Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

Música ex-linguae

A modo de ejemplo de lo que ayer decía  evocaré de nuevo aquí una situación vivida en un seminario que reunía músicos y filósofos:

Un texto en griego de la poetisa Safo, la traducción en castellano y una voz (la de Agustín García, admirable militante en pos de la dignidad de la lengua y no siempre coincidente con García Calvo) susceptible, no ya de declamar los versos en la traducción, sino también en el original...produciendo en todos los oyentes la impresión de que, efectivamente, uno sabe más de lo que cree al escuchar una lengua a la que es ajeno. Una situación como ésta sitúa ya en el camino de lo que puede constituir una auténtica interrogación filosófica. Simplemente, se despierta entonces la curiosidad relativa a saber sí el lenguaje es indisociable de la forma musical, si en el principio está el canto.

Leer más
profile avatar
11 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Watching the Watchmen

Respecto de Watchmen… No, queridos Mayté y Sebastián: no es que me haya parecido mala. Ya me dirán qué les ocurre a ustedes, pero cuando finalmente veo una película a la que esperado mucho –y todavía más si está basada en un relato que amo- suelen pasarme cosas raras.
    La primera visión suele ser tensa, contracturada. Es un trámite inevitable por el que debo pasar, para dejar de contrastar el film objetivo con la versión que anticipé en mi cabeza. La segunda visión, por eso mismo, es habitualmente la mejor. Siempre me acuerdo de haber visto el Dracula de Coppola en Nueva York, el día de su estreno, en la primera función del mediodía. Entré con toda la expectativa del mundo y salí frustrado. Era inevitable: me la pasé comparando el film con los preconceptos que habían entrado a la sala conmigo.
    Cuando la vi por segunda vez, ya de regreso en la Argentina, juzgué a la película no en mis términos, sino en los suyos. Y en vez de resistirme como antes, me dejé llevar por la narración. Durante la secuencia en que Coppola, maestro del montaje paralelo, mezcla el casamiento de Mina con el ataque de Drácula sobre Lucy, estuve a punto de pararme en el cine y dirigir los elementos con los brazos como si fuese Leonard Bernstein. ¡Sencillamente orgásmico!
    Pero aún no vi Watchmen por segunda vez.
    Por el momento sólo puedo dar impresiones sueltas. Decir que muchas secuencias me encantaron, y que aun así me dejaron girando sobre mi eje como un trompo, preguntándome si me gustaban sólo por su parecido con la historieta original y si en ese caso no debería demandarles algo más que la fiel recreación. Tengo claro que vi Watchmen –el film- comparándolo constantemente con Watchmen –el libro-, y por ende me cuesta mucho imaginarme qué leerá en la pantalla, qué sentirá y qué entenderá la gente que no conoce la historieta original de Alan Moore y Dave Gibbons.
    Déjenme decir, en esta instancia, que concuerdo con la opinión que el comediante Patton Oswalt –a quien por aquí recordamos como la voz del protagonista de Ratatouille- expresó en su blog: el director Zach Snyder merece que nos saquemos el sombrero, porque en lugar de trabajar para la tribuna y conformar a la masa de modo demagógico levantó la apuesta, sin negociar sus principios artísticos. El esfuerzo que se tomó para honrar Watchmen como si fuese –de hecho lo es- una obra de arte preciosa, honra a Snyder del mismo modo: además del film en sí mismo dirigió la adaptación animada de Marooned y el ‘documental’ Under the Hood, materiales de los que podría haber prescindido y sin embargo defendió –y que espero ver, dicho sea de paso, cuando salga una edición en DVD con corte del autor y todos los extras.
    Después del éxito de 300, Snyder podría haber filmado 600. Y sin embargo decidió ponerse a la altura de sus más grandes ambiciones. Podrán decirse muchas cosas de Watchmen, pero nadie podrá discutir el hecho de que es una obra ambiciosa, compleja, oscura, violenta, desafiante y monumental –como la historieta de Alan Moore.
    Aun en el peor de los casos, la suerte de Snyder no estará por debajo de la Leónidas, el protagonista de 300: si la suya es una derrota, se trata incuestionablemente de una derrota gloriosa –de esas que hacen historia.  
    Espero ver Watchmen por segunda vez en el IMAX.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
11 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Sentido común

