Jesús Ferrero
Lo sobreexposición en los medios de comunicación es un descenso al infierno.
Mata más que el virus más letal, y nos convierte en estereotipos que nos acaban devorando desde dentro y corroyendo nuestro ser.
Hay que leer a Gracián para aprender a controlar nuestra imagen social. Gracián afirma que hemos de mostrar de forma periódica nuestro mérito, no continuamente.
Que la fama es infamia, como decía el poeta Vicente Núñez, no es ninguna paradoja: la fama acaba traicionando en algún momento a las personas marcadas por la celebridad.
Para no errar demasiado, hay que entregarse a los medios siguiendo una dialéctica de luz y de sombra.
Ahora me muestro,
ahora me oculto,
ahora me muestro y me oculto al mismo tiempo.