Skip to main content
Escrito por

Lluís Bassets

Lluís Bassets (Barcelona 1950) es periodista y ha ejercido la mayor parte de su vida profesional en el diario El País. Trabajó también en periódicos barceloneses, como Tele/eXpres y Diario de Barcelona, y en el semanario en lengua catalana El Món, que fundó y dirigió. Ha sido corresponsal en París y Bruselas y director de la edición catalana de El País. Actualmente es director adjunto al cargo de las páginas de Opinión de la misma publicación. Escribe una columna semanal en las páginas de Internacional y diariamente en el blog que mantiene abierto en el portal digital elpais.com.  

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Legionarios y talibanes

Hay que abrir la caja número seis. Hay que leer enteramente el documento publicado por el FMI la pasada semana sobre las consultas anuales con España celebradas bajo el Artículo Cuarto de sus estatutos. Hay que intentar levantar de una vez la cabeza para ver cómo nos ven desde fuera en vez de estar todo el santo día peleándonos entre los de dentro sin ver más allá de un palmo de nuestras narices.

Eso es lo que se puede leer, entre otras cosas, en la dichosa caja seis, fruto del viaje de una amplia delegación del FMI y de las entrevistas con distintas autoridades: ?Pero el gobierno también tiene algunos sistemas de castigo que ha utilizado menos activamente. La reforma constitucional aprobada en septiembre de 2011, la Ley Orgánica para la Sostenibilidad Fiscal y la Estabilidad Financiera, y la Ley de Transparencia y Buen Gobierno proporcionan varias herramientas para aumentar la disciplina fiscal. (...) La ley prevé advertencias, sanciones y la posibilidad de intervenir directamente una región por parte de la administración nacional, así como multas progresivas a quienes persistan en las desviaciones. Las autoridades que hayan demostrado un incumplimiento doloso de los mandatos o hayan ignorado la aplicación de sanciones se enfrentarán a castigos que incluyen la destitución, la inhabilitación para el servicio público y la pérdida de la pensión. Estas amenazas deben ser utilizadas. En el corto plazo, el establecimiento de los mecanismos legales que garanticen la consolidación de la transparencia y la obtención de resultados es fundamental para garantizar el éxito. Es prometedor que los planes de ajuste hayan sido revisados de forma más estricta en 2012. La funcionalidad y la credibilidad de las nuevas herramientas, como son las advertencias, los decretos de no-disposición de crédito y el despido de funcionarios públicos deben ser rápida y convincentemente establecidos. Algunas medidas más enérgicas, como la imposición de las recomendaciones de una delegación de expertos y la intervención directa de una región por la administración nacional también deben ser ejecutadas tan rápidamente como lo permita la ley. En última instancia, todas las opciones deben ser contempladas para garantizar la sostenibilidad fiscal de las regiones, que ahora están más entrelazadas que nunca unas con otra y con el Estado soberano?. Es la crisis, ya lo sabemos, y todos la quieren aprovechar. Los legionarios para imponer su ordeno y mando centralizador, los talibanes nacionalistas para protagonizar su fuga hacia adelante o hacia ninguna parte. Los efectos de estos aprovechamientos son bien claros. Un solo mensaje emite este país de legionarios y talibanes: no sabemos a dónde vamos, no nos aclaramos, no somos capaces de ponernos de acuerdo en cuatro cosas fundamentales para salir del atolladero en el que nos hemos metido todos juntos, con responsabilidades perfectamente compartidas. Justo cuando entre Bruselas, Berlín y Francfort parecen tejerse los acuerdos para salir de esta, para sacarnos de esta, el aquelarre de nuestros políticos llega a su paroxismo. Venga, arrasemos con la autonomía catalana, grita la Legión. Pues muy bien, vamos alegremente al choque de trenes, responde gallardos los talibanes, sin darse cuenta de lo que piensan ni el FMI, ni el BCE, ni Berlín, ni Bruselas. Legionarios y talibanes actúan casi siempre como si se necesitasen mutuamente para alimentar el círculo vicioso, la espiral de radicalismo que va a terminar con todo esto. Y nada les molesta más que las medias tintas, los que todavía intentan lanzar puentes, el territorio centrista y moderado donde se tejen los consensos. Así es como se dirigen, nos dirigimos, felices y risueños hacia el abismo.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
1 de agosto de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

¿Desde la guerra civil?