Los medios de comunicación de todo el mundo han publicado la noticia: Obama proclama el fin de las trabas ideológicas para avanzar en la investigación de enfermedades que son auténticos martirios para seres humanos. Unos destacan la decisión del Presidente Obama de basar las decisiones científicas en la ciencia, en informes de científicos avalados por sus credenciales y experiencia, y no por su afiliación política o ideología. Palabra más o palabra menos, Obama considera que suprimir o alterar descubrimientos o conclusiones científicas o tecnológicas basándose en sus ideas o creencias es pecar contra la honestidad. Para otros, sin embargo, el pecado es investigar con células madres, por eso el diario del vaticano, L’Osservatore Romano, enseguida recordó que el reconocimiento de la dignidad personal debe ser extendido a todas las fases de la existencia del ser humano, signifique eso lo que signifique, mientras los obispos de Estados Unidos decían que era una triste victoria de la política sobre la ciencia y la ética, y esto ya definitivamente no sabemos qué significa, porque habría que jugar con variables como dogmas, fe, misterios, mucho para esta hora. Pero ya que estamos en ambiente celosamente religioso, he de confesar que lo que me hubiera gustado leer hoy eran las manifestaciones de alegría de la legión de personas afectadas por enfermedades como el alzhéimer, el párkinson o la diabetes. Y de los entornos de los afectados. Qué gran día para ellos, que gran día para el sentido común.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
11 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Bolaño vuelve a escribir

Roberto Bolaño. Fuente: elversoclandestino Esto es lo de nunca acabar. Cuando parecía que todo lo que Roberto Bolaño había dejado inédito había sido ya publicado (luego de que su albacea literario, el serio Ignacio Echevarría, buceara por todos sus archivos, documentos y disco duro por pedido expreso del mismo autor antes de su muerte) por Anagrama, de pronto los deudos de Bolaño cambian de agente literario (ingreso estelar en la literatura latinoamericana del chacal Andrew Wylie) y empiezan a aparecer no una sino dos novelas inéditas, además de diarios e ingentes cantidades de poemas. Es decir, habrá que exprimir a Bolaño hasta las últimas gotas. Pero ¿dónde estaban escondidos estos manuscritos y por qué no se los mostraron a Ignacio Echevarría? Las dudas empiezan a corroer el estado de ánimo de todos los amantes de Roberto Bolaño. La aparición de un inédito debería ser siempre una buena noticia para los fans de su autor. Pero no veo demasiadas caras felices respecto a esta noticia, por cierto. Dice la nota en la revista Ñ:Bolaño falleció el 14 de julio del 2003. Cinco años después, el enorme puzle que constituye su archivo empieza a revelar sus tesoros. Su legado es el espejo de quien siempre escribía varias historias a la vez y desplegaba y replegaba sus relatos como cajas chinas, estructuras en vórtice, relatos yuxtapuestos. Hay notas manuscritas con los personajes que quince años más tarde emergerían en 2666. Y poemas que coinciden con sus narraciones, como El Gusano de Llamadas telefónicas. También hay diarios - de México, de Barcelona-, en cuyas hojas casi siempre aparecen operaciones aritméticas, quizás su contabilidad del número de líneas escritas o por escribir, y junto a anotaciones y reflexiones, la anotación de su menú del día. Además de El Tercer Reich, la novela inédita anunciada por el agente Andrew Wylie, hay otras dos novelas, Diorama y Los sinsabores del verdadero policía o Asesinos de Sonora. El estudio del archivo Bolaño se realiza a efecto de catalogación e inventario y el único texto sobre el que existe por ahora la decisión de publicación es El Tercer Reich, inspirado en uno de esos wargames por los que Bolaño tenía - según confesión propia-una inexplicada debilidad. El escritor solía escribir primero a mano y después pasaba el texto a máquina. En 1995 se compró su primer ordenador y antes de morir llegó a tiempo de transcribir en formato digital unas 60 páginas de las 350 mecanoscritas, lo que indica su voluntad de dar por concluida la novela. Sucede en la Costa Brava, donde Udo Berger, campeón de juegos de rol alemán, tras cruzarse con personajes siniestros, libra una partida a muerte con el enigmático y desfigurado Quemado.Otras cosas que han encontrado en los mecanoscritos, según la nota, son páginas de diarios (que incluye una invectiva absurda contra García Márquez, al que compara con José Santos Chocano), muchísimos poemas y un bloque de lo que podría ser una continuación de 2,666:Entre el laberinto de borradores, hay una versión más reducida de Los detectives salvajes y un bloque homogéneo, que podría considerarse la sexta novela de 2666.El escritor dejó en una nebulosa por qué Amalfitano, el especialista en la obra de Benno von Archimboldi, abandonó Barcelona para ir a dar clases al fin del mundo, a Santa Teresa (trasunto de Ciudad Juárez), "un oasis de horror en medio de un desierto de aburrimiento". En el mecanoscrito hallado ahora se desvela el misterio de su fuga, un motivo sorprendente que explica muchos cabos sueltos del personaje, y que adquiere, así, a la luz de este texto, nueva dimensión. Entre los papeles, destacan por su abundancia los poemas inéditos dejados por el escritor. Bolaño fundó en México, entre 1975 y 1976, antes de trasladarse a Barcelona, el movimiento infrarrealista. El texto de presentación del grupo, Déjenlo todo, nuevamente. Primer Manifiesto del Movimiento Infrarrealista, fue obra del escritor chileno, con tono de posvanguardia y anunciando ya su realismo visceral: "Cortinas de agua, cemento o lata, separan una maquinaria cultural, a la que lo mismo da servir de conciencia o culo de la clase dominante", y donde el poeta es "héroe develador de héroes, como el árbol rojo caído que anuncia el principio del bosque", pues "soñamos con utopía y nos despertamos gritando". Otra parte del archivo la forman los diarios. Los más importantes son los que abarcan hasta 1980, momento en que Bolaño se traslada de Barcelona a Girona y después a Blanes. La caja que contenía los manuscritos antiguos quedó olvidada y sólo ha sido abierta ahora para el inventario. Muestran que la capacidad creativa de Bolaño era pasmosa: escribió desde textos sobre una virgen ninfómana de Barcelona hasta una sátira desternillante con el torero Fran Rivera como personaje. El escritor tenía un inmenso orgullo literario - no confundir con vanidad-, una férrea confianza en sí mismo, asombrosamente llevada al límite en condiciones adversas. Fue un chileno de pelo greñoso que vendía bisutería para turistas en Blanes y que, aún sin obra publicada, tenía la osadía de despreciar no sólo a los literatos establecidos en su oficio como en una carrera burocrática o como competidores para encaramarse a las listas de más vendidos, sino que marcaba distancias con los grandes de la generación anterior. Siempre respetó a Cortázar, Borges y Bioy, y aun reconociendo, como lector, la grandeza del García Márquez de El coronel no tiene quien le escriba o de la catedral literaria de Vargas Llosa, su necesidad de encontrar la audacia y la inventiva para distanciarse de los escritores del boom le hacía decir, como boutade, frases de este tenor: "García Márquez a mí cada día me resulta más semejante a Santos Chocano o en el mejor de los casos a Lugones".



