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Escrito por

Iván Thays

Iván Thays es escritor peruano (Lima, 1968) autor de las novelas "El viaje interior" y "La disciplina de la vanidad". Premio Principe Claus 2000. Dirigió el programa literario de TV Vano Oficio por 7 años. Ha sido elegido como uno de los esccritores latinoamericanos más importantes menores de 39 años por el Hay Festival, organizador del Bogotá39. Finalista del Premio Herralde del 2008 con la novela "Un lugar llamado Oreja de perro".

Eder. Óleo de Irene Gracia

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"Ha tenido siempre el mismo estilo, sin estilo"

Ernesto Cardenal Winston Manrique Sabogal entrevista al reciente ganador del Premio Reina Sofía, Ernesto Cardenal, para la sección cultural de El País, apenas se entera del galardón. Cardenal se muestra sorprendido y suelta algunas perlas sobre la poesía actual en castellano (dice que no está pasando por un buen momento) y su propia obra. Dice la nota:

Es una sorpresa inesperada pero muy agradable y que agradezco mucho”, reconoce este sacerdote, poeta, ensayista y revolucionario para quien su poesía no ha tenido evolución. “Ha tenido siempre el mismo estilo, sin estilo”. Recuerda que su primera etapa se caracteriza por ser una poesía de juventud, amorosa, del enamoramiento. Después, agrega “llegó mi relación Dios, algo que cambio mi vida y últimamente a sido más relacionada con los aspectos sociales”. Cardenal colaboró con el Frente Sandinista de Liberación Nacional que luchaba contra el régimen de Somoza. Tras la victoria de la Revolución Nicaragüense, en 1979, fue nombrado ministro de Cultura del Gobierno del FSLN hasta 1987. Justo una poesía en la que Cardenal, de 87 años, no solo busca escribir poemas sino también fomentar la escritura y la lectura de la poesía. “He reivindicado lo social, lo político y lo revolucionario”. Poeta en la línea del chileno Nicanor Parra, Premio Cervantes 2011, reconocidos y admirados pero no premiados a quien ahora se les empieza a distinguir. Para el autor de libros como Epigramas y Oda a Marilyn Monroe la poesía actual en castellano no pasa por su mejor momento: “No está muy bien. No hay ninguna cosa nueva desde hace mucho tiempo”. Asegura que ahora no hay un auge, al menos, lo percibe así y en las publicaciones. “¿Qué es la poesía?” repite en voz baja para luego decir: “¡Es el lenguaje! El lenguaje comienza con la poesía, después hubo la prosa”. Cardenal se entusiasma cuando habla de sus influencias donde Ezra Pound ocupa un lugar especial. “Todos los poetas que estén influidos por él me gustan. También los estadounidenses como T. S. Eliot. La poesía yankee es muy distinta de la escrita en castellano”.



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3 de mayo de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Algunos muertos gozan de buena salud

Aquí mi nuevo post en “Vano Oficio” del diario El País sobre la muerte inminente de la era de los blogs y el modo de sobrevivir que han encontrado algunos, en especial nueve de ellos (no son todos los que leo y considero, por cierto, los límites son de espacio).

