Víctor Gómez Pin
El origen sólo es re-encontrable, reencuentro que pasa por asumir que se ha perdido. Retornar al origen es propio de quien no está exclusivamente sometido a la ley evolutiva. Tal retorno supone una actitud en las antípodas de la consistente en atenerse al origen anclarse en la inmediatez de las raíces.
Como el origen jamás persiste, el que se aferra al origen, el que sólo quiere la iteración de lo ya dado (y hasta, en ocasiones, dado desde el primer momento) acaba por recrear teatralmente tal origen erigiéndose a sí mismo en espectador. Ello explica que tantas veces el folklore propio reproducido en sociedades urbanas produzca esa impresión de vivencia puramente erudita o etnológica, en la que el participante es como una suerte de voyeur de su propia identidad.