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Decálogo desesperado

 

El caso de los espías ha obligado a Esperanza Aguirre a renovar con su conocido desparpajo un viejo manual de instrucciones. Un decálogo de lectura obligada entre los avezados profesionales de la política.

Quién se precie de tener suficiente carácter guardará una copia en el cajón de su escritorio y la consultará el día en que se despierte metido en un lío. La experiencia no es halagüeña -pocos salen indemnes en casos parecidos- pero al estallar el escándalo poco más puede hacer. Descartada la posibilidad de reconocer su responsabilidad, se impone una elocuente puesta en escena.

Las instrucciones no necesariamente deben seguirse siempre en este orden pues cada caso impone urgencias imprevisibles. Lo sustancial para el político afectado por la adversidad es adquirir una convicción plomiza acerca de su inocencia. Cualquier duda sobre su futuro tan sólo precipitará el desenlace dramático del conflicto.

  1. Negarlo todo. Comentar la información publicada con perplejidad.
  2. Darse por ofendido. Ninguna sospecha sobre su honestidad es admisible.
  3. Maldecir al mensajero. El periodista que descubre su affaire tiene intereses bastardos.
  4. Enterarse de qué ha pasado. Poner a buen recaudo los papeles que quedan y averiguar de dónde procede la fuga de información reservada.
  5. Buscar un cabeza de turco. Llegará el momento en que su sacrificio será inevitable.
  6. Convocar el patriotismo grupal. Los colegas y subordinados deben comprender que ninguno está a salvo.
  7. Castigar a los desertores. Mientras se tenga el mando es necesario ejecutar correctivos ejemplarizantes contra los tibios. Para evitar la desbandada.
  8. Una defensa numantina. Ostentar una férrea voluntad de resistir, aguantar y ganar.
  9. Prestarse a colaborar con la justicia. Declaraciones solemnes a favor del Estado de Derecho.
  10. Comportarse como si la crisis ya hubiera pasado. Confiar en los olvidadizos y en la invención de novedades que impone la mecánica mediática de la actualidad.