Foto: Mark Hunter En una entrevista en el Hay Festival Xalapa 2011 me preguntaron sobre la importancia de los blogs. Declaré entonces que los blogs estaban muriendo. Así lo creo, honestamente. Entonces, ¿vale la pena seguir administrando o creando nuevos blogs? Creo que sí, aunque bajo ciertas condiciones. La primera, asociar el blog a otras herramientas de comunicación (como el Facebook o el Twitter). Y luego, la más importante, ser muy exigente con el contenido. Considero que ya no es el medio sino la calidad de las entradas el tanque de oxígeno que permite que algunos blogs continúen con vida y tengan aún impacto en los lectores y en la sociedad. Esto incluye a los blogs literarios y a los que no lo son. Ahora no es suficiente abrir una cuenta y ponerse a postear. Hay que ser muy conscientes de lo que se escribe y el modo de hacerlo para repercutir en los lectores contemporáneos, la mayoría de ellos habituados a leer frases de 140 caracteres. Aquí les dejo una lista, incompleta desde luego, de los blogs literarios que considero que aún gozan de buena salud. The Literary Saloon.- The Complete Review es una página de reseñas que no solo pone interés en la literatura norteamericana sino en todos los idiomas y continentes. La cantidad de información que contiene su blog, “The Literary Saloon”, es impresionante. Siempre está actualizado y sus entradas nos conducen desde Ferias Literarias en Teherán hasta traducciones de libros del árabe, pasando por discusiones candentes, listas de libros, noticias literarias, etc. Imprescindible leerlo todos los días. Arts Beat.- Es el blog donde escriben los críticos de arte y literatura de The New York Times, y aunque su calidad y actualización ha decaído en los últimos años (sobre todo cuando el blog Paper Cuts desapareció y se creó este blog general sobre arte), aún tiene muchos apuntes interesantes sobre novedades literarias y estupendos podcasts. Books Blogs.- Con una gran cantidad de colaboradores y puntos de vista inusuales (muchas veces polémicos) sobre temas literarios de actualidad, el “Books Blogs” del diario británico The Guardian es el ejemplo de cómo los blogs de los diarios más célebres sirven no solo para complementar la información que ofrecen las ediciones impresas sino para fomentar la discusión, de manera tal que la edición on-line del diario resulta mejor y más atractiva que la impresa. Papeles Perdidos.- Al estilo del extinto “Paper Cuts” o del mencionado “Books Blogs”, el diario El País inauguró el blog “Papeles Perdidos” donde colaboran miembros de la redacción del diario y también invitados. Aunque su contenido abarca todos los ámbitos de la cultura, lo literario ocupa mayor espacio. Mi sección favorita es Letras en 360º, que lleva Virgina Collera, donde hace un repaso de las noticias literarias más curiosas de la semana en diversos países. Nunca me decepciona. Gustavo Faverón.- La sólida capacidad argumentativa en cada uno de sus post volvió imprescindible a “Puente Aéreo” del crítico y escritor peruano Gustavo Faverón, que trascendió la frontera nacional. Asimismo, la virulencia con la que defendía sus posiciones, sin discriminar enemigos, lo hizo también el blanco de los ataques de muchos blogueros, incluso no literarios (su estupenda novela, El Anticuario, no tuvo en el país la recepción merecida, creo, como daño colateral de esas peleas). Faverón cerró hace unos meses “Puente Aéreo”, pero ha abierto el blog “Gustavo Faverón”, dedicado no solo a lo literario, que ya empezó a poner temas y discusiones en la agenda periodística peruana. Sin duda Faverón, pese a vivir en el extranjero y tener una presencia mediática limitada a su blog, es un referente en la opinión cultural y política del país. El lamento de Portnoy.- Gran amante de la literatura norteamericana, el español Javier Avilés no deja de lado lecturas de autores en castellano y en otros idiomas. Lo más resaltante del blog, además de la frescura y la inteligencia de cada uno de sus post, es que no se dedica a la actualidad literaria sino a comentar los libros mientras los va leyendo. No teme ocupar seis o más entradas en un libro. Avilés no hace concesiones a su interés en los detalles pues, como explica su autor y el título de su blog (que viene de una novela de Roth), esta es una bitácora para onanistas literarios. Eterna Cadencia.- La librería Eterna Cadencia es uno de mis lugares favoritos en Buenos Aires. Ha conseguido hacer acogedor el acto de ir a comprar libros (que para lectores adictos como yo suele ser solo un acto compulsivo). Esa calidez se transmite a través del blog de la librería que dirige de manera extraordinaria Patricio Zunini. En contra de lo que uno puede pensar sobre un blog de una librería, dedicado a hacer listas de los más vendidos o de ofertas literarias en su local, el blog de Eterna Cadencia pide textos a colaboradores, genera textos propios a partir de los conversatorios en su librería y hace entrevistas exclusivas para el blog, convirtiéndose en una excepcional revista de libros de lectura obligatoria para estar actualizados en lo que sucede literariamente en Argentina. Linkillo.- Daniel Link es un crítico cultural y narrador argentino y su blog “Linkillo (cosas mías)” no solo recupera artículos suyos publicados en diversos medios, sino que propone reflexiones, opiniones, discusiones o resalta algunas frases curiosa de la cultura o política argentina que editorializa en el título de la entrada. La clave del éxito de Daniel Link es su gran sentido del humor, que nunca es hiriente ni cínico, sino el modo como un autor de sólida formación académica asume la administración de un blog: más que un lugar para teorizar es un sitio para pensar en voz alta esas “cosas mías” que suelen afectarnos a todos. Fragmentos.- De los diversos blogs de Letras Libres, “Fragmentos” de Christopher Domínguez Michael es mi favorito pues, a diferencia de la mayoría de blogs aquí mencionados, en este el autor escribe sobre temas que difícilmente tendrían cabida en otro espacio. “Fragmentos” suele tratar sobre autores o libros anacrónicos, comentados con una erudición también anacrónica para el mundo de los blogs. Ahí radica su fortaleza: ser el depósito de textos exigentes, escritos con solvencia y con auténtica pasión literaria, que no tienen lugar en las redacciones de los diarios o las revistas de divulgación ni en otros blogs.



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2 de mayo de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Lo que dijo Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa y Gilles Lipovetsky Mientras tanto, en Revista Ñ comentan la presentación del libro La civilización de la cultura de Mario Vargas Llosa, acompañado por Gilles Lipovetsky, en Madrid. Dice la nota de Andrés Hax:

La preocupación obsesiva de Vargas Llosa es que la cultura masiva, la del espectáculo ha diluido los valores del arte. Valores en el sentido de distinguir entre lo que es de buena calidad y lo que es de mala calidad. Al escritor peruano le parece que en las artes plásticas esto es especialmente evidente: ?Todo arte puede ser bello o feo, pero no hay manera de saberlo. Hoy todo puede ser excelente o execrable según el gusto del cliente. El gran talento y el pícaro se confunden porque son ambos victimas del mismo mecanismo, como la publicidad. Si la cultura es puramente entretenimiento no importa nada.?La presencia de Gilles Lipovetsky fue mucho más que ornamental. El pensador francés, a pesar de estar fundamentalmente de acuerdo con Vargas Llosa, tiene una mirada mucho más amplia frente a la cultura popular. Específicamente piensa que las artes populares, como el cine por ejemplo, han servido para salir de los ?nacionalismos? y el deseo perpetuo de revolución. ?En las sociedades donde domina el espectáculo suelen ser sociedades consensuadas de un modelo democrático?, enfatizó. Vargas Llosa insistía en defender la alta cultura como una fuente de valores. Alegaba que aun alguien que no lee a Proust es beneficiado por Proust y que Proust mismo hizo ?al escribir En búsqueda del tiempo perdido- un trabajo a favor de la libertad porque su trabajo sensibiliza a los que lo leen, a la condición humana. Y por lo tanto los sensibiliza en contra los totalitarismos y atropellos varios al bienestar humano.Vargas Llosa enfatizó además, que la alta cultura puede y debe servir para responder al profundo apetito espiritual del hombre. Además que es el único contrapunto a los aspectos más salvajes del capitalismo que ?a pesar de ser un sistema que ha mejorado la calidad de vida de los seres humanos, tiene un costado brutal que ha llevado a la soledad y la deshumanización.



