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Blogs de autor

Más comienzos…

Por 24 de abril de 2012 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Iván Thays

“En agosto de 1992, cuando la canícula se acercaba a su fin, emprendí un viaje a pie a través del condado de Suffolk, al este de Inglaterra, con la esperanza de poder huir del vacío que se estaba propagando en mí después de haber concluido un trabajo importante.”
Los anillos de Saturno, W.G. Sebald
“Me había capturado la milicia fascista el 13 de diciembre de 1943.”
Si esto es un hombre, Primo Levi
“El sueco…Durante los años de la guerra, cuando yo todavía iba a la escuela primaria, ése era un nombre mágico en nuestro vecindario de Newark, incluso para los adultos a los que sólo una generación separaba del viejo gueto de la calle Prince y que aún no estaban tan impecablemente americanizados como para quedarse como si les hubieran dado un balonazo en la cara ante la destreza de un atleta de escuela media.”
Pastoral americana, Philip Roth
“En 1815, monseñor Charles-François-Bienvenu Myriel era obispo de Digne. Era un anciano de cerca de setenta y cinco años y ocupaba la sede de Digne desde 1806.”
Los miserables, Victor Hugo
“Locura de un frente frío de la pradera otoñal, mientras va pasando. Se palpaba: algo terrible iba a ocurrir. El sol bajo, en el cielo: luminaria menor, estrella enfriándose. Ráfagas de desorden, sucesivas. Árboles inquietos, temperaturas en descenso, toda la religión nórdica de las cosas llegando a su fin. No hay aquí niños en los jardines.”
Las correcciones, Jonathan Franzen
“Como saben que no conviene ver demasiado, la mayoría de los porteros de Nueva York han desarrollado extraordinariamente su sentido selectivo de la vista: saben qué es lo que hay que ver y qué es lo que hay que ignorar, cuándo hay que ser curioso y cuándo indolente; al registrarse accidentes o disputas delante de su edificio, generalmente están dentro y no se dan cuenta; y suelen estar en la calle, buscando un taxi, cuando hay ladrones escapándose por la ventana. Aunque tal vez el portero desapruebe el soborno y el adulterio, invariablemente se encuentra de espaldas cuando el superintendente está dando dinero a un inspector o cuando un inquilino que tiene a su mujer fuera acompaña a una joven al ascensor.”
Honrarás a tu padre, Gay Talese
“Lo primero que llama la atención es la luz. Todo está inundado de luz. De claridad. De sol. Y tan sólo ayer: un Londres otoñal bañado en lluvia. Un viento frío y la oscuridad. aquí, en cambio, desde la mañana todo el aeropuerto resplandece bajo el sol, todos nosotros resplandecemos bajo el sol.”
Ébano, Ryszard Kapuscinski
“Querido Marco: He ido esta mañana a ver a mi médico Hermógenes, que acaba de regresar a la Villa después de un largo viaje por Asia. El examen debía hacerse en ayunas; habíamos convenido encontrarnos en las primeras horas del día. Me tendí sobre un lecho luego de despojarme del manto y la túnica. Te evito detalles que te resultarían tan desagradables como a mí mismo, y la descripción del cuerpo de un hombre que envejece y se prepara a morir de una hidropesía del corazón. Digamos solamente que tosí, respiré y contuve el aliento conforme a las indicaciones de Hermógenes, alarmado a pesar suyo por el rápido progreso de la enfermedad, y pronto a descargar el peso de la culpa en el joven Iollas, que me atendió durante su ausencia. Es difícil seguir siendo emperador ante un médico, y también es difícil guardar la calidad de hombre…”
Memorias de Adriano, Margarite Yourcenar
“Sonja estaba en medio de la habitación iluminada, en el centro, como siempre.”
Siete años, Peter Stamm
“Nací en la ciudad de Bombay…hace mucho tiempo. No, no vale, no se puede esquivar la fecha: nací en la clínica particular del doctor Narlikar el 15 de agosto de 1947.”
Hijos de la medianoche, Salman Rushdie
“Entremos en la génesis de mis pretensiones.”
Vidas minúsculas, Pierre Michon
“Pertenezco a una de las más antiguas familias de Orsenna. Guardo de mi infancia los recuerdos de años tranquilos, de calma y de plenitud…”
La ribera de las sirtes, Julien Gracq
“Conocí a Dean poco después de que mi mujer y yo nos separásemos.”
En el camino, Jack Kerouac
“Fue una mañana de setiembre que Giovanni Drogo, que acababa de ser promovido a oficial, dejó el poblado pues debía presentarse en el fuerte Bastiani, su primer destino.”
El desierto de los tártatos, Dinno Buzzati