Ferran Adrià piensa que no estábamos tan mal desde al guerra civil. Se lo dice a Agustí Fancelli en una entrevista sobre la nueva vida del chef desde que dejó El Bulli, hace un año. Adrià no se va de vacaciones porque dice que si las hiciera no se sentiría a gusto consigo mismo precisamente por lo mal que están las cosas. Adrià es un caso muy raro. En este país casi todos se han ido de vacaciones, sin importarles un rábano la prima de riesgo, el rescate o los impagos del gobierno catalán. Muchos de los que profesionalmente se dedican a decir cosas enormes, los tertulianos por ejemplo, ya se han ido hace muchos días. Los más viejos del lugar recuerdan lo que les contaban sus madres: también en julio de 1936 la gente del Ensanche y del barrio de Salamanca se habían ido de vacaciones.

Adrià no se va de vacaciones para dar ejemplo ante la crisis, para levantar la moral de la gente. ?Todos debemos hacer un esfuerzo, en este país no estábamos tan mal desde la Guerra Civil?, dice. La última moda entre historiadores y comentaristas políticos no era la Guerra Civil sino el Desastre, el 98, el momento en que España perdió Cuba y Filipinas, como ahora estamos perdiendo nuestro Estado de Bienestar, nuestro sistema de cajas de ahorro y quién sabe si también nuestros ahorros y el entero Estado autonómico. Estadísticas relevantes en mano sobre demografía, mortalidad, salud, vivienda y educación, no digamos ya sobre PIB, bienestar, pobreza, y cien mil cosas más todas ellas relevantes como libertades públicas, sistema político o integración europea, es difícilmente sostenible que estemos tan mal como en la guerra civil. Excuso decir que entonces se mataba y se moría con una facilidad que hoy solo se puede encontrar precisamente allí donde hay guerra civil, en Siria por ejemplo. Y si la comparación es la derrota naval frente a Estados Unidos todavía es más difícil encontrar referencias parangonables. Y sin embargo, a mí me parece que hay algo muy acertado en la frase de Adrià y un grado de acierto mayor que cualquier otra comparación. Hay algo en lo que estamos tan mal como en 1939 y en todo caso peor que en 1975, a la muerte de Franco, cuando efectivamente estábamos desde todos los puntos de vista mucho peor que ahora. En 1939, como ahora, no sabemos a dónde vamos. Desconocemos el horizonte que muy pronto se va a abrir ante nuestros ojos si es que esta crisis que estamos sufriendo no es ya este horizonte que se instala definitivamente como la normalidad a pesar de nuestra sensación de provisionalidad. En la transición sabíamos que íbamos a ir a mejor. Conocíamos las referencias a las que nos queríamos acercar. Teníamos delante una pista de aterrizaje, que se llamaba Europa. Ahora nos encontramos como hace 70 años, en un momento de transformación global que extiende sus interrogantes hasta nuestras vidas particulares y no digamos al cojunto de la vida pública y de sus instituciones. Peor que en la Transición, igual que a la salida de la Guerra Civil y en todo caso distinto a la crisis del 98, a pesar de que nos tiente la idea de decadencia que se convirtió en el horizonte de los españoles de aquel fin de siglo. Y eso por una razón, porque la decadencia no es española sino europea y occidental. Si es un 98, no es un 98 español.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
31 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Libertad para matar

Hay un debate muy polarizado sobre el derecho a poseer y portar armas en Estados Unidos. Estalla cada vez que se produce una matanza como la que perpetró James Holmes en un cine de Aurora (Colorado). También, en cuanto se presta atención a la guerra que mantienen los ejércitos del narco en México con armas de asalto compradas en su inmensa mayoría en el país vecino. Menos atención merecen las armas en la violencia cotidiana, aunque alcanza unas proporciones alarmantes. La tasa de homicidios con arma de fuego es la más alta entre los países desarrollados: 80 muertos al día.