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30 de abril de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Críticas a "La civilización del espectáculo"

Mario Vargas Llosa El libro de Mario Vargas Llosa, La civilización del espectáculo, publicado por Alfagura, ha traído consigo una serie de polémicas y de críticas acerca de la diferencia que él hace entre “alta” y “baja” cultura. Dos textos recientes denostan contra el libro. En el diario El País aparece una reseña muy extensa de Jorge Volpi, titulada El último de los mohicanos, donde dice:

El de Vargas Llosa es un vehemente elogio de la aristocracia (en el mejor sentido del término). No deja de ser curioso que alguien que se define como liberal ?invocando una estirpe que va de Smith, Stuart Mill y Popper a Hayek y Friedman?, se muestre como adalid de una élite cultural que, en términos políticos, le resultaría inadmisible: un mandato de sabios, semejante al de La República, resulta más propio de un universo totalitario como el de Platón que del orbe de un demócrata. Por supuesto, Vargas Llosa no admite la paradoja: a sus ojos, su lucha contra al autoritarismo político ?de Castro a Chávez, pasando por Fujimori?, no invalida su defensa de la autoridad en términos culturales porque ésta se demuestra a través de las obras. Reluce aquí la fuente de su malestar: si el respeto a la élite cultural se desvanece, los parámetros que permiten distinguir las obras buenas de las malas ?y a los autores que merecen autoridad de los estafadores? se resquebrajan. En un mundo así, ya no es posible confiar en nadie, ni siquiera en un Premio Nobel. Las masas ya no siguen a los sabios y, en vez de escuchar una ópera de Wagner o leer una novela de Faulkner, se lanzan a un concierto de Lady Gaga o devoran las páginas de Dan Brown. Para Vargas Llosa, no lo hacen porque les gusten esos bodrios, sino porque dejaron de hacer caso a los happy few que, a diferencia de ellos, poseían buen gusto. Vista así, la cultura ?esa cultura? desaparece. Y se impone el caos. (…) ¿Qué es, entonces, lo que le perturba? En el fondo, sólo ha cambiado una cosa: antes, las masas trabajaban; ahora, trabajan y se entretienen. Pero al marxista que Vargas Llosa tiene arrinconado en su interior esto le resulta indigerible: al divertirse, sin abrevar en las aguas del espíritu, las masas están alienadas. En cambio, la pequeña burguesía ilustrada sigue allí, aunque ya no sea tan pequeña. De hecho, muchos de los lectores de Vargas Llosa provienen de sus miembros, aunque él también se haya convertido en parte de esa cultura popular que tanto fustiga ?y que vuelve sinónimo de ?incultura?.

Por otra parte, Gustavo Faverón en su blog escribe el post “No es el fin del mundo” donde expone punto por punto las críticas contra el libro de Vargas Llosa. Aquí algunos de los aspectos:

12. Por supuesto, la pregunta clave, sobre todo para un ensayo que parece básicamente historicista, como el de Vargas Llosa, y que se empeña en defender todavía la jerarquización tradicional de la alta cultura y la cultura popular, es la pregunta sobre la estabilidad de esa jerarquización. No es una pregunta nueva: es una de las preguntas más formuladas y más respondidas en la historia de las artes: cuando uno reconoce que el Quijote fue escrito durante un periodo histórico en que la novela como género era vista todavía como literatura de segunda clase, por debajo del drama y la poesía, que la novela no era otra cosa que una suerte de épica popular con pocas más aspiraciones que la del pasatiempo, la conclusión elemental que uno debe extraer de ese reconocimiento no es la romantización o la heroización de Cervantes como un autor “adelantado a su tiempo”, sino la seña de que es en la génesis de nuevos géneros artísticos donde esos géneros modifican su propio futuro, modificando la forma en que serán percibidos en el porvenir, y abriendo el terreno para su evolución. Los doscientos cincuenta años de reinado de la novela no nos deben hacer creer que la novela como género va a durar para siempre, y mucho menos deben hacernos pensar que su posible desaparición marque una decadencia cultural o artística: la novela será reemplazada por lo que tenga que venir luego, y no hay razones para pensar que esa cosa nueva que nos aguarda en el futuro sea una caída al abismo: en el arte los abismos no se encuentran caminando; se encuentran quedándose quieto, en la comodidad de las formas aceptadas. (Y que conste, como dije en los puntos 9 y 10, que no veo mayores motivos para suponer que la novela esté ahora mismo encontrando un final vergonzoso; más dañino que la espectacularización, para el futuro de la novela, es el libre mercado que Vargas Llosa defiende). 13. Cuando Vallejo publicó Trilce, en 1922, uno de los poquísimos críticos que lo saludó de inmediato y sin dudas como una genialidad fue Luis Alberto Sánchez. Cuando Luis Alberto Sánchez publicó a mediados de los setenta la edición revisada de su Historia de la literatura peruana, objetó que el talento de Vargas Llosa estuviera infectado por el virus de la literatura popular y por la enfermedad del lenguaje vulgar y la grosería. Me temo que Vargas Llosa, que por mucho tiempo ha estado en la primera línea de la literatura occidental, puede estar hoy mirando el panorama desde perspectivas obsoletas, malentendiendo los nuevos caminos de esa disolución entre “alta cultura” y arte popular que él mismo ayudó a construir con libros como La tía Julia y el escribidior, Pantaleón y las visitadoras e incluso La guerra del fin del mundo. La verdad es que no es el fin del mundo.



