espacio-tiempo.

 Por su parte, el éter,   para el cual  toda la materia era porosa,  parecía morir y resucitar como elemento  de la physis, hasta que ciertos experimentos precursores de la teoría de la relatividad recibió el golpe definitivo.

El continuo que caracterizaba a las manifestaciones de la Physis, que eran la energía y el campo electromagnético, mudan en montos de elementos discretos en las conjeturas respectivas de Max Planck y de Einstein....Podría seguir dando ejemplos

Pero tras  estos virajes (en ocasiones muy bruscos),  a la hora de hacer  conjeturas sobre el trasfondo oculto a la percepción inmediata (el cual explicaría los fenómenos de la naturaleza)   un reducto permanece,  como decía, inalterado.

Pues tanto si la materia y el campo  agotan la Physis (lo que haría del espacio y el tiempo meros epifenómenos) como si son  una mera perturbación del espacio-tiempo; tanto si la aparente diversidad de las substancias individuales se destaca  sobre  un soporte de continuidad o si elementos últimos -auténticos átomos- vendrían a dar razón a las tentativas de explicación discretista...  en un polo u otro de las diferentes conjeturas no parece  pensable ( es un ejemplo) que  lo intrínsicamente continuo  se comporte como si fuera discreto  o que una partícula elemental  (paradigma de individualidad y de localizada discreción) tenga efectos en dos sitios a la vez.

No parece pensable lo anterior, como no parece pensable que lo que acontece en una situación determinada deje de acontecer si esa situación se repite en todos y cada uno de sus extremos, no parece pensable -en los términos de Aristóteles- que el aparente azar no sea subjetiva ignorancia del conjunto de las causas que intervienen, de tal modo que el conocimiento exhaustivo de las mismas determinaría el acontecer.

No parece, en consecuencia del punto anterior, pensable que lo que acontece no marque lo que acontecerá (salvo, reitero, para nuestra ser tallado por la ignorancia) y que lo que aconteció no sea la clave de lo que acontece. Y al no parecer pensable en general  que el devenir no sea concretización de la ley, sería impensable en particular que esa misma ley no marque el devenir destructor, lo que denominamos tiempo, el proceso por el cual - en ausencia de intervención exterior- la simiente se corrompe; pues si la actualización de la  potencia el paso de simiente a planta  exige intervención  exterior, la potencia de corrupción pasa al acto por si misma.

No parece pensable que el todo formado por varios individuos no sea despliegue de los  mismos en un marco de consecución o contigüidad, despliegue que garantiza la indivisión de cada uno de ellos con respecto a sí mismo y  su separación respecto de los demás; no parece pensable en concreto, que dados  dos individuos A,  B, una parte A1 del primero  se halle  intrínsicamente vinculada a una parte B1 del segundo, mientras que las partes A2, B2, se vinculan por su cuenta, formando así una entidad intrínsecamente holística.

No parecen pensables estas y otra serie de cosas quizás  porque el pensar quedó determinado por la exclusión de todo ello, en razón de ser contrario a los corolarios de ciertos principios: principios erigidos en rectores tanto del entorno natural como del espíritu que lo refleja; principios en cuyo establecimiento el Estagirita desempeñó un papel fundamental.

Mas, como aquí hemos ido viendo,  la obviedad de tales principios es puesta en tela de juicio por una disciplina científica  de nuestro tiempo a la vez determinante del mismo e introductora e de profundo desconcierto:

Determinante, la Mecánica Cuántica,  no sólo por efectuar descripciones cuyo grado de matización carece de precedentes y establecer previsiones  que se verifican con sorprendente  regularidad, sino por tener una gigantesca capacidad de operar sobre el mundo, multiplicando exponencialmente las potencialidades de la tecnología y en consecuencia pesando sobremanera en la economía mundial .

Desconcertante,   la Mecánica Cuántica, porque  a la vez que se ve abocada en mayor grado que las disciplinas científicas anteriores a plantear interrogaciones sobre los rasgos últimos o universales de esa naturaleza que con tanta acuidad describe, y sobre la que efectúa tan formidables conjeturas, socava los principios mismos que le permitirían  efectuar esta operación tendiente a la inteligibilidad.