Hay un arma por cada ciudadano: 300 millones en total. Más que Yemen, segundo país en el mundo en número de armas por ciudadano. El arsenal doméstico crece constantemente, pero como la riqueza: cada vez más en menos manos. En 1973 había un arma en uno de cada dos hogares; ahora en uno de cada cinco. Épocas ha habido de mayor control y otras más laxas. Ahora estamos en una de estas, gracias a la acción del grupo de presión que se constituye alrededor de la Asociación Nacional del Rifle. Todo da facilidades a los asesinos. Hay 78.000 vendedores, 26.000 tiendas y multitud de ferias donde se venden armas sin restricciones: Las Vegas Sands, de Sheldon Adelson, acoge una de las mayores. Hay controles, claro, pero escasos y débiles, a cargo de la Oficina para Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, con sus 2.500 agentes, insuficientes para un mercado tan extenso. La revocación de una licencia, normalmente por venta a criminales, tarda 15 meses de promedio en hacerse efectiva. Solo el 20% de las tiendas se inspecciona anualmente. Según el Journal Sentinel, ?las instituciones federales de control raramente revocan una licencia, y cuando lo hacen, los vendedores rápidamente eluden la suspensión mediante un amigo, un pariente o un conocido que obtiene una licencia nueva?. Este diario de Milwaukee ha localizado a 35 vendedores revocados que siguen trabajando en conexión con una clientela criminal. El fundamento de esta deriva es la interpretación de la segunda enmienda de la Constitución americana: ?Siendo necesaria una milicia bien regulada para la seguridad de un Estado libre, no deberá limitarse el derecho de la gente a poseer y portar armas?. Para los jueces progresistas es un derecho subordinado a la pertenencia a un cuerpo armado estatal, y un derecho individual inviolable para los conservadores. Los dos candidatos presidenciales, el titular Obama y el aspirante Romney, prefieren ocultar sus preferencias, aunque el primero las prohibiría si pudiera y el segundo legisló en contra cuando fue gobernador en Massachusetts. El debate afecta también a la libertad de los Estados federados para legislar sin interferencia del Gobierno federal. Pero el mercado libre conviene sobre todo a los fabricantes, los vendedores y los asesinos.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
28 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Un mundo sin El Asad

Pronto caerá el quinto, el más joven, sanguinario y duro de pelar. El único civil, ajeno al oficio de las armas. El único también que no llegó al poder en circunstancias violentas o fruto de un golpe de Estado. Los dos primeros cayeron fácilmente: Ben Ali, el ambicioso policía que desplazó a Habib Burguiba, en un golpe palaciego en 1987, aguantó 28 días desde que empezaron las manifestaciones; Mubarak, que sucedió a Sadat a su muerte en atentado en 1981, fue todavía más débil en su resistencia de 18 días. Mayor fue la resistencia de Gadafi, en el poder desde 1979, y el yemení Saleh, presidente desde 1978: el primero perdió el poder a los seis meses, y la vida, linchado por los rebeldes, dos meses más tarde y con una guerra civil por medio; el segundo tardó trece meses en ceder, después de un atentado y de caracolear en una negociación llena de engaños y fintas.

Todos cayeron cuando intentaban perpetrar idéntica jugada que la que llevó a Bachar el Asad al poder en 2000. Siria es la única república de la región donde se había producido una sucesión monárquica, aparentemente con éxito, y era el espejo en el que se miraban los clanes familiares presidenciales de los otros cuatro autócratas antes de su derrocamiento. Esos planes vergonzosos actuaron como un poderoso estímulo para las protestas que impidieron la instalación de neomonarquías bonapartistas en toda la geografía árabe. Cuando caiga El Asad no quedará ni un solo autócrata republicano en la región. La revolución que empezó en Túnez se los ha llevado a todos por delante. Si sigue la oleada, cosa nada clara, será en el territorio del despotismo monárquico, en demostración de la vieja teoría maquiavélica sobre las ventajas del príncipe hereditario sobre el príncipe nuevo: "En los estados hereditarios y acostumbrados al linaje de su príncipe hay menos dificultades en mantenerlos que en los nuevos, porque basta con no descuidar el orden establecido por sus antepasados e ir adaptándose a los acontecimientos según los casos" (El Príncipe). Ahí está una explicación para esos 18 meses de larga resistencia desde que empezaron las manifestaciones contra su régimen el 26 de enero de 2011. Ha sido un buen discípulo de su progenitor en la represión de las protestas, hasta igualarle en crueldad e intensidad aunque quizás todavía no en el número de víctimas mortales. A Hafed el Asad se le atribuyen 20.000 víctimas mortales en el asalto de la ciudad de Hama en 1981 y el balance actual del año y medio de protestas ronda los 18.000. Pero no ha sido capaz de mantener los equilibrios del orden autocrático que le legó su padre ni adaptarse a los acontecimientos, a pesar de su juventud, su condición civil y su formación cosmopolita en Reino Unido. Bachar ha actuado como Hafed pero en un mundo y una época distintos. No le han faltado los buenos consejos para que abriera el camino a las reformas y a una transición democrática, principalmente por parte de Turquía, país que fue amigo y aliado hasta que empezaron las protestas. El joven oftalmógolo prefirió el camino de las trampas y de la tergiversación en vez de encabezar la oleada del cambio. Poco se conoce de las interioridades del régimen, por lo que hay escasos datos que ayuden a comprender su actitud ante las revueltas. La única aproximación posible, de momento, es la inversa: explicar la dureza resistente del régimen y su actual hundimiento a partir de los múltiples intereses geoestratégicos que sirvieron al estatus quo en Siria. El mayor hecho diferencial respecto a las otras dictaduras caídas de la Siria de los El Asad, padre e hijo, es la centralidad geoestratégica ausente en todos los otros países. Siria forma parte de la geometría de influencias de Turquía, Irán y Rusia, con Líbano bajo su tutela, se halla en el punto de mira de Arabia Saudita y Catar, y mantiene una paz armada con Israel. Ninguno de los cuatro dictadores caídos se llevó a su país por delante. Ni siquiera la Libia tribal va a quedar dividida. No está claro en cambio en el caso de Siria, sometida a un formidable impulso centrífugo. La caída del régimen, ahora descontada, se ha cobrado un carísimo peaje en víctimas, en desplazados y en destrucción de viviendas e infraestructuras, pero seguirá pasando elevadas facturas, que pueden alcanzar incluso a la existencia del país y a su integridad territorial hasta extenderse a la estabilidad de la región. No sabemos cómo será Siria sin El Asad, pero tampoco como serán la región y el mundo sin las dictaduras árabes, esa especie que ahora se extingue con su último y más cruel retoño.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
26 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Desnudo y solitario