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30 de abril de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Como un saco de boxeador

Un artículo mío publicado hoy en el blog Vano Oficio del diario El País. Sobre los ingresos modestos la baja autoestima de los escritores y nuesta necesidad -o necedad- de no valorar nuestra trabajo y sentirnos mal por cobrar. Los eternos ad-honorem.

Foto: K0P “Recuerdo una anécdota de Ezra Pound cuando era niño. Su padre trabajaba acuñando monedas en un Banco y lo dejaba entrar a la bóveda repleta de sacos con monedas de oro. Los colegas de su padre le decían: “si puedes levantar uno de los sacos, te lo llevas”. El pequeño Ezra siempre lo intentaba pero jamás logró llevárselo. La ambición literaria es eso mismo. Mientras esté la promesa de llevarnos el saco de oro si podemos ponérnoslo en nuestros hombros, y mientras vayamos todos los días a internarnos en la bóveda a hacer el intento, habrá literatura.” Esa es la respuesta que di, en 1993, ante la pregunta por la ambición literaria a un grupo de jóvenes que editaban un periódico universitario. Yo acababa de publicar mi primer libro de cuentos, Las fotografías de Frances Farmer, y estaba seguro de que con esa anécdota me estaba refiriendo a la persistencia. Ahora, casi veinte años después, me doy cuenta de que también me estaba refiriendo al oro.  Hace poco hice un ejercicio para una revista argentina, al estilo Je me souviens de George Perec, en el que citaba sin mayor conexión decenas de frases y anécdotas referidas a escritores y dinero. O más precisamente, escritores y problemas monetarios. Escribir para hacerse millonario puede parecer una ambición bastante extravagante, aunque válida, tan válida como estar dispuesto a morirse de hambre por culpa de la literatura o aceptar ser un mil oficios para poderse mantener sobre la línea de flotación.  Al respecto, siempre me ha parecido tremendo el comienzo de A salto de mata, las memorias de Paul Auster: “Cuando llegué a la treintena, pasé unos años en los cuales todo lo que tocaba se convertía en fracaso. Mi matrimonio terminó en divorcio, mi trabajo como escritor se hundía y estaba abrumado por problemas de dinero. No me refiero simplemente a una escasez ocasional, ni a tener que apretarme el cinturón de cuando en cuando, sino a una falta de dinero continua, opresiva, casi agobiante, que me envenenaba el alma y me mantenía en un inacabable estado de pánico.” El alma envenenada. El inacabable estado de pánico. El hambre ha resultado ser un buen consejero literario para algunos, pero eso no signfica que el escritor sea necesariamente un hambriento. Alguna vez me despidieron de un trabajo argumentando muy felizmente que me estaban haciendo un favor: un escritor verdadero tenía que ser pobre. ¿Cómo me atrevía a defender un sueldo y, en el colmo de la incoherencia, también pretender ser un escritor auténtico? Al final, pude mantener mi puesto pero solo si aceptaba trabajar ad-honorem. Y acepté, cómo no. Las penurias económicas y los ingresos modestos deben agradecerse pues son alicientes para escribir libros geniales llenos de hambre. En un excelente texto, la escritora croata Dubravka Ugresic ha diagnosticado a los escritores: son seres que sufren de autoestima baja. ¿Dicen por ahí que tenemos egos revueltos? Pues no. Yo diría más bien egos disueltos. Ugresic lo explica así: “Cuando un escritor no está seguro de serlo (y los escritores de verdad nunca lo están) su sentido de la profesión no puede ser real. Así pues ¿cómo pueden cobrar esos escritores por sus esfuerzos literarios? (…) Un escritor de verdad tiene problemas de autoestima, vive permanentemente consumido por la duda, aunque haya sido reconocido públicamente (…) Una persona con la autoestima baja es como un saco de boxeador a disposición de cualquiera; el primero que pase por ahí puede encajarle un puñetazo. Un escritor de verdad se siente culpable y cree que lo que hace no tiene importancia ni utilidad, o se siente un privilegiado (aunque no cobre un céntimo), mientras que la gente seria trabaja (…) Tan pronto como se hace un llamamiento a su humanismo, el escritor con baja autoestima se olvida por completo de sus emolumentos. Cuando la gente se queja en cualquier país del precario estado de la literatura, el escritor acepta publicar gratis sin rechistar. Para este tipo de personas, el dinero es como un regalo. Viven de lo que escriben, pero no de lo que ganan. Por eso es frecuente dar con los escritores con la autoestima baja en encuentros y retiros literarios. Allí, mimado por la soledad, con ayuda de una beca miserable y alojado en un cuartucho gratis, el escritor con baja autoestima escribe su “obra maestra”. Al terminar recibe un pago que nunca supera el salario mensual de su editor.” El ensayo de Ugresic se titula “Escritores con ingresos modestos” y aparece en el libro Gracias por no leer (La Fábrica). Lo leo en un taxi rumbo a una conferencia en un colegio muy distante de mi casa, pero me han ofrecido pagarme el taxi y unos emolumentos por presentarme. Hablaré de cómo la literatura nos cambia la vida. Citaré a Shakespeare. Llevo un saco de vestir azul marino. Y en el bolsillo del saco me incomoda un objeto inmanejable: mi talón de recibos por honorarios profesionales. (Pero aún queda, en esa bóveda del banco del padre de Pound, un saco de oro y algunas oportunidades más para levantarlo. Me refiero al oro, pero también a la persistencia).