[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Con los ojos abiertos

carátula del libro. Fuente: MoleskineMaldita sea. Lima, Editorial Planeta. Julie de Trazegnies.MIRAR AL MUNDO CON LOS OJOS ABIERTOSParafraseando a Goya (?el sueño de la razón engendra monstruos?) podríamos decir que no es la fantasía sino la realidad la que engendra terribles monstruos. Quizá no estaba tan equivocado el crítico (por lo general, muy versátil en el error) que consideró que la colección de relatos de Julie de Trazegnies Maldita sea era un libro de cuentos de horror. Pero no el horror fantástico sino aquel que nos enfrenta al más temible monstruo de la realidad que respira en nuestros oídos: la muerte. La muerte, ya sea directa o indirectamente, es la definitiva protagonista de cada uno de estos cuentos. Pero la autora no ha querido ver a la muerte como un enigma indescifrable; el enigma indescifrable somos los seres humanos. Por eso, la pregunta crucial a las que nos enfrentan sus relatos de manera terrible e insistente no es ?¿Por qué morimos?? sino ?¿Quiénes somos?? o más precisamente ?¿Quiénes somos nosotros, los que vamos a morir tarde o temprano?? Hay dos cuentos paradigmáticos en ese sentido, las dos puntas de la misma línea, que funcionan a manera de espejo. El primero, titulado ?Sin retorno? (una de las historias más perturbadoras que he leído últimamente), presenta a una mujer que de un momento a otro pierde su identidad. Ella ha ido de viaje con su esposo luego de la pérdida de un hijo, tratando de recuperar la relación o de despedirse adecuadamente, pero las cosas no parecen estar funcionando. En un momento, aligerada por el vino, la protagonista no soporta la presión y empieza a vagar por la ciudad desconocida. Y de pronto, la desconocida es ella. Nadie parece recordarla, ni los empleados del hotel ni su propio esposo. Ha perdido la conexión con la vida, pero sigue viva. Abandona su identidad pero no a cambio de otra, sino de ninguna. El segundo cuento, el otro extremo de la línea, se titula ?Un día de locos? y presenta ahí a una mujer que es acosada por un sujeto quien, a pesar de su rostro amable, no deja de hacerla sentir perseguida. Intenta perderlo en una estación de metro pero el hombre no es fácil de despistar. Rendida, pide ayuda a los demás, pero nadie la ayuda. Al contrario, todos parecen estar a favor del perseguidor. Al final, termina aceptando que aquel extraño la atrape y la conduzca a su propia casa. En el primero, ella es extraña para los demás; en el segundo, los extraños son los otros. Así oscila el péndulo de Julie de Trazegnies. Quien quiere ver en esto cuentos fantásticos sin duda se equivocará. Los monstruos más terribles y las pesadillas en que existen, ya está dicho, nacen de la realidad. Y debemos admitir que no existe nada más real que la muerte. Incluso el cuento ?Maldita sea? que le da título al conjunto, y que podría leerse como una versión extendida de ?Casa Tomada? de Julio Cortázar, no es propiamente fantástico. Se trata de una casa ?maldita? en la cual las parejas terminan siempre separándose. Una pareja joven desoye las advertencias y se instala ahí. Pronto, la casa empieza a ejercer su naturaleza y termina por destruirlos. Con el deseo de venderla y repartirse el dinero, los esposos recién separados hacen la ficción de estar juntos y felices, pese a la maldición, delante de los posibles compradores. No convencen a nadie. Ni a ellos mismos, que poco a poco van convirtiendo la ficción en realidad y vuelven a amarse. Pero la casa, ya se sabe, es infatigable y, como el amor en aquella tristísima canción de Joy Division, los destruirá de nuevo. La impresión que nos deja el cuento es que esa casa siempre vencerá. Y es que la casa es la vida misma y, por tanto, la muerte. Todos vivimos dentro de esa casa maldita, parece decirnos Julie de Trazegnies, todos tarde o temprano tendremos que asumir la ?maldición? y jamás lograremos escapar de ella, ya sea amándonos de verdad o fingiendo que nos amamos.Por lo pronto, ninguno de los personajes de Maldita sea logra escapar. Pero cada uno sucumbe a su manera. Hay dos relatos especialmente conmovedores (además del antes mencionado, ?Sin retorno?) que convierten este libro en una obra imprescindible para todos los que quieren ver a un escritor enfrentando los demonios que lo acosan sin más armas que la ficción y una honestidad consigo mismo poco recuente en los narradores jóvenes. Ambos relatos tienen, además, vínculos en común, lo que no es extraño porque en este libro ?como en todos los libros que realmente valen la pena- las conexiones invisibles son más significativas que las obvias. Uno de ellos, ?Un problema de conciencia? relata el viaje a la casa de playa de la protagonista junto con su esposo S. y su hijo. Nada parece estar salir mal, salvo que el niño se despierta en mitad de la noche y ella va a calmarlo. Un rato después, el niño arremete. Ahora será S. el encargado de hacerlo dejar de llorar. Eventualmente, la narradora despierta avanzada la noche y descubre que S. no está en la casa. Lo busca por todos lados y no logra hallarlo. Sus cosas están intactas, el auto no ha sido movido, el niño duerme. No hay explicación. Hacia el final de la noche, lo siente llegar y se aferra a su mano para no perderlo. Al amanecer, sin embargo, S. ha vuelto a desaparecer. ?Lo único