Pues para intentar superar  al estupor provocado por la verificación de las conjeturas avanzadas por los Bohr, De Broglie, Bohm, Schrödinger, Heisenberg, o Bell... para insertarlas en un modelo inteligible, el pensamiento no disponía de  otras armas que los principios antes evocados  de contigüidad, de realismo, de individuación, de causalidad...Y no había  concepto más  general que el aristotélico concepto de  sustancia y los rasgos a la sustancia asociados de ser susceptible de movimiento o de reposo, de tener energía correspondiente a una u otra situación, de hallarse ubicado, y un no muy largo etcétera. Principios y conceptos que con mayor o menor sofisticación o acuidad en su presentación remontan  al pensador de Estagira...comprometido  inevitablemente  en la relativización o derrumbe de los mismos.

De ahí lo inevitable  de tomar distancia,  separarse de Aristóteles, separarse de aquel que permitió pensar incluso lo que era contrario a sus tesis... razón por la cual las diatribas en el seno del pensamiento seguían siendo diatribas aristotélicas. Separarse en suma de quien con toda justicia era El Filósofo,  a la vez que era El científico, lo cual no es óbice

 para que  el XXIV centenario de su nacimiento en 2016, constituya la más obligada ocasión de agradecida evocación  filosófica.

Leer más
profile avatar
11 de noviembre de 2014
Blogs de autor

Pelos comprometidos

La firma turca de cosméticos Epila ha lanzado al mercado un espray depilatorio para hombres. Y para ilustrar la pilosidad “invasiva”, ha utilizado en sus anuncios la foto de uno de los cerebros del 11-S, Jalid Sheij Mohamed, después de ser torturado, con los ojos vidriosos y una desbordante capilaridad en pecho. “Estos pelos no desaparecerán si usted continúa a la espera”, reza el eslogan. Los responsables de la pequeña compañía aseguran que ignoraban la identidad del individuo al elegir la foto y se justifican alegando que se trata de una imagen muy popular en su país, objeto de mofa y a menudo tuneada. Así de banal. Mohamed ha cristalizado en el imaginario como hombre-oso en lugar de uno de los autores del atentado que cambió las agujas del reloj del orden mundial y los protocolos de seguridad internacional, aquel día que, al igual que el 11-M en Madrid, estrenaba la mañana limpia y por arrugar. La viralidad con que se cargan las imágenes supone a menudo la pérdida de su significado, hasta el extremo de desgajarse de su contenido. Se falsean, o fakean, mensajes y carteles sin cesar, cada cual más gracioso. Y el hambre de ingenio, en unos tiempos donde la genialidad ha entrado en decadencia, es transgresora siempre que pueda esconderse en el anonimato de la red. La descontextualización marca tendencia: las revistas de moda mandan a sus fotógrafos a carnicerías para fotografiar a las modelos cortando un bistec con la mano enjoyada. Y los hipsters se apropian de las barbas largas, con ecos bíblicos, amish, talibanes e incluso mendicantes, para autoafirmar una personalidad abierta, independiente y audaz que se depila el pecho aunque se adorne la cara con pelos (y flores) mutando por completo su rostro -ríete de Renée Zellweger-. El frenesí de pelo entre los hombres llega al extremo de utilizarse con fines comprometidos. Movember -contracción de moustache (bigote) y november (noviembre)- es una iniciativa que nació en Australia hace más de un década pero que se ha globalizado y vitalizado recientemente. El objetivo consiste en que el mayor número de hombres posible se deje bigote para concienciar a su género de que su salud importa, y así prevenir el cáncer de próstata y de testículos, o hacer emerger la verdadera cara de la depresión masculina. La Movember Foundation fue elegida en el 2002 entre las 100 oenegés más destacables del mundo; por tanto, parece seria. Así que noviembre será ahora el mes mundial del bigote: dejárselo crecer para reivindicar una realidad servida a discreción, como si los hombres no tuvieran depresiones, cánceres ni se suicidaran mucho más que las mujeres a tenor del escaso foco mediático del asunto. Puede que este sea un gesto global que vaya más allá de lucir bigotito, una vez difuminada la frontera entre el sexo débil y el sexo fuerte. Porque la salud de los hombres también es la salud de las mujeres, y viceversa. (La Vanguardia)

Leer más
profile avatar
10 de noviembre de 2014
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.