Lucía su mayoría absoluta ante esos gobiernos débiles obligados a consensuar cualquier legislación. Exhibía sus cuatro años por delante para ir aplicando su programa sin respiro. Se regocijaba con la oposición ausente, calcinada tras sus siete años de gestión caótica y de incapacidad para verlas venir. Señalaba la calle, plácida y tranquila todavía, a pesar de los recortes desgranados lentamente desde el primer día. Merkel le sonreía. Aun. Por eso se atrevía a mantener su agenda demagógica, esperar al resultado de unas elecciones, alimentar la fiera populista dentro de su partido. No digamos ya de su desprecio hacia las manos tendidas, las ofertas de pactos y alianzas. Dejadme solo: Rubalcaba lo clava. Así es Rajoy: una vocación de soledad y desnudez frente a un vendaval.

Hay una verdad profunda en esta psicología que le lleva a la autodestrucción. El gobernante, por bien asesorado que esté, es un individuo a la intemperie, finalmente enfrentado con sus solas fuerzas a todo el peso de la decisión. Requiere la máxima concentración y responsabilidad, sin que sirvan excusas de mal pagador. Es una soberbia imprudencia confiar en la suerte, creer en la fuerza que otorgará la sola asunción del poder. Muchos son los que piensan que tienen el poder porque lo merecen, sin darse cuenta de que, una vez obtenido, solo se mantendrán si lo merecen. Llegar a obtenerlo es una oportunidad, un medio; no un mérito que proporcione carisma, un fin. La condena que cae sobre quien confunde los términos es terrible. Su carisma se convierte en maldición, que troca el poder en destrucción, un carisma inverso. Rajoy se dibujó a sí mismo como mano de santo. Sería llegar y triunfar. Desmentida la superstición popular, los nervios desatados exigen la búsqueda de culpables exteriores y anteriores. Tres son los chivos designados, a utilizar según convenga. Uno es Angela Merkel: gracias a la imprudencia de esta exhibición se atascan muchos canales de comunicación con Berlín y declinan las simpatías de los alemanes hacia los populares españoles. Otro, naturalmente, es el PSOE, origen y señor de la intervención europea ahora, como lo fue antaño de la corrupción, el paro y el crimen de Estado: error prospectivo también, porque necesitará su auxilio, ya lo necesita en realidad, y le conviene más una oposición fiable que las fuerzas desatadas del populismo; al menos a Rajoy, aunque quizás no a otros populares menos responsables y más extremistas. Y el tercero, el Estado autonómico y, digámoslo claramente, los catalanes, que son los que reclamaron y obtuvieron esta fiesta declarada ahora insostenible: pero este es un error tan irresponsable o más que los anteriores. Nada completa mejor una mayoría absoluta ante la crisis que una fuerza de signo similar aunque distinta. Eso es CiU, el partido al que tenía cogido por su mayoría precaria en el parlamento catalán y al que está castigando más de la cuenta para seguir alimentando la fiera centralista y anticatalana que tiene en su seno. Ahora el PP lo ha despreciado y perdido. Cierto es que CiU confiaba en que fueran sus votos los que completaran una mayoría popular insuficiente, y se encontraron con que toda su estrategia de reivindicación fiscal se venía abajo. Las inercias producen desperfectos irreparables. La arrogancia con que Rajoy obtuvo la victoria corroe ahora su carácter. Zapatero no fue finalmente intervenido. Sabe que la miseria del hundimiento quedará entera para él y por eso todos se alejan. Pronto prenderá la repulsa dentro del partido. En vez de agarrarse a quienes todavía pueden ayudarle, utiliza repelentes como Montoro para seguir disgregando su base. Se ha convertido en el presidente centrífugo. Aprovecha la crisis para recentralizar y dividir, separar, en vez de unir y pactar, que es lo que se hizo en nuestra anterior gran crisis política, en la transición. Nadie trabaja tanto y tan bien para los intereses de los independentistas, los catalanes sobre todo. El soberanismo tiene mérito. Lo tiene también Artur Mas, que se ha procurado con el pacto fiscal un escudo anticrisis ante la opinión catalana. Pero el mérito mayor de esta deriva es entero de Rajoy. Solo y desnudo, su poder destructivo amenaza incluso a esa unidad española que la Constitución sacraliza.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
23 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