que pude comprender es que S. no estaba más? finaliza el cuento. El otro relato intenso es el titulado ?Mala noche?. Otra vez los protagonistas son una pareja de esposos y la hija menor de edad, Mía. Empieza la historia con una pesadilla de ella, en la que Mía ha desaparecido. La angustia al despertar apenas se atenúa al observar que Mía duerme tranquila en su dormitorio. ?Es increíble como los sueños pueden sentirse tan reales? piensa ella. Luego, convence a su esposo para viajar los tres a República Dominicana. Y ahí, en medio del paraíso tropical, Mía desaparece realmente. Hacen hasta lo imposible por encontrarla, y cada hora que pasa es menos probable que la hallen. El relato ya es tremendo desde la historia misma, la descripción de esas horas tensas, la soledad de la narradora que sabe que esta vez no despertará. Pero hacia el final, la última frase, le da un giro extraordinario que lo convierte en inolvidable: ?Poco a poco, dejé caerme en el suelo, apoyada contra la pared del baño. Ahí me quedaría, sin saber. Ahí me quedaría hasta que Mía viniera a buscarme?.Es obvio que las historias repiten una y otra vez los mismos mecanismos y las mismas interrogantes. Menos obvio es descubrir de qué manera esa repetición no es caprichosa sino necesaria. Es un loop insistente que nos acosa, que no nos permite levantar la cabeza del libro y huir hacia el presente y sus cuentas de colores, su felicidad destituida, su temor a la muerte. Lo que Maldita sea nos cuenta es nuestra propia historia, y podríamos no darnos cuenta. Pensamos que nunca nos ocurrirán ciertas cosas, confiamos que un día llegaremos a ver a la muerte como un alivio, queremos creer en la vida como una sucesión de colores y felicidad en la que nosotros siempre seremos los mismos, inmutables. Pero eso es una utopía. Tarde o temprano, S. se irá para siempre, sin avisar. Y nosotros, todos nosotros, no somos sino un retrato de aquella mujer agachada en el baño esperando que una niña (una niña simbólicamente llamada ?Mía? además) nos venga a rescatar y nos diga qué y quiénes somos en un mundo que no comprendemos.El segundo cuento del conjunto, ?La espera?, es el más ambicioso de todos. De Trazegnies ha intentado unir la muerte y el nacimiento en 16 páginas. El mismo día en que la protagonista se entera que está embarazada de Maya, descubre que el padre de su esposo está a punto de morir. El marido es incapaz de responder con afecto o felicidad al embarazo de su esposa, está demasiado inmerso en el dolor de su familia. En realidad, no ha logrado hacer su propia familia, no ha cortado el cordón umbilical que la ata a ella, mientras su esposa (quien afirma al comienzo del relato nunca haber sido unida a su propia familia) lo que le ofrece es una familia propia, un acta de nacimiento que él no está dispuesto a asumir. Otra vez el problema de la identidad expuesto como algo irremediable. El marido no es nada sin su padre, y eso lo entiende ella demasiado tarde, para su decepción. Mientras tanto la protagonista, que nunca tuvo a nadie, ahora al fin adquiere sentido con el nacimiento de Maya. Pero al ver a su suegro tan enfermo y necesitado de auxilio como un niño, en el cuento (como en la mayoría) aparece otra vez una premonición: ?Me estremeció descubrir cómo se parecía el comienzo de la vida a su final de una forma tan cruel?. En efecto, mientras la vida del suegro va extinguiéndose, la vida de la no nacida Maya también corre peligro. Al final, serán dos muertes las que ella tiene que sobrellevar. Participa a la distancia de la muerte del hombre que representó para su padre la identidad y el fiel de la balanza. Pero de la muerte de su hija participa de manera absoluta: Maya está muerta en el vientre y debe producirse contracciones y parirla muerta. Se atreve, una locura, una osadía, a tomarse una foto con aquella niña muerta que se parece al mismo tiempo a ella y al esposo. La escena es terrible, el esposo no entiende por qué lo ha hecho. ?Tienes que haberte vuelto loca? le dice. Pero: ¿Qué es estar loco? ¿Qué es la cordura en un mundo lleno de dolor, de muerte, de presencias invisibles? ¿Llorar la muerte de un hombre que vivió más de 70 años es estar más cuerdo que llorar la de una niña que nunca nació? Si al final la muerte es la misma, lo único real y concreto, lo único seguro que nos llegará, y esa es lo única enseñanza que nos deja la vida. Solo que tratamos de no entenderla. Nos hemos cegado. Pero quien ha vivido la muerte de cerca, quien ha parido la muerte literalmente, como la narradora de ?La espera?, sí ha aprendido la lección y entiende qué es la vida mejor que cualquiera, porque ha entendido qué es la muerte. ?La vida nos arrastra de muchas maneras que no podemos controlar pero, a pesar de todo, yo siempre sería una madre que había tenido una hija? dice al final del cuento. No hay amargura sino sabiduría en esa frase. Y es que Julie de Trazegnies ha escrito un libro profundamente sabio y sincero. No ha convocado a los fantasmas, ni exorcizado ningún dolor, sino que se ha enfrentado a la vida misma sin temor, con los ojos abiertos. Lo ha hecho por nosotros, los lectores. Y al hacerlo nos ha desafiado. Y nosotros seríamos unos ciegos, o unos necios, si no aceptáramos ese desafío y sus impredecibles consecuencias.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El día de la mujer

