Iván Thays
Luis Jaime Cisneros (fuente: el comercio)
Recuerdo que el primer examen de mi vida universitaria lo di en el curso de Lengua, en 1985. El profesor fue Luis Jaime Cisneros. Me acuerdo de la calificación: 10 (es decir, jalado). Y la frase con aquella inolvidable letra que tenía: ?Su capacidad de lectura es mínima?. Fui a hablar con él a su oficina, me trató no como a un adolescente reprobado sino como a un universitario, un hombre, una persona que tenía pretensiones intelectuales. Fue el primero en saber que quería ser escritor. Fue el primero en enseñarme a leer. Llevé luego muchos cursos con él, en Letras y en Humanidades. Su lectura de El Quijote fue iluminadora. Su sentido del humor era prodigioso, tanto como su generosidad para los que nos acercábamos a él para preguntarle cualquier cosa. Como mi especialidad no era Linguística, no fui parte de sus alumnos más cercanos, pero siempre pude conversar con él después de clases y nunca, jamás, dejó de acordarse de la primera vez que fui a su oficina asustado porque, si mi capacidad de lectura era mínima, jamás podría ser escritor. Se alegró por cada libro mío publicado, me comentó varias veces artículos que escribí, sentí (como todos lo que lo conocieron, y con eso me refiero a casi todos los alumnos de literatura y linguística de la universidad) que estaba pendiente de mí.
La última vez que lo vi, hace varios años, fue un regalo. No solo para mí sino para mis alumnos en la Escuela de Literatura que, junto a Alonso Cueto, fundamos en el CCPUCP y perduró hasta el año pasado. Luis Jaime fue nuestro invitado en una de las clausuras de ciclo y habló del lenguaje surrealista. Lo hizo con una calidad, con una capacidad, a pesar de los años, que me llevó de inmediato a mis inicios en la universidad y esa sensación que él sabía dejar: el mundo intelectual o académico no es un mundo sombrío o mustio sino que está lleno de placeres inmensos y una felicidad constante.
Hoy murió Luis Jaime Cisneros a los 89 años de edad. Fue un buen amigo, un gran maestro, un extraordinario ciudadano, preocupado por el país, por la sociedad, por la cultura y por los derechos humanos. Una pérdida enorme para el Perú.