Skip to main content
Blogs de autor

Nihilismo de ‘Bourbaki’

Por 21 de enero de 2011 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Víctor Gómez Pin

Hace ya dos años me refería aquí al hecho de que el grupo de matemáticos que respondía al pseudónimo Bourbaki expulsaba a sus miembros a la edad de cuarenta años, considerando que eran ya solar "estéril para la viña" (es decir incapaces de  enriquecer con nuevo fruto el campo de la matemática), aunque aún pudieran  servir "para el cultivo de la remolacha" (en ese terreno semi- baldío  en el que florece la matemática aplicada o la  pedagogía de la disciplina).

Señalaba en mi columna  que ni los miembros de Bourbaki eran genetistas ni la genética había  alcanzado entonces el despliegue exponencial que le permite hoy en día ser, por ejemplo, un imprescindible aliado de la paleontología (ejemplo más reciente el descubrimiento en la cueva de Denisova en Siberia  de restos de  un hominido cuyo genoma no coincidirían con el de los neandertales, ni con el de homo sapiens). Los bourbakianos se limitaban a una trivial generalización por inducción: de  la constatación empírica de que, en edad aun temprana, los individuos dan ya  muestras de debilitamiento en la capacidad intelectual, pasaban a la abusiva conclusión de que el ser humano es rápidamente un ser intelectualmente asténico.

Si hubiera que buscar una base a esta convicción cabría decir que los bourbakianos aceptaban como palabra evangélica algo que hoy es puesto en tela de juicio, a saber, que el monto de células cerebrales, de las que se haya dotado el ser humano desde el nacimiento, va reduciéndose con el tiempo sin posibilidad de reposición, y ello por mucho que se constatara que en el resto del cuerpo sí se da un cierto grado de reposición de órganos. La proliferación de nuevas neuronas no se produciría  únicamente en  cerebros de personas con buena salud, sino incluso en víctimas de graves enfermedades degenerativas (al respecto E. Goldberg La paradoja de la sabiduría. Traducción de Joan Lluís Riera, Crítica: Barcelona, 2006, p. 279).

Pero esta suerte de nihilismo que mueve a empujar a los arcenes de la vida del espíritu a personas incluso plenamente activas en el registro biológico convencional, tiene particular acuidad cuando se aplica no ya a la capacidad de invención en una disciplina dada, sino a la capacidad de  acceder a la disciplina misma. Pues, en el caso particular de la matemática, ello equivale casi a  negación de la capacidad (fundamental para la condición humana)  de insertarse en el orden de los símbolos. En el "primer tratado de matemáticas de la historia", una tablilla  de hace 77000 años encontrada en una cueva de Sudáfrica, en la que unas aspas  a las  cortan líneas paralelas forjando diversas figuras geométricas, el paleontólogo Jordi Agustí (en un texto de próxima aparición) encuentra un signo primordial de  la emergencia de lo no dado como expresión del gran poder  del pensamiento simbólico.

profile avatar

Víctor Gómez Pin

Victor Gómez Pin se trasladó muy joven a París, iniciando en la Sorbona  estudios de Filosofía hasta el grado de  Doctor de Estado, con una tesis sobre el orden aristotélico.  Tras años de docencia en la universidad  de Dijon,  la Universidad del País Vasco (UPV- EHU) le  confió la cátedra de Filosofía.  Desde 1993 es Catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), actualmente con estatuto de Emérito. Autor de más de treinta  libros y multiplicidad de artículos, intenta desde hace largos años replantear los viejos problemas ontológicos de los pensadores griegos a la luz del pensamiento actual, interrogándose en concreto  sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Esta preocupación le llevó a promover la creación del International Ontology Congress, en cuyo comité científico figuran, junto a filósofos, eminentes científicos y cuyas ediciones bienales han venido realizándose, desde hace un cuarto de siglo, bajo el Patrocinio de la UNESCO. Ha sido Visiting Professor, investigador  y conferenciante en diferentes universidades, entre otras la Venice International University, la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la ENS de París, la Université Paris-Diderot, el Queen's College de la CUNY o la Universidad de Santiago. Ha recibido los premios Anagrama y Espasa de Ensayo  y  en 2009 el "Premio Internazionale Per Venezia" del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti. Es miembro numerario de Jakiunde (Academia  de  las Ciencias, de las Artes y de las Letras). En junio de 2015 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco.

Obras asociadas
Close Menu