 

No he tenido tiempo de contaros que el viernes, día 6, me marché a Toledo para celebrar el Día Internacional de la Mujer. Se trataba de un acto institucional de la Junta de Comunidades y de su Presidente José María Barreda en el que a diez mujeres se nos reconocía nuestro trabajo en distintas áreas.

Me habría encantado que hubieseis compartido aquel momento conmigo. Fue muy emocionante porque el lugar (la Fábrica de Armas del campus universitario de Toledo) estaba hasta los topes de mujeres (y hombres) de todos los sectores sociales con verdaderas ganas de fiesta. No fue un acto de trámite, uno de esos actos que se olvidan en cuanto te vuelves a casa. Había autenticidad, ganas de decir aquí estamos, cada día mejor, cada día más dueñas de nuestros sueños y nuestro destino. Y es que la mujer castellano-manchega es muy auténtica, muy libre y está hambrienta de futuro y novedad.

Me gusta haber nacido en Castilla-La Mancha y que algún crítico literario se refiera a mí como la "escritora manchega". Sin los espacios alucinatorios de La Mancha El Quijote no habría sido posible, y sin esos mismos paisajes grabados en mi cerebro desde niña la realidad no tendría para mí tanto interés, no sería tan misteriosa ni tan extraña y seguramente no escribiría sobre ella.

A la escritora castellano-manchega, que escribe estas líneas, le tocó agradecer en nombre de todas las homenajeadas el reconocimiento que se nos hacía, y en ese momento de quienes más me acordé fue de mis dos abuelas, una manchega y la otra castellana. Eran más fuertes y con más temple que yo y ahora lamento no haberlas conocido más a fondo, pero algo me dejaron, algo aprendí de ellas: a no tenerle al futuro más miedo que el estrictamente necesario.

Puedo decir de mis compañeras de reconocimiento que son unas mujeres espléndidas y que volveremos a reunirnos en alguna cena.

De verdad fue un placer conoceros.

Rosario Moratalla Villalba: esta investigadora de Motilla del Palancar (Cuenca) dispone de una excelente y premiada carrera profesional desarrollada en las universidades más prestigiosas del mundo. Su talento y capacidad se centran en desenmarañar los mecanismos íntimos del cerebro y en participar en importantes proyectos de investigación, incluido en el realizado por un Premio Nobel. Actualmente desarrolla su carrera científica en el Instituto Ramón y Cajal de Neurología.

Asunción Díaz del Río: Empresaria de gran capacidad al frente de un potente negocio. Dirige el Centro Comercial y de Ocio "Puerta de Toledo", ubicado en Olías del Rey. Destaca por su valentía e inteligencia a la hora de apostar por un importante sector empresarial y situarse al frente de la dirección del proyecto. La trayectoria de esta mujer emprendedora le ha llevado a desempeñar distintos puestos de decisión en varias empresas de gran calado.

Sara Simón Alcorlo: Se trata de la alcaldesa más joven de la región, con 24 años. Su capacidad y espíritu de liderazgo le han permitido ocupar la alcaldía de Motarrón en Guadalajara y desempeñar desde este cargo todas sus habilidades e inteligencia para hacer progresar su municipio y mejorar la vida de sus gentes. Sara demuestra la preparación de la que disponen las mujeres jóvenes de la región para desempeñar puestos de decisión política.

Amparo Sánchez Casanova: Esta arquitecta y funcionaria de la Administración regional es un ejemplo de tesón y cualificación dentro de este sector. Desempeña su labor como Jefa de Servicio en la Consejería de Ordenación del Territorio y Vivienda y dispone de una trayectoria impecable. Ha defendido los valores colectivos en la planificación y diseño de nuestros pueblos y ciudades y supone un ejemplo de las personas que dedican su talento y su carrera profesional buen funcionamiento de la Administración Pública.

