
Ficha técnica
Título: ¿Aún podemos entendernos? | Autores: Felipe González,Miquel Roca y Lluís Bassets | Editorial: Planeta | Colección: Fuera de colección | Género: Ensayo | ISBN: 978-84-08-10176-5 | Páginas: 288 | Formato: 15 x 23 cm. | Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta | PVP: 20,00 € y 14.99 libro electrónico |
Publicación: 5 de Abril 2011
¿Aún podemos entendernos?
Lluís Bassets
Contra la desafección. Contra la fatalidad y el pesimismo. Frente a quienes imaginan a Cataluña y a España alejadas, separadas incluso. Ante los ensimismamientos. De Cataluña respecto a España, de España respecto a Europa. Felipe González y Miquel Roca, destacados constructores de la democracia española, apuestan por el diálogo y el pacto. En una conversación conducida por Lluís Bassets, debaten sobre el encaje de Cataluña dentro de España, la polémica sentencia del Estatut, la Constitución y su posible revisión o el intocado poder de los jueces. Y propugnan un firme compromiso de los catalanes con España, de España con su diversidad cultural y lingüística, y de los españoles con Europa.
El subtítulo de este libro (Conversaciones sobre el encaje de Cataluña en España. El compromiso europeo en el mundo del siglo XXI) es bien explícito acerca de su contenido. Ésos son los grandes temas, entre otros, de esta intensa y completa conversación mantenida por dos protagonistas de la política española de los últimos años. Dos protagonistas realmente excepcionales: uno ha sido presidente del gobierno durante casi catorce años, ganando cuatro elecciones generales consecutivas, y el otro, además de haber sido la cabeza más visible de su partido (CDC), es uno de los padres de la Constitución. Y ambos, como se dice en el libro, «dos pesos pesados de la política española, dos grandes cabezas dialécticas de la Transición».
Fuera ya de la pugna partidista, los dos cuentan con un reconocimiento generalizado. Felipe González ha presidido el llamado Comité de Sabios encargado de reflexionar sobre el futuro de Europa. Miquel Roca siempre ha tenido una justificada imagen de político prudente y dialogante, un excelente representante del seny catalán. Y tanto o más importante que eso, el estar ya fuera de la melée política, les permite a ambos hablar sin ataduras ni cortapisas. Es lo que hacen en esta charla sin reservas, moderada y conducida por el periodista Lluís Bassets, en la que, al hilo de las consecuencias que ha tenido en Cataluña el recorte del Estatut por parte del Tribunal Constitucional, opinan del encaje de Cataluña en España, pero también de la crisis económica, de la política actual y del presente y el futuro de Europa.
«En toda crisis se quiebra la confianza». Estas son las primeras palabras del libro. Y «crisis» vale en este caso para la economía, para el proyecto europeo o para el Estado de las Autonomías a raíz del nuevo Estatuto de Cataluña y su intento de reprobación por parte del PP. Si en toda crisis se quiebra la confianza, lo primero que hay que hacer, entonces, es tratar de recuperarla por medio del diálogo: «Sin conversación democrática no hay posibilidad de restaurar la confianza».
En el centro del libro está una defensa del entendimiento, un entendimiento que fue posible en los tiempos, más difíciles, de la transición a la democracia. Porque, como dice Miquel Roca, «el diálogo nos tiene que aportar soluciones, incluso la solución de pactar la separación».
CAPÍTULO 1
Algo se ha roto
Así empieza esta conversación. Se ha roto la confianza. Paso previo hacia quebrantos mayores que podrían afectar al consenso que hizo posible la Transición, al espíritu del pacto constitucional o a la mínima afección entre quienes son miembros de una misma sociedad. No se ha roto entre Cataluña y España, sino dentro del sistema democrático de convivencia. La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut de Cataluña, acogida con angustia por unos y con alivio por otros, ha sido el momento crucial de esta ruptura.
Hay pocas dudas sobre los males que se han derivado de la falta de consenso, del que se excluyó el Partido Popular (PP) con su campaña y su recurso contra el Estatut. En éste, como en muchos otros problemas, despunta la falta de liderazgos, palabra que regresará como un tema musical a lo largo de toda la conversación. Cuando no hay dirección ni rumbo, acuden los populismos a proporcionar su auxilio indeseable. Regresan también los fantasmas del pasado: la España eterna, unitaria y excluyente, la división civil y los irredentismos. O las fórmulasmás drásticas del inmediato presente: la lectura dogmática de la Constitución, la recentralización autonómica o el revisionismo de la Transición.
Los conversadores están de acuerdo en que hay que declarar y conseguir que los ciudadanos compartan el sentido de emergencia, para evitar que el debate político gire sobre problemas falsos y se centre en cambio en las grandes transformaciones que está experimentando el mundo. Es la única forma de no perder el tren y localizar las reformas que más urgen. Éste será el objeto de sucesivos capítulos, aunque en este tramo del debate, la conversación termina con una crítica directa al poder de los jueces. Entre las más urgentes reformas sobresale de manera destacada la de la justicia, adelantándose en cierto modo al cuarto capítulo, dedicado específicamente a las ideas para la acción.