¿Y la unión militar?

No hay mayor amenaza para la seguridad nacional que un endeudamiento excesivo. Nada ata las manos de forma más firme ante los peligros potenciales que una economía hipotecada y dependiente de decisiones ajenas. El almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor de Estados Unidos desde 2007 hasta 2011, es quien mejor ha definido esta amenaza económica sobre la seguridad de su país, en una aproximación a los conceptos militares desde la economía que ahora mismo es especialmente pertinente.

No pueden andar muy lejos los conceptos manejados por otro almirante general, el español Fernando García Sánchez, jefe del Estado Mayor de la Defensa, que acaba de depositar sobre la mesa de su ministro, Pedro Morenés, un documento secreto sobre el futuro de las Fuerzas Armadas españolas en las actuales y pésimas condiciones de crisis fiscal. No es extraño, puesto que en todos los despachos oficiales españoles se amontonan en estos momentos las facturas y nóminas pendientes de pago y los planes de recortes que se nos exige para que vaya llegando el líquido europeo en cuentagotas. En el caso estadounidense, la amenaza de la deuda incide fundamentalmente en la capacidad de liderazgo global, y probablemente bastante menos en la seguridad y defensa del propio territorio. Incide directamente en los socios europeos, que tenemos subarrendada nuestra seguridad a Washington a través de la OTAN y somos cada vez menos objeto de atención en favor de los países asiáticos. Recordemos la bronca de despedida atlántica del secretario de Defensa Robert Gates, cuando afeó a los europeos su escaso compromiso presupuestario en su propia defensa. Si EE UU gasta menos en Europa, también los europeos gastamos menos en nuestra propia seguridad; lo que gastamos lo hacemos mal, con muy escasa coordinación y excesos de redundancias, y estamos ahora sometidos a la presión renovada de la actual crisis de endeudamiento. Estamos viendo que el euro es un ingenio defectuoso, pero la seguridad europea es una idea todavía más volátil porque los ya de por sí menguantes presupuestos de defensa de los 27 países miembros no suman, sino que restan. Con una Alianza Atlántica dubitativa, si no declinante, y una Unión Europea que no ha dado todavía el primer paso, los socios siguen pensando en su seguridad nacional sin darse cuenta de que un día pueden enfrentarse a una amenaza equivalente a la que pesa ahora sobre el euro, abordable solo desde una defensa europea ahora ni siquiera imaginada. La gravedad del caso es que los recortes militares que improvisan todos los países, España entre ellos, atienden cada vez menos a los conceptos europeístas justo cuando la unión fiscal y bancaria se impone para salir del pozo. Si salvamos el euro y si aprendemos la lección, que ya es decir, vendrá primero la unión política y luego la unión militar.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
21 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

Un ejército orante

Regates cortos en la partida más larga y estratégica. Un tipo de jugada exasperante cuando las circunstancias reclaman pasos resolutivos y firmes. Así es la política interior israelí en el momento volcánico de las revueltas árabes. Hay una guerra civil que crece en el flanco oriental y un confuso cambio de régimen en el occidental, con directas repercusiones en la seguridad de Israel. El régimen tambaleante de Bachar el Asad retira sus tropas del Golán para sofocar la rebelión interna que crece sin freno. Los cambios en Egipto dan oxígeno a Hamás en Gaza, quiebran la estabilidad en el Sinaí y colocan bajo interrogantes los acuerdos de paz de Camp David.