Isabel Baladrón Perezagua: Fiscala Jefa de la Audiencia Provincial de Guadalajara que aporta al ámbito de la Justicia toda su preparación y trayectoria profesional. Esta toledana licenciada en Derecho está seriamente comprometida con los temas sociales y durante muchos años dedicada a temas de menores y mujeres. Ha sido condecorada con la Cruz de San Raiumundo de Peñafort.

Alicia Merino Fajardo: Mujer joven comprometida con su tierra y con las desigualdades por cuestión de género, tanto en nuestro país como en otros puntos del planeta. Es Trabajadora Social y actualmente desempeña su labor en un recurso de acogimiento de la región.

Bienvenida Pérez Montejano: La larga trayectoria de pertenencia y desarrollo en los movimientos asociativos de la región le hacen merecedora a esta ciudadrealeña del reconocimiento del Gobierno Regional. Sus aportaciones y experiencia son recogidas en el Consejo Regional de la Mujer de Castilla-La Mancha, del que Bienvenida forma parte.

Rocío del Campo García: Joven deportista castellano-manchega perteneciente al Club Paraolímpico de Castilla-La Mancha y al Club de Atletismo de Puertollano. Su tesón y preparación en el ámbito del deporte le han permitido convertirse en campeona nacional y plusmarquista nacional en salto de altura y hacerse con los récords de España tanto en pista cubierta como al aire libre. Sus éxitos cosechados son muchos y su sueño es conseguir una medalla en una Paraolimpiada.

Mercedes Sotos Prieto: Con 24 años, esta ibañesa es ejemplo de tesón, de estudio y dedicación. Consiguió en 2008 la nota media más alta de toda España dentro de su licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, por lo que recibió el Primer Premio Nacional de manos del Rey. Su currículo y expediente académico es un reflejo de la alta preparación de las generaciones de mujeres jóvenes de Castilla-La Mancha.

                 

 

 



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

La novela rusa de Emmanuel Carrère

Hace casi diez años, veía las novedades literarias en un Barnes & Noble de Washington cuando un libro delgado me llamó la atención. Era The Adversary, y su autor el francés Emmanuel Carrère. La primera frase me impactó: "On the Saturday morning of January 9, 1993, while Jean Claude Romand was killing his wife and children, I was with mine in a parent-teacher conference". No soy de los que compran libros por impulso -tengo la debilidad de leer reseñas y hacer caso a las recomendaciones de amigos--, pero esta vez no pude resistirme. No me arrepentí: The Adversary explora cómo Romand logró, durante dieciocho años, engañar a su familia y amigos haciéndoles creer que era un doctor de la Organización Mundial de la Salud. A la manera de Capote con Perry Smith, uno de los asesinos en A sangre fría, Carrère traba una relación con Romand y muestra una gran empatía por él. Decidí buscar más libros de Carrère.

Lo siguiente que cayó en mis manos fue Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos, la poco convencional biografía de Philip Dick. Para los anglosajones, maestros en el arte de la biografía, éste era un libro demasiado francés. Estaban los datos, pero había también ahí una suerte de preocupante recreación novelesca. ¿Y dónde estaban las notas al pie de página, la interminable bibliografía al final? Pese a todas las observaciones, lo cierto es que éste es también un gran libro.

Después le perdí el rastro a Carrère, hasta que, hace unas dos semanas, de visita en Madrid, escuché a dos amigos editores hablar con entusiasmo de Una novela rusa, el nuevo libro que acababa de publicar. Lo leí en el viaje de regreso a Nueva York. Se trataba de una novela autobiográfica iniciada poco después de El adversario, en la que el protagonista principal parecía querer alejarse de sus libros anteriores, llenos de historias "de locura, de hielo, de encierro", y se proponía escribir algo distinto, ir hacia "el exterior, hacia los demás, hacia la vida". Por supuesto, las buenas intenciones no cuentan para los escritores marcados por ideas obsesivas. Al final, Una novela rusa es un libro muy de Carrère, dominado por el horror.

Una novela rusa se divide en dos historias principales. En una, Carrère narra su relación con Sofía, una chica de clase distinta a la suya (él es fino e hiperintelectual, ella es de la burguesía más mediana y no sabe quién es Saul Bellow); en la otra, se trata de un viaje a Kotelnich, una pequeña ciudad perdida en la inmensidad de Rusia, para buscar de manera indirecta las huellas del abuelo ruso de Carrère. La historia con Sofía tiene más valor autobiográfico que literario: nos muestra al escritor pedante, que mira en menos a su pareja y dice cosas políticamente incorrectas que muchos piensan pero no se atreven a decir. La novela hace un seguimiento microscópico de la relación, minada por los celos y la arrogancia de Carrère, y por los deseos de Sofía de encontrar cierta estabilidad. Hay sorpresas dramáticas, novelescas (Sofía está embarazada, y no se sabe quién es el padre), pero lo que se cuenta no es tan interesante como el autor cree que es.