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25 de abril de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Más comienzos…

“En agosto de 1992, cuando la canícula se acercaba a su fin, emprendí un viaje a pie a través del condado de Suffolk, al este de Inglaterra, con la esperanza de poder huir del vacío que se estaba propagando en mí después de haber concluido un trabajo importante.” Los anillos de Saturno, W.G. Sebald “Me había capturado la milicia fascista el 13 de diciembre de 1943.” Si esto es un hombre, Primo Levi “El sueco…Durante los años de la guerra, cuando yo todavía iba a la escuela primaria, ése era un nombre mágico en nuestro vecindario de Newark, incluso para los adultos a los que sólo una generación separaba del viejo gueto de la calle Prince y que aún no estaban tan impecablemente americanizados como para quedarse como si les hubieran dado un balonazo en la cara ante la destreza de un atleta de escuela media.” Pastoral americana, Philip Roth “En 1815, monseñor Charles-François-Bienvenu Myriel era obispo de Digne. Era un anciano de cerca de setenta y cinco años y ocupaba la sede de Digne desde 1806.” Los miserables, Victor Hugo “Locura de un frente frío de la pradera otoñal, mientras va pasando. Se palpaba: algo terrible iba a ocurrir. El sol bajo, en el cielo: luminaria menor, estrella enfriándose. Ráfagas de desorden, sucesivas. Árboles inquietos, temperaturas en descenso, toda la religión nórdica de las cosas llegando a su fin. No hay aquí niños en los jardines.” Las correcciones, Jonathan Franzen “Como saben que no conviene ver demasiado, la mayoría de los porteros de Nueva York han desarrollado extraordinariamente su sentido selectivo de la vista: saben qué es lo que hay que ver y qué es lo que hay que ignorar, cuándo hay que ser curioso y cuándo indolente; al registrarse accidentes o disputas delante de su edificio, generalmente están dentro y no se dan cuenta; y suelen estar en la calle, buscando un taxi, cuando hay ladrones escapándose por la ventana. Aunque tal vez el portero desapruebe el soborno y el adulterio, invariablemente se encuentra de espaldas cuando el superintendente está dando dinero a un inspector o cuando un inquilino que tiene a su mujer fuera acompaña a una joven al ascensor.” Honrarás a tu padre, Gay Talese “Lo primero que llama la atención es la luz. Todo está inundado de luz. De claridad. De sol. Y tan sólo ayer: un Londres otoñal bañado en lluvia. Un viento frío y la oscuridad. aquí, en cambio, desde la mañana todo el aeropuerto resplandece bajo el sol, todos nosotros resplandecemos bajo el sol.” Ébano, Ryszard Kapuscinski “Querido Marco: He ido esta mañana a ver a mi médico Hermógenes, que acaba de regresar a la Villa después de un largo viaje por Asia. El examen debía hacerse en ayunas; habíamos convenido encontrarnos en las primeras horas del día. Me tendí sobre un lecho luego de despojarme del manto y la túnica. Te evito detalles que te resultarían tan desagradables como a mí mismo, y la descripción del cuerpo de un hombre que envejece y se prepara a morir de una hidropesía del corazón. Digamos solamente que tosí, respiré y contuve el aliento conforme a las indicaciones de Hermógenes, alarmado a pesar suyo por el rápido progreso de la enfermedad, y pronto a descargar el peso de la culpa en el joven Iollas, que me atendió durante su ausencia. Es difícil seguir siendo emperador ante un médico, y también es difícil guardar la calidad de hombre…” Memorias de Adriano, Margarite Yourcenar “Sonja estaba en medio de la habitación iluminada, en el centro, como siempre.” Siete años, Peter Stamm “Nací en la ciudad de Bombay…hace mucho tiempo. No, no vale, no se puede esquivar la fecha: nací en la clínica particular del doctor Narlikar el 15 de agosto de 1947.” Hijos de la medianoche, Salman Rushdie “Entremos en la génesis de mis pretensiones.” Vidas minúsculas, Pierre Michon “Pertenezco a una de las más antiguas familias de Orsenna. Guardo de mi infancia los recuerdos de años tranquilos, de calma y de plenitud…” La ribera de las sirtes, Julien Gracq “Conocí a Dean poco después de que mi mujer y yo nos separásemos.” En el camino, Jack Kerouac “Fue una mañana de setiembre que Giovanni Drogo, que acababa de ser promovido a oficial, dejó el poblado pues debía presentarse en el fuerte Bastiani, su primer destino.” El desierto de los tártatos, Dinno Buzzati “Nadie podía dormir. Al amanecer, se arriarían las lanchas de desembarco, un primer contingente de tropas cruzaría las aguas en ellas y atacaría la playa de Anopopei.” Los desnudos y los muertos, Norman Mailer “Hermanos hombres, permítanme contarles cómo ocurrió. No somos hermanos tuyos, me replicarán, y nos importa un bledo. Y es muy cierto que se trata de una tenebrosa historia, aunque también edificante, un auténtico cuento moral, se los aseguro. Existe el riesgo de que resulte un poco largo, porque, bien pensado, sucedieron muchas cosas, pero a lo mejor no tienen mucha prisa…” Las Benévolas, Jonathan Littell “La tumba era grande, maciza, imponente de verdad…” El Jardín de los Finzi-Contini, Giorgio Bassani ” Como todo se quemó -la madre, los muebles, las fotografías de la madre- para Fabre y su hijo Paul hubo de inmediato mucho trabajo: toda esa ceniza y ese duelo, cambiarse de casa, correr a las grandes tiendas para rehacerse.” La ocupación de los terrenos, Jean Echenoz ” ?Mundo loco? dijo una vez más la mujer, como remedando, como si lo tradujese.” La vida breve, Juan Carlos Onetti “No espero ni remotamente que se conceda el menor crédito a la extraña, aunque familiar historia que voy a relatar. Sería verdaderamente insensato esperarlo cuando mis mismos sentidos rechazan su propio testimonio. No obstante, yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero, por si muero mañana, quiero aliviar hoy mi alma.” “El gato negro”, Edgar A. Poe «Si estoy chalado, tanto mejor», pensó Moses Herzog. Algunos lo creían majareta, y durante algún tiempo él mismo había llegado a pensar que le faltaba un tornillo. Pero ahora, aunque seguía portándose de un modo extraño, sentíase seguro de sí mismo, alegre, clarividente, y fuerte. Había caído bajo una especie de hechizo y escribía cartas a todo bicho viviente. Estas cartas le apasionaban tanto que, desde fines de junio, iba por ahí con una maleta llena de papeles.” Herzog, Saúl Bellow “Samuel Spade tenía larga y huesuda la quijada inferior, y la barbilla era una V protuberante bajo la V más flexible de la boca. Las aletas de la nariz retrocedían en curva para formar una V más pequeña. Los ojos, horizontales, eran de un gris amarillento. El tema de la V lo recogía la abultada sobreceja que destacaba en media de un doble pliegue por encima de la nariz ganchuda, y el pelo, castaño claro, arrancaba de sienes altas y aplastadas para terminar en un pico sobre la frente. Spade tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio.” El halcón maltés, Dashiel Hammet “A los treinta y un años Rimbaud estaba muerto. Desde la madrugada de sus treinta y un años Escobar contempló la revelación, parada en el alféizar como un pájaro: a los treinta y un años Rimbaud estaba muerto. Increíble.” Sin remedio, Antonio Caballero “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.” La Biblia “Ramón penetró en su cuarto como endemoniado y arrojándose de bruces en el lecho, empezó a gimotear. Sentía en el labio inferior una costra de sangre coagulada, sobre la cual pasaba a veces la lengua, como si le fuera imprescindible reavivar el dolor para mantener una cólera razonable.” “Scorpio”, Julio Ramón Ribeyro “El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman «allá». A más de cien kilómetros al este de la frontera de Colorado, el campo, con sus nítidos cielos azules y su aire puro como el del desierto, tiene una atmósfera que se parece más al Lejano Oeste que al Medio Oeste. El acento local tiene un aroma de praderas, un dejo nasal de peón, y los hombres, muchos de ellos, llevan pantalones ajustados, sombreros de ala ancha y botas de tacones altos y punta afilada. La tierra es llana y las vistas enormemente grandes; caballos, rebaños de ganado, racimos de blancos silos que se alzan con tanta gracia como templos griegos son visibles mucho antes de que el viajero llegue hasta ellos.” A sangre fría, Truman Capote