Benjamín Netanyahu practicó primero el inmovilismo durante tres años, desde marzo de 2009 cuando tomó posesión, dedicado enteramente a destruir la nueva política de paz de Barack Obama para la región. Con el objetivo prácticamente cubierto, se arrancó el pasado mayo en una finta de las que hacen historia. Primero convocó elecciones para septiembre e inmediatamente suspendió la convocatoria para anunciar un gobierno de coalición con el nuevo líder de Kadima, Shaúl Mofaz, con un ambicioso programa de cuatro puntos sobre cuestiones centrales para el futuro: eliminar los privilegios de los religiosos ultraortodoxos ante el servicio militar, cambiar la ley electoral para limitar la fragmentación del Parlamento, dar mayor énfasis a las políticas sociales y reabrir el proceso de paz con los palestinos. El gobierno de más amplia base de la historia de Israel ha sido también uno de los de más breve vida. Apenas diez semanas ha durado una alianza que ha encallado en el primer punto, es decir, la incorporación al servicio militar de los judíos ultraortodoxos y de los árabes con nacionalidad israelí hasta ahora exentos. Tras aquel primer regate, otro movimiento tacticista este martes, por el que se rompe el gobierno recién formado, viene a demostrar la fragilidad y oportunismo de la alianza entre el Likud y Kadima, aunque no impugna la centralidad del programa acordado por Netanyahu y Mofaz, un exmilitar al que se le suponía mayor flexibilidad para negociar con los palestinos y lidiar con el peligro nuclear iraní. La evolución de la comunidad de los judíos llamados haredim o temerosos de Dios significa para el sionismo laico un peligro tan acuciante como la evolución demográfica árabe. Son el 11% de los habitantes de Israel, pero tienen una tasa de natalidad de 6,5 hijos por mujer y unos niveles de pobreza del 59% como solo se registran en países subdesarrollados. En la próxima década, si los árabes constituirán la mitad de la población entre el Mediterráneo y el Jordán, los haredim representarán más de un 17% del total. Todo esto agravado por la marginalidad económica de su población masculina ultraortodoxa, dedicada mayoritariamente al estudio de los textos sagrados judíos y subvencionada por el Estado gracias a la influencia de los partidos religiosos en todos los gobiernos, sean de derechas o de izquierdas. Todos estos datos, además de abundantes testimonios, aparecen en el libro Las tribus de Israel (RBA), de Ana Carbajosa, la corresponsal de este periódico en Israel. Yerach Tucker, portavoz parlamentario del partido religioso Torá y Judaísmo, le ha contado hace dos días los méritos de los ultraortodoxos para aspirar a una vida exenta de las obligaciones que tienen los otros ciudadanos de Israel: ?La nación judía ha sobrevivido al Holocausto, a todo, porque rezábamos. La nación judía no puede sobrevivir sin gente que rece noche y día. Somos un ejército de gente que reza?. La evolución demográfica señala unas prioridades, pero la política israelí vive de su fragmentación actual y de los cortoplacistas intereses de sus poderosas clientelas electorales. El país ha cambiado pero no hay forma de trasladar el cambio a las estructuras. En el momento fundacional en que el gobierno de Ben Gurión eximió del servicio militar a los haredim, el ejército orante de Israel estaba formado por 500 estudiantes. Ahora son 60.000, y siguen creciendo en una especie de mimetismo simétrico respecto a la islamización de los palestinos. Los fundamentalismos avanzan en ambos lados y el espacio para la ciudadanía laica se encoge, en Israel como en el vecindario árabe. De ahí que la doble curva demográfica, la de los ultraortodoxos y la de los árabes, componga una amenaza para el sionismo y por tanto para el futuro democrático de Israel. Sin ciudadanía y sin igualdad puede haber Estado judío, pero lo que no puede haber es Estado democrático.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
19 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

La Europa de posguerra

No es una crisis, es una guerra. Una guerra de nuevo tipo, incruenta, sin pérdidas humanas ni destrucción de ciudades e infraestructuras. Pero guerra al fin: hay unos países que se ven obligados a cambiar Gobiernos, reformar instituciones y modificar su modelo de sociedad sin que exista consenso de sus poblaciones, y a veces ni siquiera entre sus líderes. Si la guerra se explica por el propósito de quien la declara de imponer su voluntad sobre el país atacado, lo que estamos viviendo estos días según esta teoría no es más que el momento álgido de una guerra geoeconómica, en la que los países más débiles, los intervenidos, se ven obligados a entregar su soberanía y cumplir las órdenes de los que los intervienen. Que sea una guerra no da la razón a quienes la pierdan. Al contrario, harán bien los intervenidos en meditar sobre lo que hicieron mal en el pasado que les sitúa ahora en tal trance. Endeudarse por encima de las propias posibilidades, por ejemplo, es una debilidad que se paga muy cara. No solo en una guerra geoeconómica, como está sucediendo ahora, sino incluso ante una amenaza más convencional en la seguridad. Un efecto directo de los recortes es la disminución del presupuesto militar, y por tanto de la seguridad, ante un mundo emergente, geográficamente muy próximo, que no hace más que incrementar su gasto en defensa.