La historia de Kotelnich, sin embargo, es otra cosa. Aquí está el mejor Carrère: el hombre que sabe encontrar a los monstruos en la vida ordinaria. Carrère necesita ir a Kotelnich para enterrar simbólicamente a su abuelo, un hombre que había pesado mucho en su vida. Sin embargo, no puede hacerlo, y termina encontrándose con otro horror y otro luto: la muerte trágica de Ania, una traductora con la que había tenido una aventura, y su hijo. El autor francés se irá de Kotelnich, ese lugar en el que supuestamente no pasa nada, llevándose consigo otra tumba, y un libro no sobre las historias que queremos contar, sino sobre las que podemos y tenemos que contar.

(La Tercera, 9 de marzo 2009)



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Paraíso (re)encontrado

¡Volvió Lost! Fueron dos horas sentado al borde de la silla, con toda mi atención puesta en las (decididamente) interminables vueltas de tuerca del argumento. Para ser sincero, nunca pensé que J. J. Abrams, Damon Lindelof, Carlton Cuse y el resto de los productores encontrarían una explicación satisfactoria para ese asunto de la isla que desaparece. Pero la analogía que compara la isla a un disco de vinilo que salta entre surcos, en este caso temporales, es cuanto menos estimulante para el pensamiento. Siempre he sido devoto de las ficciones que me ayudan a pensar en la (inasible) naturaleza del tiempo…
    Suelo pensar que el final de la serie –la sexta y última temporada concluirá en el año 2010- será decepcionante de manera inevitable, por cuanto es casi imposible que una explicación esté a la altura de los misterios hilados durante cinco años. Pero aun así me sacaré el sombrero ante Abrams & Co. Como narrador, no puedo menos que admirar el arte con que me han hipnotizado durante todos estos años. La forma en que han sostenido ese ritmo de crear cinco nuevas incógnitas por cada misterio revelado es simplemente magistral.
    Los mejores relatos de suspenso nos invitan a reverlos apenas terminados, para disfrutar de cada escena como si fuese nueva, una vez que nos sabemos en posesión de todos sus secretos. Ya me veo tragándome las seis temporadas de un tirón en algún momento del año 2010 (mi disco temporal ha pegado un salto), disfrutando como loco de la narración precisamente porque los hilos de los titiriteros quedaron ya a la vista.  



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
10 de marzo de 2009

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Douro-Duero

Hace treinta años, cuando todavía uno era un joven y por ventura prometedor escritor a punto de convertirse en sexagenario, andaba por tierras de Miranda do Douro donde comenzaba la inolvidable aventura que acabaría siendo la preparación y la elaboración del libro Viaje a Portugal. No era casual este título. Con él pretendía que el lector, nada más empezar la primera página, comprendiese que de eso se trataba, de un viaje a alguna parte, precisamente a Portugal. Para reforzar en mi propio espíritu esa idea salí del país por Monção y, durante una semana, anduve por Galicia y León hasta que, ya con ojos limpios de las imágenes de costumbre, avancé hacia el descubrimiento de la tierra en que nací. Recuerdo haber parado en medio del puente que une las dos márgenes del río, de un lado, Douro, del otro, Duero, y haber buscado en vano, o fingir que buscaba, la línea de frontera que, pareciendo separar, al final une los dos países. Pensé entonces que una buena manera de comenzar el libro sería glosar el famoso Sermón de Santo Antonio a los Peces del Padre Antonio Vieira, dirigiéndome a los peces que nadan en las aguas del Douro y preguntarles de qué lado se sentían ellos, expresión tal vez demasiado obvia de un ingenuo sueño de amistad, de compañerismo, de mutua colaboración entre Portugal y España. No cayó en saco roto la utópica propuesta. En ese mismo lugar del río, rodeados por el agua común, acaban de reunirse los representantes de 175 municipios de la ribera de un lado y de otro para debatir sobre la creación de una agrupación capaz de coordinar acciones de desarrollo y definir planes viables de futuro. Tal vez ninguno de los presentes haya leído mi versión del sermón del Padre Antonio Vieira, pero el espíritu del lugar andaba llamándolos desde hace treinta años, y ellos han ido. Bienvenidos todos.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
9 de marzo de 2009
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.