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24 de abril de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Así comenzamos…

“A los otros hombres los encontré en la dirección opuesta…” El sótano Thomas Bernhard “Claro, la vida es un proceso de demolición” Crack-Up Francis Scott Fitzgerald “Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando en la neblina, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú? Los canillitas merodean entre los vehículos detenidos por el semáforo de Wilson voceando los diarios de la tarde y él echa a andar, despacio, hacia la Colmena.” Conversación en la Catedral Mario Vargas Llosa Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados. El doctor Juvenal Urbino lo percibió desde que entró en la casa todavía en penumbras, adonde había acudido de urgencia a ocuparse de un caso que para él había dejado de ser urgente desde hacía muchos años. El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.”? El amor en los tiempos del cólera Gabriel García Márquez Cuando era más joven y más vulnerable, mi padre me dio un consejo en el que no he dejado de pensar desde entonces. “Siempre que sientas deseos de criticar a alguien”, me dijo, “recuerda que no a todo el mundo se le han dado tantas facilidades como a ti”. El Gran Gatsby, Francis Scott Fitzgerald “Cuando te pescaron en el canal, La Salute amanecía, Tintoreto desplegaba sus velas, los turistas al acecho se mordían los labios. ¿Con quién fue la cita esta vez, Dogaresa? ¿te fotografiaron al fin, como tanto habías deseado, con tu gran traje de seda, tus cabellos rojos, tu adorable silueta tendida en el pantano?” El cuerpo de Giulia-no Jorge Eduardo Eielson. “El sol aún no se había alzado. Sólo los leves pliegues, como los de un paño algo arraigado, permitían distinguir el mar del cielo. Poco a poco, a medida que el cielo clareaba, se iba formando una raya oscura en el horizonte, que dividía el cielo del mar, y en el paño gris aparecieron gruesas líneas que lo rayaban, avanzando una tras otra, bajo la superficie, cada cual siguiendo a la anterior, persiguiéndose una a otra, perpetuamente.” Las Olas, Virginia Woolf “Estoy viviendo en la Villa Borghese. No hay una pizca de tierra en ninguna parte, ni una silla fuera de lugar. Estamos solos aquí, estamos muertos.” Trópico de cáncer. Henry Miller? “Para volver a nacer - cantaba Gabrieel Farishta mientras caía de los cielos, dando tumbos- tienes que haber muerto. ¡Ay, sí! Para posarte en el seno de la tierra, tienes que haber volado. ¿Cómo volver a sonreír si antes no lloraste?” Los versos satánicos. Salman Rushdie “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.” Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes  “Cuando, como dos petrificados, nos sentamos a comer o nos topamos de noche en la puerta de la casa porque ambos pensamos al mismo tiempo en cerrarla, percibo nuestra tristeza como un arco que llega desde un extremo del mundo al otro, o sea, de Hanna hasta mí, y en el arco tensado, una flecha lista para dar en el corazón del cielo inmóvil.” “Todo”  Ingeborg Bachmann ¿Encontraría a la Maga? Rayuela Julio Cortázar “Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la ecuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.” Lolita Vladímir Nabokov “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar la tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” Cien años de soledad Gabriel García Márquez A LÉON WERTH Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona mayor. Tengo una excusa seria: esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona mayor puede entender todo, hasta los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona mayor vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Tiene mucha necesidad de ser consolada. Si todas estas excusas no son suficientes, quiero dedicar este libro al niño que este señor ha sido. Todas las personas mayores fueron primero niños. (Pero pocas lo recuerdan). Corrijo entonces mi dedicatoria: A LÉON WERTH CUANDO ERA NIÑO”  El Principito Antoine de Saint-Exupéry “abra este libro como quien pela una fruta” Cinco metros de poemas Carlos Oquendo de Amat “Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.” “Axolotl” Julio Cortázar “Antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia.? La Vorágine José Eustacio Rivera “Mi nombre es Martín Romaña y ésta es la historia de mi crisis positiva. Y la historia también de mi cuaderno azul. Y la historia además de cómo un día necesité de un cuaderno rojo para continuar la historia del cuaderno azul. Todo, en un sillón Voltaire.” La vida exagerada de Martín Romaña Alfredo Bryce Echenique “Es seguro que cada día estará más viejo, más lejos del tiempo en que se llamaba Bob, del pelo rubio colgando en la sien, la sonrisa y los lustrosos ojos de cuando entraba silenciosamente en la sala, murmurando un saludo o moviendo un poco la mano cerca de la oreja, e iba a sentarse bajo la lámpara, cerca del piano, con un libro o simplemente quieto y aparte, abstraído, mirándonos durante una hora sin un gesto en la cara, moviendo de vez en cuando los dedos para manejar el cigarrillo y limpiar de cenizas la solapa de sus trajes claros.” “Bienvenido, Bob” Juan Carlos Onetti “Llámenme Ismael.” Moby Dick Herman Melville “La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita. Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la había exasperado; muerta yo podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación.” “El Aleph” Jorge Luis Borges



