Skip to main content
Blogs de autor

Poema 55

Por 30 de diciembre de 2016 Sin comentarios

Vicente Verdú

De acuerdo

con las pruebas clínicas

se induce

un mal atroz.

¿Un mal atroz?

Así eran los adjetivos

obscenamente literarios.

Síndromes

tumorales

que las palabras

emitían

al ser conducidas

para producir impresión.

E incluso publicación.

La batalla laboral

con las palabras

fue una penalidad

antes que un juego,

una faena

antes que una falena.

Un decir para ser visto

 juzgado y leído,

 despertar rechazo o pasión.

No eran, desde luego,

las palabras

uno mismo.

Más bien

Se convertían,

de inmediato,

en las máscaras

que emitía nuestra dedicación

Palabras

que brotaban  

como limaduras

del ser escribiente.

Escritor y autor

de unas  palabras con tino

y de otras

con tipo.

Miles de palabras

surgidas de palabras

en la pradera salvaje.

Fauna sin civilización

y que diligentemente

le proponía el autor.

Promotor de la desdicha,

gestor de la felicidad

pintor de esta

y de otra circunstancia

cuyas existencias

dependía del verbo, el nombre, el adjetivo,

la frase

para bien y para mal.

Palabras como una manada

de seres  

entre dormidos y alertas.

Fauna pendiente

de ser cazada

con mucho esfuerzo,

con un silbido

o mediante

un azar.

La multitud de  palabras

nos dio

económicamente

de comer

pero también

nos dio

mucho qué pensar.

¿Qué sentimientos

eran ellas  

o qué sentimientos

atribuíamos a su vibración?

Un surtido de minerales

apagados o incandescentes,

según la hora, (el contexto)  

fueron las palabras

plasmadas en el diccionario,

y antes de su exposición

a la luz.

Surtido de fulgencias y sombras

como la caja extensa

de un rico pintor.

Palabras  que al acertar

con su color y su peso propios

nos alborozaban

y que al errar,

por el contrario,

nos ahorcaban.

Toda la poesía,

toda la literatura

ha sido una colección

de veleidosos tonos y texturas

entre  el padecimiento

y el placer,  

entre la mentira humana

y la verdad caída del cielo.

El don providencial

sobrevenido, en ocasiones,

como un milagro de cristal

que el firmamento   

regalaba a  nuestro sacrificio,

nuestra devoción

por acertar y acertar

y con miedo siempre

al maldito mal atroz.

El síndrome del tumor. 

profile avatar

Vicente Verdú

Vicente Verdú, nació en Elche en 1942 y murió en Madrid en 2018. Escritor y periodista, se doctoró en Ciencias Sociales por la Universidad de la Sorbona y fue miembro de la Fundación Nieman de la Universidad de Harvard. Escribía regularmente en el El País, diario en el que ocupó los puestos de jefe de Opinión y jefe de Cultura. Entre sus libros se encuentran: Noviazgo y matrimonio en la burguesía española, El fútbol, mitos, ritos y símbolos, El éxito y el fracaso, Nuevos amores, nuevas familias, China superstar, Emociones y Señoras y señores (Premio Espasa de Ensayo). En Anagrama, donde se editó en 1971 su primer libro, Si Usted no hace regalos le asesinarán, se han publicado también los volúmenes de cuentos Héroes y vecinos y Cuentos de matrimonios y los ensayos Días sin fumar (finalista del premio Anagrama de Ensayo 1988) y El planeta americano, con el que obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo en 1996. Además ha publicado El estilo del mundo. La vida en el capitalismo de ficción (Anagrama, 2003), Yo y tú, objetos de lujo (Debate, 2005), No Ficción (Anagrama, 2008), Passé Composé (Alfaguara, 2008), El capitalismo funeral (Anagrama, 2009) y Apocalipsis Now (Península, 2009). Sus libros más reciente son Enseres domésticos (Anagrama, 2014) y Apocalipsis Now (Península, 2012).En sus últimos años se dedicó a la poesía y a la pintura.

Obras asociadas
Close Menu