“Nadie podía dormir. Al amanecer, se arriarían las lanchas de desembarco, un primer contingente de tropas cruzaría las aguas en ellas y atacaría la playa de Anopopei.”
Los desnudos y los muertos, Norman Mailer
“Hermanos hombres, permítanme contarles cómo ocurrió. No somos hermanos tuyos, me replicarán, y nos importa un bledo. Y es muy cierto que se trata de una tenebrosa historia, aunque también edificante, un auténtico cuento moral, se los aseguro. Existe el riesgo de que resulte un poco largo, porque, bien pensado, sucedieron muchas cosas, pero a lo mejor no tienen mucha prisa…”
Las Benévolas, Jonathan Littell
“La tumba era grande, maciza, imponente de verdad…”
El Jardín de los Finzi-Contini, Giorgio Bassani
” Como todo se quemó -la madre, los muebles, las fotografías de la madre- para Fabre y su hijo Paul hubo de inmediato mucho trabajo: toda esa ceniza y ese duelo, cambiarse de casa, correr a las grandes tiendas para rehacerse.”
La ocupación de los terrenos, Jean Echenoz
” ?Mundo loco? dijo una vez más la mujer, como remedando, como si lo tradujese.”
La vida breve, Juan Carlos Onetti
“No espero ni remotamente que se conceda el menor crédito a la extraña, aunque familiar historia que voy a relatar. Sería verdaderamente insensato esperarlo cuando mis mismos sentidos rechazan su propio testimonio. No obstante, yo no estoy loco, y ciertamente no sueño. Pero, por si muero mañana, quiero aliviar hoy mi alma.”
“El gato negro”, Edgar A. Poe
«Si estoy chalado, tanto mejor», pensó Moses Herzog. Algunos lo creían majareta, y durante algún tiempo él mismo había llegado a pensar que le faltaba un tornillo. Pero ahora, aunque seguía portándose de un modo extraño, sentíase seguro de sí mismo, alegre, clarividente, y fuerte. Había caído bajo una especie de hechizo y escribía cartas a todo bicho viviente. Estas cartas le apasionaban tanto que, desde fines de junio, iba por ahí con una maleta llena de papeles.”
Herzog, Saúl Bellow
“Samuel Spade tenía larga y huesuda la quijada inferior, y la barbilla era una V protuberante bajo la V más flexible de la boca. Las aletas de la nariz retrocedían en curva para formar una V más pequeña. Los ojos, horizontales, eran de un gris amarillento. El tema de la V lo recogía la abultada sobreceja que destacaba en media de un doble pliegue por encima de la nariz ganchuda, y el pelo, castaño claro, arrancaba de sienes altas y aplastadas para terminar en un pico sobre la frente. Spade tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio.”
El halcón maltés, Dashiel Hammet
“A los treinta y un años Rimbaud estaba muerto. Desde la madrugada de sus treinta y un años Escobar contempló la revelación, parada en el alféizar como un pájaro: a los treinta y un años Rimbaud estaba muerto. Increíble.”
Sin remedio, Antonio Caballero
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.”
La Biblia
“Ramón penetró en su cuarto como endemoniado y arrojándose de bruces en el lecho, empezó a gimotear. Sentía en el labio inferior una costra de sangre coagulada, sobre la cual pasaba a veces la lengua, como si le fuera imprescindible reavivar el dolor para mantener una cólera razonable.”
“Scorpio”, Julio Ramón Ribeyro
“El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman «allá». A más de cien kilómetros al este de la frontera de Colorado, el campo, con sus nítidos cielos azules y su aire puro como el del desierto, tiene una atmósfera que se parece más al Lejano Oeste que al Medio Oeste. El acento local tiene un aroma de praderas, un dejo nasal de peón, y los hombres, muchos de ellos, llevan pantalones ajustados, sombreros de ala ancha y botas de tacones altos y punta afilada. La tierra es llana y las vistas enormemente grandes; caballos, rebaños de ganado, racimos de blancos silos que se alzan con tanta gracia como templos griegos son visibles mucho antes de que el viajero llegue hasta ellos.”
A sangre fría, Truman Capote

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Iván Thays

Iván Thays es escritor peruano (Lima, 1968) autor de las novelas "El viaje interior" y "La disciplina de la vanidad". Premio Principe Claus 2000. Dirigió el programa literario de TV Vano Oficio por 7 años. Ha sido elegido como uno de los esccritores latinoamericanos más importantes menores de 39 años por el Hay Festival, organizador del Bogotá39. Finalista del Premio Herralde del 2008 con la novela "Un lugar llamado Oreja de perro".

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