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23 de abril de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Moleskine Literario en La noche de los libros

Foto: murphyeppoon Comenzar una historia.- Para abrir la puerta a los libros debemos fijarnos primero en el rellano, en las primeras frases con que comienzan las historias. ¡Anímate a enviar vuestros comienzos favoritos! Hoy 23 de Abril, Moleskine Literario se une a La Noche de los Libros colgando el comienzo de un relato cada 15 minutos. Si tienes un comienzo que te guste, pues envíalo a Moleskine Literario o a Vano Oficio y colaborarás con esta ceremonia en homenaje a lo que tanto amamos.



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23 de abril de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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También hay Feria del Libro en Bogotá

Asistentes a la FILBO 2012. Foto: El País Las Ferias del Libro no paran. Dos muy importantes coinciden. La de Buenos Aires, que inauguró ayer, y la de Bogotá, la FILBO, que empezó este miércoles con invitados del mundo norteamericano y sin tantas discusiones, al parecer, al menos en la inauguración. Rocío Huerta comenta en El País lo que está pasando con las ferias del libro en medio de las crisis. Dice:

Entre tanto augurio apocalíptico para el libro en papel, las ferias del libro, sin embargo, pugnan con vitalidad por reinventarse. ¿Cómo? Convertidas en oasis literarios para lectores, escritores, agentes o editores en un mundo que vive entre la paradoja de la hipercomunicación virtual y la amenaza de naufragio de las relaciones humanas de carne y hueso. La Feria del Libro de Bogotá, que ayer inauguró su edición 25ª es una buena muestra de ello. Es una de las más importantes de América Latina, así como un ejemplo de la necesidad e importancia de estos acontecimientos. ?La gran aportación de una feria es la vida social, el trato real que requieren… y del que carece Internet y las recomendaciones de los periódicos?, asegura la escritora Rosa Montero, que ha ido en tres ocasiones a la Filbo, como llaman los colombianos al evento. La peculiaridad de esta cita, agrega Montero, ?es ese trato íntimo y familiar que la hace especial. Tiene una afluencia increíble, una tradición arraigada?. Sin perder de vista las bondades digitales, Fernando Valverde, presidente de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, (CEGAL), asegura que ?es justo en estos momentos cuando el espacio físico recobra todo el sentido?. ?Y cobra más fuerza el hecho de poder encontrarnos, escucharnos e intercambiar opiniones sobre nuestras lecturas?, añade. (…) Las que convocan al personal que vive alrededor del libro y la lectura parecen tener otro destino. La de Bogotá, de momento, no presenta síntomas de fatiga: espera una asistencia de 400.000 visitas, hasta el 1 de mayo que cierra sus puertas. Ocupará todos los 58.000 metros cuadrados del Centro Internacional de Negocios y Exposiciones de Bogotá, donde estarán más de 500 expositores y un centenar de escritores en conferencias, mesas redondas y lecturas públicas. Este año entre los principales invitados figuran el escritor estadounidense Jonathan Safran Foer y el legendario periodista Gay Talese. Junto a ellos, nombres clave de la literatura, el pensamiento y, por qué no, la narrativa comercial en español como Laura Restrepo, Santiago Gamboa, Javier Moro y Enrique Krauze. El narrador y poeta Darío Jaramillo, que no se ha perdido ninguna edición de la Filbo, asegura que la oferta de libros ha aumentado: ?Eso es muy atractivo para las bibliotecas, pero lo más importante de esta feria es la cantidad de gente que acude. Y no hay que olvidar que hay un público que compra libros solo estos días?. La Filbo celebra sus 25 años con Brasil como invitado: ?Es una gran oportunidad para intercambiar conocimientos de derechos de autor y traducciones del portugués al español y viceversa, aprovechando que el español acaba de ser declarado la segunda lengua oficial en las escuelas brasileñas?, explica Amalia de Pombo, directora de la feria.



