Sergio Ramírez
La energía limpia no es más que un mito, sentencia la revista Time: los políticos y el complejo agroindustrial fuerzan la sustitución de los combustibles fósiles por el etanol, y lo que verdaderamente están haciendo es elevando los precios mundiales de los alimentos y empeorando el calentamiento global. En la medida en que los precios del maíz suban, los pobres del mundo comerán menos, y mientras más maíz se siembre para uso de motores, más bosques desaparecerán. Puro ambición de enriquecimiento.
¿Ya habíamos leído eso antes? Claro. En uno de los editoriales del Gramma, suscritos por Fidel Castro, que él suele titular "Reflexiones del Comandante en Jefe", y donde expresa: "Pienso que reducir y además reciclar todos los motores que consumen electricidad y combustible es una necesidad elemental y urgente de toda la humanidad. La tragedia no consiste en reducir esos gastos de energía, sino en la idea de convertir los alimentos en combustible".
Time no cita a Fidel Castro, sino a Lester Brown, experto en alimentos de las Naciones Unidas, quien dice que esta ocurriendo "un crimen contra la humanidad", algo que en términos semejante ya había dicho aquel, sólo que un año antes, pues su editorial data de marzo del 2007, y lo tituló: "Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo".