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El aceite en la sentina

Por 10 de septiembre de 2008 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Víctor Gómez Pin

Aludía días atrás al auténtico contrapunto de la figura de Ahab que constituye Starbuck, el segundo de a bordo. Ya hacia el final del relato ambos hombres se reúnen en la cabina. Transcribo aquí lo esencial de su diálogo.

"- …Lo que se consigue tras veinte mil millas de navegación, vale la pena conservarlo, capitán.

– Así es, así es; si efectivamente llegamos a conseguirlo

– Hablaba del aceite en la sentina, capitán.

– Y yo no hablaba en absoluto de tal cosa ¡Fuera! Deja que se desperdicie. Yo mismo estoy haciendo aguas. ¡Sí!, pérdidas tras pérdidas; no sólo hay en mí barriles agujereados, sino que esos barriles agujereados están en un barco que también lo está; y, hombre, esa es una situación mucho peor que la de nuestro barco el Pequod. Pero no pierdo tiempo en taponar la vía de agua; pues, ¿quién puede encontrarla bajo la carga de un casco abarrotado, o como esperar taponarla, caso de encontrarla, en la galerna aullante de esta vida? ¡Starbuck¡ No voy a izar los Burtons.

– ¿Qué dirán los propietarios, capitán?

– Deja que los propietarios en la playa de Nantucket se pongan a gritar más fuerte que los tifones. ¿Qué le importa a Ahab? ¿Propietarios, Propietarios? Siempre me estás sermoneando, Starbuck, invocando a esos tacaños de propietarios, como si fueran mi conciencia. Pero mira, el único propietario verdadero de algo es su jefe; y escucha, mi conciencia está en la quilla de este barco. ¡A cubierta¡"

No, los propietarios no son la conciencia de Ahab. Si Bulkington parecía responder a una insatisfacción en la infinitud, que le llevaba a entrever un enemigo en la costa, el hogar y la sucesión previsible de los días, para Ahab el peligro se vislumbra en la disposición de ese subordinado que recuerda severamente la necesidad de asunción de la ley; la necesidad de apartar a la nave de su objetivo crepuscular y devolverla a la persecución de ballenas sin nombre, cuyo aceite ha de ser destinado a alimentar los candiles de seres reconciliados en "el amor a su patria, a la naturaleza, a su familia".

Mas aun en su locura Ahab percibe con lucidez que tal reconciliación es ilusoria y que tales seres obedecen en última instancia a un Señor confundido con ese "dinero de los armadores", que Starbuck (internamente escindido, pues acabará pidiendo a los hombres que sigan a Ahab en su destino) se siente obligado a evoca ante su capitán.

Ahab, como Bulkington parece temer más a la mentira respecto a lo inevitable que a lo inevitable mismo, y como tal mentira parece empapar tantas veces lo que es cotidianeidad y mesura, sólo en lo desmesurado ve dignidad y destino abierto. Starbuck constituye realmente el contrapunto de Ahab, pero ni el uno ni el otro (un hombre presa del desvarío por un lado y un conservador pusilánime por otro) nos dirían realmente nada si no hicieran parte de la urdimbre que el relato constituye, si Ismael no hubiera estado allí "para contarlo".

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Víctor Gómez Pin

Victor Gómez Pin se trasladó muy joven a París, iniciando en la Sorbona  estudios de Filosofía hasta el grado de  Doctor de Estado, con una tesis sobre el orden aristotélico.  Tras años de docencia en la universidad  de Dijon,  la Universidad del País Vasco (UPV- EHU) le  confió la cátedra de Filosofía.  Desde 1993 es Catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), actualmente con estatuto de Emérito. Autor de más de treinta  libros y multiplicidad de artículos, intenta desde hace largos años replantear los viejos problemas ontológicos de los pensadores griegos a la luz del pensamiento actual, interrogándose en concreto  sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Esta preocupación le llevó a promover la creación del International Ontology Congress, en cuyo comité científico figuran, junto a filósofos, eminentes científicos y cuyas ediciones bienales han venido realizándose, desde hace un cuarto de siglo, bajo el Patrocinio de la UNESCO. Ha sido Visiting Professor, investigador  y conferenciante en diferentes universidades, entre otras la Venice International University, la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la ENS de París, la Université Paris-Diderot, el Queen's College de la CUNY o la Universidad de Santiago. Ha recibido los premios Anagrama y Espasa de Ensayo  y  en 2009 el "Premio Internazionale Per Venezia" del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti. Es miembro numerario de Jakiunde (Academia  de  las Ciencias, de las Artes y de las Letras). En junio de 2015 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco.

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