Sergio Ramírez
En los años cuarenta del siglo pasado se hizo famoso en Estados Unidos un jingle de musiquita pegajosa que enseñaba a la gente la manera en que maduraba un banano. "I’m Chiquita Banana and I’ve come to say/Bananas have to ripen in a certain way… lo que traducido en rima diría “Soy la Chiquita Banana y les he venido a enseñar/el modo en que los bananos deben madurar… También la Chiquita Banana patrocinaba concursos de belleza en Centroamérica, para elegir a Miss Chiquita Banana. Banano en español, banana en inglés, del masculino al femenino.
Ahora la Chiquita Brands, fiel a la tradición de su abuela la United Fruit, está siendo acusada ante los tribunales de Estados Unidos de hacer pagos millonarios tanto a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), los paramilitares, como a las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC), la guerrilla, pagos autorizados por sus ejecutivos y altos directivos desde Cincinnati, donde tiene su sede central. Según los fiscales, los libros contables de la compañía fueron alterados para ocultar la operación benéfica, que busca sin duda comprar protección para sus plantaciones en Colombia, y para que sus operaciones de corte y embarque a tiempo de la fruta no sean estorbadas. Paramilitares o guerrilla, a la Chiquita le da igual.
Las bananas, o los bananos, tienen su modo de madurar, pero también su manera de ser pelados.