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20 de abril de 2012

Eder. Óleo de Irene Gracia

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Bram Stocker, 100 años

Estampilla rumana que recuerda al autor Hace 100 años murió Bram Stocker, el creador de uno de los personajes más notables (y rentables) de la literatura universal: Drácula. Ahora que los vampiros (en su versión andrógino y adolescente) han regresado con fuerza, vale la pena recordar al escritor mediocre pero acertado a la hora de crear un ser inmortal. Dice la nota de Gregorio Belinchon en El País:

El irlandés Bram Stoker (1847-1912) no será recordado como un gran escritor. Rodrigo Fresán, autor de prólogo a la edición de 2005 de Mondadori de la novela, comenta: “Stoker es muy mal escritor, un ejemplo clásico de creador flojo ?no hay más que leerle en su inglés original? que de repente crea una obra genial”. Enrique Vila-Matas apunta en esa dirección: “Seiscientas páginas y el conde solo sale en unas quince. Al estilo de El corazón en las tinieblas, de Joseph Conrad, se crea un espectáculo alrededor de un personaje que aparece muy poco. Es más interesante y fascinante el ambiente que lo que ocurre. La narración conduce al personaje. En cambio, creó el vampiro moderno. Solo por eso merece nuestro respeto”. Gonzalo Suárez, escritor y cineasta que en diversas ocasiones ha indagado en el ser y el otro, en la criatura y su creador (Mi nombre es sombra, Remando al viento), reconoce que Stoker le aburre. “Empecé a leerlo y lo dejé. Obviamente forma parte de la literatura victoriana, que sí me atrae. Pero el libro no desarrolla un carácter ontológico, juega más con el sadismo y la sangre. Todos tenemos un monstruo en nuestro interior, pero creo que justo en mí no hay de esa especie”, reconoce entre risas. Entonces, ¿qué hizo bien Stoker? El escritor irlandés, criado entre libros y profesores privados por culpa de una enfermedad infantil, publicó muchos más cuentos, y ninguno tuvo la repercusión popular y artística de Drácula. “Claro”, descifra Fresán, “porque existen novelas influyentes, que por su calidad crea escuela de escritores y de obras, y novelas radioactivas, que enferman a otros, que infectan y producen mejores herederos. El éxito de Drácula radica en un personaje fascinante”. Su misma construcción, a base de trozos de diarios y cartas entre los personajes, ralentiza la trama: “Es la novela en la que más se escribe y se lee. Pero, ¿cuándo van a por el monstruo?”, dice Fresán. Bram Stoker publicó Drácula en 1897, y creó el personaje bebiendo de varias fuentes: primero, del personaje real de Vlad Draculea Vlad el Hijo del Demonio / Dragon, también conocido como Vlad Tepes el empalador; del actor Henry Irving, una estrella de la época, para el que Stoker trabajó durante 29 años como representante y secretario, y cuya enfermiza relación inspiró de lejos la película La sombra del actor; y de sus charlas con un extraño orientalista húngaro llamado Arminius Vámbéry con el que se entrevistó en diversas ocasiones (Vámbery también era muy imaginativo en sus leyendas sobre la Europa oriental, y su labia y su imaginación las engordaban a gusto del oyente que tenía en cada momento). Óscar Wilde dijo que Drácula era la obra de terror mejor escrita de todos los tiempos. Arthur Conan Doyle tampoco escatimó elogios. “Es que es muy de la época victoriana”, según Fresán, “es el triunfo del gótico, de un terror que crea personajes como Frankenstein, el doctor Jekyll y Mister Hyde…”. ¿También puede ser la venganza de un hombre que se siente vampirizado por otro? “Como libro, efectivamente, es muy transparente, ya que son los años del advenimiento del psicoanálisis”. El subconsciente de los autores sale a borbotones. “Fíjate en este Drácula, en Peter Pan, en Sherlock Holmes…”. Gonzalo Suárez recalca en ese grandioso momento literario británico: “Me atrae mucho ese género. Dio unas obras de ficción fascinantes, a diferencia de la española, más realista”. La triste vida de Stoker, que arrastra a su familia detrás de Irving, que no recibe ningún dinero cuando fallece el actor, y que muere pobre víctima de la sífilis que había contraído yendo de prostitutas con Irving en París, se ha prolongado en el tiempo. Vila-Matas estuvo en Dublín alojado a pocos metros de la casa donde durante décadas vivió Stoker: “La primera vez vi una placa, que recordaba su estancia. El mismo Oscar Wilde, primer novio de Florence, posterior esposa de Stoker, vivía a pocas manzanas. Años después volví y en lugar de la casa había una clínica de cirugía estética. De la placa, ni rastro”. “A mí me entristece la deriva actual del personaje”, comenta Fresán. “Eso de que vayan al colegio los vampiritos de Crepúsculo



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20 de abril de 2012
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El Boomeran(g)
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