Más cosas que se han hecho mal. No han funcionado las instituciones, empezando por las europeas. Todo tendría el mayor sentido si estos cambios bruscos en la organización de nuestras sociedades fueran resultado de decisiones adoptadas democráticamente en los distintos niveles de gobernanza europea. No es así. Ninguna de las instituciones europeas que mejor encarnan el proyecto comunitario, la Comisión, el Parlamento y el Tribunal, cuentan para nada en el proyecto de unión fiscal, bancaria y quizá política que estamos construyendo. Cuentan mucho más la Cancillería alemana, el Bundestag y el Tribunal Constitucional. Más que quien dicen que cuentan, que son el Consejo Europeo y el Banco Central. De hecho, solo Alemania cuenta. Por el peso de su economía, que significa un tercio de la aportación a las arcas comunitarias. Y por la calidad de sus instituciones, construidas tras la experiencia del nazismo, que obliga a la canciller Merkel a respetar procedimientos, plazos y garantías con un escrupuloso detallismo, en abierto y cruel contraste con la chapuza institucional de otros países. Pero Merkel se equivoca. Las guerras geoeconómicas tienen la consoladora ventaja de que no se cobran el tributo de sangre de centenares de miles de soldados y de civiles. Pero se pierden y se ganan. La está perdiendo España. Y también la está perdiendo Europa, aunque Merkel se crea ganadora, porque el conjunto europeo va a salir más débil de la contienda que está librando con las nuevas potencias emergentes.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
14 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

El sargento Montoro

El sargento Montoro y sus modales cuarteleros son hijos de la teoría del aguijón. La contó maravillosamente Elias Canetti en ?Masa y poder?. La estructura del poder funciona gracias a la cadena de aguijones que cada grado superior de la jerarquía clava a su inferior. La única forma de extraer el aguijón y sobre todo el dolor que provoca el aguijonazo es clavándolo de nuevo a alguien al que sometemos. Nadie está más desautorizado en este Gobierno que Cristóbal Montoro. Nadie tiene mayor necesidad de proyectar su incapacidad y su torpeza sobre los otros. Esto explica que traslade el aguijonazo de Merkel sobre las comunidades autónomas de forma vejatoria e irrespetuosa para las personas y para las instituciones.

Los desperfectos provocados por la actuación legionaria del sargento Montoro en el Consejo de Política Fiscal y Financiera reunido el jueves son notables. Ha conseguido romper incluso la disciplina de voto dentro de su partido. Dos comunidades autónomas gobernadas por el PP se negaron a votar con el Gobierno. Ha sembrado el descontento entre todas las otras. Su socio de tantos recortes, que es CiU, votó en contra. El consejero catalán Andreu Mas Colell dijo a la salida de la reunión que en el futuro con mandar un correo e mail bastaría para resolver el expediente, en vez de someterse a una ceremonia de mala educación y de exhibición autoritaria. Montoro pide y ha obtenido árnica para el déficit español en Bruselas pero se niega a compartir los nuevos márgenes obtenidos con las autonomías. Incrementa los impuestos, pero tampoco quiere compartirlos. Y, sobre todo, y esto es lo más grave, se dedica a regañar a los otros cuando es él quien merece una soberbia bronca por su mala gestión de la crisis. El desastre de estos seis meses de dilación y de errores lleva el nombre del sargento Montoro, tal como ha contado Carlos Cué: ?Si iba a hacerlo, ¿Por qué esperó tanto?". Pues por culpa del sargento Montoro, especialista en cargar las culpas a los otros, sea la herencia recibida, sean las comunidades autónomas. Espectáculos como el que ayer protagonizó el sargento Montoro ofrecen una pésima imagen de España y de su Estado de la Autonomías. Quizás cree que ha exhibido su autoridad, pero no ha hecho más que hacer gala de la que le falta. Solo tiene autoridad quien respeta y se hace respetar. Cuanto antes se vaya a casa, mejor. De momento, Rajoy debería arrestarle para evitar que siga provocando más desperfectos.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
13 de julio de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

