
Sergio Ramírez
Los coches, o la vida. ¿Y quién más le hace coda a Fidel Castro? Nada menos que Robert B. Zoellick, presidente del Banco Mundial, y antes mano derecha de Condoleezza Rice: "mientras unos están preocupados por llenar sus tanques de gasolina, muchos otros luchan en el mundo por llenar sus estómagos", afirma.
Y Time escribe que se privilegia a 800 millones de personas con automóviles, sobre 800 millones de personas con hambre; si hace 4 años se calculaba, de acuerdo a científicos de la Universidad de Minessota, que el número de hambrientos caería a 625 millones en el año 2025, ahora más bien se sabe que ese número crecerá a 1.2 billones, todo por efecto de los biocombustibles.
Las cuentas son macabras. El maíz que se necesita para llenar una sola vez el tanque de un vehículo con etanol, es suficiente para alimentar a una persona por un año: las cosechas están siendo dedicadas a saciar los vehículos, y no a los seres humanos. Y siempre habrá más vehículos para tragar más combustible.
Eso dice Time. ¿Y Fidel Castro? Apunta a lo mismo, con palabras muy parecidas: "hoy se conoce con toda precisión que una tonelada de maíz sólo puede producir 413 litros de etanol como promedio, de acuerdo con densidades, lo que equivale a 109 galones. El precio promedio del maíz en los puertos de Estados Unidos se eleva a 167 dólares la tonelada. Se requieren por tanto 320 millones de toneladas de maíz para producir 35 000 millones de galones de etanol".