Blogs de autor

La mirada de Putin

Es calculadora y ambiciosa, geopolítica e imperial. Sigue el rastro de las áreas de influencia del desaparecido dominio soviético, de una época en que cualquier acontecimiento caía finalmente de un lado o del otro del telón de acero, la línea que separaba los dos bloques enfrentados en la Guerra Fría. No ha sido fácil para los países occidentales superar la concepción dualista de la región conformada en la confrontación entre la Unión Soviética y Estados Unidos. La última derivada ideológica de aquel mundo bipolar surgió y fracasó en Washington con la presidencia de Georges W. Bush, cuando el peligro comunista de antaño fue sustituido por el Eje del Mal formado por el Irak de Sadam Husein, Corea del Norte y Siria, o por un enemigo terrorista global como Al Qaeda. Desde hace cinco años Occidente se halla ensimismada en su crisis económica, pero Rusia, en cambio, mantiene viva la huella de sus reflejos imperiales en dirección a la casilla geopolítica más abierta del planeta que es Oriente Próximo y dentro de Oriente Próximo la Siria de Bachar el Asad, que se acerca ya al año y media de revolución con la cifra escalofriante de 16.000 ciudadanos muertos, caídos en la represión.

Además de los reflejos, Rusia mantiene una vieja base naval de aprovisionamiento en Tartus, reliquia de su presencia en el Mediterráneo durante la Guerra Fría. Precisamente estos días se dirigen hacia este puerto sirio once buques rusos, en un gesto inconfundible que exhibe sus pretensiones de gran potencia respecto al futuro de Siria. La base no explica por si sola la actitud de Moscú respecto al régimen sirio, que ha sido hasta ahora de permanente apoyo político, sobre todo en el Consejo de Seguridad, y de mucho más discreta ayuda militar y en espionaje. La posición rusa, como todos los países emergentes, busca maximizar en su favor la pérdida de peso occidental y sobre todo de EE UU en la región, y reivindicar y asentar además los principios de no injerencia y de soberanía nacional cuestionados desde Naciones Unidas por el principio de la responsabilidad de proteger. Ninguna novedad hasta ahora respecto a lo que ha venido sucediendo en Siria desde que se declaró la revuelta abierta contra el régimen. El problema para Moscú empieza cuando ya parece evidente que El Asad es incapaz de terminar con las revueltas y que su suerte ya solo es cuestión de tiempo. El presidente francés, François Hollande, ha señalado que "su caída de es ineluctable". Hillary Clinton ha indicado que "tiene los días contados". No faltan los síntomas de debilitamiento del régimen, el mayor de todos la deserción de Manaf Tlas, un general de la Guardia Republicana estrechamente vinculado a la familia Asad y amigo de infancia del dictador. Mustafá Tlas, padre del desertor y ministro de Defensa durante 30 años, fue amigo de juventud, conspirador y compañero golpista de Hafed el Asad, el padre del actual autócrata. De ahí que los representantes de la oposición del Consejo Nacional Sirio fueran recibidos ayer en la capital rusa por el ministro de Exteriores Serguei Lavrov. Reivindican su programa máximo, con Libia como modelo: intervención internacional con cobertura del Consejo de Seguridad, para lo que se precisa del levantamiento del veto de Moscú (el de Pekín le seguiría, sin dudas). Como saben que Moscú exige una vía negociada, una especie de reforma pactada como la que dio salida al franquismo en España, también exhiben una lista de personalidades del régimen a las que quieren excluir de cualquier acuerdo futuro. Por ahí los rusos podrían entrar. Hay por tanto movimientos, aunque apenas perceptibles, que solo se reconocen en pequeños gestos colaterales. Putin quiso comprobar personalmente el estado de ánimo del Gobierno de Israel en un viaje oficial a finales de junio, que le sirvió también para recordar su interés por la zona y su vocación como mediador en el proceso de paz entre israelíes y palestinos. El enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Anan, ha señalado que Irán no es parte del problema sino de la solución, en un abierto mentís a las posiciones oficiales del bloque occidental (EE UU, Arabia Saudí e Israel) que agradará en Moscú. Putin no se mueve, pero no quiere estar en el bando perdedor. No va a hacer un viraje de 180 grados y apuntarse a la posición de Washington como le pide la oposición. La indefinición en la zona es enorme, sin que nadie, Turquía, la Liga Árabe, mucho menos Europa y EE UU, sea capaz de imponerse y encontrar la salida. Ahora Putin tiene la oportunidad de buscar una posición propia y ser él quien encuentre la fórmula resolutiva con la que Rusia salga ganando. A fin de cuentas es el principal valedor de Asad y el único poderoso de este mundo que de verdad le sostiene, aunque muy rápidamente se vea tentado a comportarse como la soga que sostiene al ahorcado.



[ADELANTO EN PDF]
Leer más
profile avatar
12 de julio de 2012
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.